Lancelot L'Olonnais

DATOS BÁSICOS

Habilidades/Poderes

Innatos:
- Sigilo, sentidos aumentados, mejora de los reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.
- Garras y dentadura afilada, rasgos lobunos y longevidad.
- Transformación: Habilidad para cambiar de forma humana a una animal y viceversa. Cuando el licántropo está en su forma lobuna aumenta un 50% su fuerza física.
-Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones de poca gravedad (No regrenera sus miembros). Su capacidad de curación varía según la gravedad de la herida. Solo le afecta de gravedad el fuego y las balas de plata.
- Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad. Esto le permite reconocer a otros licántropos y, sobre todo, a los vampiros.

Escogidos:
- Memoria eidética o fotográfica: Capacidad de recordar sucesos con un nivel perfecto de detalle y le es imposible olvidarlo.
- Mimetismo: Capacidad de confundirse con el entorno.
- Rastreo: Capacidad de rastrear a un objeto o ser en un radio máximo de 20 kilómetros.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Siempre dicen que las apariencias engañan, pero en el caso de Lancelot, es totalmente cierto, bajo una apariencia educada, tranquila, encantadora y amable, se esconde un hombre vanidoso y egocéntrico, aunque bastante inseguro. Su posición social lo obliga a necesitar el uso de sus habilidades para conseguir cualquiera de sus fines, cualquiera que sea, por lo que intenta potenciar esa primera impresión que provoca con los modales aprendidos y esos trucos practicados desde que era niño e intentaba conseguir algún dulce.

En el único momento en que se convierte en alguien sincero y amable es con aquellos que realmente aprecia; con ellos, es alguien totalmente distinto, transformándose en un hombre generoso, cariñoso, tierno y atento pero, ante todo, protector.

Su faceta más oscura solo consiguen hacerla aflorar sus enemigos, de los cuales, pocos tiene, pues no considera a nadie lo suficientemente peligroso hasta que lo demuestran. En el momento en que alguien se convierte en su enemigo, saca lo peor de él utilizando cualquier baza contra sus enemigos y en las formas más rastreras que pueda encontrar.  Pocas veces buscará el enfrentamiento directo, jamás un enfrentamiento físico y siempre optará por el daño mediante la palabra.

Es un hombre que sabe utilizar las palabras para cualquier asunto que le interese, desde el amoroso hasta el que concierne a los negocios, pero jamás alardeará de unos conocimientos de los que carece. No le preocupa reconocer que no sabe algo, acepta que no ha tenido una excesiva educación y que muchos pueden saber más que él, salvo en lo relacionado con pianos, en eso no admite discusión, pues los conoce a la perfección. La única espinita que le queda respecto a eso es que no sabe tocarlos, pues no comprende las partituras, aunque le gustaría aprender.

En el tema amoroso, no es alguien que se vaya a la cama por cualquier motivo, necesita sentir algo hacia la otra persona y no es frecuente verlo por los burdeles, pues los considera algo que va en contra de sus creencias, aunque no puede evitar que se le vaya la mirada ante una mujer de buen porte.  Nadie puede comentar cómo es cuando está verdaderamente enamorado. Lo más cercano que estuvo fue con su prometida y con ella era atento y dulce, detallista y considerado, por lo que se puede hacer alguien a la idea de cómo podría actuar.

Ferviente seguidor de la Iglesia Católica, cree en todo lo que durante el oficio se dice, respeta los mandamientos y procura ser un buen católico. Todos los domingos, como buen seguidor, acude a la Iglesia a la celebración del oficio y atiende a todo lo que el párroco pueda decir. Por otro lado acepta que haya gente que no crea en lo que se dice, pero él está convencido de que, de una manera o de otra, debe ser cierto lo que dice la Biblia. Algo de resentimiento hacia Dios le queda, desde luego, pues no comprende cómo puede haberlo obligado a llevar una carga tan pesada como era la maldición que porta. Siempre le han dicho que todo sucede por un motivo, pero cree que hizo algo que no recuerda y por ello está cargando con esa penitencia.
Jamás había considerado la posibilidad de la existencia de la homosexualidad, pero una vez la conoció, tan solo pensó en ello desde el punto de vista que tenía instruido,  considerándolo algo despreciable, que iba contra la moral de cualquier persona y que no debía ser aceptado, que debían redireccionar a esas pobres almas que se habían desviado del camino de Dios. Él los llama “desviados”.

HISTORIA

Fue un nacimiento esperado. El primogenitor varón de una familia modesta, que tan solo poseía en aquel tiempo una pequeña tienda de pianos en la plaza principal de la pequeña ciudad de Rouen. Allí creció como cualquier niño, pasando por la escuela y, una vez finalizada ésta, comenzó a trabajar en la pequeña empresa familiar. Aprendió el oficio con facilidad pues llevaba toda la vida paseando por la tienda, viendo cómo su padre arreglaba los pianos y los ponía a punto así como los creaba desde las piezas que le mandaban. En su vida de tranquilidad en Rouen no había cabida para soñar algo mejor que estar allí y seguir con la tienda. Lo tenía todo: Prometida, amigos, un sueldo bastante bueno para su situación y una bonita casa donde viviría una vez se produjese la boda.

Había pasado el día entero en compañía de sus amigos en el bosque, disfrutando de un día de descanso y diversión. Fue muy divertido y, una vez se les echó encima la noche, volvieron en dirección a la ciudad, riendo y charlando tranquilamente… hasta que se escuchó tras ellos un fuerte aullido. No fue aquello lo que los asustó, lo que los asustó fue el hecho de que ningún otro lo siguiese. Aceleraron el paso extrañados pero, antes de llegar a la ciudad, fueron atacados por algo enorme. No lo escucharon, no lo vieron venir, simplemente, fueron cayendo uno a uno.
Despertó en el mismo lugar en el que había caído. Estaba herido, pero parecían heridas leves.. excepto la del hombro, aquella herida era profunda y parecía estar infectada. Se levantó al instante, tambaleándose, mareado y dando tumbos hacia su hogar, donde pretendía curarse él mismo, pues no quería preocupar a su familia.

No le salió bien la jugada, fue llevado rápidamente ante un doctor que se encargó de curarle las heridas y se avisó a las autoridades para saber qué había sucedido y quién era el culpable. Sin ver los cadáveres, todo el mundo estuvo apuntando a Lancelot, pero una vez aparecieron, se levantaron todas las sospechas,  aquello no lo había podido hacer algo humano, parecía más bien un animal y, por el tamaño, un oso. No se investigó más acerca del caso, simplemente se pensó que el animal estaría muy hambriento o tendría crías y se vio en la obligación de cazar victimas grandes; “ya lo mataría algún cazador” dijeron.  Él no sabía qué creer, pero sabía que esa bestia le asustaba.

El funeral fue  sencillo, pero sí que hubo una gran multitud, tanto familiares como amigos de los fallecidos. Un mes de luto se pasó rápido y, una vez finalizó, comenzaron los preparativos de su boda. Pruebas de trajes, hablar con el párroco, ver cómo prepararían la fiesta y el banquete…
Entre los preparativos había pasado poco a poco un año, pero, un día en el que la primavera ya se había abierto paso entre la nieve,  despertó junto al cadáver de un ciervo, devorado hasta la mitad. Se incorporó al instante muerto de frío y, entonces, se percató de que estaba desnudo y con el pecho y las manos llenas de sangre. Asustado, salió corriendo hacia su hogar, intentando esquivar a todos los individuos que se encontraba. No supo cómo lo logró, pero pudo acceder a su baño para limpiarse a  toda prisa y vestirse, para bajar a tiempo a desayunar y hacer como que no había pasado nada. Aquello lo había trastornado bastante y poco a poco iba  preocupándose más, estudiando y dejando de lado a su prometida y a su familia. Quería saber qué le ocurría y, finalmente, descubrió algo que comenzaba a encajar en su descripción. Tenía en sus manos un libro sobre monstruos y seres malvados y, tras haberse despertado ya en numerosas ocasiones en el bosque, solo y tras indicios claros de caza, descubrió lo que era.

El día de la boda pasó, la había anulado y también el compromiso, para sorpresa de todos sus amigos y de la familia, y se encerró en su casa, saliendo cada luna llena al bosque para pasar allí los tres días de transformación. No estaba seguro de que fuese cierto, pero tras varios meses en los que comprobó que no recordaba nada de los tres días que pasaba allí, se cercioró de lo que era. Estaba maldito.

Poco a poco se fue ganando una mala reputación, mientras pasaban los años, y se comentaba que algo le pasaba, pero nadie podía demostrar nada. Sabía que su comportamiento no era lógico y que preocupaba a su familia, así que, tras dos décadas siguiendo el mismo patrón de comportamiento de hacer como si nada, huir al bosque, y volver a casa, decidió que debía marcharse y buscar algún tipo de ayuda. El único lugar que se le ocurrí era París, allí había de todo, alguien tendría que haber que pudiese ayudarlo, aunque no podía decirlo abiertamente. Tardó menos de dos días en tener todo preparado. No se despidió, tan solo dejó una nota como despedida...

Ahora lleva una pequeña temporada en París, viviendo de los ahorros que tenía, esos que estaban destinados a su boda.

DATOS EXTRA

Lancelot se transforma en un lobo antropomórfico blanco y gris muy claro. Debido a su nivel de bestialidad durante su transformación, no posee capacidad de razonamiento ni de hablar, pero no ataca sin motivo, es un lobo en todas sus condiciones y tan solo ataca a sus víctimas cuando sale de caza, que suele ser el primer y segundo día de transformación. Se le puede ver de vez en cuando en la ciudad en ese estado, pero no muy a menudo, lo normal es que busque lugares apartados para sentirse seguro.

Es increíblemente supersticioso y todo lo relacionado con la suerte lo trae de cabeza, pues considera que no es realmente afortunado, si no, todo lo contrario.

Los gitanos le inspiran más respeto que desprecio, pues los considera brujos malvados, a todos ellos. Recibir una maldición de parte de alguno, tan solo conseguiría que él mismo lo creyese y se causase los males sin necesidad de una verdadera maldición.

Debido a sus creencias teme a cualquier ser sobrenatural que pueda  ser mencionado y, aunque siempre había negado su existencia, no podía evitar sentirse cohibido al escuchar hablar de esos seres. Debido a esto, tiene miedo de lo que él mismo es capaz de hacer, aunque, al menos ahora, su mente le deja recordar ciertos momentos de su transformación.

Tiene la costumbre de ir a confesarse tras su transformación, por si ha hecho daño a alguien y no lo recuerda,  en ningún momento tenía intención de matar. Es más, nadie que lo conozca diría que es capaz de ello.

Siempre que va a hacer algo, piensa antes si podría ser perdonado por el Señor, siempre lo tendrá en cuenta en todas las decisiones que toma en la vida y espera ser perdonado.

Le encantan los pianos y le gustaría aprender a tocarlo, pero está fuera de su alcance ahora, instruirse en ese arte.
Sabe leer y escribir perfectamente, aunque su caligrafía no es, como se dice, demasiado bonita. Simplemente se entiende y, para él, es suficiente. La lectura no es algo que le apasione, prefiere hacer cualquier otra cosa antes que eso.

gracias a αgusτınα• de sourcecode