Rezando (Delmau)

por **Danielle Dufour** Dom Ago 29, 2010 2:55 pm

Habia ido con mi nana hacia la catedral,ya que ella queria rezar un poco y yo tenia que ir,arrastrada,no me gustaban las iglesias,eran tan aburridas.Salimos del carruaje y entramos a la hermosa catedral que se encontraba en paris,pasamos haciendo una pequeña inclinacion acercandono mas hacia al altar para tomar un asiento adecuado y recibir la misa.

Respiraba hondamente,hacia algo de calor alli adentro,habian muchas velas y velones encendido y estaba medio oscuro,divise a las personas que estaban alli y miraba si habia alguna salvacion de que me sacara de la iglesia,me mordi el labio esperando esa gran oportunidad de escapar,le pedia a dios para que me diera una señal y asi salir corriendo de ese lugar tan aburrido.

Comenzaron las partes de las plegarias y mi nana me avisaba que comenzara a sacar mi rosario para empezar a rezar y asi lo hice con algo de deje de pereza,disimule que rezaba,pero en realidad miraba a todos entre el rabillo del ojo,para poder escapar.

por **Dalmau Bonmatí** Miér Sep 08, 2010 8:11 pm

”Dios” fue mi único y primer pensamiento en los dos últimos minutos. Quizás esa palabra sirviera para expresar mi pesadumbre o, sencillamente, para exhortar al ser que llamaba y que no me respondía. Sinceramente no sabía bien qué hacía allí, con mis rodillas clavadas sobre el banco de madera, rezando y suplicando por una señal, una señal que me sirviera para recuperar aquella fe que me habían inculcado años atrás y que, ahora, nadie parecía saber devolverme. Debía creer, tenía que creer. Mi alma se desgarraba en una angustia interna cuando me encontraba yo solo con mis pensamientos, aquellos que se encargaban de, por medio de la razón y la posibilidad, echar a bajo cualquier atisbo de esperanza, cualquier rendija por donde aquella emoción perdida pudiera volver a entrar. Tiempo hacía ya que dudaba de la existencia de ese ser que creía necesario para mi propia supervivencia, pero, sin embargo, la situación no había mejorado en absoluto.

Mis manos se encontraban juntas, cerradas en torno al rosario, contando las cuentas al tiempo que recitaba aquellas oraciones pero, al contrario que los que me rodeaban, lo hacía en catalán. Mis ojos se hallaban cerrados y mi expresión era de desolación, como si temiera por el alma de algún pariente o amigo cercano o, por el contrario, como si tuviera un imperdonable pecado que expiar, como, de hecho, en realidad era.

- ” Déu vos salve, Maria, plena sou de gràcia; el Senyor és amb Vós…” – nada; ni siquiera la virgen, la intermediaria entre Dios y los hombres, parecía capaz de acudir en mi ayuda. Necesitaba recuperar mi fe, antes de que la falta de la misma acabara por consumirme

Abrí los ojos. No podía irme en mitad de un servicio, sería una grave falta de educación, tanto al párroco, como a los presentes, como al Altísimo. En cambio, sin mover mucho mi postura, giré la cabeza dirigiendo mi mirada a mi derecha, donde pude vislumbrar a una muchacha de cabello, no sabía si castaño bastante claro o, quizás, de un color cobrizo. Sus ojos, claros, resaltaban aún así sobre el pálido de su piel, ya que tenía una mirada curiosa, quizás penetrante, aunque no por ello parecía ésta dejar de ser amable. Al parecer la muchacha andaba algo distraída, y eso fue precisamente lo que llamó mi atención, pero no hubiera sido cortés interrumpirla o ponernos hablar en mitad del rezo.

por **Danielle Dufour** Vie Sep 17, 2010 3:15 pm

Tenia ya el rosario en las manos y comence a resar- Notre Père qui es aux cieux, ton nom soit sanctifié, que ton règne vienne, que sa volonté soit faite sur la terre comme au ciel, donne-nous aujourd'hui notre pain quotidien, pardonne-nous nos offenses comme nous pardonnons aussi à ceux qui nous ont offensés,ne nous mettent pas en tentasion délivre-nous du mal Amen-movi entre mis manos el rosario,para tocar la otra perla y seguir con la oracion,lo hacia algo fuerte para que mi nana viera que si era religiosa y la acompañaba en el rezo,luego continue con el ave maria y cerraba un ojo,mientras abria el otro para ver a los demas.

Chasquie mi lengua bajamente,pero mi nana tenia un oido agudo que escuchaba todo,lo escucho y me miro con mala cara,la cual yo me encogi de hombros-Desole-mire a las demas personas que tambien me miraban mal,suspire hondamente y en cuando iba a desviar mi mirada para seguir rezando,note que un chico que estaba a mi lado,aunque teniamos un poco de distancia me estaba observando,me sonroje,pero le sonrei,era el unico que no me miraba con enojo.

Era un chico muy apuesto,se veia por su ropa que tambien era de una economia alta,puede que mi padre conocia a su familia,pero yo era aveces muy olvidadisa,para recordarme de los nombres de las familias mas prestigiosas de pari,observe como los demas continuaban su rezo y yo hice lo mismo ya que mi nana me daba con la mano sobre la pierna,pero suavemente porque no me escuchaba rezar,comence a murmurar,mientras mis ojos se deslizaban a ver al chico con una mirada algo picarona.

por **Dalmau Bonmatí** Miér Sep 22, 2010 8:06 am

- Pare nostre, qui esteu en el cel, sigui santificat el vostre nom… - era inútil. Mi voz se tornaba en un cántico sumiso, en una repetición sin sentido, un movimiento mecánico de labios que poco podía tener de sentimiento hacia un Dios ausente, un Dios que no se me quería presentar ni ayudar. ¿Cómo podía creer en algo que se me negaba? Y quería, juro que quería, pero, sencillamente, no podía. Un gesto de frustración se instaló en mi rostro al tiempo que terminaba aquel absurdo rezo - … i no permeteu que nosaltres caiguem en la temptació, ans deslliureunos del mal. Amén.

“Cinco minutos más” me dije esperanzado, intentando relegar aquel pesar a algún lejano lugar de mi corazón, pues ese era el tiempo que creía juzgar que faltaba para el cese de aquella función que, a mí, se me presentaba vanidosa y banal. De todas formas, no todos allí parecían tener aquella fe devota e irremediablemente cristiana y católica, pues aquella señorita que de vez en cuando llamaba la atención de mi mirada, quizás un gesto algo descarado por mi parte, no parecía estar muy contenta con aquella interminable hora que todo buen creyente y practicante debía repetir, al menos, una vez a la semana. Mis ojos la interrogaron, aunque pronto pude ver que, más que rezar de sentimiento, ella predicaba palabras vacías, repetitivas, así como yo mismo lo hiciera, solo mostrando interés por aquella mujer que había descubierto a su vera. No tenía conocimiento acerca de su nombre o posición, aunque, con seguridad, podía asegurar que también era de clase acomodada, lo cual justificaba su estancia en la catedral, pues, como todos nosotros debíamos aparentar. “Bueno, como todos nosotros no” me corrige. Yo ya no formaba parte de aquel mundo de apariencias, no al menos desde que una sucesión de desdichas y revelaciones hubieran acabado con mi fe en el mundo que se me había enseñado hasta hacía alrededor de un año atrás. Fuera como fuese, lo que creía ver en aquel momento era que aquella muchacha había logrado apartarme momentáneamente de mis preocupaciones, encerrándome en la duda que se refería acerca de quién se tratase ella, la cual no podría solventar hasta que no acabase esa misa.

por Contenido patrocinado

Rezando (Delmau)

Rezando (Delmau)

Re: Rezando (Delmau)

Re: Rezando (Delmau)

Re: Rezando (Delmau)

Re: Rezando (Delmau)