Orientación sexual literaria [Privado] (Pos. +18)

por **Cassandra Von Amsberg** Dom Mayo 24, 2015 6:16 pm

La peor noticia que podría llegar a su vida era que su primo Ulysses venía a Francia para hacerla una visita y así él iba a terminar su instrucción o lo que estuviera haciendo para hacerse un guardián más de los Amsberg. Sentía en su interior que en donde estaba, se sentía prácticamente vigilada continuamente, posiblemente por lo que paso en aquel prado con Beatrice la cual no ha vuelto a ver en tres semanas.

Le resulto raro porque su hermano seguía sin responderle que había pasado con su mejor amiga. Así que le dio poca importancia, su hermano hablaría cuando quisiera y sobre todo cuando ya no podría aguantarse más. Estando de espaldas a la ventana, con el cabezal de la cama enfrente de ella y boca abajo en la cama resoplaba una y otra vez, pensativa si debería ir a por la lista de libros que pedía su primo.

-Que vaga estoy…además lloverá –Dijo para sí misma al observar el temporal como estaba. Seguro que llovería estrepitosamente y su cabello se fastidiaría, además de que no le gustaba ir desaliñada por la calle. Solo suspiraba profundamente y cuando sus doncellas comenzaron a poner todo en orden, ella misma se levantó de la cama.

Se puso a desayunar en su lugar de cojines con un libro en la mano, si, Cassandra leía aunque no muy a menudo. Lo que le gustaba leer era novelas de terror, a veces de policías y crímenes. Cuando termino de desayunar se acicalo para vestirse con un vestido sencillo, ponerse un fular de varios estampados a juego con el vestido rojo oscuro que se había puesto y con la lista en el interior de su busto se fue a la biblioteca en busca de los libros que su estudioso primo pedía.

Qué asco.

Como si fuera una mula de carga. Suerte que llevaba a su fiel lacayo atado a sus pies, en sentido figurado y no literalmente – Ese conjunto es horrible –Observo a las trabajadoras de la biblioteca –Alguien debería de aconsejarles un poco en moda –Dijo y con eso se adentró en lo que era un mundo diferente al exterior, diferente a una tienda de ropa de alta costura – Cielo santo, me va a estallar la cabeza –Se giró y miro a su fuerte y joven lacayo.

– Aquí tienes la lista –Saco de su busto un papel caliente por haber estado entre sus senos, la lista de libros que su primo pedía – No, Jeremías, no te excites aquí ¿quieres? Pero seguro que tienes ahora algo que contar cuando volvamos –Le guiño un ojo confidente – Te espero en la cafetería, ¡No tardes! –Dijo feliz de haber encomendado a su lacayo a hacer la tarea y de ir feliz a tomarse una buena taza de café con pastas.