Pourquoi me revéiller

Paris, cuidad hermosa y llena de parajes de asombrosa belleza, metropoli de la moda actual y capital de la gran Francia, todas estas cualidades hacian de esta cuidad inigualable y tambien muy envidiable pero por otra parte estaba ese lado oscuro que nadie conocia. Un lado donde las bestias mas horrendas aguardaban a sus presas, un lado donde los crimenes mas atroces se cometian con singular alegria y descaro, ese lado que los nobles evitaban pisar o siquiera oir mencionar.

Para Wilhemina eso no era mas que banalidades e hipocresia de la gente, si bien ella habia nacido en cuna de oro, la vida que ahora llevaba le habia enseñado la humildad necesaria para poder fingir que era una simple y ordinaria humana que por lo regular parecia enferma por lo palido de su piel pero nadamas, absolutamente nadie se habia preguntado como Lady Von Hucht habia llegado a esas tierras y francamente con que intencion. Esa noche caminaba en compañia de Antoinette, su dama de compañia actual, pues segun los rumores habia ido de compras y aun no veian la hora en la cual llegaria a su mansion, obviamente la unica que sabia de su condicion sobrenatural era Antoinette y solo por que Lady Von Hucht bebia de ella de vez en cuando solo para no perder la compustura cuando no salia de caza.

Sonreia malevolamente cuando al alzar su apretado vestido los hombres le miraban con lujuria y deseo, no podia creer lo imbeciles que podian llegar a ser y peor aun, que eran tan infantiles como un niñato pequeño, podia facilmente embaucarlos y degollarles como los animales sin corazon que eran pero esa clase de pensamientos se los resguardaba solo para su corrompida alma y su deteriorada mente.

]Antoinette, por favor no te atrases que debemos llegar a casa lo mas rapido posible o podrian sospechar...- le dijo amablemente a su acompañante, aun era no se metia por completo el sol pero no podria molestar a Lady Von Hucht debido a que los rayos del sol ya estaban a punto de extingurise. Si Madame..- se limito a decir Antoniette y le siguio el paso, rapidamente. Luego de esto Wilhemina sintio que alguien le seguia sigilosamente, ella simplemente saco los dientes y se preparo para atacar, sonrio para si misma y espero pacientemente, aquella persona que la seguia toparia con pared si pensaba que ella seria una presa demasiado facil

El sol matizaba el cielo en escala de dorados, anaranjados pardos, amarillos intensos y rojos tenues, llevaba en el bolsillo un pincel nuevo y un botecillo diminuto con pintura negra, no le habia alcanzado para mas mas tampoco asi lo necesitaba lo que tenia la bastaba y no era avaro para desear lo que no podia poseer tampoco con conformista cavia decir sencillamente amaba lo que hacia y si por hacerlo como le gustaba debía vivir en aquella miseria no veía el porque eso antes que volverse un hipócrita mas de esa sociedad decadente y ahora teniendo una boca mas que alimentar no podia darse el lujo de comprar el pincel mas grande o el bote de pintura mas costoso.

Sus zapatos resonaban suavemente contra el empedrado a cada paso un sordo clap-clap que a le figuraba los aplausos que jamás recibiría, una obra, claro eso le recordaba como cuando los actores se despedían del publico estos les agradecían su trabajo con aplausos era algo inusual ¿Por qué un aplauso y no un zapateo? Comprobaba que sonaban bastante parecido…clap-clap, su atención se vio inmersa en aquello, en el tamboriteo de sus pies y la melodía del viento y el el bailarin que ejecutaba los movimientos tan cual la pieza lo indicaba con un andar preciso, constante.

Ensimismado en todo aquello levanto la mirada solo para toparse con un rostro ajeno, a primera instancia pensó que la dama tenia un exceso de maquillaje en el rostro aunque era inusual la forma en le observaba como si desde antes de llegar a aquel punto supiese que iba a hacerlo como si hubiese estado escrito y ella como una sacerdotisa hubiese podido leer y anticiparlo ¿lo estaba esperando? –disculpe- murmuro enarcando una ceja, aquel rostro no le era conocido y tampoco era usual sino que guardaba algo celosamente en su interior algo que aun asi lograba exteriorizares.

Observo con sus ojos color de miel los pardos de la dama, siendo devorado por ellos una cantidad cuestionable de segundos, aparto la mirada parpadeando dos veces seguidas como para despertar de aquel letargo en el cual se habia sumergido instantes atrás -¿se le ofrece algo doamna?- le cuestiono con tranquilidad observando sus labios, esperaba que dijese algo para descartar la posibilidad.

{doamna: señorita en rumano}

Esperando, sigilosa a que aquella persona que la estuviese siguiendo se topara con ella se quedo ahi un par de segundo quieta con la presencia de su dama de compañia justo al lado de ella, el sol se habia terminado de meter ya no tendria problemas de cuestiones ¨dermicas¨ por asi decirlo y ella exhalo aliviada ante aquel proceso ciclico del mundo. Erguida y elegante como la dama que era se levanto un poco el vestido para poder caminar un poco mas hacia la derecha y despues de algunos segundos llego la horrible sensacion de la decepcion, no era algun maleante o algun otro ser nocturno en busca de venganza, ciertamente a estas estancias del juego la mente de Frau Wilhemina se tornaba un tanto paranoica, pero despues de lo que ella habia vivido cualquiera se portaria de esa forma, pero eso nadie lo tenia por que saber o siquiera pensar.

Luego de algunos instantes vio a un joven de aspecto arrabalero y ruin de inmediato hizo un gesto reprobatorio hacia el joven pero esa mocion que recien habia adquirido del caballero al escuchar su voz y observar que no era un cualquiera, que por lo menos tenia los modales para tratarle de usted y ademas un acento bastante parecido al suyo, posiblemente de Rumania o Hungria, sin lugar a dudad en estos tiempos se podria esperar cualquier cosa de las personas de bajos recursos, todo menos buenos modales y hasta cierto punto le parecio entretenido al Madame Von Hucht.

-Perdone Monseuir, si le molestó mi fuerte mirada, sucede que no pude evitar verle a lo lejos, me parecio conocido...disculpe las molestias..con su permiso..- menciono con fingida culpabilidad, se le podia notar un fuerte acento extranjero seguido con un suave tintineo ingles al decir las ultimas silabas, si el se percataba de que ella no era francesa podria representar una buena excusa para poderle convencer a que tomase algun refrigerio con ella y entablar una conversacion. Un buen tema seria el ser, por asi decirlo ¨¨paisanos¨ al ser cercanos en cuanto al pais de origen, posiblemente ella estaba equivocada con el pero no dudaria en salir de dudas.

Ella implentaria dicha conversacion para poder asegurarse de que aquel hombre fuera un buen banquete, Madame Von Hucht le veria como una presa mas a su colección, y adecir verdad, el joven no estaba nada mal fisicamente y el latido de su corazon a traves de su yugular era aun mas apetecible.

Aquel gesto despectivo dela mujer hecho hacia para con el cuando se mostro le hizo sentirse repudiado, enarco una ceja de forma no obvia por el tan usual flequillo que solia cubrirle la frente casi en su totalidad ¿de que servia la educación si a un le tachaban sencillamente por como lucia? El tenia mucha mayor inteligente, sapiencia, valores y cuanto al mundo se le ocurriese mas que muchos ricos y duques se atrevía a decir.

Sus oídos se pusieron atentos cuando hablo no era un acento típico de un parisiano el mismo sabia que su acento no era tan remarcado solo cuando hablaba su lengua natal y su nombre aquel que delataba siempre su procedencia y el suelo que le habia visto nacer y crecer, asi como sufrir, se lo pensó unos instantes antes de avanzar unos pasos hacia ella para cuestionarla al respecto ¿y si habia estado alguna vez en Rumania? ¿Qué podia contarle de ella? –disculpe- llamo en voz baja ubicándose a un lado de ella y aun asi guardando su distancia.

-lamento si e sido descortés no fue mi intención…en fin no e podido evitar notar su acento…¿de donde es?- le cuestiono curioso y deseoso de que le dijese Rumania su natal Bran, tierra de Vlad Dracuela pensar que toda su vida habia estado rodeado de esas historias, de vampiros y muertos vivientes, de leyendas y mitos y no habia logrado creer en ellos sino hasta algunas semanas atrás…su tia tenia tanta razón aquella mujer regordeta de menudas carnes cuando era niño pensaba que les contaba aquellas historias para asustarlos y que no salieran por las noches.

Una joven iba halado de con quien hablaba aunque lucia sumisa y sin intención alguna de hablar, le observo unos instantes cuestionándola con la mirada debía ser una dama de compañía de o algo asi y si la mujer a su lado la poseía significaba que era de alta estirpe, comprendía ahora porque de aquella mirada tan llena de petulancia y arrogancia aunque se habia disculpado y eso hablaba bien de quien fuese.

Le observaba con extraña fijeza no iba a decir nada mas puesto que nada sabia de ella pero si podia contarle algo de Rumania…ese era el motivo saber de aquel lugar que habia abandonado hacia tanto le daba curiosidad saber si su padre estaba aun con vida y que era de el aunque claro eran cuestiones de la joven no podría contestar, quería saber que habia sido de su vida…si era tan miserable como la de el.

Relaciones sociales. Asi se les llamaba a las casuales conversaciones que daban pie a grandes alianzas o simples convenios. Se usaban en la guerra, en los negocios, en el amor..., entre otros. Esa ocacion el joven de acento extranjero habia caido en la telaraña que finamente Wilhemina habia tejido con el fin de alimentarse y para eso debia anredarlo fina y cuidadosamente en sus redes para despues tomarle por el cuello y beber de el hasta saciarse. Habia pensado que pudo haber sido algun otro ser nocturno queriendo atacarle o un cazador ( los cuales se estaban poniendo de moda) pero era una refrescante sorpresa que solo era un humano de notable clase baja que llevaba unos articulos de pintura en las manos.

-Ah!! un artista...bohemio y conservador...idealista y perseverante...que delicia!! pensó la alemana muy dentro de si, se relamio los labios lentamente sin dejar que el joven la observara y de inmediato cambio su tono de voz por uno mas agradable.

Le ordeno a Antoniette que se adelantara sin nisiquiera hablar, con la pura mirada su dama de compañia entendio perfecto lo que su señora le comunicaba y todo eso para que la dejara a solas en compañia del joven. Luego de esto volvio a sonreir para ella misma y se dirijio con el joven para responderle la interrogante que le habia hecho anteriormente.

-Digame joven...en que le puedo servir?...- menciono la alemana luego de que el joven se parara a un lado de ella.

-Le parece poco común mi acento?...le confieso que efectivamente no soy de aqui y por lo que veo usted tampoco...me equivoco? y para responder su pregunta soy de Hamburgo, Alemania...Herr....- dijo Wilhemina para concluir con la pregunta, esperaba que con la ultima frase que ella habia dicho el entendiera que le estaba pidiendo su nombre, es decir que se presentara pues estaba muy mal visto que dos completos desconocidos caminaran en la noche y mas si una de esas personas era una vampiresa con los suficiente reputacion como para ser carcomida por los chismes y las habladurias.

Ella le sonreia descaradamente, pues no dejaba de expresarle al chico que en verdad le gustaba y mas aun que le parecia tan antojable que no le importaria que fuese el mas pobre de toda Francia si con ello ella probaria su deliciosa y calida sangre.

-oh disculpe…- murmuro ciertamente desanimado por su reciente revelación hubiese dado tanto por saber como seguía Rumania o por simplemente conocer a alguien natal de su misma tierra poder entablar una conversación sobre las costumbres del lugar, los paisajes y comidas, cualquier cosa que le regresase unos instantes a lo que alguna vez fue su hogar y del cual habia tenido que irse por principios propios, habia tenido que dejar todo para llegar a un lugar en el que nada le esperaba.

-Anuar Dutuescu- pensó conocía un poco del alemán apenas y lo existencial –wie heisst du?- le cuestiono con un acento demasiado rumano, sonrio de medio lado encogiéndose de hombros con tranquilidad mientras andaba –ich komme aus…-¿Cómo se decía Rumania en alemán? Lo pensó largos instantes intentando recordar al final sonrio apenadamente negando –Rumania- finalizo en un idioma que ambos conocían sabia alemán si pero no como para entablar una fluida conversación apenas y algunas cuestiones y palabras al azar.

Se giro a verla sorprendiéndose asi por aquella cínica sonrisa que con descardo le ofrecia, enarco una ceja al ver su perlada dentadura, mas ella habia estado afuera aun con el sol saliente ¿cierto? Respiro profundamente comenzando a agitarse “no Anuar no, manten la calma” pensó relamiendo sus labios sabia que los vampiros sentían el miedo y los nervios de las personas y que algunos lograban leer los pensamientos ¿era ella un vampiro? Comenzaba a dudarlo enormemente.

Desvio la mirada al frente y directa al suelo, aquel que tras algunos pasos terminaría pasándole por encima, debía irse fuese o no un vampiro no planeaba correr el riesgo se habia dejado llevar por hechos inciertos y algunas palabras que bien podrían haber sido un asecho, una trampa a la cual el habia caído cual estúpido animal, se mordió el labio inferior debiendo mostrarse tranquilo –ha sido un placer doamna pero alguien espera mi regreso y si no llego seguramente se preocupara- mintió sonriendo de medio lado al tiempo que inclinaba el rostro a modo de despedida y aceleraba el andar por el empedrado.

Si sus supersticiones eran ciertas aquella no supondría ser una despedida agradable en cuanto doblase la primera esquina correría hasta llegar a su vivienda hay cuando minimo podría estar Sophia…no no podría pensar en llevarle sus problemas a alguien mas “basta Anuar pueden también ser ideas tuyas” pensó asintiendo internamente y cuanto deseaba que asi fuese.

Wilhemina observo al joven un poco decepcionado ante la respuesta que ella le habia dado anteriomente, arqueo una ceja y comenzo a mirarlo fijamente de abajo hacia arriba, pasaban los minutos y ese joven le parecia cada vez mas encantador, incluso mas de lo que ella creia. Sinrio friamente el miedo que comenzo a recorrer al chico y sus ganas de no hacerlo tan obvio, Wilhemina podia escuchar el latido de su corazon que cada vez latia mas rapido debido a ella. La agitacion no era una sensacion que se podia ocultar facilmente pero Anuar de verdad se esforzaba en guardarla solamente para el y no exponerse ante la germana.

Le habia preguntado timidamente su nombre en un aleman bastante obtuso y poco entendible, la falsa condesa rio para si misma y capto perfectamente el por que de su pronunciacion tan garrafal, pero se le agradecia el gesto de tratar de comunicarse con ella en su lengua madre. Ciertamente en aquella epoca el saber otra lengua ademas de la natal y la francesa significaba que no era un pobre diablo simplemente, este chico tenia conocimientos y eso le era aun mas agradable a la teutona.

-Ich bin Wilhemina Von Hucht, Gräfin von Hannover..Ein Vergnügen, Sie zu treffen,Mein Herr Anwar..- dijo cordialmente con una debil sonrisa en los labios, para luego tomarse los costados del vestido y hacer una leve reverencia. Los modales para Wilhemina estaban ante todo y siempre hacia lo posible por que siempre fuera asi. Nunca le habia gustado ser grosera o descortés, ni en su vida mortal asi que no habia una verdadera razon por la cual debia serlo ahora.

Trato de no parecer amenazadora, debia tener cuidado con lo que decia y hacia por que ante la expresion de miedo del joven eso signifcaba que al menos de daba la ligera idea de la clase de ser que ella era y no le convenia a el en lo absoluto hacer tal afirmacion asi que mejor obto por no ser tan descarada y mantuvo sus blancos colmillos escondidos hasta que el joven volviera a confiar en la situacion.

Pensaba tambien en ser gentil y pedirle amablemente que dejara que ella se alimentase para luego luego desaparecer y no volverlo a molestar, debido a que ella nunca repetia de fuente de alimento, pero por otra parte estaba la opcion mas belicosa pero tambien mas divertida, infundir el miedo, verlo correr despavorido hacia ningun lugar, capturarle como su fuese un indefenso raton y luego asesinarlo de la mas cruel de las formas. Solo de una cosa ella estaba segura, cualquiera de las dos formas el chico saldria corriendo y no cooperaria asi que mejor opto por no presionarse y no
amedrentar de mas al joven Rumano.

- ah y se dice Rumänien, joven Anuar...- ella hablaba de como se podia traducir Rumania al aleman tratando de mejorar la situacion para convertirla en algo mucho mas agradable.

Luego de unos segundos vio que en la mirada del joven , el miedo estaba tapizado en su iris y en su pupila, hizo un gesto reprobatorio ante tal hecho y de inmediato puro sus inmensos e profundos ojos grises en los de el, no era presisamente Control mental lo que estaba haciendo, si no que atraves de la mirada de estaba convenciendo de que se quedara con ella un rato mas, que no habia por que preocuparse, que ella no mordia en lo absoluto...¿o si?

Escucho atentamente lo que sus labios pronunciaban en alemán tenia aquel acento tan propio de los suyos, con la r marcada guturalmente y las w inversas a las v conocias algunas reglas de escritura y pronunciación mas hacia cuatro años que no asistía a clase alguna y habia optado por seguir intentando saber mas con los pocos conocimientos que tenia pero era sumamente difícil intentar saber como pronunciar las palabras basándose en libros, hojas de papel vacias con contenidos de aprendizaje no era como la literatura de ocio aquella en que las imágenes cobraban vida y lo escenarios parecían pinturas, aquellas que le permitían idear y hacer funcionar.

Giro sonriendo de medio lado –vielen danke- murmuro ladeando el rostro unos centímetros y fue entonces que sus pupilas se perdieron en los de la joven y le sumieron en un letargo ¿Qué estaba haciendo?¿que hacia antes de perderse en aquella inmensidad? Sentía su cuerpo liviano como suspendido por una fuerza ajena a el, se sentía en un barranco con el aire acariciando su cuerpo luchando por no caer por no entregarse a aquella nada porque si caia no abria forma de regresar y si no regresaba no abria forma de huir.

Sus parpados se entrecerraron como si intentase resistirse a aquel impulso de quedarse el deseaba irse el quería llegar a su vivienda y no recordar aquel encuentro sino únicamente como una amena charla que habia tenido con una alemana, con un vampireza no quería decir pues no estaba seguro de ello ¿no lo estaba? Cayo al barranco como un costal, sin soporte, pestaño lentamente observándole como si el impulso de haberse ido jamás hubiese existido como si la simple idea de hacerlo no fuese mas que un sueño uno del cual no se acordaba y del cual se acordaría cada vez menos.

-¿y conoce usted Rumania?- le cuestiono como si la charla hubiese sido ininterrumpida le punzaba algo en el interior aquel algo que le incitaba a marcharse mas el impulso se veía reprimido –es un lugar bastante ameno aunque las personas pueden ser algo frívolas no tienen la calidez de las personas costeras- le explico pensando en su natal y podia asegurar que cada país era un mundo diferente costumbres e ideologías que parecían no poder coexistir, ideas y plasmaciones del intelecto que a ojos ajenos eran meras aberraciones, el mismo un artista marginado sin un futuro tangible sino incierto, que azares del destino o caprichoso destino le habia llevado a tantos malos caminos “los caminos no están formados, uno los hace con su andar” que ciertas y que erróneas las palabras que llenas de falsedad y de arte –si no es demasiada intromisión ¿Qué hace una alemana en tierra de franceses?- le cuestiono curioso mas siempre con aquel halo de indiferencia como si realmente no pudiese sentir –y sobre todo una de clase alta…lo supuse por su…compañía- le indico señalando con la mirada a quien se habia adelantado a ellos.

Sus instintos le decían corre y su cuerpo le gritaba aguarda, sus pensamientos eran poco elocuentes ¿pero cuando no lo eran? Su mirada se perdió nuevamente en aquellos inmensos ojos.