Marianne Di Giovanni ID

por **Goldie** Sáb Jul 20, 2013 9:34 am

x Marianne Di Giovanni x 22 x Francia x Heterosexual x Inquisidora / Técnologa / Alta x

Solamente una palabra:

Tentación.

En lo que queda de la bella y dulce Marianne, se lo guarda para cuando sale por las mañanas cuando sale a darse su rutinario paseo por las calles, pero por las noches se transforma en la fruta mas tentada por el hombre o la mujer. Marianne, aparte de servir en el ámbito del placer a enumeradas personas ya sea en el burdel o a domicilio, es la cantante más bella y talentosa del burdel de Paris. Algunos la llaman, Cuore, Tentación, u otras la llaman el angel perdido entre los demonios.

Es una bella joven que sabe distinguir quien le conviene y quien no, aunque a pesar de ello hay quien la dice que con este si y con esta no. Ha estado en la pared de las cortesanas mas solicitadas del mes por dos meses y por ello odia en parte este oficio. La soberbia en la que se muestran las cortesanas al verse en la pared, se les sube como la espuma, si ella ha conseguido estar en las mas solicitadas, ha sido porque da el placer que hace satisfacer a los demás y ella sabe que los lleva al máximo, al éxtasis, al paraíso al igual que lo hace con sus bailes y contoneos sobre el escenario.

Ella es divertida, dulce, risueña y con ganas de tener un futuro en el que pueda ser feliz y poder tener … hijos de un modo u otro, pero por otro lado es sexy, un fruto prohibido que quiere probar todo el mundo, misteriosa, fría y solamente se dedica a su trabajo aunque siempre el que cae en sus redes, después le es imposible salir de sus encantos.

PODERES

Encantadora de serpientes a la vez que logra satisfactoriamente la creación de artilugios a favor de la lucha, la lectura rápida e información en poco tiempo. Eficiencia....Es un poco novata.

Siempre ha estado en el lado de las buenas acciones y de las malas acciones por las noches.

Su vida, nunca ha sido aquella que ella siempre había querido cuando veía como iba el trascurso de vida. No es una de esas mujeres que ha tenido joyas desde que nació, no ha recibido exclusivas lecciones que la hagan alguien importante o alguien distinguida, no ha hecho grandes hazañas con algún instrumento musical, pero a pesar de que no sabe más idiomas que el francés que tiene desde que nació, sabe el idioma de los signos, aprendido de su maestra en el burdel cuando tenia diez años, sabe ahora hablar con elegancia pese a las conversaciones de los clientes que comenzó a tener desde los catorce años en el burdel, sabe el idioma del cuerpo, de la sensualidad transmitida a través de los contoneos de sus caderas, sabe cuando alguien necesita un orgasmo inmediato o que vaya mas despacio, aparte de que obtuvo un don, un talento que pocas tienen bajo el brazo al nacer. La voz de Terpsichore como fue llamada la bella dama, fue la más apreciada de todas, y cada noche, o de vez en cuando su voz era representada en el escenario, comenzando desde los quince años a cantar y hasta ahora, con veintidós años que tiene, baila, goza, muestra, canta y da placer a todo aquel que la observe ya sea de lejos como de cerca.

Terpsichore no ha tenido padres pues nunca los conoció, creció en el burdel por cada uno que los atendía, por una cortesana en cinta, ella misma se aprovechó de esa leche materna que después quien nació en el burdel se convirtió en su mejor amiga y ella da placer desde abajo mientras Terpsichore bailaba encima del escenario una y otra vez. Tuvieron oportunidad de bailar juntas mas de una vez en el escenario y aquello fue gustándole más a Terpsichore, pero en uno de los descansos entre baile y baile, ella misma fue llamada por la Madame de aquel lugar, la llamo para ir con ella y con un cliente muy especial que la esperaba en una de las salas contiguas al despacho del director del burdel, ella entro y enseguida se puso en su papel, sensual y pizpireta se puso para comenzar a acercarse a esa persona que parecía demasiada tranquila, este la miraba y la estudiaba, ella se quedo quieta al verlo tan observador, esa persona alzo la mano haciéndola ver un pedrusco entre sus dedos y ella no era estúpida, se arrodillo al suelo y beso aquella piedra preciosa - Su Eminencia Reverendísima….Un placer que me haya escogido a mí….-Susurro sobre aquel pedrusco que segundos después levanto la mirada para ver al eclesiástico de mirada tranquila pero que mirándolo de cerca, parecía algo perturbador.

-Seguro que he escogido bien en el camino del señor, hija mía….-Murmuro mirándola, Terpsichore se acercaba lentamente al cardenal para comenzar a hacer aquello que ella sabía hacer a la perfección.

A partir de ese momento, Terpsichore iba a fiestas, había ascendido rápidamente en el burdel y ahora era una cortesana de Élite, visitaba al cardenal de vez en cuando, iba a otros clientes a domicilio, iba al burdel a cantar y a bailar sensualmente como ella sabia hacerlo y todo por unas buenas cantidades de dinero, pero una tarde en la que disfrutaba en uno de los mas caros cafés a solas, una mujer le vino llamándola Desarí, ella se pregunto que quien era esa mujer y esa “Desarí” porque de nada le sonaba el nombre. Ella le dijo que se había equivocado de persona, pero la otra mujer insistía en que era ella, entonces de la mujer escuchó “Gemelas…” Con un cierto deje de alucinación en el rostro.

Entonces Terpsichore desde ese día comenzó a preguntarse sobre aquello. En verdad nunca conoció a sus padres y siempre había sido prácticamente huérfana. ¿De que iba todo esto? Fuera lo que fuera, ella seguiría su vida, estaba en un momento bastante bueno como para preocuparse de algo tan banal. Ya buscaría información después. En otro momento se preocuparía de hacer algo con su desconocida vida. Descubrió, caminando sujeta del brazo de un cliente, descubrió algo que jamás pensó que vería. Vio a una mujer igual que ella. Entonces una anciana que las tenía echadas el ojo a cada una, se acercó a ambas y por separado les dijo que eran hermanas gemelas.

Terpsichore a la mínima huyó y quien era su hermana, Desari, jamás volvió a verla. Sabía de su escondite en el bosque, pero cuando volvió para desahogarse descubrió que tenía una visita algo especial. La del cardenal y no era una de esas visitas que le hacía, si no, una proposición, un cambio inminente de vida que pudiera traer a la cortesana un mejor uso al mismo tiempo que la tenía más cerca de él. Su hermana no quería que ella supiera su pasado por el mero hecho de que se avergonzaría. Desari había aparentado ser la menor de las dos y eso le transmitió protegerla a toda costa, pero no con la vida que llevaba a su espalda. Entonces acepto aquella proposición de pasar unas pruebas y si las pasaba, Terpsichore escucharía el resto del cuento de hadas.

Pasó tres arduas pruebas que casi le costaron la vida.

Logró llegar al premio que era la información y cuando lo supo, pensó que se había metido en la boca del lobo feroz, pero también sentía curiosidad por todo ese mundo. Con un mentor a su lado, aprendió técnicas de combate pero donde más pasaba era descubriendo en los libros el mundo que había en ellos. Comenzó a crear cosas pequeñas que cabían como arma en el bolso de diario, después aprendió otras técnicas por otros mentores más experimentados y sin llegar a pensarlo, se enamoró recíprocamente de su cuarto mentor que le enseño el arte de la pólvora en artilugios especiales. Eso al cardenal no pareció gustarle demasiado debido a que la novata tenía un pasado no muy agradable. Terpsichore tan solo suspiraba y centrándose más en las lecciones. Después, las lecciones pasaron a paseos en Florencia, a paseos en góndola por los canales de Venecia. El tiempo pasaban y los meses se agotaban. Cuando volvieron de sus viajes de “aprendizaje” Terpsichore ahora era –Di Giovanni- Adquirió una gran fortuna compartida de su actual esposo y estaba feliz, hasta que una tarde, al volver de Roma tras una pequeña misión de informar al Cardenal, al entrar en su modesta mansión italiana se encontró el cadáver colgado en lo alto de su esposo.

No supo cómo reaccionar, si para bien o para mal. Había estado tanto tiempo tan feliz que lo del sufrimiento y el dolor estaba fuera de onda para ella. Solo pudo sentarse en el suelo, cubrirse la cabeza como si quisiera esconderse y entonces estalló en lágrimas. Un mar de lágrimas saladas y amargas que desembocaban en sus labios tristes. Fue acusada por una mala fuente pero enseguida se descubrió que era inocente del crimen porque ella había estado con el Cardenal Borgia informando de lo que había hecho en estos días….con su recién marido muerto.

La vida seguía adelante y Terpsichore adquirió un nuevo nombre, nueva vida y un nuevo trabajo. Vuelve a París como Marianne Di Giovanni hasta que pueda adquirir el apellido que la Iglesia tiene reservado para ella y ahora, de vuelta a París, tiene un domicilio personal y no una residencia oculta en los bosques. Podrá gozar de la riqueza que adquirió de la muerte repentina de su difunto esposo.