Haraldr Harðráði

Edad Aparente: 53 años
Edad Real: 787 años
Especie: Vampiro
Clase social: alta
Orientación sexual: Heterosexual
Lugar de Origen: Ringerike, Noruega

Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.

Atributos: Colmillos afilados, uñas afiladas, piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.

Poderes: Sanación acelerada, percepción del aura, bloqueo mental, telepatía e infligir dolor por medio de la mente.

Es un hombre altivo, arrogante y egocéntrico, el estereotipo de los reyes de antaño, de aquellos que solo confiaban su vida y sus secretos a sus más allegados subordinados. Por lo mismo no poseía más que un amigo, a quien nombró mariscal de su ejército por muchos años, y en quien confiaba plenamente, tanto como para contarle sus tácticas, estrategias, y secretos, al menos casi todos... su conversión con nadie la habló.

A primera vista parece un sujeto agradable, con quien se puede tener una charla amena, sobre todo para las féminas, de quien no rechaza el cariño en ninguna ocasión, sin embargo, en propias palabras, el no cree en el amor, y en las dos ocasiones que estuvo casado en vida, fue meramente para perpetuar su linaje, y porque finalmente eran las costumbres de su pueblo y un acto necesario para ser rey.

Después de su conversión las características negativas se asentaron en su personalidad, descubrió que aquel poder le hacía inmune a sus entonces actuales adversarios y que podía aprovecharlo para vivir con los lujos de la realeza, pero sin las obligaciones de la misma...

En los últimos años, ha sentido una soledad que sabe que nadie podrá llenar, manteniendola sumergida entre mujeres y asesinatos por placer... disfruta de tener esclavos de sangre, personas que darían todo por ser como él, más sin embargo, en secreto, el busca a su confidente y amigo de antaño.

Harald nació en Ringerike, Noruega, en el año 1015. Sus padres fueron Åsta Gudbrandsdatter y el segundo esposo de ella, Sigurd Syr, quien era gobernante de Ringerike en ese tiempo y el más rico de los gobernantes en el area.

A través de su madre Asta, Harald era el más joven de los tres medio-hermanos del rey Olaf de Noruega, a quien luego Harald admiraba como un modelo a seguir. Despúes de una revuelta en el año 1028, Olaf fue exiliado de Noruega y no regresó hasta el año 1030, en el cual Harald le esperaba con un ejército de 600 hombres, y acompañó a su medio hermano en la Batalla de Stiklestad con el intento de que Olaf retomara el trono Noruego, que había sido tomado por Cnut el Grande. Durante la batalla, Olaf murió, mientras que Harald fue gravemente herido, a pesar de su asombroso talento militar, por lo que escapó hacia el este de Noruega, y luego de un mes de curar sus heridas, continupo su paso hasta Rus de Kiev, llevando a Svein consigo.

En Rus de Kiev, harald fue recibido por el Gran Príncipe Yaroslav, cuya esposa, Ingegerd, era un familiar lejano de Harald, y fue entonces nombrado capitán de las fuerzas militares de Rus de Kiev, y aprovechó la estadía para arreglar el matrimonio entre Svein y una de las cortesanas de yaroslav, quien el príncipe elegiría. Unos cuantos años después se vuelven a trasladar, esta vez a Constantinopla, donde Harald y su tropa de 500 hombres se unen a la Guardia Varega.

Durante la estadía en Bizancio bajo el mando del Emperador Michael IV, a pesar de haber tratado de mantener su identidad como un secreto al hacerse llamar Norðbrikt, su nombre real y reputación era bien conocida, y batalló en más de 18 frentes de batalla que tenía el imperio en esos tiempos, ganando así mucha reputación, prestigio y honores varios. Sin embargo, ante la muerte del Emperador Michael IV, hubieron variadas revueltas en las que se idscutía el poder entre el nuevo emperador, Michael V, y la emperatriz Zoe.
Durante estas revueltas, Harald fue enviado a prisión por razones que no quedaron claras, y fue gracias a Svein que, en medio de todos los conflictos, le sacó de prisión y convenció de volver a Noruega. Entonces Harald se volvió líder de los Varegos que apoyaban las revueltas contra el nuevo emperador, y luego de destituir al emperador, él y sus hombres huyeron de vuelta a Rus de Kiev.

De vuelta en Kiev, Harald contrajo matrimonio con una de las hijas de Yaroslav, la princesa Elisiv de Kiev, pues durante su estadía en Bizancio, se había hecho con una gran riqueza, ganando así la mano de la princesa. En el año 1045, Harald hizo caso a los consejos de Svein y, junto a sus tropas, llegaron a Suecia con intenciones de invadir Noruega y recuperar su trono, que en ese tiempo era ocupado por uno de los hijos ilejítimos de su hermano Olaf.

Con Svein al mando de sus tropas, Harald invadió Dinamarca y Noriega, y para el año 1046, fue Svein quien convenció a Harald de que su mejor movida era aceptar el trato que Magnus le estaba ofreciendo: reinar conjuntamente Noruega (pero no Dinamarca) a cambio de entregar parte de su riqueza. De este modo, Harald se convirtió en rey de Noruega y mantuvo una corte separada de la que tenía Magnus. Un año duró esta institución, pues para 1047, Magnus murió sin heredero, dejando a Harald el trono Noruego.

Confiado en sus propias capacidades militares y en las de su Mariscal, Harald planeaba invadir a sus vecinos, incluyendo Dinamarca para reclamar el trono que Magnus le había dejado a otro noble. Sin embargo, durante el otoño de 1047, su mariscal fue convertido en vampiro, arruinando así sus planes de invasión a otras tierras.

Sin embargo, vio en él un nuevo potencial con su nueva naturaleza, por lo que se empeñó en mantener aquella conversión en completo secreto. Por ello, convenció a Svein de que lo mejor para él era que su esposa Darina volviera a Kiev, donde su sed de sangre no pudiera lastimarla, y con la escusa de que ella había conspirado en contra de su marido, la culpó de la extraña enfermedad que aquejaba a Svein en esos momentos, y la envió de vuelta a su tierra natal. Lo instaló entonces como su Administrador de Finanzas, con la escusa de que ya no podría ser Mariscal a causa de su enfermedad, y ĺuego de instalar a otro guerrero de buen nombre en el puesto de mariscal, continuó con lo planeado como si nada hubiere pasado.

Entre 1048 y 1064, Harald se dedicó a saquear y armarse de botines atacando las costas Danesas, hasta que finalmente pactaron la paz; y durante 1065, recorrió el país colectando impuestos y enfrentándose con violencia ante aquellos que se rehusaban a pagar. Así, con el tiempo se le conoció como Haraldr Harðráði, que se traduce como Harald, el rey de la mano dura.

En 1066, aún con planes de invasion, Harald se unió a Tostig, conde de Northumbria, para combatir contra el hermano de éste, Harold II de Inglaterra, y repartirse Inglaterra. Sin embargo, a pesar de la exuberante cantidad de tropas, Harald fue derrotado en la Batalla de Stamford Bridge, el 25 de Septiembre de ese año, donde se le creyó muerto por una flecha.

Es abrazado por la muerte en 1066 de nuestra era, dado por muertos por todos sus subordinados, incluyendo a Svein; cosa que él prefirió antes de saber como controlar el don que se le había otorgado; su maestro pasó con él los primeros 250 años de su nueva vida, mostrandole tanto como era su conocimiento; en ese tiempo aprendió los poderes que hasta la fecha perfecciona y usa para su propio beneficio.

Sus caminos se separaron cerca del año 1300, las cruzadas se convirtieron en una cacería de brujas, y los vampiros, hijos de los mitos de la iglesia eran perseguidos por hombres que actuaban como bestias embebidos por la redención prometida... En ese momento era mejor para ambos mantenerse solos y poseer un bajo perfil. Así pasaron las cruzadas por el derecho de la tierra santa, luchas y carnicerías que a Haraldr le resultaban superfluas pero divertidas... el ser humano siendo el animal más retrogrado de la tierra, manifestando sus más viscerales emociones por una causa que ellos llamaban justa, pero que pocos la creían en realidad.

Para los años de la edad media, Haraldr se dio la vida que deseaba, matando a placer, aterrorizando aldeas enteras de los países bajos, persuadiendo a hechiceros y gitanos de hacer su voluntad como si de un Dios se tratase, sin lugar a dudas, la mejor época de su nueva vida.

Con la iluminación, vinieron cambios en la sociedad, adelantos científicos y tecnológicos que modificaron las costumbres del oscurantismo que terminaba; Haraldr transformó la barbarie que su vida era, en un delicado juego de ajedrez, en el que buscaba obtener el placer y la diversión de antaño, moviéndose como un humano cualquiera, alejándose de la realeza de su tierra y dedicándose a vivir una vida de clase alta que él se merecía.

Hace pocos años, escuchó hablar de Svein, y una ola de sentimientos reprimidos le golpearon el rostro... esos rumores lo llevaron hasta París, pero aún allí, no está seguro de encontrarse con su viejo amigo... ¿Que cuentas le puede entregar de más de 7 siglos escondiéndose entre las sombras?