Calliope E. Graham ID

por **Calliope E. Graham** Miér Feb 25, 2015 3:49 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Calliope E. Graham

▲EDAD▲

24

▲ESPECIE▲

Humana

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Baja

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Cadillac, Francia

▲HABILIDADES/PODERES▲

-

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

¿Por dónde hay que comenzar cuando se trata de describir a una persona? Se podría decir que tiene mil facetas distintas, dependiendo del momento. Es una persona retraída, con pocos amigos, pero no porque le cueste ser sociable, sino porque piensa que los verdaderos amigos se pueden contar con los dedos de una mano. Se distrae con facilidad, o tal vez es que hay demasiadas cosas que le llaman la atención. Con ella la frase esa que dice que las apariencias engañan toma algo de sentido. A pesar de ser y parecer dulce y alegre es capaz de sacar las uñas si alguien se mete con lo que le importa. Saca el coraje y la energía de donde sea con tal de proteger a su familia, y a sus amigos, que son las personas que más le importan en el mundo. Es leal, muchísimo.

Hay un antes y un después en la vida de la chica, algo que la cambió por completo. O al menos eso es lo que parece. La pequeña Callie era una niña dulce, tierna, algo tímida y cariñosa, pero de aquella persona que una vez fue apenas queda nada. Padece lo que los psicólogos llaman Síndrome de Estocolmo, cuando su abuelo la separó de su madre y se la llevó se encargó de hundirla por completo para poder moldearla a su gusto, para que pudiera servirle para sus planes. ¿Cariño? No, por supuesto que el hombre no sentía eso por ella, pero le hizo creer que era la única persona que le quedaba en el mundo, que su madre no quería saber nada de ella y por eso había dejado que se la llevara.

Poco a poco la dulce niña que un día fue desapareció y en su lugar se fue dibujando la mujer que es ahora. Inteligente. Meticulosa, nunca deja nada al azar, siempre tiene que tener todo bajo control. Siempre ha creído en las historias de amor, pero de un tiempo a esta parte su opinión al respecto ha cambiado. Muchas veces no podemos tener lo que queremos y nos tenemos que conformar con algo que nos ayude a intentar ser felices. No existen las princesas ni los caballeros de brillante armadura.

Tiene un carácter apasionado y no es extraño verla gritando y saltando en la cama o en cualquier lugar. A veces no es muy consciente de que, a pesar de que no se ha dado cuenta, el mundo gira y todos la observan. Es en ese momento cuando se pone completamente roja y se vuelve a sumergir en las páginas de algún manuscrito. No es habitual que las chicas de su clase social sepan leer, pero como se ha criado con un sacerdote, él le enseñó a leer y escribir. Desde que aprendió se dedica a escribir sus propias historias, aunque rara vez las saca de un cajón. ¿Para qué hacerlo si es prácticamente imposible que una mujer de a conocer su obra? Aunque eso es solo lo que se dice a sí misma, en el fondo le gustaría que sus historias marcaran a alguien, aunque solo fuera a una persona. Pero los sueños son solamente eso, sueños.

HISTORIA

Todo comenzó una fría noche de invierno. Bueno, no todo, pero esa fue la noche en la que nació Calliope, pero para comprender lo que esto supuso tenemos que remontarnos unos años antes. Primero hay que hablar de su madre. Una mujer de clase baja que logró entrar a trabajar para una casa adineradada. El primero de sus muchos errores. El principio del fin. Allí se dejó engatusar por el hijo mayor, un apuesto joven que sabía muy bien qué decir para enamorar a una chica como ella. Y la madre de Calliope, Eleanor, cayó en sus redes, creyéndose que realmente la quería y que iba a cumplir todas las promesas de amor que le hacía.

Nada más lejos de la realidad. Cuando se cansó de ella la ignoró, hasta el punto de que la mujer caería en una depresión de la que nunca lograría salir. ¿Y esto solo porque la despreció? No, no fue solo eso. Cuando el joven se enteró que su amante estaba embarazada quiso cubrirse las espaldas y la echó, alegando que era una ladrona y que le había robado. Nadie quiso volver a contratarla, por lo que durante bastante tiempo pasó hambre, algo que no era demasiado bueno para el bebé que llevaba en sus entrañas.

Por suerte un sacerdote se apiadó de ella y la ayudó como si de su hija se tratase, dándole comida y alojamiento. Por supuesto no era dentro de la Iglesia, sino en la casa de su familia, en la que ya no vivía nadie. No era una gran casa, pero al menos tenía un techo donde cobijarse. Allí nació la pequeña Calliope. Nació y se crió. Era una niña feliz, aunque nunca tuvo mucho. Su madre nunca se recuperó y muchas veces estaba ausente, mirando por la ventana. Ella siempre ha pensado que su madre pensaba que algún día el joven del que se enamoró, y el padre de Calliope, se daría cuenta de que se había equivocado y volvería a buscarlas. Pero eso nunca ocurrió, por supuesto. Y todo empeoró cuando llegó a sus oídos que su gran amor se casaba con otra. Eso la hundió todavía más en el pozo en el que estaba y ni su hija ni el sacerdote lograron sacarla de allí.

El sacerdote que tanto las ayudó murió, por motivos propios de la edad, pero murió y eso hizo que hasta Calliope no tuviera ganas de nada. Ocurrió cuando la muchacha solo tenía doce años, pero todavía lo recuerda. Y eso no es el único hecho trágico que marcó su vida. Su madre se suicidó, no aguantó más y se suicidó. Calliope siempre dice que murió de gripe, pero es solo una mentira que ella misma se ha repetido una y otra vez para no pensar que ni siquiera ella era suficiente motivo como para que su madre quisiera vivir. Sin embargo, Callie no se quedó sola. Su madre, antes de abandonarla, escribió a su padre, al abuelo de la chica, y este, al enterarse de la existencia de su nieta fue en su busca. Así vivió unos cuantos años, en la casa donde se crio su madre, hasta que por un matrimonio de conveniencia se marchó.

Durante varios años vivió feliz con el que fue su marido, hasta que las epidemias hicieron estragos en su familia y se volvió a ver completamente sola. Ahora viuda y sin nadie al que recurrir ha marchado a París en busca de un futuro algo mejor. Tuvo una hija, pero la chiquilla vive en Cadillac, de donde es ella, en casa de unos taberneros.

DATOS EXTRA

Lee a escondidas bajo la tenue luz de un candelabro.
Inventarse historias le ha servido siempre para evadirse de su propia realidad.
Ha venido a París para encontrar trabajo y poder salir adelante.
Echa de menos a su pequeña.

por **Doreen Jussieu** Jue Feb 26, 2015 12:06 am

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