Benoyce Bell [100%]

COMO SOY

Benoyce es un chico callado la mayor parte del tiempo, aprendió que la mejor forma de tener las cosas bajo control era escuchando, todo a su alrededor, todo lo que es importante hasta los detalles que no lo son, solía ser alguien muy alegre pero con el tiempo y las responsabilidades que eso le deja comenzó a ser alguien un poco más cerrado. Lo cual no quiere decir que sea un chico amargado, con 17 años disfruta de la “magia del mundo” como él lo llama, disfruta escuchar las historias de los más viejos en el trabajo, se escuchan cosas interesantes según él. Valora mucho las pequeñas y hermosas cosas de la vida, le gusta sentirse libre aunque sabe del peligro de las calles.

La mayoría llega a pensar que es alguien descarado, hasta algo pesado en el primer momento de conocerle, pero en realidad es una persona amable, cree que las cosas buenas vuelven en algún momento, Dios no le daría la espalda ni le pondría un reto demasiado duro para afrontar. Pero aunque no quiera admitirlo tiene algo de resentimiento con su padre, se podría decir que le odia con todo su corazón, Benoyce de pequeño era un niño esperanzado, protector, tierno y valiente tal como su padre quería y aun así le mando lejos apenas pudo, sin siquiera un par de monedas para tener que comer el primer día.
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HISTORIA.

Benoyce nació en Brighton, Inglaterra en una familia de escasos recursos, su padre se dedicaba a la pesca y su madre antes de quedar embarazada trabajaba en una mansión limpiando y haciendo las camas de los caseros y trabajo allí hasta que su embarazo avanzo mucho y acabo por dar a luz. La verdad era que la madre de Benoyce era una mujer muy hermosa, de tez clara, ojos almendrados y cabellos castaños por lo que no fue una sorpresa que el dueño de la mansión quedara prendado a ella, la consentía de vez en cuando y la cortejaba, sin embargo solo eran vanos juegos que al dueño de la mansión le agradaba hacer con las sirvientas más jóvenes y bellas. Acabo por abordarla un día en los pasillos y tomarla como suya, Alana, la madre de Benoyce, ya estaba casada en ese entonces y esa sería su primera vez por lo que temía de la reacción de su esposo, pero si ponían en una balanza cuanto le importaba su reacción y lo bien, además de amada que se sentía en ese momento la segunda idea ganaba.

Era una mujer joven y soñadora, pensaba que eso era amor de verdad que luego de eso aquel noble le daría algún cargo importante o le compraría un título, para que ella se quedara a su lado, pero no fue así, simplemente la mando a limpiar sabanas en la parte más baja de la mansión, donde todas las pestilencias y ratas se juntaban, ella sentía que todo eso era un infierno. Cuando noto estar embarazada temía la reacción de su esposo, en ese entonces Alana tenía 16 y su esposo 20, pero este no le dio la mayor importancia, siempre llegaba ebrio por lo que solo pensó que una noche de llegar en ese estado habían fornicado y he allí de donde salió el bulto que llevaba en su estómago.

Pasaron los meses y Alana consiguió que personas le dieran el trabajo de limpiar ropa en su propia casa para tener un ingreso mientras no podía trabajar en la mansión. Hasta que finalmente ocurrió una noche de Septiempre nació Benoyce y también fue el momento donde su padre comenzó a desaparecer olímpicamente, por una sola razón, el pequeño tenia ojos celestes y nadie de la familia de ambos tenía ese color de ojos.

Pasaron los años y el pequeño Benoyce creció cuidando de su madre pues su padre los abandonaba siempre y volvía completamente ebrio, aprendió a vivir con eso, con sus asquerosas mañas cuando llegaba ebrio y quería comer, dormir y joder. Quería que Benoyce trabajara con solo 5 años así que lo mando a lustrar zapatos a las calles cercanas y cuando cumplió 7 lo envió a París con unos hombres que iban allí todos los años, decían que por limpiar chimeneas la paga era mejor que en Inglaterra por lo que partió a París.

Sin saber el idioma y siendo pequeño, era a quien regañaban siempre, el solo extrañaba a su madre pero con el tiempo aprendió el oficio y un viejo relojero vio su esfuerzo, arrendando al niño para mandarlo a entregar relojes y limpiar la tienda, acabo teniendo una vida esforzada pero buena, le encantaba andar por sobre los techos al amanecer y anochecer para que en mitad del día donde el sol era fuerte trabajar con los pies sobre la tierra. El problema era que no sabía leer ni escribir por lo que jamás supo de sus padres y jamás regreso a Inglaterra.
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DATOS CURIOSOS

*Los más viejos en el oficio de chimeneas le han contado historias de hombres y mujeres que al caer la noche saltan de techo en techo como si volaran, dicen que son seres del demonio que buscan almas que arrastrar al infierno. Pero aunque Benoyce no cree mucho en eso se queda hasta altar horas de la noche a esperar ver algo.
*Su madre no tenia dinero pero una vez robo un relicario el cual le dio a Benoyce para que se llevara una foto de ella a París.
*Le encantan los relojes y ayudar al anciano con ellos, pero aunque este le trate como un hijo aveces se siente hostigado por esa atención, le gusta más sentirse independiente.