Cirene Lewis ID

Datos

Nombre: Cirene Lewis.
Edad: 25 años.
Especie: Humana.
Tipo de clase social o cargo: Duquesa de Países Bajos (por matrimonio).
Orientación sexual: Heterosexual.
Lugar de Origen: Lyon, Francia.

Personalidad

Cirene no es complicada, sólo es práctica y autoritaria. Es una muchacha independiente y un tanto altanera si se le provoca. Cuando se propone una meta, va tras ella sin importar las consecuencias, pues nunca se rinde ante nada. Tiene un genio fuerte y le gusta que las cosas se hagan a su manera. A veces es un tanto impulsiva y suele enojarse con facilidad, hasta el punto de irse de los puños si es necesario.

Tiende a arriesgarse más de lo necesario, pues parece que no le teme a nada o mejor dicho, su único miedo es que su familia llegue a dar con ella algún día. Pero eso es algo que ha dejado de preocuparla con el tiempo, pues siendo una ladrona de oficio, Cirene está consciente de que es poco probable de que la encuentren, sin embargo, nunca hay que bajar la guardia.

Es muy bromista y optimista; a pesar de ser una chica, tiene una relación llevadera con los hombres, quizás esto se debe que desde niña sólo se crió con sus hermanos y pasaba el tiempo con ellos. Pero si éstos se sobrepasan, no duda en hacerles entender que con ella no se juega de esa manera. En este tiempo, se ha vuelto malintencionada y poco confiable, en especial con todo aquel que no sea de su bando, aunque, de niña siempre estaba dispuesta a ayudar a quienes lo necesitaran, ahora las cosas son muy diferentes a antaño. Su corazón se ha endurecido con el paso de los años y ahora sólo piensa en sí misma. Si se le ve siendo amable o alguien de quien se pueda confiar, ¡cuidado! Sólo es una perfecta actuación de su parte.

Es excesivamente honesta e idealista; se traza metas y siempre tiene un plan para todo, odia dejar las cosas al azar, prefiriendo trabajar de manera organizada, cualidad por la cual es respetada en su clan. Ha demostrado ante todos, que es una líder digna, por ello, quizás, es quien tome el lugar del capitán McWhir si éste muere. Pero esto son meras especulaciones nada más.

Cirene es feliz siendo completamente libre e independiente, lejos de etiquetas absurdas y prejuicios. Está satisfecha con lo que hace y la moral impuesta por la sociedad poco le importa. Le encanta desafiar a la autoridad y los riesgos son increíblemente atractivos para ella. Desde el momento en que se unió a la tripulación del capitán McWhir, supo que era la felicidad. A pesar de que extraña a sus hermanos y a su madre, Cirene no cambiaría su actual vida por nadie... O al menos eso lo que piensa.

Historia

Cirene es la hija menor de una familia conservadora francesa. Siendo la única niña, era quien estaba obviamente destinada, como se acostumbraba, a ser una dama de la alta sociedad. Pero el destino de Cirene Courtois no era ese, lo que sus padres querían para ella no era lo que correspondía a Cirene, por eso fue que ella poco a poco se iría convirtiendo en el dolor de cabeza de su padre. Desde muy chica, demostró ser diferente a otras niñas de su edad, no compartía ningún interés con éstas, Cirene más bien estaba pendiente de otras cosas, pero al ser una niña, no se le dio demasiada importancia. Fue desarrollando el fuerte carácter de su progenitor, por lo que solía enfrentarse abiertamente a él cuando no estaba de acuerdo con algo. Por suerte, sus hermanos mayores siempre estaban presentes para defenderla y evitar que el padre le fuera a castigar severamente.

Solía pasar la mayor parte del tiempo con sus hermanos mayores en vez de estar aprendiendo lecciones de piano, aunque le gustara el instrumento, sentía que debía aprender a tocarlo por complacer a otros y no porque ella lo quisiera, así que, en vez de ir a dichas clases, tomó cierto gusto por la esgrima, pues al ver a sus dos hermanos mayores practicándola, ella también quería y como ambos no eran capaces de negarle nada, le enseñaron, incluso a pelear. Cirene para ellos era un "hermanito" más y solían bromear con ella a pesar de ser una niña. Obviamente, su padre no estaba enterado de nada y los sirvientes eran prácticamente sus confidentes.  A veces, sin que sus progenitores lo sospecharan, se metía en la cocina y ayudaba a las criadas con la comida e incluso a organizar la casa.

Pero no siempre pudo esconder aquellas acciones, su padre terminó descubriéndola y como era de esperarse, le regañó, estaba disgustado por la manera tan grosera en la que se comportaba, pero Cirene nunca se le quedó callada, en especial porque se sentía protegida por sus hermanos. Las discusiones entre ambos se agravaron aún más cuando ella entró en la adolescencia. Cirene, siendo más consciente de las cosas, siempre mantenía una postura firme y poco le importaba lo que la sociedad imponía, ella era diferente y así se lo hizo dejar en claro a su padre.

Solía pasar más tiempo con su madre y la grácil actitud de la mujer simplemente la llenaba de paz. Pero Cirene sabía que en el fondo su madre no era feliz. Convenció a sus hermanos para pasar más tiempo con ella y hasta la llevaban a cabalgar con ellos y a pasear por el campo. Era injusto que aquella mujer sólo se la pasara encerrada en casa porque su marido así lo quería. Cirene estaba completamente indignada por ello y se lo dejó saber a su madre; ella no quería esa vida.

Como su familia se dedicaba a la industria de la seda, la chica también quiso aprender sobre dicho oficio, tal como le correspondía a sus hermanos mayores. Siempre se la pasaba con ellos, de un lado a otro, le preguntaba de todo un poco a los obreros y éstos le tomaron una gran estima. Cirene parecía más bien otro muchacho más cuando se juntaba con los más jóvenes. Pero no todo siempre es felicidad, la vida cómoda de Cirene decayó a la edad de dieciocho años cuando su padre, creyendo que sería lo mejor (y tras varios intentos fallidos), la comprometió con el hijo de una familia perteneciente a la realeza europea. La idea la molestó tanto que terminó ganándose una bofetada por su falta de respeto. Cirene se fue indignada a su habitación, no iba a permitir que escogieran su vida, como lo hicieron sus abuelos con su madre.

Cada vez que debía presentarse con su prometido, Cirene se las ingeniaba para escaparse. La servidumbre y sus hermanos se encargaban de protegerla durante esas ocasiones. Aún así, el padre siempre se las apaleó para evitar que el compromiso fuera disuelto por los padres del prometido de su hija, quien estaba empeñada en hacer añicos semejante cosa, sin importar lo que tuviera que hacer. Fue en dicha búsqueda que descubrió algo que podría usar en contra de su progenitor, mientras éste, ya había, incluso, puesto la fecha de su matrimonio, así tuviera que amarrarla para que se presentara.

Cirene descubrió que ella y sus hermanos no eran los únicos hijos; un día, estuvo husmeando entre las cosas de su padre y descubrió unas cartas en donde se hablaba de un hijo bastardo. Más que sentirse bien por no haber compartido con aquel hermano que no conocía, se sintió indignada, ¿cómo podía ser su padre capaz de abandonar al chico a su suerte? Y sin contar que tenía la misma edad de su hermano mayor. El gran señor Courtois le había sido infiel a su madre durante el embarazo de ésta. Cirene tenía que contárselo a todos, sólo para humillar al líder de la familia.

Se enfrentó de nuevo a su padre y le reclamó, también amenazó con contarle a su madre y lo único que obtuvo fue que la azotaran y la encerraran en su habitación. Para su mala suerte, sus hermanos no estaban en casa y su progenitora no pudo hacer nada por ella. Esto fue lo que llevó a Cirene a querer huir de casa. En el tiempo que estuvo castigada, aprendió a forzar las cerraduras de las puertas para abrirlas sin necesidad de usar llaves, le robó dinero a su progenitor, joyas... Iba a la cocina a buscar comida y confeccionó ropa adecuada para cuando le tocara fugarse. Cirene elaboró todo un plan de huida que le llevó varios meses, pero lo conseguiría. Era capaz de sobrevivir sola, pues había acumulado carácter y conocimiento suficiente para hacerlo. Pero no contaba con un detalle, uno que se había estado planeando a sus espaldas.

Cuando cumplió veinte años, la sorpresa la asaltó de manera repentina. Su madre le había pedido que por favor no fuera hacer una tontería y le regaló un pequeño broche. Ese mismo día se casaría; Cirene quiso salir corriendo, pero al ver el rostro de su madre, no tuvo el valor de hacerlo. Eso le conmovió enormementre. La amaba y no quería que siguiera sufriendo por su culpa. Así que simplemente se dirigió al altar, a pesar de no haber compartido con aquel prometido indeseado y desconocido; sin embargo, al estar en medio del altar, huyó.

Cirene se fugó con toda la rabia y el temor arremolinados en su corazón; robó un caballo y con el dinero que había logrado conseguir, dejó pesada vida atrás. Sintió miedo, pero ya era hora de ser libre. Dejó unas cartas a sus hermanos y madre con algunos criados que sabían de su fuga. Finalmente había abierto sus alas para seguir su verdadero e inesperado destino.

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Lo menos que pensó cuando huyó de casa fue que iba a terminar metida en un grupo de piratas. Sí, piratas. Cirene ya había escuchado sobre esas personas, pero a pesar de ser como era, no imaginó que ella sería parte de aquel clan. Eran brutos, groseros, molestos, pero cuando se les tomaba estima, podían ser agradables personas a pesar de que se dedicaban a robar y a veces, a matar.

Cuando Cirene se encontró al capitán McWhir y a su tripulación, dos de sus hombres intentaron robarle el dinero que llevaba consigo, pero lo no esperaron es que la chica iba a defenderse de manera brillante. Cirene se enfrentó a ambos sin ningún temor, hasta logró robarle la espada a uno de aquellos y les dio pelea hasta el final. Esto llamó la atención del capitán McWhir, quien, luego de una pelea con de espada a espada, adoptó a la muchacha y le ofreció un lugar dentro de su grupo. Cirene aceptó, pues necesitaba un lugar en donde estar, necesitaba formar parte de algo.

Ella se convirtió como en una hija para McWhir y también la que impartía el orden entre los miembros del grupo. A Cirene no le importaba robar, disfrutaba vivir intensamente y conseguir todo lo que se proponía. Se metía en constante peleas callejeras y el hecho de ser una mujer no era problema para ella. Cirene ha vivido durante casi seis años como una ladrona, viajando en barco de un lugar a otro y retornando a París de vez en cuando.

Al estar en dicha ciudad, su vida dio un vuelco inesperado. Y el capitán que tanto admiraba no era quien decía ser. Sin embargo, no dudó en querer continuar a su lado como su fiel mano derecha, pues las razones que movían a McWhir eran parecidas a las de ella.

Tuvo que resignarse a continuar con la farsa de su matrimonio por conveniencia de McWhir, descubriendo cosas que no le hicieron mínima gracia. Así pues, finalmente optó por aceptar su relación con Brent (de mala gana), asumiendo inclusive su posición como nuevo miembro de la realeza de Países Bajos.

Datos Extras

—En realidad, se encontró con su actual grupo meses después de que había abandonado su casa. Cuando esto ocurrió, Cirene había engañado y robado a un burgués al que McWhir pretendía asesinar.
—Tras haber encontrado a su medio hermano, también le fue tendida una trampa por su familia. Para ayudar a McWhir con una venganza en contra de los Lewis, decide regresar a casa y retomar su compromiso y posterior matrimonio.
—Luego de haber llegado a un acuerdo con Brent (su esposo), por razones obvias, llegó a ser nombrada duquesa, decisión apoyada por el mismo Brent (aunque a Cirene no le hizo mucha gracia tener tanta responsabilidades).