◘ Wylona ◘

Wylona

Cautivante y distorsionada. Es una muchacha graciosa a su forma. Mágica en todos los aspectos, habla del mundo como si ella no fuese parte de él. Como un ente cósmico que disfruta de una vida libre y sin ataduras a lo físico. Se puede pensar que ella es más bien una mujer ridícula y tosca. Femenina en algunos aspectos, cuida su piel, su físico y le agrada estar arreglada, pero no por eso es alguien que se fije en lo de afuera. “Limpio lo interno, cuida tu exterior”, esa es la clase de lema que ella tiene. Muchas veces le ha pasado, que mujeres hermosas, con las cuales desea tener una conversación, terminan siendo una pérdida de tiempo, egoístas, desgraciadas y con más diamantes que diarios de amistad. O peor aún, personas que codician lo material, pero solo tienen para el pan, eso siempre le produce pensamientos encontrados. ¿El ser humano necesita el dinero para ser feliz?
Lo ha meditado y al final descubrió que sí, pero no en gran medida. Si uno no tiene con qué pagar la comida, no se sentirá feliz, si no tiene con qué darse gustos tampoco lo hará. ¿Salidas? Trabajar, si no se consigue, robar. Muchas veces, los trabajos que los de menor clase consiguen, tal como ella, son de poco redito. Solo queda buscar otras salidas. Claro que ella no lo necesita, tiene magia con la que valerse, vender su carisma y sus habilidades es algo que rinde lo suficiente y más si se puede borrar todo rastro de la hechicería. De ese modo, nadie nota que es una mujer con habilidades especiales y simplemente piensan que es una humana con unos excelentes reflejos, los cuales sin duda los tiene, pero jamás al punto de hacer desaparecer algo en su mano en el mismo instante en que lo posa. O hacer volar objetos, que en realidad son meras ilusiones.
¿En el amor? De solo pensarlo la nada misma viene a su mente. Realmente nunca ha tenido una relación amorosa, siquiera besos en pos de cariño. Pero lo ve como algo hermoso, apenas se trasladó a la ciudad le sorprendió la cantidad de parejas que paseaban por las calles de Paris. Estaba emocionada de sentir tanto amor en el aire, aquella fuerza cósmica más poderosa que cualquier sobrenatural, pero se llevó una desilusión. Entró en algunos recuerdos, husmeó entre las mentes ajenas y le dolió saber que aquel “amor” que ella pensaba que volaba en los aires, era solo dinero y arreglos, juntados por el oro. Ella quería llorar, las personas habían exteriorizado el oro del corazón y ahora solo lo atraía más de él. Tal y como lo decía la antigua religión. Juraba que ella nunca amaría de esa manera, pero lo haría algún día. Estaba preparada para sufrir, porque el destino siempre le ha enseñado que si no se sufre, no se vive. 


Tiene un cuerpo pequeño, elástico y funcional. Es contorsionista y bailarina, por lo que tiene unas extremidades largas y marcadas en pequeña medida. Se vale de una piel blanca y suave, gracias a las cremas que desde pequeña usaba. Una cintura curvilínea, con unos pechos que suben cuidadosamente, sin hacer mucho tumulto, pero el suficiente para notar su feminidad. Sus caderas son marcadas, pero apenas abultadas, bajan a unas pantorrillas que causan gracia, ya que es algo chueca. Y unos pies largos, igual que las manos y los dedos.
 Sus ojos cambian de color según sus estados de ánimo, algo que le empezó a suceder cuando despertó sus poderes, a los quince años. Usualmente son castaños, verdes cuando está contenta, negros cuando está enojada, azules cuando se encuentra con una persona demasiado hermosa, cosas que le causen amor o ternura, le cambian a verdes y azules en constante medida. Muchos la han acusado de bruja por ello, pero su poder de limpieza provoca que todos lo disipen. El aura se tranquiliza y las energías en el ambiente no los estremecen, tal como a los animales, los deja confiados. Tiene unas pestañas muy largas, que suele estilizarlas con maquillajes naturales que ella misma se ha hecho. No tiene dinero para comprar esas cosas, pero si las habilidades para hacerlas con plantas y que parezcan aún mejores que otras.
Su nariz es respingada y sus labios son demasiado gruesos para su rostro, usualmente pintados de un violeta oscuro. Orejas pequeñas y con algunos aretes de piedras. También usa anillos y collares con piedras mágicas, siempre tiene colgado cosas que si no tuviese un poder que lo disimule, gritarían su religión y estilo de vida a los dos vientos. Sin embargo oculta muy bien su identidad y las veces que le han preguntado, explica que es para verse más creíble a la hora de hacer el espectáculo. Hasta ahora, siempre le ha salido bien, ¿la descubrirá alguien alguna vez?
En cuanto a su modo de vestir, podría pasar como una gitana o como una aristócrata según el horario y el tipo de cosa que esté haciendo. Suele llevar ropas ajustadas y oscuras, pero según las fases lunares, viste de colores vivos y armoniosos. Pocas veces utiliza tacos, primero porque le molestan para trabajar y segundo, porque solo tiene un par, salen realmente caros. 


Cuando era pequeña vivía con sus padres, que tenían una hermosa y gran granja a las afueras de la ciudad, a unos metros del mar. Allí hacían todo tipo de cosas, los animales, verduras y manufacturas eran sus prioridades ya que era el modo en que podían subsistir. Seguían usando la moneda del trueque, cambiando lanas, tejidos, leche o verduras por otros alimentos, ropas o muebles. De esa forma, no tenían que preocuparse por cosas mundanas, vivían el día a día para la familia y para los dioses. Mantenían una gigantesca huerta, llena de piedras preciosas como el cuarzo, la amatista o piedras lunares. Hierbas ancestrales, que su madre le había enseñado a usar para la medicina, pomadas y otras cremas. Ambos le habían inculcado una cultura antigua y naturalista y ella siempre la amó. Wylona lo captaba todo. Aprendió el celta, pero no puede leer o escribir otros idiomas, más sí hablar fluidamente español y francés. Ya que su madre era francesa. Y su padre es de España, un hombre algo gaucho en sus formas de actuar, él le enseñó los trucos de magia con los que se vale para sobrevivir. Le mostró el arte de la danza y los bailes por el aire, por esas razones, puede dar vueltas por los aires en sus presentaciones, él le enseñó lo que era realmente volar.
Su vida, desde que nació hasta sus quince años, estuvo plagada de emociones hermosas, unida a su familia por algo más que la sangre. Las creencias, los conocimientos y el humor. Ella no tenía habilidades sobrehumanas como sus padres, y ellos nunca tuvieron problema con eso tampoco, su madre tenía la habilidad de limpiar los rastros mágicos y por eso nunca los encontraban. Pero ella murió cuando Wylona cumplía los catorce años, debido a la neumonía, con la que no pudo luchar. Fue allí cuando comenzaron los problemas, aunque su padre seguía amándola y cuidándola, empezaba a entristecerse y falleció en la oleada de la peste, cuando la más pequeña cumplía sus quince años. Desde ese entonces, jamás puede festejar su cumpleaños. Sin embargo, Wylona también se enfermó en la misma época, pero pudo contra la miseria, ya que cuidaba de su padre con todas sus fuerzas, al final no sintió tanto el dolor. Pero sus animales murieron por lo mismo y después de todo quedó sola. Las plantas habían tenido el mismo trágico destino y el lugar estaba vacío y con un olor nauseabundo.
Lloró durante días, sintiendo como su piel verde y reseca iba cambiando, los días pasaban y ella vivía con una rodaja de pan, terminó adelgazando, hasta llegar a pesar veinte kilos. Fue en ese momento cuando sintió que sus divinidades le hablaban y un halo de luz se prendió en torno a su corazón. “Ya es hora de despertar”. En su religión, se veranaba al dios del sol y la diosa de la luna. Y todo sucedía por una razón en particular. Pasó un mes más en su granja arruinada. Meditando debajo de un gran árbol que había en su jardín. Allí contacto con su yo interior nuevamente y pudo descubrir sus poderes. Lentamente podía sentir los latidos del corazón de los árboles, ellos le hablaban se hacía uno con la naturaleza. Lentamente retomó sus fuerzas. Las cuales volvieron a caer cuando tuvo que enterrar a su padre y animales, ahora podridos en el lugar, sí, no se había animado a verlos hasta ese momento. Vomitó por el olor y se odió por eso. ¡Era su padre, estaba vomitando por el olor de su padre y animales, que eran como hermanos! Volvió a llorar tanto como pudo, hasta que ningún cadáver quedó en el lugar. Se sentía horrible, quiso morir y se tiró desde los acantilados, pero el mar la abrazó como si fuese su hija, sus dioses le hablaron, la calmaron y la limpiaron y en la noche, la corriente la dejaba en el mar, con un destino marcado.
Mojada y con la frente en alto, lo tomó todo, lo vendió todo. Piedras, recuerdos, dibujos y un dinero por los muebles y la casa. Tenía un nuevo destino y se llamaba Paris. Compró una pequeñísima casa en medio de los bosques, donde nadie la pudiese molestar. Acomodó el lugar como si fuese un altar. Estudió hechicería y con mucha práctica, creó una especie de ilusión, para que su cabaña no pueda verse y borró los rastros de magia, para que otros sobrenaturales no pudiesen ver el acto. Allí estaría protegida de la iglesia, la cual sabía que existía y que ahora estaba más fuerte que nunca. Empezó el nuevo camino marcado por los dioses y mostró una sonrisa humilde y cautivadora al mundo. Danzando por los aires y mostrando sus muchas facetas a los ciudadanos. Siempre era buen momento para hacer chistes, juegos y bromas. El nuevo mundo lo era todo para ella y ahora nada ni nadie podrían volver a lastimarla. 


► Poderes innatos:
→ Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan, ya sean a favor o en contra de alguna persona, por medio de conjuros, hierbas y pociones. Esto incluye altos conocimientos de herbolaria que les permiten hacer también curaciones.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiaformas cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.

► Poderes propios:
→ Creación de Ilusiones: Habilidad que le permite crear ilusiones a su alrededor; imitará texturas, sonidos, olores, etc., desconcertando así a su oponente y brindándole una excelente arma defensiva. El poseedor de este don será capaz de entrar a la mente de su adversario con sus ilusiones.
→ Reminiscencia: Poder para bucear en los recuerdos humanos de los  mortales e inmortales.
→ Limpieza: Permite borrar toda huella mágica, todo efecto de magia o todo lo que sea relacionado con ella, de los objetos y en ocasiones de la mente ajena y pasar desapercibido.



•Gustos: Le gustan mucho las cosas mágicas, tiene libros celtas y suele leerlos y estudiarlos, pero le encantaría poder leer otro tipo de cosas, pero no sabe otros idiomas. Le encanta tirar las runas o las cartas del tarot, pero suele hacerlo por mera curiosidad. También le encantan los animales, las plantas y las piedras.
•Hobbies: Cocinar, crear e inventar. Siempre está comiendo algo, ya que cuando sus padres murieron sintió verdadero hambre, desde ese entonces busca llenar ese vacío, así que suele vérsela con comida en la boca. Crea nuevos ungüentos cada vez que puede e inventa todo tipo de conjuros, ya sea de belleza o para atraer salud, amor o trabajo.
•Manias: Tiene la manía de cortarse el cabello cada vez que se siente frustrada, actualmente lo tiene largo.
•Disgustos: No le agradan mucho los niños, principalmente los de ciudad, porque cree firmemente que están demasiado malcriados. Lo mismo con las mujeres o los hombres, que parecen fijarse más en lo de afuera que en lo de adentro.
•Fobias: No tiene fobias, pero tiene miedo a las relaciones, unir sentimientos le da pena y le recuerda a sus padres fallecidos, prefiere las relaciones donde uno no sabe el nombre de la otra persona. 

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