De Gaudí ID

▪ Mariano De Gaudí ▪

▪Nombre: Mariano De Gaudí
▪Edad: 26 años
▪Especie: Humano
▪Tipo, Clase Social o Cargo: Realeza - Conde de España
▪Orientación Sexual: Heterosexual
▪Lugar de Origen: España

Su carácter siempre ha sido fuerte sin resultar grosero, es un aspecto lánguido en sus ojos aceituna que le da un aspecto sombrío y melancólico o al menos eso dicen las personas que han cruzado palabra con él de vez en cuando, mostrando un semblante serio y frío sin estar molesto precisamente. Respeta las ideologías de las personas dentro de lo que considera correcto, puede hablar de forma seria cuando la ocasión lo amerita o reír disimuladamente. Nunca se le ha considerado el “alma de la fiesta” pues la mayor parte del tiempo prefiere estar solo, leyendo o tocando el piano.

Si hay algo que no soporta en este mundo es la injusticia, ver cómo la gente hace daño sin más, es amable con todo mundo en primera instancia. Te tratará como tú lo hagas. Respétalo y recibirás lo mismo de su parte, haz lo contrario y habrás encontrado en él un enemigo. Si te ganas su confianza hará hasta lo imposible por protegerte. Siempre directo, no se anda con rodeos, le cuesta trabajo hacer amistades por esta misma razón. No busca relaciones en concreto, le gusta que las cosas avancen a su ritmo, el apresurar las cosas tan solo significan una pérdida de tiempo.

Luchar y conseguir lo que quiere por sus propios méritos es una constante en su vida, aunque hasta cierto punto lo hace un poco testarudo ya que no le gusta pedir ayuda, a menos que las circunstancias lo obliguen a hacerlo. Evitará a toda costa hablar sobre su pasado, no preguntes algo que no está dispuesto a compartir. No le gusta llorar frente a las personas, prefiere reservar su dolor para sí mismo, tampoco le gusta ser una carga en la vida de otras personas, como todos en sus malos momentos suele ser explosivo.

Nacer en noble cuna no siempre es un privilegio como muchos lo creen, el encierro y las falsas apariencias pueden llegar a ser el detonante de muchas cosas. El primer primogénito del matrimonio de Eugenia y Salvador De Gaudí murió a los 5 años de edad ahogado en una pequeña laguna  por descuido de su nana, dicho acto provocó que los padres cayeran en una terrible depresión. El segundo y único hijo nació 3 años después de la muerte del primero y fue nombrado Mariano. Proveniente de una ilustre familia, donde fue enseñado  no solo a leer y a escribir, sino a conocer el arte de la guerra, el pequeño recibió educación privada de todo tipo con el afán de recibir todo el trato que el primer niño no pudo tener, la pareja tenía sumo afecto por este aunque en cierto modo vivió bajo la sombra de su hermano por sentir que sus padres lo veían como un sustituto.

Se mostró como un alumno excepcional todo el tiempo y con afán de aprender toda clase de cosas. Durante los días de verano jugaba en el enorme jardín en la parte de atrás como cualquier otro niño y en invierno se acostumbró a escuchar las piezas de piano que Eugenia tocaba para él, esto influyó de manera significativa en el acercamiento del pequeño al mundo del arte. Poseía pocos amigos entre los vástagos de la pequeña y  vigorosa aristocracia con quien su padre se relacionaba y según parecía, caía bien a todo el mundo a pesar de mostrarse como un pre adolescente un tanto solitario. A la edad de 13 años y pese a la oposición rotunda de su padre  decidió emprender un viaje a Londres con el afán de alejarse de ese encierro y de realizar una vida propia, una vida que no fuese regida por nada ni nadie.

En su estancia en dicho lugar se desarrolló en el área de música y letras, los rumores sobre extraños seres que convivían con los humanos y que caminaban de noche empezaron a hacer ruido por todos lados. Nunca se mostró escéptico a eso, pero tampoco era algo que le preocupara. A la edad de 23 años se casó con una chica de clase media de nombre Minna, este hecho enfureció a su padre quien de inmediato lo desconoció como hijo suyo. Su madre en cambio intercambiaba correspondencia con Mariano, al poco tiempo le dio la noticia que se había convertido en abuela. Una efímera paz en la vida del joven le trajo alegría, pero esto no duraría mucho tiempo, la tuberculosis empezaba a cobrar vidas propagándose por doquier, siendo su pequeña familia parte de las estadísticas. Mariano estaba solo nuevamente.

Así permaneció por un año más, viajando de aquí a allá, conociendo muchas clases de personas sin llegar a entablar una relación demasiado profunda con nadie, en las cartas dirigidas a su madre tan solo le hacía saber que se encontraba bien, a secas. Y fue una de estas últimas misivas donde se informó del estado grave de su padre, regresó nuevamente a España como el hijo rebelde que clamaría perdón y se hincaría ante el lecho de su moribundo progenitor. Su madre con menos jovialidad que antes le hizo saber que había sido envenenado, o mordido por algún ser sobrenatural. Mariano nunca descartó esta idea pero eso no importaba ahora, apenas le alcanzó el tiempo para hablar nuevamente con su padre, redimiéndose ante él y entonces pudo morir en paz. Cargando sobre sus hombros ahora el título nobiliario que siempre rechazó, partió a Francia sin un motivo en particular, estaba alejándose nuevamente.

-Es muy hábil con la espada y armas de fuego.

-Porta siempre un par de guantes de cuero negro, mismos que solo se quita al momento de ejecutar el piano.

-Posee un reloj de bolsillo, regalo de Minna.

-Visita la tumba de Eugenia, quien lo acompañó a París y murió al poco tiempo.

-Mantiene correspondencia con personas que considera importantes y con su madre a pesar de que ya está muerta.

-Fuma y bebe cuando está deprimido.

-Odia la hipocresía.