Annemarie Von Wittgenstein

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Annemarie Von Wittgenstein

▲EDAD▲
real: 566 años
aparente: 18 años

▲ESPECIE▲
Vampiro

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase social alta

▲PROFESIÓN▲
Pintora

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Bisexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲
Alemania

▲HABILIDADES/PODERES▲
Además de las habilidades, atributos y poderes innatos de la raza vampiro.
También posee:

→ Seducción: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o emocionalmente a la persona poseedora del poder. El vampiro seduce a los demás hasta lograr controlar las emociones de su adversario a su antojo. Funciona en cualquiera de los dos sexos. Este poder funciona únicamente como atracción.

→ Persuasión: Habilidad para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona. Este poder logra que otras personas realicen acciones, sin que éstas puedan negarse o incluso darse cuenta, mediante palabras con entonación imperativa, es decir, ordenándolas.

→ Clarividencia: Habilidad para ver y oír sucesos a distancia. Este poder se activa de forma instantánea y sólo tiene que concentrarse en un lugar o persona para ver y oír lo que sucede a su alrededor. Las visiones pueden ser pasadas o presentes.


DESCRIPCIÓN FÍSICA

Mide 1.90, su piel es blanca y pura como el mármol. Su cabello es rojizo con vistos plateados y sus ojos grisáceos, excepto cuando pierde el control de sus emociones que se tornan completamente blancos como si le faltase el iris. Su mirada es fría, penetrante y melancólica. Es muy delgada, no tiene notables atributos físicos debido a su extrema delgadez, pero su rostro es fino y delicado. Su vestimenta es muy elegante, a pesar del tiempo que dedica pintando, siempre se le ve como una dama pulcra y sofisticada. Suele usar el color negro, pero tiene unos cuantos vestidos rosa pálidos especialmente para el invierno. Jamás se maquilla los labios ni usa zapatos altos. Tiene un collar muy especial para ella, rojo como la sangre imberbe, que cuida mejor que a su propia vida y siempre lleva consigo por motivos personales.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Discreta, seductora, perfeccionista, extremadamente inteligente, lectora obsesiva, desconfiada de los demás, antipática la mayoría del tiempo, melancólica, solitaria, no suele hablar mucho. Disfruta escribiendo poesía y pintando. Adora el sabor de la sangre y desprecia a todo aquel que reniega de su propia naturaleza. Jamás intenta cohibir sus instintos, se considera un ser libre y cuando quiere algo lo obtiene. No siente vergüenza por el asesinato ni prejuicios por el sexo. Sigue sus propias reglas, detesta que le impongan algo, o que la debilidad de otro ser se interponga con sus objetivos, por ello prefiere actuar sola. Sanguinaria, fuerte, astuta, añora la diversión porque su peor defecto es aburrirse fácilmente de todo, aún así no suele sonreír, a cambio de ello suelta una estridente carcajada casi diabólica cuando algo la emociona demasiado (pero raramente sucede).. Cínica y egoísta. Pero romántica en secreto. Se oculta del mundo exterior.


HISTORIA

Nacida en el seno de una familia noble, consentida desde sus orígenes, rodeada de grandes lujos, comodidades y la mejor educación. Hija única de padres amorosos y protectores, Annemarie aprendió a tocar piano, violín, viola, violonchelo y harpa a la tierna edad de 8 años y más adelante fue entrenada en técnica vocal y pintura, era considerada una niña prodigia, demasiado talentosa. Vivía como una princesa hasta el hastío, jamás le permitieron abandonar el castillo ni siquiera en compañía de sus críados, aún cuando su mayor deseo era atravesar esos muros... Deseo que crecía al unísono con ella haciéndose cada vez más insoportable. No sabía que sucedía en el mundo exterior, ni porqué era conocimiento prohibido al que solo podía acceder por medio de los libros y la imaginación. No conocía a personas de su edad, difícilmente hablaba con sus padres que siempre estaban ocupados con asuntos de dinero y política, y detestaba a sus criados, los consideraba unos pobres esclavos muy cómodos en su ignorancia. Pero había una mujer en especial, que poco a poco fue convirtiéndose en su única confidente. La curandera de la familia, una hermosa bruja amiga de su madre desde la infancia, que visitaba el castillo a menudo resguardándose de la Santa Inquisición y demás seres que ansiaban arrancarle la cabeza por trofeo. Aquella mujer, no envejecía y era capaz de sanar cualquier enfermedad o lesión. Annemarie la admiraba, por su fuerza aventurera e inteligencia, la consideraba su maestra pues su insistente curiosidad le hacía contarle historias y conocimientos ocultos sobre el mundo exterior, muy distintos a lo que podía encontrar en sus libros de texto.

Al cumplir 16 años aquella admiración comenzó a transformarse en atracción y una leve ensoñación del enamoramiento, fue entonces cuando le pidió fervientemente que la ayudase a escapar. Pero la bruja, negándose, le recordaba que aún era demasiado joven, que lo haría, pero cuando cumpliese los 20 años, así su organismo habría madurado al igual que sus ideas y no tendría necesidad de volver. Annemarie, sintiéndose iracunda y ofendida, juró que no esperaría tantos años y trató de escapar por sus propios medios. Pero falló cada vez, la seguridad del castillo era inviolable, estaba sola y enojada, sus padres habían comenzado a buscarle cónyuge y ella no podía más que sentirse asqueada por cada hombre que cruzaba esa puerta con ínfulas de matrimonio, aún cuando le prometían viajes, joyas, poder y lujos, nada de aquello podía conmoverle, si viajaría sería a su manera. La idea de casarse la horrorizaba, dormir con un hombre y llevar la inútil vida de su madre, era inaceptable. Se negaba a traicionar sus verdadera naturaleza, amaba a aquella bruja, añoraba irse lo más lejos posible con ella y atravesar los límites de lo ordinario. Su ambición se inclinaba en ángulos extremos, ni ella misma podía advertir aquello que impulsaba sus más profundos deseos, ni qué era exactamente todo lo que ansiaba su alma.. Una vez se le ocurrió que lo que realmente quería era morir. Sin embargo, había decidido esperar el tiempo indicado pues aún deseaba salir del castillo, pero empezó a temer que llegara el día y su amada desapareciera, cuánto temía ser engañada por su única esperanza.. Comenzó a escribirle cartas cada vez más desesperadas siempre que ella se iba, confesándole su más puro amor, entregándose en cuerpo y alma a ella, amenazándola de muerte.

Aquella última advertencia fue lo que llamó la atención de la bruja y la hizo volver al castillo antes de tiempo, viajó en cuanto pudo, iracunda y risueña, subió a sus aposentos y la encontró desnuda pintando su retrato con una precisión aterradora. La bruja estalló en gritos y amenazas, pero Annemarie estaba tan absorta en la pintura que no le prestó atención. Entonces, aún más ofendida, la cogió de un brazo y la levantó del suelo sacudiéndola con una fuerza impresionante, pero Annemarie tampoco reaccionaba. "¿En qué estabas pensando?, ¡¿Matarme?!, ¡A mí!, ¡Una pobre chiquilla como tú!. No puedes hacerme daño, no han podido esos malditos demonios, mucho menos tú, pequeña ingrata, eres débil, mortal y estúpida por amenazarme. Ten cuidado con lo que dices, Marie, quizás ya no quiera ayudarte, quizás ya ni siquiera te ame y nunca lo hice. No vas a volver a verme, todo el potencial que había visto en ti se ha oscurecido por esa demencia imberbe que ha empezado a consumirse en tu alma, como ratas devorando tu hermoso juicio, las has dejado entrar y ya no puedes aniquilarlas, ya no tienes porvenir, vas a quedarte aquí el resto de tu triste vida... mi pobre niña." dicho esto, la bruja soltó delicadamente a Annemarie en el suelo, dejando que todo su cuerpo cayera sobre sí y aguardó frente a la ventana..

Pasado el tiempo, al ver que ella no reaccionaba, decidió marcharse, pero al tocar el cerrojo de la ventana notó que el cuerpo se estremecía, primero levemente, luego como una horrible convulsión. Quiso acercarse y saber qué le sucedía, pero al intento de moverse, Annemarie lanzó un alarido que la obligó a quedarse en su sitio petrificada. Después se levantó del suelo suavemente y la miró directamente a los ojos, acercándose despacio a su rostro (medían exactamente lo mismo), tocó sus labios y los pechos desnudos acariciaron a los suyos, con una mano rozó sus mejillas frías y le susurró "ya sé que no puedo matarte... pero..." después con la misma mano subió hasta su frente, un pequeño rictus se dibujó en su rostro y en seguida empujó con fuerza la cabeza de la bruja contra el vidrio de la ventana estallándolo en mil pedazos.

Tuvo un corto lapso de tiempo para coger uno de los vidrios rotos y apartarse a un rincón antes de que su amada reaccionara violentamente. Con el vidrio roto en sus manos cortó cruelmente sus venas, mientras la bruja la observaba atónita y furiosa. "Adiós mi amor, hay un pequeño regalo para ti en el caballete. Sé feliz!" fueron sus últimas palabras.

Minutos después Annemarie despertó sacudida por un terrible dolor en todo su cuerpo, estaba tendida en la nieve y la boca le sabía a sangre hasta la garganta, no tenía idea de dónde estaba, pero no era el castillo, tampoco podía ver sus enormes muros cerca de allí, ni a su amada.. Observó cómo sanaban sus muñecas al instante y se aterró. Trató de llorar y no pudo, se sentía mentalmente débil, pero su cuerpo era distinto, lo sentía ágil, ligero y poderoso. Comenzó a gritar... "¿Dónde estás? ¿Dónde estás? ¡Qué demonios me has hecho! ¡Maldita seas! ¡Maldita bruja! Vete al maldito infierno. Vuelve y explícame qué ha sucedido. ¿Estoy muerta? ¡Dónde están los malditos demonios! Quiero verlos! Quiero.... Quiero.... Comérmelos"

Le tomó mucho tiempo descubrir lo que realmente le había sucedido, destruyó pueblos enteros intentando calmar su sed y buscando a la mujer que le había hecho eso, a su creadora y el porqué había desaparecido. Su ansia de destrucción solo se aplacó con los años y el aburrimiento. Tiempo después volvió al castillo, sus padres ya habían muerto pero habían tenido otro hijo, un heredero. Ella se presentó ante él explicándole lo sucedido, pero era un humano demasiado incrédulo y engreído así que tuvo que convertirlo bajo la misma maldición, haciéndole jurar que mantendría el secreto y preguntándole de nuevo por su amada, a lo que no obtuvo respuesta, pero si una gran satisfacción por lo que había hecho con él, sintiéndose inmortalmente poderoso y un conquistador. Agradecido, decidió compartir sus bienes, e involucrarla en todos sus asuntos, a lo que ella no mostró ningún interés...Sólo quería un lugar tranquilo donde dormitar y su propio estudio de arte. Pronto comprendería la irreversible maldición.

DATOS EXTRA:

-El collar rojo, fue un regalo de su creadora, contiene su sangre. Aún no sabe para qué sirve aquello.
-Adora dormir en ataúd, pero duerme muy poco, es insomne.
-Es muy ágil en batalla, una asesina profesional
-Adora los cuchillos y las agujas.
-Colecciona cuchillos antiguos y arte.
-Odia la música.

ya lo arregle.