La extrañeza hecha mujer.
Mujer más rara no puede haber, cual ciega ave que vuela a su propia condena de lágrimas
Es la mejor forma de interpretar a esta joven morena de ojos claros, su mirada te invita a acercarte a la inocencia que se puede percibir tan cálida y dulce como un capullo que quiere ser explorado por vez primera pero la verdad de aquel capullo solo queda lo físico porque por dentro está más marchita que nadie. Los pétalos de las rosas son crueles con ella mismo muestra una apariencia fresca incorruptible pero solo es porque ella busca esa perfección sin “mancha de pecado ni error” pero en su alma el pecado es lo que la reviste completamente.
Mártir no es, no le queda ese papel a ella es todo lo contrario de una mujer de convento es atrevida y coqueta aunque no lo pareciera en esa apariencia tímida, en el fondo lo es pero eso ya es olvido, ahora es una mujer segura de sus atributos y que puede lograr muchas cosas con ello, como engatusar a los hombres para que hagan lo que a ella le gusta “sentir dolor”. Muñeca de porcelana, que muestra sus marcas rotas en la piel, una joven que disfruta de sobremanera del dolor físico aunque como ya dijimos, no lo aparenta, su mentalidad realmente se basa en
“Fui criada para ser una dama de sociedad, pero fui llevada para ser una zorra tras ella”
Rebelde, su deseo por sentir el dolor la obliga a comportarse de una manera extraña y desafiante, no le importa quién sea y como sea ella estará peleando aunque de una manera muy sutil y poco ortodoxa a lo que se espera de una jovencita. Defiende sus ideales (que son lo contrario a su mayor deseo) de tranquilidad y paz, su manera de ver al mundo y de vivir, no permitirá que nadie le diga cómo debe vivir o ser, para esas personas ella tiene una falsa sonrisa que termina con una mirada severa y ese tono tan dulce que se tornan en palabras un tanto fuera de lugar (que sería su manera directa)
Provocadora, trata de llamar la atención de la persona que ha escogido para calentar su alma libre, pero es reacia a las conquistas ajenas no las comprende o toma en cuenta. Sumisa, tiene dicha actitud en la cama pero aun así sabe dar los mayores placeres y deleite para ella. Su manera de pensar en complacer sobre todas las cosas a ella. Fuera de ese contexto, es ella quien manda y toma las riendas de su vida, en su trabajo le gusta tener todo prefecto y nada fuera de su lugar todo tiene que tener una armonía visual que atraiga de manera seductora; esa es una enfermedad que tiene producto de su trauma, suele pensar que las cosas que hace están mal y por eso merece siempre ser castigada lo que la llevo a tomar la perfección a niveles caóticos.
Y hablando de sus traumas, uno de sus mayores traumas son los hombres, ¿extraño verdad? Ya que se ha mencionado que ella coquetea y juguetea con ellos, seduciéndolos, pero les teme en el fondo nunca se acostumbra a que la traten con dulzura o amorosamente tanto que la descolocan y no sabe qué hacer recurriendo a formas de evasión con algo de su tan usado ataque directo; generalmente el trato al que está acostumbrada y que busca es el de la fuerza y enérgicos, teme a lo primero porque piensa que la mataran como casi lo hacen en el pasado, no le gusta que la vean como frágil o damisela en peligro a ese tipo de personas las desprecia dándole la espalda. Cada noche un rostro nuevo que no se repite, es su lema por eso es ella la que los busca no ellos. Por eso su rostro es el más marcado así como sus brazos, bofetadas de mujeres y zarandeos de hombres enojados por los desplantes de aquella dulce pero malvada ave
Nunca mantiene esperanzas de algo, ni se ilusiona con las personas, al contrario siempre vivirá su momento, su vida. Siempre sonríe jamás ha mostrado alguna otra estado en su rostro por el hecho de no verse vulnerable, aun cuando por dentro este llorando ella tendrá una suave y cálida sonrisa, solo las aves conocen su verdadero ser. Servicial, en todo lo que haga, no hay mano que no tienda a ayudar o preocuparse como toda un ave. Su sonrisa a muchos a disgustado porque no muestra sentimiento alguno que sea esa sonrisa dulce en su rostro de porcelana, pero no hay que dudar ni fiarse porque en el momento inesperado esa sonrisa puede ser el final de algunos. Su ira pocos la conocen su estado de demencia como la llamó aquel hombre que la forjó en lo que es.
Como es de esperarse de las aves, es ingeniosa, usa su talento para conocer cosas que las personas no sabrían, secretos, pasiones, con su apariencia angelical nadie creería que ella podría ser un baúl de secretos propios y ajenos que usa a su conveniencia, fue tomada como espía hace tanto que había olvidado esa pasión y adrenalina por el peligro, en contadas noches es ello lo que busca, ese golpe de éxtasis. Su vida anterior tiene muchos altos y bajos, secretos sórdidos y conocidas historias.
Más todo eso oculta el corazón del parajito que anhela sentir el aire entre sus alas todo un siempre junto al aroma de las flores y los arboles recién tocados por la lluvia, su amor por la lluvia la lleva a ser una sentimentalista total, que anhela poder encontrar su cura, aquel hombre que le haga olvidar su temor a que la toquen de forma atenta y dulce pero que haya una conjunción con la pasión de ella a los castigos, espera tener a alguien que comprenda su enfermiza mente.
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