The last Dinasty [En construcción]

Alina Rouge Höffer

HABILIDADES DESTACADAS:
→ Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan, ya sean a favor o en contra de alguna persona, por medio de conjuros, hierbas y pociones. Esto incluye altos conocimientos de herbolaria que les permiten hacer también curaciones.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiaformas cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.
→ Nigromancia: Habilidad que consiste en la adivinación mediante la consulta a los muertos y sus espíritus o cadáveres. Permite controlar temporalmente a alimañas y criaturas muertas para sus propósitos. (No controla a Vampiros).
→ Dominación: Capacidad para controlar la voluntad de otro mortal, obligándolo a hacer cosas sin que pueda evitarlo a pesar de resistirse.
→ Alteración de la apariencia: La habilidad de cambiar la forma física. Los cambios son sólo temporales, duran solamente unas horas (máximo), no son permanentes.



HABILIDADES DESTACADAS:
→ Aparición/Invisibilidad: Habilidad para aparecer y desaparecer las veces que deseen y a cualquier hora del día, además de que ellos poseen la capacidad de mostrarse solo ante las personas que ellos elijan y ocultarse a ojos de los que no desean que los vean.
→ Ilusión: Capacidad de crear ilusiones ópticas a los vivos, mostrar recuerdos a través del tacto o similares.
→ Teletransportación: Habilidad para moverse de un lugar a otro sin ocupar espacio o masa en el trayecto. Traspasar superficies sólidas que un humano común no podría, como paredes, etc.
→ Telequinesis: Habilidad para mover objetos, tocar a los seres humanos que están vivos, animales, etc. En pocas palabras pueden hacerse pasar perfectamente por una persona viva y realizar las mismas actividades que un vivo haría si es que lo desean. Los objetos pueden moverlos no sólo con tocarlos, también haciendo uso solamente de su mente.
→ Permanencia: Capacidad de quedarse en el mundo de los vivos el tiempo que deseen, pero mientras lo hagan su alma no estará en paz y no descansarán como el resto de los difuntos.
→ Corporeidad: Característica de lo que tiene cuerpo o consistencia. Los Fantasmas tienen la capacidad de tener un cuerpo físico, de tocar, sentir y hacer sentir y ser tocados por otros (vivos) si lo desean; significa que pueden gozar de las mismas sensaciones de las que goza un mortal (aunque nunca será igual a como las siente un vivo) pero esto sólo será logrado si se concentra lo suficiente y solamente si desea que asi sea.
→ Posesión: Posibilidad de entrar en el cuerpo de un vivo, pero esto sólo pueden lograrlo con la ayuda de una persona que tenga conocimientos en el tema (como los brujos o mediums), además de que la posesión solo será momentánea (máximo un par de horas), nunca permanente.

Descripción Psicológica

El grito resonó en su cabeza cuando su madre encontró el cadáver. Habían llegado tarde, tanto ella como los doctores. Felicia observaba con la mitad del cuerpo fuera de la habitación, su ojo derecho se pegaba a la fría madera de la puerta mientras que el izquierdo era distraído por la ráfaga de movimientos que se ejecutaban alrededor de la cama. Sus labios, quienes siempre se habían encontrado cerrados y sin esbozar sonrisa alguna, extrañamente contenían una curva siniestra y sus orbes, más grandes y excitados de lo normal, figuraron un destello de complacencia. Imogen estaba muerta.
Madeline, quien amaba a Imogen, intentó acercarse a su segunda hija para explicar el estado natural de las cosas, pero solo era un aprendiz, una mujer como cualquier otra que cometía errores y los superaba sobre la marcha. No supo cómo hablar con Felicia -¿Sabes que ella está muerta cierto?- Al escucharse a si misma se dio cuenta que no era la frase correcta para comenzar una conversación, mucho menos con un infante, pero la respuesta que la niña le dio fue incluso más aterradora que su falta de tacto. –No Madeline. Ella está aquí. Nunca se ha ido. Tampoco él- La mirada que Felicia le obsequió petrificó por completo a la humana, fue gélida como si el viento cortara de un solo jalón todo el calor de la habitación. Los bellos de su piel se erizaron y pareció oscurecerse de repente allá afuera, sin embargo, Madeline se repetía una y otra vez que era su imaginación; muy en el fondo ella sabía que había algo raro en su hija. No la escucharon…
Imogen no fue el primer asesinato de Felicia, antes de ella había perecido William, el padre de las gemelas. Todos creyeron que había sido un accidente, pero el misterio tras su muerte dejaba bastante en tela de juicio.
Madeline comenzó a volverse loca, escuchaba las habladurías de su hija con Imogen y con su padre, la acusaban a ella por haber perdido la vida y en ocasiones podía escucharlos atormentando sus sueños, sentía su presencia. Lentamente, la señora de casa adoptó el miedo a la oscuridad a que llegara la noche y, con eso, incrementó más el pánico que le abordaba cuando Felicia estaba cerca, pero sus demonios no la habían preparado para lo que descubriría de su propia hija.
Al parecer, la infante guardaba en el baúl de su habitación varias piezas de recuerdos, dibujos, pinturas, un vestido de Imogen y la caja donde su padre guarda el tabaco. No encontró goma en la caja, sino dedos, no encontró listones en el vestido, sino un corazón. Aterrorizada, gritó y Felicia acudió al llamado. Al llegar a su habitación, la niña observó a su madre arrodillada frente al baúl, estaba completamente destrozada y el miedo se leía en cada lágrima que surcaba las bolsas de sus ojos. Ésta levantó la mirada hasta su hija y cuestionó por qué, se arrastró por lo ancho del muro hasta llegar al rincón y refugiarse en las esquinas. –No temas. Ellos murieron porque los amaba- Felicia cerró el baúl. –No podía permitir que tú les hicieras daño. Me ibas a alejar de ellos. Siempre me tuviste miedo e intentaste asesinarme. Un delicioso té, pero Imogen fue quien lo bebió y William, él cree que fuiste tú quien asustó al caballo. Las pruebas están en tu contra y ellos, ellos no tardarán en venir.- Era la segunda vez que Madeline observaba la sonrisa de Felicia.
La madre trató de acusar a su hija de asesinato, pero el médico de cabecera de la familia diagnosticó demencia temporal, debido a la repentina muerte de su marido y, por si fuese poco, la de su propia hija. Fue encerrada en el manicomio y la fortuna de los Heck pasó a manos de la única sobreviviente. Felicia Heck.