Thundernight ♦ Rosslyn

por **Svein Yngling** Miér Abr 01, 2015 10:52 pm

Su noche había comenzado más temprano de lo normal, porque antes de que el sol se escondiera por completo, un viento que provenía del sur se encargó de tapar rápidamente los cielos Parisinos con una manta de nubes grises que anunciaban lo que parecía ser una lluvia torrencial. Gracias a ello fue que salió de su escondite diario más temprano de lo normal y llevando a cabo su rutina de forma más relajada y menos estricta. Sin embargo, ya para la media noche, una lluvia torrencial había comenzado a caer sobre París, y las calles rápidamente se habían desocupado de cualquier transeúnte mortal, común y corriente.

Para ese entonces ya se había alimentado de la sangre de algún Cristiano con mala suerte que le tocó morir a sus manos, e iba caminando por calles adoquinadas mientras observaba el cielo completamente ensimismado, sonriendo ampliamente. Había vivido suficientes años en Noruega y presenciado suficientes tormentas como para saber que en cualquier momento, Thor iba a comenzar a martillar su yunque con fuerza, generando aquel rayo tan poderoso por el cual era conocido. El solo color de las nubes y la intensidad de la lluvia avisaban la visita del Dios. Por eso era que le gustaban tanto el otoño y el invierno: eran las dos estaciones en las que Thor más se dejaba ver y hacía llover y tronar sobre las tierras cristianas, recordando a sus creyentes lo poderoso que era.

Caminaba de vuelta a su residencia con el cuerpo bien tapado por su capa de piel de cordero y con sus botas de cuero resistentes al agua y las nevadas Escandinavas protegiendo sus pies. Y cuando el cielo se iluminó en lo que fue el primer relámpago de la noche, alzó la vista y se apresuró a subir los peldaños de la entrada del Théåtre des Vampires con el fin de ver por encima de los edificios de la ciudad el siguiente haz de luz. El estruendo del primer relámpago se sintió justo después de ver el cielo iluminarse por segunda vez, y en su rostro se dibujó una sonrisa nostálgica. Se giró para subir un par de peldaños más, sin embargo, apenas y alcanzó a poner el pie en el siguiente cuando se quedó plasmado en su lugar, viendo a una vampiresa estar de pie en el escalón más alto, mirándole. ¿Tan ensimismado estaba con la tormenta que no se dio cuenta de que alguien se había acercado? Seguramente debió haber salido desde dentro del Teatro, pues de otra forma hubiera escuchado los pasos en los adoquines mojados.

Pasaron un par de minutos de silencio en los que se mantuvo quieto, mirándola descaradamente de arriba a abajo y con la confusión y sorpresa de habérsele aparecido sin aviso. Incluso la examinó detalladamente: observó su cabello, sus ojos y su rostro. En momentos así era cuando menos sabía qué decir, y en el intento de buscar palabras, las que fueran, cometía siempre el error de no pensar bien antes de hablar.- Eres atractiva. ¿Te gustan las tormentas eléctricas? -Pronunció con una naturalidad indescriptible, como si lo que hubiera dicho en realidad fuese tan fácil y común de decir como si se tratara de algo tan trivial como preguntar qué hora era.

por **Rosslyn D'Aria** Jue Abr 02, 2015 8:16 pm

Observaba silenciosa, desde la ventana del segundo piso del teatro, sentada en el marco, pese a que las gotas de lluvia mojaban su vestido, observaba el cielo cubierto de oscuras nubes que le impedían la vista a la luna y las estrellas, estaba atenta al caer de las gotas de agua, podía incluso concentrarse lo suficiente para seguir a una sola de las gotas, desde que la veía aun flotar hasta morir en el suelo, formando parte de un todo que era el riachuelo en la canaleta del desagüe de la ciudad.

Luego vinieron los rayos y los truenos, con su luz enceguecedora, ese brillo que era tan sobrenatural como ella misma, le gustaba la forma que tenia de cortar con la oscuridad, era casi como ver el cielo desquebrajarse de forma literal, verlo y escucharlo, una y otra vez y con ello, percibir el temor de los mortales, era un alivio, el sonido estridente callaba a sus demonios, los mantenía alejados de su mente.

Suspiraba largamente cada que veía la luz, cerraba los ojos cuando venia el sonido y todo era un ciclo sin principio y sin final, aun que lo habría, cuando pasara la tormenta, todo volvería a su “calma” habitual y sus demonios regresarían para atormentarla, si es que nadie más llegaba a interrumpir su paz.

Paso demasiado tiempo sentada ahí, teniendo el vestido mojado y el cabello como si hubiera estado bajo la lluvia de forma total, aun que no era el caso, se bajo del marco de la ventana en cuanto sintió una presencia ajena a todas las que reconocía en el teatro, un vampiro con suficiente edad para destrozarla, aun que no sentía agresión alguna, volvió su cuerpo entero para mirar hacia abajo desde el rellano más alto de las escaleras, un aparentemente joven y atractivo vampiro que le hablaba en un tono que no le decía nada, Rosslyn ladeo el rostro, como siempre hacia, de una forma casi animal, curiosa y camino hacia la orilla del escalón mas alto, sin quitar aquel gesto de curiosidad.

-Me gustan, sí – afirmo, y se pego a la pared más cercana, aun mirando al individuo con curiosidad - ¿Quién eres? ¿A quién buscas?

Pregunto, sin dudar, quería saber quién era ese vampiro, si buscaba a su amo, al líder de aquel teatro o a alguno de los forasteros que vivían bajo las catacumbas del lugar.

por **Svein Yngling** Lun Abr 13, 2015 3:39 pm

Movido por la curiosidad, no dejó de mirarle, y le llamó la atención que, estando bajo techo, estuviese tan mojada como si hubiese estado afuera a la intemperie. ¿Acaso no venía de adentro? Estaba a punto de inquirir al respecto cuando las preguntas de la vampiresa lo descolocaron. En reacción, dio un paso hacia atrás, bajando un escalón en las escaleras y mirándole ahora con desconfianza, como si aquellas preguntas de algún modo le hubieran pillado desprevenido. Y es que jamás estaba preparado para interacciones sociales, menos si es que antes de ellas estaba tan ensimismado como lo estaba hacía unos minutos. Esas eran las peores.

Antes de responder, pestañeó varias veces con el ceño fruncido, pensando si realmente darle la información que pedía, o no, olvidándose de pensar primero en los modales. Siempre los olvidaba, o se confundía con ellos. Recordarlos como si fueran una materia de estudio no le era para nada fácil, ni siquiera con la ayuda del paso de los años.- ¿Es relevante? -Preguntó entonces, sin decidirse, para luego cruzarse de brazos, sin dejar de verle, pero tampoco sin ver sus ojos.- Yo en realidad no busco a nadie, y no confío en ti como para darte mi nombre, a menos que me des el tuyo primero. -Dijo entonces, desconfiado, buscando alguna pista para poder entender su lenguaje corporal, a pesar de que jamás había podido hacerlo antes con nadie. Sin embargo, se encogió de hombros luego de un momento, suspirando suavemente y recordándose a sí mismo que debía dejar de ser tan odioso con la gente.

Desvió la mirada de forma repentina al escuchar el fuerte sonido de uno de los truenos de la tormenta, que poco a poco se volvía más y más fuerte. Se quedó viendo entonces el cielo iluminarse por sobre las catedrales y edificios de arquitectura francesa, tratando de pensar en alguna forma de mostrarse más amable y más ameno, pero no se le ocurría nada.- ¿De dónde saliste, en todo caso? No estabas ahí cuando me acerqué aquí. -Se apresuró a voltear y decir apenas notó aquel detalle.- ¿O es que acaso vienes también a observar los truenos de Thor? -Agregó luego de unos segundos.

por **Rosslyn D'Aria** Vie Mayo 15, 2015 11:17 pm

Su respiración se mantenía estable, pese a estar escuchando las voces en su cabeza, sus demonios dictándole, exigiéndole tomar la sangre de ese vampiro, debía controlarse, eso le quedaba claro, por su bienestar.

-Vengo de allá arriba – dijo, moviéndose a penas, señalando más arriba del rellano donde se encontraba de pie – Hay una ventana más grande desde donde puedo ver la tormenta y disfrutar de los rayos de tu Dios.

Una ligera sonrisa se formo en sus labios, y volvió repentinamente la mirada, de una forma casi imposible para ser alguien con apariencia humana, sus movimientos eran demasiado ajenos a su propia naturaleza, incluso. Ella se movía casi como un animal salvaje, como un gato, con sigilo y en silencio, siempre alerta y azuzada y eso, pese a las molestas voces de sus demonios, la hacían reaccionar con rapidez, la suficiente para seguir el trayecto del rayo que había iluminado el cielo nocturno, un rayo que apenas se podía ver a través de la pequeña ventana cercana a donde estaba.

por **Svein Yngling** Lun Jun 08, 2015 2:38 pm

Apenas la muchacha expresó la respuesta a sus dudas, miró en la dirección que esta le señalaba y, con curiosidad, volvió la vista hacia ella con la duda de cómo interpretar la forma en la que se refería a su Dios, aunque pronto se despreocupó, como si se hubiese olvidado de aquello. Subió rápidamente los peldaños que los separaban y se acercó a ella para observar con mayor comodidad el área del cual le hablaba; y sin siquiera preguntar, como hubiese sido de cortesía hacer, se apresuró a asomarse por la ventana para ver los rayos que aparecían por sobre las cúspides de las iglesias y los tejados de las residencias.

¿Cuánto crees que dure la tormenta? -Preguntó con el solo propósito de mantener una conversación, pues la compañía inesperada de la muchacha comenzaba a hacérsele incómoda. Al mirarla entonces, y si bien él no era tan perceptivo como otras personas o seres, hubo algo en la muchacha que le causó nuevamente una desconfianza de origen visceral. ¿Podría llamarse instinto? Él no lo sabía, pero era claro que aquel sentimiento no provenía de su intuición, pues no tenía. Sin embargo, de alguna forma le nació aquel sentimiento de que no debía confiar demasiado en ella. Quizás era su sonrisa, aquella forma indescriptible en la que se movía, la extrañeza con la que se quedaba quieta como estatua, o la rareza del aura que brillaba alrededor de ella; pero sin duda, había algo inusual en ella.

¿Qué es lo que piensas? ¿Qué tramas? -Cuestionó de forma repentina y con la voz ligeramente alzada, con un deje de incomodidad y molestia que no logró ocultar.- No me gusta la forma en la que sonríes y me miras. -Añadió entonces, sin saber qué esperar de vuelta en realidad, nada más mirándola y distrayéndose con la tormenta a segundos, descubriendo luego de que la muchacha en realidad no se movía un centímetro.- ¿Te duele algo, que estás tan quieta? Eres muy rara, ¡muévete un poco aunque sea!

por **Rosslyn D'Aria** Lun Jun 15, 2015 10:22 pm

Se pudo haber echo hacia atrás, el simple hecho de que el vampiro se acercara a ella con esa velocidad y comenzara a interrogarla, sin embargo para ella, él no significaba amenaza alguna. Sus demonios permanecían demasiado distraídos y silencioso, lo cual agradecía, sin embargo no cambio de posición y sin borrar la sonrisa casi inocente de sus labios.

-Eres gracioso - le dijo y soltó una risita muy infantil - No se cuanto mas durara la tormenta, pero espero que dure hasta antes del amanecer, que los rayos iluminen el cielo y no el sol.

Suspiro largamente y volvió su vista nuevamente al ventanal donde había estado sentada anteriormente, tenia ganas de volver, pero no quería ser grosera con el vampiro.

por **Svein Yngling** Mar Jul 28, 2015 9:23 pm

Se mantuvo de pie, quieto en el mismo lugar que se encontraba, mientras que su vista se mantenía fija en la muchacha. Ya se le había olvidado toda su voluntad por mantenerse socialmente aceptable; miraba a la vampiresa directo a los ojos como quien no tuviese pudor alguno en hacerlo. Sin embargo, concentrarse en ella aparentemente fue un error, pues por una fracción de segundo, su poder de la clarividencia le jugó una mala pasada y logró escuchar aquellos demonios que atentaban la cabeza ajena. Con un remezón ligero de cabeza, se sacó aquellas visiones de la cabeza, volviendo su vista a la mujer que le acompañaba.

Thor santísimo… ¡Estás loca! -Exclamó sin haber pensado antes de hablar, ni mucho menos habiendo pensado en filtrar lo que decía. Se alejó ligeramente de ella, acercándose así un poco más al ventanal.- Estás incluso más loca que yo. -Agregó ya con un poco más de calma, pero sin poder sentirse ya cómodo en aquel lugar. Se abrazó a sí mismo a medida que fruncía el ceño.- Me llamas gracioso a mí, pero tú no eres la excepción tampoco. Eres incluso más rara de lo que podría esperar de mí mismo. ¿Cuántos años tienes? ¿Y cuántos llevas así de chiflada? -Preguntó al final, movido más por curiosidad morbosa que por interés genuino. Miró a su alrededo entonces por unos segundos, pensando que, en realidad, ya no quería seguir estando allí con ella.

por **Rosslyn D'Aria** Mar Sep 08, 2015 9:10 pm

Se río ante la graciosa dramatización del vampiro, pegándose a la pared mas cercana, sin dejar de seguirlo con la mirada.

-Tu deberías ser actor - le dijo, cerrando los ojos, levantando la cabeza y volvió a abrirlos para mirar el alto techo. levanto ambas manos, observando ahora la blancura de sus manos contrastando con la profunda oscuridad.

-Tengo treinta años - murmuro y bajo los brazos, dejandolos a sus costados, volviendo sus oscuros ojos al vampiro -y ellos siempre han estado conmigo... A veces hablan de mas, me dicen cosas, ahora mismo me murmuran, pero los ignoro, nunca son amables.

Indico y volvió a reír, realmente divertida con aquella actitud, ese falso horror en el pálido rostro ajeno.

-Y tu... ¿cuantos años llevas loco?

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