Viviana White | ID

historia

1800

En una cueva, su madre se escondía. Afuera era de noche y una espantosa lluvia acompasaba el avance de la amenaza. Su padre había muerto momentos antes, cuando ella seguía en el vientre de su madre. Pero ahí, escuchaba los latidos acelerados de su madre, percibía su miedo, su desesperación y una rabia por lo que acontecía. La cueva se humedeció muy pronto y las estalactita ya goteaban acompañando los jadeos de terror cuando en las afueras se escuchaban unas botas y no eran las de su esposo. Pero la niña no podía ver ni escuchar, sólo sentir.

Aquella mujer, aquella desconocida anunciaba haber matado a su padre y como si quisiera saber lo que pasaba, la niña provocó las contracciones más fuertes que su madre pudo haber sentido antes. Era tiempo del parto. Frente a una amenaza y sin ayuda, Maryeva, la madre de Viviana dio a luz justo en el momento en el que una bala atravesó su pecho. La niña lloró y en brazos de la asesina abrió por primera vez en el mundo sus ojos. Era una mujer blanca de cabello negro, era la asesina de su madre y a la pequeña criatura indefensa le juraba cuidarla y amarla, le prometió lo mismo a su difunta madre, madre que Viviana nunca pudo contemplar.

5 años después...

Londres, 1805

Viviana ha crecido y a olvidado a la mujer de cabello negro, a la asesina de su madre. Camile White la hizo su hija, abandonando todo por ella y sobreviviendo a un ataque de un vampiro, condenándola a la eternidad. Sólo Audrey y Viviana conocen el secreto de la que ahora llama madre y fuera asesina de sus verdaderos padres.

Viviana ha sido nombrada por Camile, heredera absoluta del imperio comercial de los Cisnes Negros. Pero eso a ella no le importa mucho, a pesar de su inteligencia realmente no sabe lo que eso significa. No, lo que aqueja a Viviana es el descubrir que no es una humana común y corriente.

Inició una noche, afortunadamente, frente a Camile, sus ojos brillaron como los de un felino y su rostro fue llenándose de pelo junto con todo su cuerpo, Viviana lo detectó inmediatamente y aterrada gritó. Su madre se levantó impresionada, pero no aterrada, era como si lo esperase y sin dudarlo se echó a ella para tranquilizarla. —Tranquila mi niña, no te asustes— le rogó besando su frente mientras su cuerpo se iba reduciendo hasta quedar transformada en un cachorro de león americano. Cammy entonces se aterró preguntándose «¿qué pasa si ya no regresa a su verdadero estado?» A pesar de que no había pasado mucho tiempo, Cammy ya había entrado en histeria, tomo la cabeza del gato y miró a los ojos a su niña, así como ella, pudo ver terror en los ojos de Viviana, parecía que supiera lo que pasaba y es lo que pasaba, así eran los cambiantes, nunca perdían su consciencia.

—Cambia hija, regresa... ¡Por favor!— imploró y espesas lágrimas de sangre aparecieron en su pálido rostro, —Cambia— le repetía una y otra vez pero Viviana no hacía nada, no podía y en sus maullidos Cammy podía escuchar su llanto, totalmente destrozada Cammy la tomó entre sus brazos y lloró desconsoladamente, así por cinco minutos, y luego, Viviana recuperó su verdadera forma y abrazadas lloraban. La primera en darse cuenta de que había regresado a su verdadera forma fue Cammy. —Mi niña, mi amor... No te asustes...— consoló pero Viviana estaba atónita.

—Soy un monstruo mami, soy un fenómeno...— sollozó para romper en llanto arrojándose al pecho de su madre. —Shh... Shhh... Shhh... No, no hija, no mi niña hermosa... no eres un monstruo. Tienes habilidades, eres como yo, somos diferentes pero seguimos siendo humanos— la apapachó besando la coronilla de su cabeza, dejando que el llanto infantil mojara su vestido. ¿Por qué mami, por qué me pasó esto?— siguió aferrada a su pecho pese a que su voz se aclaró. —No lo sé, pero hey, escucha, lo investigaremos juntas— le dijo alejándola y tomándole de la barbilla dedicándole una sonrisa. La pequeña Viviana dejó de sollozar y sólo asintió volviéndose a arrojar a los brazos de su madre para que ésta la apapachara, la mimara y la tranquilizara hasta que se quedó dormida.

Esa misma noche, Camile ordenó a la servidumbre no acercarse a Viviana y a Audrey encargarse de que no saliera de su habitación. Con el paso de los días ambos encontraron la forma para estudiar todo de los cambiaformas, teniendo Cammy como tarea no sólo enseñarle sino también hacer que acepte su nueva naturaleza.

DATOS EXTRA:
Le han dado la mejor educación que puede darse en Londres.
Le gusta el patinaje sobre hielo.
Sabe italiano además del Ingles, se le ha indicado que debe de aprender los idiomas de las rutas comerciales, como el español, el francés, el alemán, entre otros. Está en proceso de aprender español.
Nada extraordinariamente.
Toca el piano.
Le gusta el chocolate y es muy puntual con la hora del té.
Le gusta jugar con sus muñecas en los entre tiempos de sus estudios.