AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
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Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
Sam había decidido romper con la rutina yendo a pasar un día en los Pirineos. La idea la cogió mirando un libro de geografía en la biblioteca en la que trabajaba. Tenía bastante tiempo libre y le encantaba descubrir y leer todo libro que estuviese a su alcance.Había disfrutado de la zona y de sus montañas y lo había pasado realmente bien, pero ya era hora de volver a su casa en calles parisinas.
Entró en la estación de trenes y acercándose a ventanilla pidió un billete de vuelta.
-Bonjour madame, ¿sería tan amable de darme un billete de vuelta a París?-
Pagó sacando un saco de monedas que tenía guardado en la mochila que había usado para viajar. Cogió el billete agradeciéndolo con un "merci" y esperó sentada en el suelo durante quince minutos a que llegara su tren. Desde ahí veía a toda clase de gente pasar con prisa, sin ella, ladrones, clase alta, clase baja. . . Todo tipo de gente podía encontrarse en una estación.
Tras unos desesperantes minutos escuchó en traqueteo de la vía y el humo gris negruzco que desprendía la locomotora del tren, tóxico sin lugar a dudas, pensaba siempre que lo veía. Pegó un pequeño salto y entró en el tren. Enseñó su billete al revisor y fue pasando de vagón en vagón en busca de su asiento, ya que estaban numerados. Por fin, ahí estaba. Uno de 2ª clase junto a un joven algo delgaducho, sin un músculo marcado.
-Bonjour monsieur, mi nombre es Samantha veo que nos ha tocado compartir este viaje, así que, ¿qué le parece que le invite a un trago?- dijo mirando al joven y sacando de su mochila una botella de aguardiente. -¿le hace?- dijo con una sonrisa. Pensó en que normalmente en un viaje no habría abierto la boca, pero aquel hombre tan poco masculino le daba buena espina y también que no quería desaprovechar la botella que había comprado en una tienda especializada en licores.
Entró en la estación de trenes y acercándose a ventanilla pidió un billete de vuelta.
-Bonjour madame, ¿sería tan amable de darme un billete de vuelta a París?-
Pagó sacando un saco de monedas que tenía guardado en la mochila que había usado para viajar. Cogió el billete agradeciéndolo con un "merci" y esperó sentada en el suelo durante quince minutos a que llegara su tren. Desde ahí veía a toda clase de gente pasar con prisa, sin ella, ladrones, clase alta, clase baja. . . Todo tipo de gente podía encontrarse en una estación.
Tras unos desesperantes minutos escuchó en traqueteo de la vía y el humo gris negruzco que desprendía la locomotora del tren, tóxico sin lugar a dudas, pensaba siempre que lo veía. Pegó un pequeño salto y entró en el tren. Enseñó su billete al revisor y fue pasando de vagón en vagón en busca de su asiento, ya que estaban numerados. Por fin, ahí estaba. Uno de 2ª clase junto a un joven algo delgaducho, sin un músculo marcado.
-Bonjour monsieur, mi nombre es Samantha veo que nos ha tocado compartir este viaje, así que, ¿qué le parece que le invite a un trago?- dijo mirando al joven y sacando de su mochila una botella de aguardiente. -¿le hace?- dijo con una sonrisa. Pensó en que normalmente en un viaje no habría abierto la boca, pero aquel hombre tan poco masculino le daba buena espina y también que no quería desaprovechar la botella que había comprado en una tienda especializada en licores.
Invitado- Invitado
Re: Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
En el castillo salvatore no hacia mas que escuchar regaños, y fuertes declaración sobre que era una rebelde. En mi caso yo no lo consideraba así. Se suponía que era un país “libre” una Francia completamente rara y diferente a la de Inglaterra. En todo caso fue fácil para mi disgustarme con todos los que tenia presentes. Tome la vieja gorra de mi primo, y la ropa que el usaba de pequeño. Para mi suerte el era envidioso, y no le gustaba de dar lo que el tenia. Me apresure a vestirme y arreglar mi cabello dentro de la prenda que debía llevar en la cabeza, para que así Charles tuviera su imagen frente al espejo. La escapada fue tan sencilla y rápida que ni yo me hubiera dado cuenta de eso.
Corrí rápidamente hasta donde mis piernas lograran cansarse. Para mi suerte el cansancio nunca llego y seguí andando como cualquier animal. Pero no tardo en llegar a un punto en que necesitaba un descanso, fue justamente en la estación de los ferrocarriles. Me coloque frente a la ventanilla, y con una sonrisa de lo mas juvenil pedí un volteo para abordar el tren de segunda clase, ya que de lo contrario seria algo extraño ver a un joven pidiendo uno de clase alta. Busque entre los bolsillos y como esperaba, tenia el suficiente dinero para sobrevivir un día hasta con lujos. Recibí mi boleto olvidándome de tomar como era preciso, lo que me sobraba del dinero.
Espere algo lejos de las vías a que el tren llegara. Golpe mi pie contra el suelo, claro síntoma de desesperación. Mas aun cruzándome de brazos sobre el pecho. Un fuerte sonido se escucho, era el rugido de la locomotora que daba su ruidosa entrada. Una corriente de humo se asomaba por sobre unas árboles, difuminándose con el poco viento del cielo. El ferrocarril se detuvo y me apresure a subir, haciendo todo lo debido hasta sentarme en mi respectivo lugar. La gente empezó a subir, y yo observaba por la ventana esperando a que diera por fin su movimiento. Y eso dio por comienzo cuando una chica que me ofrecía algo de beber sin olvidar prsentarce.
-Un placer conocerla señorita Samantha -sonreí, entonando el acento ingles, que con las voz que ya le tenia bastante especializada, pararía muy masculina incluso para mi. Eleve una de mis comisuras y negué con la cabeza.- no gracias, muy amable de su parte -musite- me llamo Charles -me apresure a decir. Pues la razón de que me negara a su invitación era a que no era una gran fanática del alcohol, en este caso, Charles no lo era.
Corrí rápidamente hasta donde mis piernas lograran cansarse. Para mi suerte el cansancio nunca llego y seguí andando como cualquier animal. Pero no tardo en llegar a un punto en que necesitaba un descanso, fue justamente en la estación de los ferrocarriles. Me coloque frente a la ventanilla, y con una sonrisa de lo mas juvenil pedí un volteo para abordar el tren de segunda clase, ya que de lo contrario seria algo extraño ver a un joven pidiendo uno de clase alta. Busque entre los bolsillos y como esperaba, tenia el suficiente dinero para sobrevivir un día hasta con lujos. Recibí mi boleto olvidándome de tomar como era preciso, lo que me sobraba del dinero.
Espere algo lejos de las vías a que el tren llegara. Golpe mi pie contra el suelo, claro síntoma de desesperación. Mas aun cruzándome de brazos sobre el pecho. Un fuerte sonido se escucho, era el rugido de la locomotora que daba su ruidosa entrada. Una corriente de humo se asomaba por sobre unas árboles, difuminándose con el poco viento del cielo. El ferrocarril se detuvo y me apresure a subir, haciendo todo lo debido hasta sentarme en mi respectivo lugar. La gente empezó a subir, y yo observaba por la ventana esperando a que diera por fin su movimiento. Y eso dio por comienzo cuando una chica que me ofrecía algo de beber sin olvidar prsentarce.
-Un placer conocerla señorita Samantha -sonreí, entonando el acento ingles, que con las voz que ya le tenia bastante especializada, pararía muy masculina incluso para mi. Eleve una de mis comisuras y negué con la cabeza.- no gracias, muy amable de su parte -musite- me llamo Charles -me apresure a decir. Pues la razón de que me negara a su invitación era a que no era una gran fanática del alcohol, en este caso, Charles no lo era.
Invitado- Invitado
Re: Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
Escuchó la masculina voz de el joven Charles, muy masculina pero su afeminado cuerpo. Sam alzó una ceja mientras sostenía la botella en la mano y pegaba un trago. La tapó y la dejó apartada a un lado. Quizás la sacaría en otro momento. Quedaba mucho viaje, si no tendría que pimplarse ella sola la botella.
Miró hacia ambos lados en busca de un lugar en el que dejar la mochila para poder recostarse cómodamente en el asiento de segunda clase. Era algo pequeño e incómodo recordaba perfectamente la comodidad de la primera clase y la gran cantidad de atenciones que recibía por parte del servicio. Pero ahora era una simple ciudadana parisina, bibliotecaria, que no debía acudir como obligación a bailes que detestaba con incómodos vestidos encorsetados. Ahora sus vestidos eran de una tela más fina, cómoda y barata y no se sentía con la obligación de ningún matrimonio concertado, había merecido la pena aunque llevase años sin ver a su familia.
-Discúlpeme, no debería haberle invitado a un trago, está claro que somos desconocidos y puede exponerse a cualquier riesgo. O quizás no es usted un fanático del alcohol.- hizo una pequeña reverencia con la cabeza a modo de disculpa. -Y, ¿que le trae por este tren, Charles?- dijo volviendo a la realidad y fijándose fijamente en los labios de Charles, tan femeninos.
Miró hacia ambos lados en busca de un lugar en el que dejar la mochila para poder recostarse cómodamente en el asiento de segunda clase. Era algo pequeño e incómodo recordaba perfectamente la comodidad de la primera clase y la gran cantidad de atenciones que recibía por parte del servicio. Pero ahora era una simple ciudadana parisina, bibliotecaria, que no debía acudir como obligación a bailes que detestaba con incómodos vestidos encorsetados. Ahora sus vestidos eran de una tela más fina, cómoda y barata y no se sentía con la obligación de ningún matrimonio concertado, había merecido la pena aunque llevase años sin ver a su familia.
-Discúlpeme, no debería haberle invitado a un trago, está claro que somos desconocidos y puede exponerse a cualquier riesgo. O quizás no es usted un fanático del alcohol.- hizo una pequeña reverencia con la cabeza a modo de disculpa. -Y, ¿que le trae por este tren, Charles?- dijo volviendo a la realidad y fijándose fijamente en los labios de Charles, tan femeninos.
Invitado- Invitado
Re: Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
La observe con atención mientras ella bebía de la botella de licor. No pude evitar olisquear un poco el aroma que este desprendía. Una combinación rara para los ámbitos que yo tenia, pero verdaderamente reconocible a causa de que en casa el alcohol era la única forma de brindar. Dirigí esta vez mi mirada a la ventanilla, que daba una buena vista del exterior. Los árboles parecían borrones a causa del movimiento y la velocidad que el tren llevaba. Aparte de eso esboce media sonrisa por su comentario. Tenia bastante razón en eso, pues yo no era la persona mas confiada en cualquiera que dijéramos.
-Debo de decirle que son las dos, esas razones son por las que no acepto como mínimo un sorbo -me gire a verla con una ceja enarcada, después alce las dos.- no debe de disculparse por nada -musite con voz tranquila.- solo vine para despejarme un poco. Paris muchas veces es algo estresante -comente haciendo un gesto para que tomara asiento y no cayera a causa y efecto del ferrocarril.- ¿Y usted? ¿Igual por el estrés o por alguna otra cosa mas? -pregunte con algo de seriedad. Evitando que ningún escalofríos recorriera mi cuerpo
Antes que eso aun me había quedado pensativa acerca de la desconfianza. M e imagina que haría Inglaterra si se enteraran que por beber un poco de algo le ocurriera grandes cosas. Malas por supuesto. Era algo catastrófico de ver. Sin olvidar que la guerra se declararía sin siquiera esperarlo. En todo casi debía de mantenerme al margen de cuidarme. Lo ultimo que deseaba era que peleara por mi culpa.
-Debo de decirle que son las dos, esas razones son por las que no acepto como mínimo un sorbo -me gire a verla con una ceja enarcada, después alce las dos.- no debe de disculparse por nada -musite con voz tranquila.- solo vine para despejarme un poco. Paris muchas veces es algo estresante -comente haciendo un gesto para que tomara asiento y no cayera a causa y efecto del ferrocarril.- ¿Y usted? ¿Igual por el estrés o por alguna otra cosa mas? -pregunte con algo de seriedad. Evitando que ningún escalofríos recorriera mi cuerpo
Antes que eso aun me había quedado pensativa acerca de la desconfianza. M e imagina que haría Inglaterra si se enteraran que por beber un poco de algo le ocurriera grandes cosas. Malas por supuesto. Era algo catastrófico de ver. Sin olvidar que la guerra se declararía sin siquiera esperarlo. En todo casi debía de mantenerme al margen de cuidarme. Lo ultimo que deseaba era que peleara por mi culpa.
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Re: Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
Escuché al joven. Sí quizás no debía disculparme mio intención solo era que bebiésemos y pasásemos un buen rato. Mmm habían tantos asesinatos y locos sueltos por el mundo que, ¿Para qué fiarse? Miré alrededor, todos los pasajeros de segunda clase eran tan diferente de los viajes en primera de su infancia. Le gustaría observar las clase de gente de primera, pero mejor se quedaría sentada en su asiento y sin montar un espectáculo.
-Pues yo cojo el tren para alejarme un poco de la ciudad, estrés cansancio, un poco de todo. Pero también por descubrir algo de mundo. Siempre ha habido en mí algo de espíritu aventurero, ¿sabe? Por eso fuí a visitar las montañas, ahora quizás volvía a París pero creo que pararé en otra estación y me acercaré a la laguna. Desde la lejanía de la ciudad es desde donde mejor se ven las estrellas.- Era algo que había aprendido de Nad y Nube con un torpe tropiezo.
-Y. . . Charles, ¿Va a algún lugar en concreto?- Pregunté con curiosidad.
La laguna. Aún recordaba cuando su padre, sus dos hermanas y ella iban a pescar allí. No solían tener un gran resultado quizás dos o tres peces que casi siempre pescaba su padre. Pero recordaba el día que sacó un gran pez y la sirvienta lo preparó para la cena. Estaba muy bueno, su padre la felicitó y ella enseñó una sonrisa a la que le faltaban dientes, estaba cambiándolos. Qué recuerdos, quizás si Charles no tenía nada que hacer podrían ir a la laguna, le había caído bien y no está de más algo de compañía.
-Pues yo cojo el tren para alejarme un poco de la ciudad, estrés cansancio, un poco de todo. Pero también por descubrir algo de mundo. Siempre ha habido en mí algo de espíritu aventurero, ¿sabe? Por eso fuí a visitar las montañas, ahora quizás volvía a París pero creo que pararé en otra estación y me acercaré a la laguna. Desde la lejanía de la ciudad es desde donde mejor se ven las estrellas.- Era algo que había aprendido de Nad y Nube con un torpe tropiezo.
-Y. . . Charles, ¿Va a algún lugar en concreto?- Pregunté con curiosidad.
La laguna. Aún recordaba cuando su padre, sus dos hermanas y ella iban a pescar allí. No solían tener un gran resultado quizás dos o tres peces que casi siempre pescaba su padre. Pero recordaba el día que sacó un gran pez y la sirvienta lo preparó para la cena. Estaba muy bueno, su padre la felicitó y ella enseñó una sonrisa a la que le faltaban dientes, estaba cambiándolos. Qué recuerdos, quizás si Charles no tenía nada que hacer podrían ir a la laguna, le había caído bien y no está de más algo de compañía.
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Re: Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
Escuche su respuesta.. O mas bien dicho, su explicación. Se me hizo algo interesante, cosa que llamo muco la atención de mi parte. Claro sabia que yo era de esas personas curiosas y existía su causa -que era estar encerrada en el castillo- de la cualquiera muy difícil de zafarse de ese problema, como yo le llamo. Gracias a eso, mi instinto era ese, saber todo lo que sucedía a mi alrededor. Preguntar cosas para saber mas. Entonces es como terminaba con una lluvia de cuestionamientos. Entre ellos, quería saber acerca de esa dichosa laguna que ella hablaba. Seria hermoso ver como decía, las estrellas en el cielo y ellas reflejadas en el agua. Carraspee un poco y menee la cabeza saliendo de mis pensamientos.
-Ninguno -respondí rápidamente- no tengo a donde ir, por ahora, solo quería despejarme y explorar un poco el lugar -sonreí abiertamente. Con esa sonrisa tan masculina que ya antes me había servido de mucho como Charles. Recargue mis codos sobre la pequeña mesita se encontraba al frente. Ladee la cabeza y recargue mi frente contra mi dedo índice- espero la laguna sea de su agrado -comente con un leve asentimiento
Por otro lado no me sentía muy segura de que hacer. Por lo que decidí mejor mantenerme un poco con mayor seriedad. No sabia muy bien quien era ella. O si hacia lo mismo que yo, pero en su caso vestirse de mujer. Aunque seria mas raro aun. Aun así sabia como mi paranoia se daba a conocer. Me encogí de hombros y volví a menear la cabeza para sacarme esos pensamientos.
off: perdon por no haber contestado, eh tenido tiempos dificiles con la prepa y eso me quita sobre que escribir e________________e aparte del tiempo
-Ninguno -respondí rápidamente- no tengo a donde ir, por ahora, solo quería despejarme y explorar un poco el lugar -sonreí abiertamente. Con esa sonrisa tan masculina que ya antes me había servido de mucho como Charles. Recargue mis codos sobre la pequeña mesita se encontraba al frente. Ladee la cabeza y recargue mi frente contra mi dedo índice- espero la laguna sea de su agrado -comente con un leve asentimiento
Por otro lado no me sentía muy segura de que hacer. Por lo que decidí mejor mantenerme un poco con mayor seriedad. No sabia muy bien quien era ella. O si hacia lo mismo que yo, pero en su caso vestirse de mujer. Aunque seria mas raro aun. Aun así sabia como mi paranoia se daba a conocer. Me encogí de hombros y volví a menear la cabeza para sacarme esos pensamientos.
off: perdon por no haber contestado, eh tenido tiempos dificiles con la prepa y eso me quita sobre que escribir e________________e aparte del tiempo
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Re: Viaje entre copas [Catherina A. Salvatore]
No tenía ningún lugar al que ir, interesante. . . Podía hacer su proposición. Charles parecía un joven desconfiado, así que una negativa sería bastante posible. Se preparó para cualquier respuesta de negación. Tragó algo de saliva y carraspeó, entonces abrió la boca, intentando no parecer una loca, ni asesina.
-Monsieur si no tiene nada que hacer, sería divertido que compartiésemos nuestro viaje algo más, quizás le encantaría ver la luna, junto a las estrellas sin olvidar la refrescante laguna. Comprar una caña y pescar una cena que podríamos preparar encendiendo una hoguera, pero entiendo perfectamente que prefiera viajar solo. . . - Dijo simpáticamente con una amplia sonrisa.
Se acurrucó en el asiento mientras esperaba la respuesta. Sería un día bastante divertido e interesante, imaginaba la idea y cada vez le gustaba más. Pero sabía que Charles no se fiaba de ella, no entendía el por que. Era una chica delgaducha e inofensiva, quizás si se encontrasen una noche de luna llena debería de huir de ella. Entornó los ojos y pensó a qué lugar debía de ir para poder comprar una caña de pescar. Quizás a la zona de negocios. . .
Off: Tranquila no importa si yo he estado en el pueblo sin internet, como te dije, y tampoco pude contestar pronto.
-Monsieur si no tiene nada que hacer, sería divertido que compartiésemos nuestro viaje algo más, quizás le encantaría ver la luna, junto a las estrellas sin olvidar la refrescante laguna. Comprar una caña y pescar una cena que podríamos preparar encendiendo una hoguera, pero entiendo perfectamente que prefiera viajar solo. . . - Dijo simpáticamente con una amplia sonrisa.
Se acurrucó en el asiento mientras esperaba la respuesta. Sería un día bastante divertido e interesante, imaginaba la idea y cada vez le gustaba más. Pero sabía que Charles no se fiaba de ella, no entendía el por que. Era una chica delgaducha e inofensiva, quizás si se encontrasen una noche de luna llena debería de huir de ella. Entornó los ojos y pensó a qué lugar debía de ir para poder comprar una caña de pescar. Quizás a la zona de negocios. . .
Off: Tranquila no importa si yo he estado en el pueblo sin internet, como te dije, y tampoco pude contestar pronto.
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