Keller T. Fowler | ID

por **Keller T. Fowler** Mar Abr 29, 2014 7:04 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Keller Thánathos Fowler

▲EDAD▲

34 años aparentes (2500 años reales).

▲ESPECIE▲

Vampiro

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Inglaterra

▲HABILIDADES/PODERES▲

Innatos:

Propios:

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Justiciero. Directo. Solitario. Brusco. Parco en palabras. Es un hombre de carácter fuerte y temperamental, que siempre se esfuerza por que las cosas salgan bien a la primera. No soporta los errores o la gente incompetente. Si él puede hacer bien las cosas, ¿por qué los demás no se esfuerzan lo mismo que él? Lo ha pasado mal, ha tenido una vida dura y compleja, y eso le ha hecho ser tal y como es. Metódico y calculador, sabe muy bien como jugar sus cartas a fin de no perder nunca. Luchador y carente de escrúpulos, no le importa utilizar cualquier método si considera que el fin es lo suficientemente importante. Podría decirse que se dedica a hacer el "bien", a hacer justicia, utilizando métodos poco ortodoxos. Y lo cierto es que no sabría de qué otra forma conseguirlo. Es un guerrero, siempre ha sido un guerrero. El uso de la fuerza bruta es algo así como su especialidad. Aún así, es suficientemente capaz de controlarse si tiene una estrategia sólida de antemano. El problema es que no suele pararse mucho a pensar antes de actuar, y menos si las situaciones a las que se enfrenta son tan críticas como suele serlo.

Cuando no está detrás de una "presa", se comporta de forma bastante diferente. Parece demasiado tranquilo para tratarse de un vampiro. Al menos, hasta que algo logra sacarlo de sus casillas, en cuyo caso puede tardar horas en volver a tranquilizarse. Quizá por eso prefiere mostrarse indiferente para con todos los demás, así de no llamar demasiado la atención. Sabe que si alguien se acerca a él, se estaría poniendo en peligro, y ya ha matado a suficientes inocentes. No quiere seguir siendo un monstruo... Aunque en el fondo sepa que nunca dejará de serlo. Frío. Arrogante. Sarcástico. Tiene una lengua afilada y suele utilizarla si tiene ocasión. Al menos, antes de que su lado más oscuro aflore. Si se retiran a tiempo, pueden salvarse. De su infierno. Territorial. No soporta que toquen lo que es suyo ni que se acerquen a lo que considera de su propiedad -aunque no lo sea-. Si alguien cruza la línea, no responde. Y luego llega la culpabilidad. Los remordimientos aún le asaltan de vez en cuando en forma de pesadillas, y aunque trata de ignorarlos, no siempre es posible. Entonces se muestra taciturno, nostálgico. Ido. Sus recuerdos le trasladan a otras épocas y le impiden volver al presente. Al menos, hasta que la ve. Esa chica, tan similar a su creadora, consigue anclarlo de nuevo a la tierra. Y no sabe cómo agradecérselo.

HISTORIA

Nací y crecí en la gran nación que hoy día se conoce como Inglaterra. Claro que, entonces, su nombre era bastante diferente. Mucho antes de que los celtas nos invadieran y nos dieran una identidad propia, un idioma y nuevas costumbres, los pocos ingleses que vivíamos en las islas éramos poco menos que salvajes, como en el resto de Europa. Claro que, dada la especial naturaleza del territorio, aun pareciéndonos mucho a los demás, seguíamos siendo diferentes. Nuestra cultura estaba bien integrada en la naturaleza. Los dioses en los que creíamos venían dados por los elementos, por los sucesos que veíamos a diario. Había un dios Sol, una diosa Luna, un dios para los océanos y otra para las cosechas... Era más sencillo imaginar que cada cosa era causada por un ente superior, y no tanto que un mismo ente superior fuese el creador de todas las cosas. Algo que, con el paso del tiempo, pasó a convertirse en la "moda". Una moda absurda y patética, pero que llegaría a gobernar el mundo con el paso de las eras. Mi padre era el líder de una de las tribus más importantes de la baja Inglaterra, y yo, como el primogénito, hube de aprender todo de él para que con el paso del tiempo, la carga de proteger a todos los integrantes de la familia recayera sobre mis hombros. Por aquel entonces, no podría imaginar un mayor honor que ese. Después seguí pensando lo mismo, pero con el cambio producido en mi naturaleza ya no era tan sencillo comportarse como un protector.

Antaño, un hombre de más de treinta años ya era considerado casi como un anciano. La esperanza de vida no era demasiado alta, aunque sí lo era más que en otras partes del mundo. Yo me sentía en plena flor de la vida. Estaba en buena forma física, me sentía bien, pero sabía que era el tiempo de dejar el puesto de líder libre para otro de mis hermanos. En aquellos años tan lejanos, el temor a la muerte era el pan de cada día. Luchábamos por nuestra propia supervivencia, contra animales, contra la dura naturaleza y contra otras tribus que quisieran robarnos el territorio. Vivir era estar siempre en peligro, y por eso se hacía necesario el hecho de que existiese un líder. Con pesar, me retiré del lugar que llevaba ocupando desde los doce años y me preparé para una muerte que todos auguraban venidera. El motivo era claro: había vivido más que cualquier otro líder, y había sido más fiero y luchador que ellos. Por fuera quizá el envejecimiento no fuera tan evidente, pero por dentro... La enfermedad me consumía. Tenía miedo. No me da vergüenza admitir que fue la primera vez en que sentí miedo... Y sería la última. Pero nadie parecía notarlo. Todos seguían viéndome bien. Era un buen guerrero y un buen maestro para el nuevo líder. Y seguramente eso fue lo que provocó que ella viniera a mi. Una especie de diosa, de criatura nocturna. Un demonio. Al menos, eso fue lo primero que pensé. Me enganchó en sus redes. Me engatusó desde el principio. Me convenció de que una vida con ella sería mejor que una muerte agónica en aquel lugar. Y yo la creí. ¿Cómo iba a dudar de ella? Aquel rostro exótico. Aquellos cabellos negros como la noche más oscura. Aquella voz...

Su sangre se convirtió en mi elixir, en mi salvación. En la fuente que posibilitaría una nueva vida a su lado. Y todos se dieron cuenta de mi mejoría. Por aquel entonces, la gente consideraba lo extraordinario como fruto de un don de los dioses. No eran tan supersticiosos. Todos pensaron que era un milagro, que los dioses no querían que yo me retirara. No tenía palabras para agradecerle a esa mujer misteriosa que llegué a convertir en mi esposa. Nunca me dio hijos, y yo no supe por qué hasta algunos años más tarde. La misma noche en que nos vimos obligados a huir de allí. La vieron alimentarse de uno de los ancianos del poblado. Yo no sabía de su naturaleza. No sabía qué eran los vampiros. Pero cuando ella me confesó por qué había sido a un anciano yo la creí. Confié en su buen juicio, y en su piedad. El anciano estaba agonizando. Ella le había liberado. Pero aquello significó nuestra partida. Abandoné mi vida por estar con ella, lejos del lugar en que había nacido. Y lo volvería a hacer. Ella me introdujo en este nuevo mundo en las tinieblas. Y vivimos en paz durante muchos, muchísimos años. Cuando los celtas llegaron, defendí a los míos con fiereza. Me consideraron un monstruo, un demonio, y muchos decidieron retirarse del territorio que una vez ocuparon mis antepasados. Y fue entonces cuando me sentí liberado de mis raíces. Había cumplido con el propósito que mi padre me legara antes de morir. Tras la guerra, viajamos por toda Europa como amigos, amantes y compañeros. En secreto, cada noche rezaba a mis dioses antiguos que nunca nos separaran. Ella parecía saber lo que pensaba, porque se acercaba a mi y sonreía como sólo ella solía hacerlo. Y me decía que así sería...

Y sin duda hubiera sido. Pero por casualidades de la vida, en uno de nuestros viajes acabamos en Atenas. Cuna de las ciencias, y de una nueva religión que poco a poco fue ganando territorio por todo el mundo. Ellos me la arrebataron. La capturaron una noche y la dejaron arder bajo el Sol. No me dieron la oportunidad de protegerla... A partir de ahí, todo cambió. Yo cambié. Me sentía tan vacío sin el vínculo que tenía con ella que enloquecí. Me volví violento, temerario. Cometí auténticas atrocidades en aquellos años. Cosas de las que ahora me arrepiento. Pero era tarde. Arrepentirse no sirve para nada. Vagué por el mundo sin tener un rumbo fijo, intentando pasar desapercibido. Intentando redimirme. Pero hacer cosas buenas no te hace sentir mejor, y menos cuando las malas fueron tan... terribles. Masacré pueblos, ciudades enteras. Acabé con niños, mayores, familias enteras a sangre fría. No merecía perdón. Al final, me limité a que el final llegara como antaño hice. Aunque sabía que esta vez la muerte no acudiría a mi búsqueda a menos que yo mismo la buscara. La cuestión era... ¿podría hacerlo? Después de todo no tenía motivos para vivir...

Al menos, hasta esa noche. Cuando la vi pasar en el carruaje junto a mi, supe que tenía una nueva oportunidad para hacerlo bien. Para recuperar mi conciencia. Para volver a ser parte de ese mundo. No pude salvar a su familia, aunque los dioses saben que lo intenté. Esos malnacidos los seguían. Lo supe nada más verlos. Leí sus pensamientos. Y simplemente... reaccioné. No me sentí mal por sesgar sus vidas de raíz. Todo cuanto tenía en mente era rescatarla. ¿Cómo podía parecerse tanto a mi creadora, a mi amada, sin ser ella? Aquello tenía que ser una señal. Algo que un ser superior me había enviado para decirme que mi tiempo aún no había terminado. La he estado vigilando desde entonces. He seguido sus pasos, en sus idas y venidas, en sus momentos de risa y de llanto. Se ha convertido en una mujer fuerte, valiente. Pero vacía. Y quizá dos vacíos puedan llegar a conformar a un ser completo... ¿Es posible, no?

DATOS EXTRA

- Su nombre ha cambiado en más de veinte ocasiones a lo largo de los años. Tanto, que es incapaz de recordar cuál fue el nombre que le dieron en su nacimiento.

- Vive en un castillo que compró a una familia aristócrata en bancarrota. Lo decoró como sabe que a su creadora le hubiese gustado. En la entrada, una enorme pintura de ambos se alza imponente.

por **Keller T. Fowler** Mar Abr 29, 2014 8:35 am

Terminada!

por **Doreen Jussieu** Mar Abr 29, 2014 8:57 am

FICHA APROBADA
BIENVENIDO A VICTORIAN VAMPIRES

TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADA DE CÓMO SE MANEJA TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MAL ENTENDIDOS, Y SI TIENES ALGUNA DUDA O ACLARACIÓN SOBRE CUALQUIER COSA, NO DUDES EN PREGUNTARME A MÍ O A OTRO ADMINISTRADOR, ESTAMOS PARA AYUDARTE.

QUE TE DIVIERTAS.

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