Diamantina Chatziantonioli

por **Persephone** Vie Ago 01, 2014 4:40 pm

Persephone

Esos caminos fueron ecos y pasos …

Datos Basicos

Diamantina Chatziantonioli
25 años
Humana
Prostituta
Clase Baja
Heterosexual
Grecia

Descripción Psicológica

Vulgar, salvaje, políticamente incorrecta, desvergonzada, irresponsable. Cuando de pequeña se es despojada del amor, de la dignidad, de la educación y de la identidad, sólo puede resultar alguien como Persephone. Una mujer baja, ambiciosa y egocéntrica, que sólo busca el beneficio personal. Sin sentimientos aparentes, es inconmovible y no conoce el significado de la palabra compasión. A pesar de no haber recibido instrucción, es inteligente, sagaz y poseedora de una lengua viperina letal si toma a la persona indicada desprevenida.
Detrás de su imagen de seguridad y altivez, se encuentra una muchacha que evoca, en completo secreto y total silencio, los pocos recuerdos que posee de su infancia feliz, rodeada de amor y juegos inocentes, en los que soñaba con ser princesa y casarse con el guapo príncipe encantado. Pero la adulta se encarga, con rapidez, de despellejar esas memorias que sólo corroen su corazón maltrecho.
El haber sido sometida a vejaciones y tratos que rozaban lo inhumano, la volvió rebelde y violenta, que se encuentra constantemente a la defensiva. Tiene un corazón duro, pero puede llegar a ser muy susceptible con nimiedades, que se contradicen por completo con lo que muestra hacia los demás.

Historia

Diamantina, la tercera hija del matrimonio Chatziantonioli, nació prematuramente un 12 de Noviembre, en la residencia que la familia poseía en Trípoli, capital del Peloponeso. Yorgos y Ademia eran un matrimonio feliz, que transmitían amor y educaban a sus hijos en la comprensión y compasión. A pesar de ser una de las familias más tradicionales y ricas de Grecia, de ser católicos practicantes, jamás fueron tocados por la ortodoxia de la religión, una de las características principales del país. La pequeña creció rodeada de risas y unión, a pesar de los constantes viajes de su padre, un destacadísimo abogado. Sin embargo, todo lo bueno, bello y apacible de sus primeros seis años de vida, se derrumbó el día que Yorgos decidió terminar con su existencia. El mayor de los hijos lo encontró colgado en su estudio, en la ciudad de Atenas, lugar a donde se habían trasladado pocos meses antes.
Sin embargo, el suicidio de su padre sería el menor de sus problemas. Los aprietos económicos comenzaban a crispar a Ademia, que se dio al alcohol, incluso estando embarazada de su último hijo. Diamanatina agradecía la presencia de su padrino, que tomó, rápidamente, el lugar de patriarca y al cual ella se aferró para sobrellevar la pérdida dolorosa, pero de la cual aún no tenía suficiente consciencia. Para ella, su papá se había convertido en una estrella que velaría sus sueños, y los ataques de histeria de su mamá, desaparecían cuando apretaba fuerte los ojos y se tapaba las orejas.
Un atardecer, volvía a su casa en compañía de su nana, que la había llevado a su clase de piano, ya que una institutriz que viviese en la residencia, era un gusto que no podían darse. El carruaje se detuvo de pronto, se escuchó un tiro y la portezuela se abrió, mostrando a cuatro hombres vestidos de ropaje oscuro y rostros hoscos. Agarraron a la mujer de los pelos, la tiraron al suelo y la ejecutaron ante los ojos anonadados de la pequeña, que no pudo gritar, ni moverse. Sólo cayó en la cuenta de la realidad, cuando uno de los asaltantes la tomó en sus brazos, la sacó del interior y la montó a su caballo. El viaje lo hizo en un total estado de abandono y ausencia, como si aquello no estuviera sucediéndole.
Por dos meses vivió en un sótano oscuro, junto a otras niñas, hacinadas y mal alimentadas. Todas tenían más o menos su edad, y a veces se las llevaban y no volvían, y a veces, traían muchachas nuevas. Ninguna hablaba el mismo idioma, y a pesar de que Diamantina sabía leer y escribir, no había avanzado tanto en sus lecciones de inglés y latín como para poder entenderse con extranjeros. Un día, le tocó el turno de partir. Su carácter sumiso le impedía hacer preguntas, y se dejó llevar por una mujer regordeta, que la higienizó y atavió con plumas, sedas y encajes, la maquilló y hasta le dibujó un lunar al costado de la boca. Luego la llevaron a un salón donde el humo la hizo toser y estaba lleno de hombres borrachos y mujeres que vestían parecido a ella. Cruzó por un pasillo largo y la empujaron hacia la última habitación. Allí la recibieron otras féminas, parecidas a las que había visto antes.
Un hombre se presentó, era árabe, y le contó que ahora le pertenecía. Le preguntó su nombre. “Diamantina”, respondió tranquilamente. “Hoy cumplo siete años”, fue la contestación a la pregunta de su edad. Las mujeres le besuquearon las mejillas y le desearon feliz cumpleaños, y ella rió porque le hicieron cosquillas. Pensó que todo iba a estar bien, y hasta se atrevió a preguntar si la llevarían con su mami. La respuesta fue un no rotundo. Lo que siguió a esa corta entrevista, fue que le quitaron todas sus prendas y la dejaron desnuda frente al hombre. La niña jamás olvidaría la forma en que se relamió los labios al observarla de arriba abajo. Luego la tomó de la mano y la guió hacia la enorme cama repleta de almohadones y le pidió que se acostase boca arriba. Ella estaba inmóvil, atemorizada y confundida. La piel se le erizó cuando el extraño volcó vino en su pecho, su vientre y entre sus piernas. Dio un respingo cuando él le separó las piernas y su boca comenzó a jugar allí donde ella sabía que no debía. Fue la primera de unas cuantas veces, hasta que semanas después, en las que no sólo él, sino las mujeres le habían hecho lo mismo, la habían quemado con cera para velas y hasta la habían golpeado hasta hacerla sangrar, que la subieron a un barco. Nunca supo a dónde fue, sólo que los ultrajes, cada vez, eran peores.
Se convirtió en la favorita del árabe, y en su amante tras cumplir diez años. Ella lo odiaba, cada segundo más. Y había encontrado la forma de molestarlo: ya no rogaba ni lloraba cuando él o sus amigos la sometían a sus torturas, a sus vejaciones o a sus agresiones. Cuando tenía trece años, se cansó de Diamantina, y la vendió a un comerciante inglés, que la convirtió en la prostituta de su embarcación. Allí fue apodada “Persephone”, y le gustó, decidió que Diamantina había muerto hacía mucho, y ya no era adecuado llamarse así. En el barco fregaba, cocinaba y calentaba las camas de los tripulantes, sin importar su rango. Era la única mujer. Se alcoholizaba, le enseñaban a luchar y aprendió a divertirse cuando, de vez en cuando, le daban opio. Durante dos años viajó con ellos, y así perfeccionó su inglés –aunque sólo aprendió a hablarlo-, hasta que se aburrieron de ella y la vendieron por unas pocas monedas a unos italianos, que la emplearon como doméstica durante unos meses, hasta que uno de ellos decidió que era hora de volver a la prostitución.
Persephone volvió a manos del árabe cuando tenía casi veinte años, y fue nuevamente sometida a sus locuras y a la de sus amigos. Sin embargo, ya no era la niña asustada de antes, y una madrugada, le devanó la garganta. Se cortó ambas manos, se hizo un rasguño en el rostro y alguna que otra magulladura, y culpó a la mujer que había compartido el lecho esa noche. A pesar de los pedidos desesperados, la otra prostituta fue decapitada instantáneamente, y Perspehone enviada a París, no sin antes averiguar algo sobre la historia de Diamantina. Se enteró que su padre la había apostado, y por ello la habían secuestrado, eso le hizo suponer el por qué del suicidio de Yorgos, el cual se convirtió en su enemigo acérrimo, por más muerto que estuviese.

DATOS EXTRA
# El apodo Persephone lo adoptó en una embarcación de piratas ingleses. Allí, uno de ellos, al enterarse que era griega, decidió llamarla así, pues era la leyenda de esa diosa lo único que sabía sobre el país. Ella aceptó y nunca más dijo que su nombre real.

# En su cuerpo tiene algunas marcas de las torturas a las que fue sometida desde niña en manos de su primer comprador.

# Jamás aceptó que un cliente quiera comprar su exclusividad. Siente que volvería a ser la misma de antes, y los cinco años que hace que vive en Francia, le han dado una libertad que no cambiaría por nada del mundo.

# Nunca más supo de su familia, y tampoco quiere tener noticias. En su corazón, todos murieron, hasta la misma persona que fue.

❦ By Sylver

por **Doreen Jussieu** Sáb Ago 02, 2014 9:10 pm

FICHA EN PROCESO

POSTEA A CONTINUACIÓN CUANDO TERMINES TU FICHA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF
PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN. GRACIAS.

por **Persephone** Dom Ago 31, 2014 9:48 pm

FICHA TERMINADA
Muchas gracias

por **Doreen Jussieu** Lun Sep 01, 2014 7:26 pm

FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES

TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADA DE CÓMO SE MANEJA TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MAL ENTENDIDOS, Y SI TIENES ALGUNA DUDA O ACLARACIÓN SOBRE CUALQUIER COSA, NO DUDES EN PREGUNTARME A MÍ O A OTRO ADMINISTRADOR, ESTAMOS PARA AYUDARTE.

QUE TE DIVIERTAS.

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