Throwing it all away [priv.]

por **Maks Kuznets** Miér Ene 16, 2013 5:14 pm

La noche, aquel manto negro que encapotaba gran parte del cielo, había caído mostrando las estrellas que se dignaban a titilar junto a la hermosa luna creciente. Pocas eran las luces que, temerosas, accedían a iluminar las calles Parisinas. No me resultaba molesto estar rodeado de oscuridad puesto que mi vida dejo la luz atrás en cuanto conocí a aquella mujer. Era extraño, me parecía hasta gracioso mantener aún ciertos sentimientos por ella. ¿A caso el sarcasmo me estaba jugando una mala pasada?

Hoy era uno de esas noches en las que divagaba solo por las calles, sin rumbo aparente, no había hablado con Melanya desde la última vez que la vi. Siempre que veía esos pálidos pómulos, sin apenas un ligero toque de aquel rubor que poseía de pequeña, recordaba lo poco cuidadoso que había sido aquel día en que deje que aquellos vampiros la atacasen. ¿Como podía siquiera seguir queriéndome si realmente era yo quien le había arrebatado la vida?

Emociones inciertas acudían a mi, fue pues cuando decidí pasarme a la taberna, quizás allí podría ahogar estas emociones. La fachada de la taberna parecía más bien la de un antro andrajoso pero para mi sorpresa, lo que había dentro era mucho mejor de lo que la entrada dejaba entrever. Un baso de algo que contuviese alcohol me sería de gran utilidad en estos momentos. Mientras esperé a que me sirvieran algo de alcohol, saqué un pequeño cigarrillo y me lo llevé a los labios. No es que fuese un gran fumador pero siempre que me sentía inquieto, tener algo entre los labios me calmaba sobremanera.

Tomé el baso y comencé a remover su contenido con ligeros movimientos de mano, me quede absorto mirando dicho licor ¿Porque no había ido al Burdel? Simplemente hoy no tenía ganas de ver a aquella pelirroja tan llamativa para la vista. Era cierto que iba allí tan solo para conversar con ella pero... hoy no me sentía con ánimos. Definitivamente, hoy me pasaría la noche, en esta taberna, ahogando todos y cada uno de mis pensamientos en aquel baso de licor.

por **Mikelangelo Van Dort** Jue Ene 17, 2013 11:27 am

Pues bien era una noche para vagar libremente por las calles, sin tener que estar pensando con que almas podria satisfacer mi apetito, me encaminé en calma, hacia el centro de la ciudad...
Iba a paso lento, obsevando si es que algo interesante podría haber a mi alrededor, pero la verdad es que la noche estaba calma, y de paso la gente también...
Observaba a esos humanos, que les gustaba disfrutar de su vida activa nocturna, aveces se me olvida que somos los unicos seres de la noche, que disfrutan bajo su ocuridad...
Los humanos la aprovechan para cometer sus mas obscuros pecados...como un delincuente esperando a que alguien doble la esquina, para poder robarle, una prostituta esperando encontrar su cliente, para que después al terminar la noche, se quite las ropas, accesorios y maquillaje para que al final, solo termine sola en su habitacion, sin tener a nadie con quien despertar a su lado...
Los esposo infieles, buscando la diversión entre las mujeres que se lo prestan, aburridos de ser "el esposo" durante la luz del día.
Y también está ese pequeño porciento de gente...que visita la noche de vez en cuando, porque le gusta disfrutar de la calma, que la envuelve, algo de lo que muy pocos logran darse cuenta, a pesar de toda la orgía de pecados que aguarda para algunos, y en ese pequeño porciento...estaba yo.

En la noche todos se transforman, y yo jamás cambio....

Decidí entrar a la taberna, una visita casual...a fingir que me gusta beber de algún trago, pero la verdad no me gustan tanto, prefiero el único sabor de la sangre vitalicia que por tantos cuellos se desperdicia.
En fin...tomé asiento en la barra, y me pedi un vaso de vino, el merlot de mi preferencia.
Observé un poco más a mi alrededor mientras bebía un sorbo, y a mi lado se encontraba un muchacho, era uno de los míos, imposible de ignorar. Al parecer no se había percatado de mi presencia, podía ver como se hundía en sus propios pensamientos, lamentando no poder encontrar lo deseado, y carcomido por un culpa.

-....la pelirroja te ha de extrañar en esta noche muchacho...- le dije mientras miraba un punto fijo bebiendo mi vaso...

Seguramente no tomaría en cuenta mi comentario, o se sentiría extrañado...pero lo supe de antemano. No quise seguir hablando más, o dándole mas detalles. Aunque la verdad cuando uno entra a este tipo de lugares, es inevitable que te hable alguien, aqui todos se hablan....

-...te invito a hacer un salud...lo aceptas muchacho? y si quieres después te puedo decir mi nombre...- finalicé mirándole directamente.

Era obvio que el quería saber mi nombre, pero primeramente él debía de aceptarme a su lado con un salud, para que yo no me siga metiendo en sus agonía y en los pensamientos de la pelirroja por que no tenia nada mas que hacer...

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