El Primer Encuentro [ Clan Licantropo]

por Invitado Jue Ago 05, 2010 8:22 am

Me desperte algo sobresaltado, habia tenido un mal sueño. Otra vez el mismo sueño de mi epoca descontrolada en la luna llena, los cientos de personas que habia matado era algo que no me gustaba recordar. Aquella bestia que llebaba dentro ya no era tan poderosa como entonces pero seguia ahi en el fondo de mi alma y siempre me hablaba.

Mire hacia los lados, todo era oscuridad, no se veia nada, estaba en aquella de los pirineos, habia llegado hace dos dias para la reunion del clan. Nunca se habia interesado por aquellas reuniones pero debido a la muerte/desaparion de antiguo lider me habia tocado ser el Lider, increible. La luna estaria dentro de poco en su Zenit, una noche de luna llena donde los lobos se reunirian. Gracias a nuestros hermanos los lobos podiamos comunicarnos a traves de ellos sin miedo a intercepciones, todos deberian saber de aquella reunion desde hace noches. Volvi a acostarme en forma lobuna y entrecerre los ojos esperarndo que encontraran la cueva de los pirineos aquella cueva que la luna llena siempre solia iluminar.

por Invitado Jue Ago 05, 2010 4:16 pm

Luna llena. Ibtissam sabía que tarde o temprano iba a llegar de Nuevo aquella luna que cambiaba su frágil cuerpo en un cuerpo peludo . Un cuerpo y una mente de animal. Esa era la única forma de acabar con los vampiros, sus enemigos y si así era su destino ..no podía cambiarlo de ninguna manera. Con pasos rápidos comenzó a correr lo más rápido posible por llegar en el bosque. Así podría transformarse tranquilamente sin ser vista por ningún ser humano o vampiro. Encontró un lugar donde los rayos de la luna reflejaban la belleza de la extranjera dama. De sus labios se escapo un suspiro dejando que la naturaleza hiciera su trabajo. Un fuerte y agudo dolor golpeó a Ibtissam produciendo de que sus labios escaparan un grito de sufrimiento. Sus manos comenzaron a desgarrar su vestido mientras que su rostro se cambiaba a un rostro con un hocico, unos dientes afilados y unos ojos hambrientos. Su cuerpo estaba cubierto de pelo y sus manos ya no eran unas manos finas , si no unas manos grandes y salvajes. Sus piernas largas ya no eran las atractivas piernas de una señorita , sin embargo sus garras eran terriblemente afiladas.

Unos dos minutos se quedó parada mirando con sus grandes y brillantes ojos todo el bosque. Debía reunirse con su clan. Los vampiros estaban matando mucho más rápido que de costumbre y ya era tiempo de enseñarles de que eran capaces los licántropos. Debía ir hacía la cueva , allí el clan se reuniría. Seguramente la luna ya había iluminado aquella cueva con sus rayos brillantes y magníficos. Comenzó a correr hacía su destino. Parecía volar. Sus piernas y su cuerpo peludo tenía una gran velocidad permitiendo que llegase muy rápido en los lugares deseados. Se paró unos pasos donde estaba la cueva, mirando a su alrededor con curiosidad. Estaba inspeccionando la zona. No querría tener ningún encuentro con humanos o vampiros. Zona libre. Camino con pasos lentos , atenta y sonriente en su interior . “ Como siempre, tan puntual” pensó entrando con la cabeza bien alta aun siendo una loba. Hizo una inclinación con la cabeza en seña de lealtad a su líder para luego sentarse al lado de su líder, esperando a que los demás llegasen.

por **Frank Lemoine** Vie Ago 06, 2010 9:17 am

Hoy era la noche en la que los licántropos nos reuniríamos para acordar una estrategia para cambiar las tornas de la guerra contra los vampiros. Llevan tiempo creyéndose superiores y armando mucho alboroto entre la población.

La noche de luna llena estaba avanzada y llegué en forma lobuna a aquella zona montañosa. Salté ágilmente de roca en roca, y al cabo de un poco ya me encontraba a los pies de la cueva, en la que entré con paso decidido. En su interior una pequeña hoguera, y alrededor sólo se encontraban dos lobos, que reconocí por su olor. Ibtissam, una poderosa loba que no conocía demasiado, y el joven y apuesto Alaude. El líder por pura casualidad. No me caía demasiado bien, no me agradaba que él nos dirigiera, pero a no ser que todos pensaran lo mismo no podía hacer otra cosa que aceptar su mando a regañadientes. Básicamente no me gustaba que me dirigieran, para ser más sincero. Excepto con el anterior líder, una bellísima persona, un guerrero muy valiente que desapareció un día de pronto, dejándonos a todos huérfanos.

Líder, señorita....- dije, mentalmente, saludándo a ambos en ese orden. Encantado de formar parte de este comité de grandes licántropos de París. Esperemos a los demás.

Rodeé el fuego y me tumbé al lado de Ibtissam, alejándome como pude del líder.

por **Adrianne Trevillette** Sáb Ago 07, 2010 4:24 am

Sinceramente no tenía muy claro por qué había elegido esa noche. Supongo que sería una elección al azar, un mero día más en el calendario que caía casualmente en luna llena. Al fin y al cabo habría que reunirse antes o después, puesto que la situación empezaba a ser un poco peliaguda. Divertido. En realidad, supuse que si Alaude había elegido aquella noche, era porque la luna aún brillaba llena en el cielo, y así sacaríamos nuestros instintos lobunos y asesinos a flote más fácilmente. No me parecía una decisión del todo acertada, puesto que no hablaríamos en frío y, al menos yo, no tomaríamos las mismas decisiones que teniendo una mente del todo humana. Pero eso era imposible. Ninguno éramos del todo hombres o del todo lobos en ningún momento, siempre seríamos híbridos que vagaban entre ambos hemisferios de su naturaleza.

Me sacudí, acababa de salir de un lago bien frío; un buen chapuzón en un pequeño retal de agua que había quedado suspendida en un valle pirenaico. El frío me recorría entera, y desde luego ir mojada hasta aquel lugar iba a suponerme un buen catarro, pero qué más daba. Había disfrutado aquel fugaz baño.
Ascendí por la rocosa ladera de una montaña. La nieve del suelo estaba deshaciéndose, pero aún así no dejaba de helar mis patas. En aquel lugar nunca era verano. Era un lugar frío, pero con el oxígeno más puro. Me pareció una excelente idea reunirnos allí. De cualquier manera, pasaríamos desapercibidos entre tantos compañeros, y tan sólo pareceríamos una manada de lobos que se ha unido para jugar. Sí, jugaríamos a decidir cómo matar vampiros, pensé. o a decidir cómo nos mataban ellos.

Mi mente aquella noche estaba alegre y despejada. El viaje había sido largo, pero desde luego merecería la pena. Cuando conseguí encontrar la cueva en cuestión, me sorprendí al ver que aún faltaban personas. Creía haber sido la última, y a pesar de que había gastado tiempo disfrutando de un helado baño entre montañas, fui la tercera en llegar, después del líder, claro.
Buenas noches, compañeros, dije pensando fuerte para que todos me escucharan. Aquel método de comunicación mental era muy útil para la manada. Agaché la cabeza frente a Alaude, mostrándole respeto.
Era la primera vez que veía a Ibtissam en lobo, y me pareció bella incluso así. Seguía manteniendo su porte elegante y femenino. Y Frank... Bueno, Frank era Frank. Qué podía decir de él que no hubiera dicho en tanto tiempo. No sabía si era una buena idea que ambos estuviésemos en el mismo clan. Pero desde luego, ambos éramos suficientemente inteligentes como para mantener el terreno personal apartado de esa reunión. Y además, reconocí que en la caza éramos un buen equipo, aunque a él no le hiciese gracia.

Me recosté junto a ellos, esperando a que llegase el resto de la manada. Si no se daban prisa, la luna iba a desaparecer por entre las montañas.

por **Liam McDonald** Dom Ago 08, 2010 6:10 am

Mis ojos brillaban con el fulgor de la venganza. Exacto, venganza era el único sentimiento que bullía en mi mente en estos momentos.
Después de tanto tiempo, allí estaba. Finalmente, alineándome junto con otros licántropos que buscaban lo mismo que yo; el exterminio de los vampiros. Por fín daría el epílogo a la tragedia. A mi tragedia. Pensaba roer hasta el último hueso del último vampiro que quedase sobre París.

Eché una ojeada, visiblemente emocionado, hacia el paraje natural que se mostraba ante mí. Los Pirineos me recordaban vagamente a mi Escocia natal, aquella que tanto añoraba. Aspiré el aire puro y fresco de las montañas y noté como éste me purificaba los pulmones. Desvié la vista hacia la luna llena, que se alzaba grande, redonda y reflectante sobre la oscuridad de la noche.

Noté como mi cuerpo iba cambiando, como mis huesos se iban contorsionando, como mis uñas se iban alargando, como mi piel se iba desgajando para dejar paso a la forma lobuna y mis ojos ya no reflejaban la cordura de un ser humano, si no la sed de venganza de un lobo.
Dolía, pero no iba a gritar. Ser licántropo fue una decisión que yo mismo tomé y no arrepentía de ello, aunque tenía sus daños colaterales.
Poco a poco sentía como Liam iba desapareciendo para dar paso al lobo. Y aullé a la luna.

LLegué a la cueva donde se encontraban mis demás compañeros del Clan. Todos inclinados ante el líder. Alaude había sido elegido tras la desaparición del anterior líder. Intuía que los vampiros habían tenido algo que ver en eso. vampiros, sentía como me hervía la sangre al pensar en esos condenados. Me incliné junto con los demás, en señal de respeto a Alaude.
Miré de soslayo a mis compañeros. Apenas los conocía, quizá de vista. Pero no era lo que me importaba. No había venido hasta aquí para hacer amigos, si no para matar vampiros.

por Invitado Dom Ago 08, 2010 9:20 pm

El clásico ardor comenzó en los brazos. Mientras me arrancaba la piel para dar lugar al pelaje de lobo, pensaba distraído en la reunión a la que tenia que ir. No conocía a ninguno de los licántropos que asistirían, pero eso no era importante. La razón era suficiente para ir. Una reunión de lobos para terminar con los vampiros. Vaya, eso era tan... interesante. Claro, era una convocatoria algo privada, por lo que tuve que ir a un lugar apartado para cambiar, y así evitar que alguien me siguiera. Y por eso estaba en medio del bosque, arrancando los trozos de piel que se resistían a caer durante el cambio, que ya estaba casi completo.

Me pregunte porque habrían elegido una noche de luna para esto. Seguramente, un grupo de personas reunidas llamaría menos la atención que una manada de lobos que caminaba sobre sus dos patas traseras. Si alguien llegaba a encontrarnos por casualidad, esto no terminaría nada bien. En cambio, si el encuentro hubiera sido en un club... Bueno, de todos modos era peligroso. Los vampiros tienen oídos tan buenos como nosotros, y podría significar la muerte para los lobos si uno de ellos nos encontraba.

Cuando mi transformación por fin termino, estire mis músculos. Hacia tiempo que no corría en mi estado salvaje, y hoy era estrictamente necesario. Cuando empecé a correr, sentí a quejarse los músculos, pero tenia que hacerlo. Ya estaba llegando algo tarde por culpa de la desviación que tuve que tomar y no estaba en mis planes. Ni bien me detuve en el lugar de encuentro, sentí las piernas dormidas y eso me molesto. No me sentía en buen estado, cosa que era mala para mi.

Cuando ingrese a la cueva, ya casi todos estaban ahí. Lobos de ambos sexos sentados en un circulo. Me dirigí al centro, frente al nuevo líder del clan, y le exprese mis respetos inclinándome frente a el. Era algo mas joven de lo que esperaba, pero si estaba en esa posición, por algo seria. Acto seguido, me senté en uno de los dos lugares que quedaban libres y me dispuse a esperar al ultimo participante del encuentro.

por Invitado Miér Ago 11, 2010 5:39 pm

Mis pensamientos fueron interrumpidos de inmediato, los miembros del clan llegaban uno tras otro y no necesite abrir los ojos para saber que faltaba uno, vaya una reunion incompleta, pero que se le iba a hacer al menos tenia a casi todo el clan. Las palabras mentales resonaron con eco en mi cerebro hacia tiempo que nadie usaba ese metodo de comunicacion, lo solia usar el antiguo consejo de ancianos pero ese consejo se encontraba en plena italia y hacia mucho tiempo que no los visitaba.

Me levante y bufe, no esperaba hablar con ellos, no sabia que decir, que diria, que nos estaban masacrando, que habiamos perdido en otros paises y quedaban cada vez menos de los nuestros. No podia decirles eso quizas no lo supiesen o quizas si pero ahora mismo lo que importaba es que tenia que liderarlos para matar a nuestro enemigo mas mortifero no podia asustarlos diciendo la posible aparicion de otra raza segun mis fuentes, segui callado y los mire uno por uno.

El desobediente Frank habia venido que raro nunca le cai bien, siempre crei que queria mi titulo pero ahora que lo veia como uno mas solo era eso uno mas. Las presiosas lobas de Adrianne y Ibtissam , nuevas en esto pero admirables, aunque a algun lobo ya se habia dejado llevar por su belleza. Liam, que podia decir de el que conocia tan poco, fue asignado a esta clan por cercania, a diferencia de otro, era bienbenido pero seguia asiendo uno nuevo para mi. La verdad no sabia que decir de Gael, el mujeriego que pensaba en desprecios sobre la mujer era un experimento interesante tenerlos reunidos a todos, aunque faltase uno.

-- Buenas.... noches queridos hermanos.-- empeze como hacian todos los lideres, y ancianos-- Me alegro de compartir esta preciosa noche de luna llena con vosotros-- no sabia como seguir a partir de ahora cada lider decia su opinion peroyo no tenia, era el lobo mas pasota de la guerra y todos lo sabian y encima era lider, viva el sistema jerarquico-- Exponed vuestra informacion-- en verdad queria decir quejas pero tenia que decirlo fino aunque nunca me hubiese gustado la formalidad, la verdad es que la reunion me estaba dando sueño.

por Invitado Jue Ago 12, 2010 8:46 am

El segundo en llegar fue Frank. Ibtissam pudo olerle desde lejos. Conocía su olor. Cada vez que pasaba por su herrería su olor parecía inundarle las fosas nasales. Le miró entrar mirándola con curiosidad. Casi nadie la conocía ya que hace un par de semanas había llegado a París. Le devolvió el saludo con una inclinación de cabeza , impaciente por la reunión. La joven vio como Frank se alejaba del líder como pudo, sentándose a su lado mientras pensaba aquellas palabras. No dijo nada. Era demasiado callada en algunas situaciones , le daba tiempo para concentrarse y pensar los movimientos.

La siguiente fue una preciosa loba. A la joven le llamó la atención, eran las únicas mujeres que se habían atrevido a entrar en aquel clan. Desde luego la elegancia no le faltaba aun siendo una loba.Eso le había sorprendido a Ibtissam de una manera raramente curiosa. La miró acercarse y saludar “ Buenas noches “ devolvió el saludo a Adrianne de una manera suave . No faltaron en llegar los demás saludando al líder con cierto respeto. Los miró fijamente a todos, no conocía a ninguno demasiado bien. Pero no había venido a hacer amigos , si no matar a aquellos seres nocturnos que eran capaces de multiplicarse peor que unos conejos.

Escuchó al líder hablar. De verdad no tenía experiencia y el lo sabía. Pero si le habían hecho el líder era por algo. Ibtissam vió que nadie hablaba por lo que ella empezó .” Que podemos informar?. Los vampiros actúan deprisa, sinceramente la mitad de París o más de la mitad son seres nocturnos como ellos. Se mueven rápido..” pensó en voz alta mirando hacía un punto inexistente. “ Investigué a fondo y el líder del clan de los vampiros es Dorian Windsor .Un vampiro viejo y de clasa alta. Posee muchas habilidades y aunque sea poderoso tiene también un punto débil, como todos “ pensó de nuevo mirando a todos. Lo cierto que no sabía si aquella información les iba a bastar para algo. Iba a continuar pero prefirió dejar a que otros hablaran, tal vez tenían otra información mucha mas buena que esa.

por **Frank Lemoine** Dom Ago 15, 2010 4:29 pm

Por fin nos encontrábamos todos juntos. Todos reunidos. Se respiraba un buen ambiente en aquella cueva. Siete poderosos lobos luchando codo con codo serían invencibles. Los chupasangres no tendrían nada que hacer.

Comenzó a hablar Alaude, pero únicamente hizo una pequeña introducción. La que empezó a hablar fue Ibtissam, exponiendo información sobre el líder vampiro y sobre el creciente número de estos seres malditos.

- Bien... - comencé, suspirando. - No he tenido muchos encuentros con vampiros, a excepción de un joven que entró en mi herrería a pedirme trabajo. - Solté una carcajada. - ¿Qué decir de esto? Pues que son más, pero son inexpertos. Los vampiros últimamente transforman a demasiadas personas, y no se quedan a su lado a entrenarles, les dejan sueltos por doquier. Así que encontrarse con un buen vampiro que te de una pelea equilibrada es poco probable. Me suelo pasear solo por las calles y no se dejan ver por mí, y mucho menos me atacan. Eso es un punto a nuestro favor, ¿Qué me decís?.

Les miré uno a uno buscando sus rostros a través de las llamas del centro de la cueva. Todos parecían ansiosos por dar sus opiniones.

por **Adrianne Trevillette** Lun Ago 16, 2010 2:56 pm

Después de mí, llego el lobo cobrizo, el de pelaje más bello. No tardaría ni un segundo en reconocerlo aunque nos encontrásemos en medio de una marabunta de lobos y licántropos. Era sencillamente admirable. Sin embargo, odiaba su deseo de aniquilar a todo vampiro viviente. Sí, yo también los odiaba. Odiaba su aire de superioridad, su perfección casi hetérea y por supuesto, la rapidez con la que mataban y dejaban desolada una ciudad. Pero lo hacía por puro odio, por inteligencia, y sobre todo, porque estaban reproduciéndose -es decir, convirtiendo a más humanos a su raza- demasiado rápido. Aunque desconocía los motivos de Liam al matar, sabía que eran más poderosos que los del resto del clan.

Más tarde llegó otro lobo, cuyo nombre desconocía por completo. Quizás tenía algo que ver que yo era nueva, o quién sabe, puede que él también lo fuera. Su olor me resultaba agradable, y mis instinto femenino me decía que debía ser físicamente espectacular en su forma humana.

Me aburría, faltaba aún otra persona. Volví a contar mentalmente y me dí cuenta de que aún éramos cinco y el líder. Sin embargo, la paciencia de éste se agotó y comenzó a hablar. Introdujo la reunión, y nos preguntó qué sabíamos. Ibtissam fue la primera en hablar. Nos comunicó el nombre del líder del clan enemigo, el de los vampiros. Windsor. Repasé mentalmente. Me sonaba mucho, pero no podría decir por qué. También habló de un punto débil, pero no quiso decir más. Esperé mi turno para preguntar de qué se trataba.
Frank fue el segundo en hablar. Supuse que hablaríamos según el orden de llegada, ya que no habíamos preestablecido ningún orden. Él dijo que los vampiros no se dejaban ver. No pude creer sus palabras, era imposible. Tenemos versiones distintas, Frank. Quizás no quieran pelear contigo o, lo que es más probable, no vayas por las zonas adecuadas, pero desde luego el tuyo no es mi caso[i], pensé fuertemente para que todos me oyeran. Continué hablando mirándolos a todos. [i] Sólo en esta última semana he sido víctima de dos ataques de vampiros. El primero, fue el de un vampiro de clase baja, medio loco y juraría que neófito. Él no consiguió nada, apenas me hizo daño, pero el segundo casi consiguió dejarme inconsciente. Éste se trataba de un refinado y educado monstruo, quizás sí que tenga que ver con el clan opuesto, el de los vampiros. Atacaba audazmente, y tenía estrategia al pelear. Sus colmillos estaban bien domados y limados, así que deduzco que era un vampiro viejo. Por otro lado, hace un par de semanas también me atacó una hembra. Yo estaba junto a un humano y éste casi muere. En cuanto a lo que ha dicho Frank... Creo que no atacan cuando es luna llena, puede que tengan miedo a nuestra forma lobuna, pero desde luego, conocen nuestras debilidades en forma humana. Creo que, como dice Frank, ahora sí tenemos un punto a nuestro favor. Ahora que es luna llena, quiero decir.
Dejé de hablar durante unos segundos, para que el resto de miembros comprendieran lo que decía. Por otra parte... tenemos que actuar ya. Hay que buscar un plan, algo que haga daño a gran escala. Me temo que no podemos hacer uso de la discrección, ya es demasiado tarde. Actúan muy rápido, con una rapidez que, aunque me duela decirlo, nosotros no tenemos. Volví a hacer una pausa, para que las últimas palabras calaran en ellos. Y eso, también es un punto a su favor.

por **Liam McDonald** Miér Ago 18, 2010 1:58 pm

Poco a poco fueron llegando todos los miembros del Clan, aunque aun faltaba alguno que otro. De cualquier modo, la reunión debía de continuar. No podíamos permitirnos el lujo de esperar a nadie.
Escuché atentamente las primeras palabras de nuestro líder con el ceño fruncido. Se lo veía un tanto inexperto. No, inexperto no sería la palabra adecuada. Más bien no tenía ni idea de qué decir. Lo miré detenidamente. Saltaba a la vista que Alaude no quería este puesto.
Ibtissam fue la que aportó algo útil a la conversación. Era importante, al menos para empezar, conocer la identidad de nuestro enemigo. "Conque Windsor...¿eh?" No me era familiar. Algo lógico puesto que era nuevo en París. Pero sin duda no olvidaría ese apellido.

Frank y Adrianne se enzarzaron en una discursión acerca de la fuerza del enemigo. Yo estaba a favor de la rubia. Los vampiros seguían siendo fuertes. Quizá no más que nosotros en nuestra forma lobuna, pero ellos gozaban de su fuerza sobrehumana todos los días-o mejor dicho, noches-del año, mientras que nosotros los licántropos dependíamos de la luna llena.

"Creo que Adrianne tiene razón. No debemos subestimar al enemigo. Así es como se han perdido muchas guerras. Ellos cuentan con fuerza e inteligencia. Nosotros debemos ser más astutos que ellos.Tenemos un hándicap y es que sólo somos fuertes en las noches de luna llena; hay que poner esa desventaja a nuestro favor."
Hice una pausa, para que todos sopesaran mis palabras.
"Os aviso que no están solos, muchos de los vampiros trabajan confabulados con los humanos. Lo sé por experiencia. Incluso éstos pueden llegar a entrenarlos en el arte de las armas, teniendo una especie de legión de vampiros a su servicio." En ese instante acudieron a mi mente imágenes que asolaban mis pesadillas desde hacía tiempo. Pero las deseché de mi cabeza para seguir concentrado en el presente. "Esos condenados mac strìopaich suelen organizarse en nidos o en parejas...Al menos los vampiros que viven en Escocia suelen hacerlo así. Eso sería muy útil pues podríamos matar a dos pájaros de un tiro"
Tras hablar, volví a recostarme en el suelo esperando la opinión y reacción del lobo que había acudido después de mí.

por Invitado Vie Ago 20, 2010 8:27 pm

Escuche mientras cada lobo exponía su información, al parecer no había muchos que se hubieran encontrado con vampiros por estos lugares. Tenían suerte. Me puse de pie cuando llego mi momento de hablar.

-Yo, por mi parte, solo he tenido un encuentro con un vampiro. Una vampiresa, en realidad. Algo bastante desagradable, era una mujercita arrogante y se creía superior. No se hizo mucho daño, pero pude evaluar las capacidades que tienen, y créanme que son impresionantes. Al menos en ella. Su piel se regeneraba pocos minutos después que la hería, por lo que no pude hacer mas que golpearla por un tiempo que parecía interminable. - me detengo un segundo, recordando la facilidad con la que la vampiresa parecía recuperarse de mis golpes.- Somos demasiados pocos. Nos superan en numero, si hacemos una guerra ahora, sin conseguir mas aliados, solo lograremos que nos exterminen. Pero bien, esta es solo mi opinión.

Volví a mi lugar y me senté. Por el aspecto que tenia la información que nos habían dado, iba a ser mas difícil de lo que pensábamos, al menos de lo que pensaba yo. Mi arrogancia no me permitía demostrar lo abatido que estaba en realidad por lo que había escuchado. Ellos eran cientos, y nosotros solo un puñado. Mire hacia Alaude, confiando que como líder tuviera una respuesta para nuestros problemas.

por Invitado Dom Ago 22, 2010 11:51 am

Me quede quieto, pensando en lo que decian. Todo lo que dijeron era por supuesto verdad, como no. Espere unos instantes intentando vislumbrar la silueta del miembro faltante entre las sombras de la gruta pero al parecer no habia nada mas que eso sombras. Sonrei y por poco se me escapo una carcajada, pero calle antes de reir. Liam fue quien lo dijo, segun lo que me habian dicho de el, el era el sediento de sangre de la manada, no por placer sino por venganza, su historia no me era indiferente el consejo siempre que mandaba cartas poniendome al tanto de los integrantes aunque solo cuando me aburria las leia. No sabia que decir ante aquellas palabras de el. "Tenemos un hándicap y es que sólo somos fuertes en las noches de luna llena", vaya la verdad es que me lo esperaba, seguro que a todos la luna les seguia afectando, la luna seguia siendo su gran influencia, tenia que solucionarlo o los matarian a todos.

Me concentre todo lo que pude, la luna desviaba la concentracion por el influjo pero mis años de experiencia florecieron. Antes lobo durante la luna y ahora Humano mientras esta aun duraba, la concentracion no fue de todo un exito por que me faltaba la camisa, pero al menos pude mantener los pantalones. Me deje caer en el piso.

-- Solo se necesita experiencia pura para dejar de lado ese handicap Liam-- dije bien alto para que todos me oyeran-- Vayamos por partes-- pare al parecer los nervios se me estaban llendo ya sabia por que me habia designado lider, quizas era el unico de la manada sin influjo de laa luna-- Dorian como dijo la señorita Ibtissam, no es alguien con quien se pueda jugar, es una de los mas fuertes en este pais, solo una docena los nuestros han lucchado contra alguien de su nivel y ha sobrevivido-- menti, habia uno mas, yo mismo pero mi supervivencia en aquella lucha fue un capricho del destino-- Como decis su reproduccion es alarmante, pero no podemos controlarlos a todos a la vez, los nuevos vampiros sacian su sed demasiado rapido y demasiadas veces.-- estaba pediendo el hilo, pero los nervis que aun me quedaban me impedian pensar claramente.-- Y en esto Gael tiene razon, necesitamos aliados, humanos de singular fuerza que equilibren las cosas a nuestros favor.-- Iba a seguir con repare en la pareja de Frank y Adrianne al parecer su vida personal les impedia mostrarse de acuerdo en un mismo punto. espere unos segundos observado si se habia creado tension, luego sonrei.

por **Frank Lemoine** Dom Ago 29, 2010 8:07 pm

Off: Voy a responder yo ya que pasan ocho días desde el último mensaje e Ibtissam no dio señales de vida xD. Si vuelve que meta su mensaje cuando sea y ya se reincorpore al orden establecido.

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Tras haber expuesto todos nuestros pequeños conocimientos sobre el enemigo, en la sala reinó un desconcertante silencio. Sinceramente, nadie tenía ni idea de qué demonios hacer contra los vampiros. No sabíamos por donde empezar, hasta que comencé a exponer un pequeño plan que rondaba mi mente desde hacía tiempo.

- Deberíamos hacer pequeños grupos de caza. Los vampiros no suelen estar juntos en grupos de más de dos personas, así que con grupos de tres estaríamos bien. Propongo que cada miembro aquí presente sea el líder de pequeñas partidas de caza de tres miembros, para lo que deben reclutar dos lobos más. También podríamos transformar a más gente a nuestras filas. Una vez tuvieramos grupos, nos podríamos dividir, los más fuertes serán los cazadores, los más inteligentes investigarán posibles guaridas y ciudadanos que sean vampiros aunque lo oculten bien. ¿Qué os parece?.

No me gustaba aportar ideas, porque nunca tenía ninguna brillante, y sabía que esta no lo era, y que no tendría aceptación...aunque quien sabe, a lo mejor ésta vez di en el clavo. Y si no, desde luego les daría ideas para, entre todos, generar un plan de lucha contra nuestro aliado natural.

por **Adrianne Trevillette** Miér Sep 01, 2010 12:53 pm

Cuando habló Alaude de nuevo, nuestro líder, no pude evitar pensar que lo que acababa de decir era algo que yo ya había pensado. Aunque no de la misma manera que ellos. Me pareció una idea inteligente.
Frank asintió, y aportó una idea. Una genial idea. Desde luego. Es una idea más que buena. Siempre he pensado que deberíamos patrullar algunas zonas para peinarlas de vampiros, y poder marcar nuestro territorio al menos en algún lugar. Me parece un gran comienzo que cada uno de nosotros busque otro par de lobos más que no tienen necesariamente que pertenecer al clan, sólo colaborar con nosotros. El hecho de que cada uno buscase dos compañeros más para que nos ayudasen significaba dos cosas: por un lado, todos tendríamos el mismo trabajo, y de esa manera no habría problemas con los cargos, y por otro lado, significaba utilizar a más personas para que, aunque no fuesen miembros activos del clan, nos echasen una mano contra una causa ante la cual cualquier lobo estaría dispuesto a pelear. Creo que deberíamos organizarnos: establecer unas zonas para cada grupo en las noches de luna llena. Podríamos comenzar formando un círculo entre nosotros, entre los grupos. Quiero decir, que las zonas que los grupos vigilen acaben formando un círculo, cuyo centro no estará vigilado, y podremos ganarnos para nosotros mismos. Dese dentro hacia fuera. Si rodeamos alguna zona, y nos dispersamos en relación a ello, acabaríamos teniendo un territorio propio.

No sabía si me habían entendido. Mi idea era formar una esfera en el mapa que sería nuestro territorio, y despejarla de seres inmortales, de manera que nos quedásemos con aquella zona para nosotros, los lobos. Por otra parte, en relación a lo que ha dicho Alaude, creo que sí debemos buscar humanos que nos sean útiles. Antes de continuar hablando, pensé bien lo que iba a decir. Sabía que iba a traicionar la confianza de un ¿qué? ¿Amigo, conocido? Daba igual. En realidad sólo pensaba en él de ese modo, para serme útil. Por mi parte puedo conseguir espías en la Iglesia. Me dí cuenta de que aquello no decía nada. Debía explicarles la situación al completo, y eso era algo que no había pensado. Bien, Adrianne. Bien. La Iglesia... tiene una importante misión en esta época. Al parecer, llevan bastante tiempo persiguiendo un objetivo, y ese objetivo... son por igual los vampiros como los licántropos. Sé de buena tinta que nos quieren muertos. Paré en seco, dándome cuenta de que no todos estaban sorprendidos ante lo que les estaba contando. Al parecer, más de uno lo sabía. No podemos hacer ningún pacto con ellos, puesto que si descubren nuestra verdadera naturaleza puede que estemos cavando nuestra propia tumba. Pero sí que podemos, los días que no sean luna llena, darles aviso de los lugares que más frecuentan los vampiros. Sé que puede parecer estúpido que unos curas vayan a matar a seres de fuerza y poderes sobrenaturales, pero creedme que lo hacen, y que están bien entrenados para ello. Dejé de hablar durante un rato, inspirando hondo. Tengo contactos en la Igelsia, y pueden ser útiles. ¿Qué me decís?

Esperé la opinión del resto, sentada sobre el suelo.

por **Liam McDonald** Vie Sep 03, 2010 3:58 pm

La información que reveló Adrianne me dejó aturdido durante unos instantes. ¿La Iglesia? ¿La Iglesia también estaba metida en el ajo? Aquello me desanimó, en parte. Si una organización tan grande como lo era aquélla también iba tras nuestros cuellos. ¿Qué esperanza nos quedaba? "Luach, Liam...Luach" me dije a mí mismo.

Aspiré hondo. Era mi turno para hablar. Debía ser claro y conciso. La idea de Frank y Adrianne no me parecía desacertada. En realidad, era una idea bastante inteligente. Tener una zona para nosotros sólos, despejada de vampiros. Sería nuestra zona; la zona de los lobos; la tierra de los lobos.
"Bien, respecto a lo de formar grupos, creo que es una gran idea. Debemos de marcar nuestro territorio. En cuanto a lo de la Iglesia...Adrianne ¿crees que es realmente seguro inmiscuirnos con ellos? No quiero desacreditarte, pero es la primera noticia que recibo acerca de que la Iglesia caza también licántropos...Es una organización muy poderosa. Debemos ir con cuidado, si no, seremos nosotros los que salgamos mal parados."

Sabía que la Iglesia se encargaba de masacrar a los vampiros. Tanto en Escocia como en Inglaterra habían varios grupos clandestinos destinados por el Papa para realizar tal labor. Pero, ¿licántropos también? ¿Por qué iban a hacer tal cosa? Nosotros éramos humanos...Al menos, en parte.
Por otro lado, no sé por qué me sorprendió tanto la noticia. La Iglesia estaba tan cubierta de mentiras y calumnias en nuestro tiempos como cualquier taberna.
Quizá también nos veían como seres del Diablo; monstruos, engendros hechizados por la luna.
Por otro lado, necesitábamos aliados, como bien había apuntado Gaël. Y la Iglesia tenía un punto en común con nosotros; querían a los vampiros muertos, exterminados.

"Si es verdad lo que dice Adrianne, y la Iglesia también nos persigue a nosotros, quizá podamos llegar a un acuerdo. Colaborar juntos a cambio de nuestra inmunidad."
Torcí el gesto, poco convencido por mis palabras. Aun a pesar del objetivo común que nos unía con la Santa Sede, no me fiaba mucho de esos clerigayas.

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