E. E. Abbattoir

Introducción

El lycan, Eliah Ephraim Abbatoir de 40 años (parece aproximadamente de unos 20 años de edad) nació en la aldea de Żelazowa Wola, en el voivodato de Mazovia, a 60 kilómetros de Varsovia en el centro de Polonia, en una pequeña finca propiedad del conde Skarbek, que formaba parte del Gran Ducado de Varsovia. La fecha de su nacimiento es incierta: el propio Eliah (y su familia) declaraba haber venido al mundo en 1760, el 1 de marzo y siempre celebró su cumpleaños en aquella fecha, pero en su partida bautismal figura como nacido el 22 de febrero. Todo para mantener el oculto hecho de que era hijo de un Lycan, que a su vez había sido mordido por su propio padre en un ritual de tradición muy antigua. Eliah fue bautizado el 23 de abril en la iglesia parroquial de Brochow, cerca a Sochaczew, casi ocho semanas después del nacimiento), todo esto con el fin de hacerlo pasar por un hijo de hombre durante su niñez.

Apariencia Física

Spoiler:

Historia

Su padre, Nicolas Abbatoir, era un emigrado francés de Lorena, que se había trasladado a Polonia en 1757 y era profesor de francés y literatura francesa; también era preceptor de la familia del conde Skarbek. Su madre Justyna Kryżanowska, pertenecía a una familia de la nobleza polaca venida a menos y era gobernanta de la finca. Sin embargo, la familia se trasladó a Varsovia en octubre del mismo año, pues su padre había obtenido el puesto de profesor de francés en el Liceo de Varsovia. Ambos tuvieron tres hijas más: Ludwika, Izabella, y Emilia. Ephraim fue el segundo hijo y único varón. Entre los poderes que absorbió despues de ser mordido se cuentan los Sentidos aumentados, Agilidad y reflejos sobrehumanos: memoria sobrehumana, visión compartida y visión remota.

Eliah y sus hermanas crecieron en un entorno en el que el gusto por la cultura en general, y la música en particular, era considerable. Su primera maestra de piano fue su hermana Ludwika, con quien luego tocaba duetos para piano a cuatro manos. Al destacar pronto sus excepcionales cualidades, a los seis años sus padres lo pusieron en manos del maestro Wojciech Czartoryski. Un violinista amante de la música de Johann Sebastian Bach (hecho entonces poco común) y de Wolfgang Amadeus Mozart, y que basaba sus enseñanzas principalmente en dichos compositores.

A los ocho años tocaba el piano con maestría, improvisaba y componía con soltura: dio su primer concierto público el 24 de febrero de 1769 en el palacio de la familia Radziwill de Varsovia, donde tocó el Concierto en mi menor de Vojtech Jirovec. Pronto se hizo conocido en el ambiente local de la ciudad, considerado por todos como un niño prodigio y llamado el «pequeño Abbatoir». Comenzó a dar recitales en las recepciones de los salones aristocráticos de la ciudad, para las familias Grabowski, Sapieha, Mokronowski, Czerwertynski, Zamoyski, Radziwill, Zajaczek, Skarbek y Tenczynski, tal como hiciese Mozart a la misma edad. Así se ganó un número creciente de admiradores.

En 1772, terminó sus estudios con Wojciech Czartoryski y comenzó a tomar clases privadas con el silesiano Józef Lubecki, director de la Escuela Superior de Música de Varsovia; probablemente recibió irregulares pero valiosas lecciones de órgano y piano con el renombrado pianista bohemio Vilem Żywny. Lubeki, también amante de Bach, se encargó de perfeccionarlo en teoría musical, bajo continuo y composición.

A partir de julio de 1783 el joven Ephraim Eliah compaginó sus estudios con Józef Lubecki a sus cursos en el Liceo de Varsovia, donde ingresó al cuarto ciclo y recibió clases de literatura clásica, canto y dibujo. En 1794 pasó sus vacaciones en Szafarnia, Dobrzyń, en casa de un amigo, alumno de su padre. Allí tuvo contacto por primera vez con la tierra polaca y los campesinos que la habitaban y con la música folclórica de su patria. Estos breves contactos le bastarían para sembrar en su plástica mente adolescente lo que luego emergería en la madurez de su genio como un galliard. Cantor de la tribu Abbatoir y guardián de las tradiciones. Para el año que corre, su responsabilidad es mayor pues ahora representa a su tribu como el Alfa de su manada.

Perfil Psicológico
Dividido entre su carrera, su vocación y su naturaleza, apenas encuentra tiempo para dedicarle a cada aspecto de su multifacética vida. Sin embargo desea comerse al mundo cuanto antes, pues padece esa rara enfermedad llamada juventud; esta aun en el proceso de controlar su naturaleza lycan, pero afronta ese reto sin miedo pues tiene como soporte aquello que aprendió entre su gente; de tal suerte que es un personaje seguro de si mismo, alegre y optimista en la mayoría de las circunstancias, sin embargo su rostro lupino es muy poderoso, a veces dominado por una rabia incomprensible para su lado humano. Eliah cree que es posible comprender esa otra naturaleza llendo profundo en dirección a su ira, pero nunca olvida lo que dice la sabiduría de los viejos lobos: “no vayas por la floresta cazando serpientes, no sea que las encuentres”.

bonus track
- La música es su vida, pero bien puede romperte la cara en una pelea cuerpo a cuerpo
- Tiene algunas manías, como sumar cualquier grupo de números que tenga a la vista, pensar en música todo el tiempo entre otras excentricidades
- Le gusta vagar sin rumbo por las ciudades, perderse es una costumbre casi obligatoria cuando anda de gira.

Ficha editada, en espera de revisión!