Ianevski ID

Comprender a Basile en primera instancia resultara un tanto complicado. Pues la mayor parte del tiempo se encuentra hablando u opinando donde no lo llaman, pareciera tener cierto imán para los problemas, con una sonrisa un tanto burlona pintada en los labios, listo para soltar sus pensamientos sin pensar en las posibles consecuencias.

Hiperactivo por naturaleza, es un chico intrépido sin temor a los retos, en ocasiones demasiado directo lo cual le acarrea conflictos a menudo por hablar de más. Sin embargo también puede ser amable y dispuesto a tender la mano a quien lo necesite, daría su vida incluso por aquellos a quienes aprecia sin pensarlo dos veces.

Difícilmente le veras llorando o quejándose alguna situación, ante todo es orgulloso y preferirá mantener los puños siempre en alto y mantener una buena guardia, pues sabe que el destino es caprichoso y las traiciones pueden llegar de cualquier parte. Sabe cuidar de una persona desvalida o arrimar el hombro cuando se necesita.

En cuestiones del corazón no teme enamorarse aunque duda que eso llegue a suceder tomando en cuenta su carácter un poco difícil. Ausente y distraído en ocasiones. Después de todo a quien no le agrada tener un poco de cariño. Nunca será carga de nadie, pues sabe ser independiente.

A menudo su madre le reprendía por llegar sucio a casa. Cubierto de barro cuando se deslizaba por las laderas en las colinas o con la ropa maltrecha. Amenazaba con hacerlo trizas, pero cuando se encontraba junto a la vieja chimenea, los brazos de su madre no eran un castigo, sino un alivio en las noches nevadas en Bucarest. Así entonces se convenció que la amenaza de su progenitora solo era una forma de hablar. Desde muy chico su padrastro le llevaba a realizar labores comunes en el campo. Y se lamentaba a regañadientes que su madre le consintiera tanto, mientras tanto su pequeña hermanastra saltaba a su alrededor con el deseo de compartir el abrazo y bendición de la figura materna. Había adquirido una gentileza propia de sus ancestros e ignoraba por completo que un ser humano pudiera ser capaz de dañar a otro. Así había crecido y esa era la única idea del mundo en su mente.

A la edad de 18 años era ya un poco más alto que su padrastro. El refunfuñaba cada vez más por las acciones descuidadas e irresponsables que el ya joven hacía e insistía en que debía sentar cabeza algún día. A pesar de no tener un vínculo sanguíneo ambos habían aprendido a respetarse y a velar por el bienestar de la familia. No le disgustaba del todo casarse con alguna de las chicas que conocía. Y ese invierno en particular decidió poner un poco más de empeño en las labores que su padrastro le enseñaba dispuesto a ocupar el lugar que se merecía. Si bien es cierto que algunas veces no podía resistirse a escapar a ver los entrenamientos que algunos soldados realizaban en las colinas. Le fascinaba verles en el combate cuerpo a cuerpo y en la utilización de armas de fuego. Atravesaba las zonas boscosas y se dejaba guiar por el canto tenebroso de las cigarras que inundaban la colina.

Durante una noche de luna llena, el rugido de varios licántropos alertó a todos en su aldea, algunos pudieron huir mientras otros tantos no corrieron con tanta suerte, Basile fue testigo del horror y la tragedia que acechó a los suyos, en un intento fallido por defender a su media hermana, resultó mal herido y sin embargo con aquellas lesiones tuvo el coraje para encarar a quien al parecer era el líder de la manada. El rumano, aguardó con paciencia a ser aniquilado aunque el destino le tenía guardada una sorpresa muy distinta, se desvaneció ante el dolor. Su realidad era una muy distinta al despertar. Se halló en una cabaña y con muy pocos recuerdos de lo que había sucedido la noche anterior, un par de extraños eran ahora s nueva familia, con el tiempo le explicaron sobre la existencia de seres sobre naturales y las formas bajo las cuales se rigen. Así mismo le brindaron protección y asilo.

Atraído quizás por el carácter explosivo de Basile y las reacciones que esto generaba al resto del grupo, el líder de ellos se interesó en el novel integrante. Él se hizo cargo de su adiestramiento, enseñó la forma de cazar y de sobrevivir. Mintiendo, robando para no ser descubiertos puesto que el ser expuesto a la sociedad solo conllevaría al aniquilamiento total de su raza. Los días trajeron consigo el cambio de estaciones y fue en aquella fría nevada donde el líder confesó no solo su atracción hacia Basile, sino su complicidad en el ataque a su aldea. El joven rumano se sintió traicionado. Había confiado por primera vez en alguien ajeno a su sangre y los sentimientos encontrados no se hicieron esperar. De este modo una noche simplemente se alejó por completo con la intención de no saber nunca más de ellos.

-Ama la lluvia y la naturaleza, así como las noches estrelladas.

-Realiza excelentes bocetos.

-Es bueno en la pelea cuerpo a cuerpo.

-Tiene tres tatuajes en el cuerpo: Un solo diminuto en la parte alta de la espalda, una cadena con símbolos tribales en el brazo izquierdo y una flor de loto en la cadera.