Kóen Von Angelucci

Él es orgulloso, su ego es muy alto, nadie lo puede bajar, el cree que todo lo puede, que no necesita ayuda, aunque lo tiene todo, sus padres, dinero, una familia que algunas personas desean, eso le hace sentir como un pavorreal, que extiende sus plumas como diciendo “El macho está aquí, mírenme, soy grande” el cree que no necesita a nadie para ser el mismo, aunque sí, tiene miedo como todos, tiene temores, tiene unos sentimientos guardados que los dejo ahí para que nadie lo dañara, no quiere demostrarlos de todo, porque ha visto que algunas personas sufren por lo mismo y él, él no quiere hacerlo, no quiere sufrir, está muy bien así, como esta.  El hechicero quiere que toda las personas se lleven con él, odia que le digan, señor por todas partes, él quiere que todos sean sus amigos, es noble después de todo, se quiere ser un casanova, un libertino pero no puede, cuando está enamorado es tan fiel que puede obsesionarse con la mujer que el ama, pero nunca le ha pasado eso, nunca se ha enamorado de verdad como para ser de una sola mujer.  Pero le encanta estar mujeres, por esa razón va a los burdeles, para jugar a uno juego de pasión; es inteligente, es muy burlesco, lanzado, ósea, que no lo piensa dos veces, se avienta al peligro sin importar las circunstancias.

-Felicidades, ha tenido un varoncito, fuerte, sano y con una belleza-La portera había anunciado la llegada de un ser a este mundo, los padres estaban muy felices y más el padre, al tener a su bebé y más porque había sido un hombre, el deseaba tenerlo y se cumplió. -Sí, se ha cumplido tu sueño Xavier-Menciono su mujer; cargando al bebé que estaba mirándolos con sus grande ojos, estaba muy despierto, explorando el nuevo mundo, un mundo extraño, raro para él, se preguntaba ¿Dónde estaba?, al estar encerrado en un mismo lugar y salir de repente una extraña sensación sentía, pero no comprendía, estaba muy pequeño para hacerlo. -Mi hijo, la luz de mis ojos, pero lo malo no puedo verlo, no puedo ver como es mi pequeño, su madre, tú madre esta ciega, pero te conoceré, tu serás la luz de mis caminos, por ti no me rendiré, tú y tu padre son los más importante para mí-Las manos de la madre de él pasaron por el rostro del pequeño, hace dos años Sara, se había quedado ciega, pero no por eso echo a perder su vida, tenía el apoyo de Xavier y ahora su hijo que son, como había dicho ella, lo más importante en su vida que iba a luchar, al pequeño pusieron Kóen Axel Von Angelucci, era una familia de brujos; que por esa razón quería que su bebé fuera hombre, Xavier no era machista pero él deseaba un hombre para defender a su esposa por si alguna vez él llegar a faltar.

Ese niño trajo vida al matrimonio, pudo poner firme el barco, que anteriormente, meses anteriores se había desviado de su destino, Kóen fue la pieza clave para que su amor fuera más fuerte.  Kóen fue creciendo con amor, con respeto, como un caballero, él quería ser como su padre, con un orgullo que no pisotearan, y como su madre, que sintiera amor; que fuera mezcla de ambos, al ser hijo de unos brujos, a su edad de diez años aprendido ciertos hechizos, aunque no era de todo poderoso, apenas era un aprendiz de sus padres, era un crio, apenas pero siempre imitaba a su padre en todo sus cosas, pero tenía algunas cosas de su madre; cuando su padre se iba de viaje cuidaba a su madre, era su pilar de apoyo, quería a su madre y siempre la respetaría y cuidaría como su padre le hizo prometer.  Habían pasado años, y Kóen siempre ha sido feliz, tiene a sus padres, nunca tuvo tantos problemas, claro, al ser adolecente tenía problemas con su padre, que a veces llegaba tarde, que lo castigaban por portase mal, tenía secretos, manejaba mejor la magia, parís para el siempre será y es su ciudad natal, aquí nació y nadie lo podrá sacar, aquí se iba a morir y tener hijos familia, ahora a sus veinticinco años es un hombre hecho y derecho que domina a la perfección la magia, inclusive una de magia negra aunque en realidad le da miedo usarla. Que es un excelente enfermero y ayudante.