Diana Ishbel de Dianceht |ID

D. Ishbel de Dianceht

Habilidades y poderes

»Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan, ya sean a favor o en contra de alguna persona, por medio de conjuros, hierbas y pociones. Esto incluye altos conocimientos de herbolaria que les permiten hacer también curaciones.
»Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiantes cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.
»Premonición: Habilidad para percibir el futuro. En ocasiones solamente se expresa en forma de vagos sueños mientras se duerme, mientras que otras veces es clara y ocurre a voluntad, mientras se está despierto.
»Atmokinesis: Habilidad para controlar ocasional y relativamente el clima y los sucesos meteorológicos (Rayos, tempestades...).
»Creación de Ilusiones: Habilidad que le permite crear ilusiones a su alrededor; imitará texturas, sonidos, olores, etc., desconcertando así a su oponente y brindándole una excelente arma defensiva. El poseedor de este don será capaz de entrar a la mente de su adversario con sus ilusiones.

Lazos familiares

Psicologia

Ishbel desde siempre fue una niña de lo más dulce, curiosa y despierta. Al crecer, nada de esto ha cambiado. Por el contrario, parece que no ha hecho más que empeorar, volviéndose en una aventurera nata. Siempre atenta a todo lo que ocurre a su alrededor, ella siempre suele ver más de lo que los demás logran ver, sea o no sea por sus habilidades premonitorias. Esta jovencita hechicera siempre está sonriendo, sus sentimientos son nobles y posee un gran corazón muy similar al de su madre, aunque sea más reservada. De carácter dulce y muy inteligente, es como pequeño rayo de sol siempre metiéndose en problemas o defendiendo las causas más injustas. Con una fuerza de voluntad envidiable, no hay nada que no se atreva a hacer. Quizás todo estaba predestinado en su mente y ella debía de adquirir el carácter de su madre, no obstante, la tozudez más que del lado materno, es mas parecido al lado paterno. Sin miedo a nada, valiente y a veces un poco inconsciente (actuando meramente por impulso, sin medir bien las consecuencias), peca enormemente de confiada. Muy sincera, con una alma que parece más mayor de lo que realmente es su cuerpo; es una joven que lucha contra lo perverso del sistema. Poderosa y muy sincera, odia las mentiras, las burlas, las injusticias y aunque no lo parezca teme a la oscuridad (por más que luego la abrace sin dudarlo en una de sus travesías).

Historia

Todo empezó en una tormentosa noche en la que su madre fue emboscada por sus enemigos. Y fue precisamente aquella noche en la que Diana decidió salir. Por cada grito de la duquesa mientras esta huía de sus enemigos, en su vientre se preparaba la pequeña para nacer. Los cielos fueron alumbrados por los rayos cuando la tempestad empeoró y ya a salvo, en un rincón del bosque tras un último relámpago un llanto rompió el silencio. La primogénita de los Dianceht había nacido y a manos de Gerarld -quien sería en un futuro su mentor- y en brazos de su madre, la pequeña se agarró con fuerza a la vida y en el cielo, la tormenta repentinamente amainó.

Aquella fue su llegada al mundo y bajo las oraciones de todos los sirvientes y de su madre, la niña no sufrió ningún daño, ni un leve resfriado por suerte para ella. Tras que el médico la examinara todos pudieron respirar aliviados y celebrar aquella nueva llegada que les depararia muchas alegrías. La suerte y la dicha aunque no estuvieran completas alegraron a Danna quien en cuerpo y alma se dedicó a su hija. Su vida desde sus primeros pasos hasta la actualidad fueron siempre protegidos por aquellos que ya de solo nacer, ya la amaban. La niña, curiosa y traviesa como dulce y tierna, no dejó a nadie indiferente en el castillo y pronto no solo tuvo a todos los sirvientes tras ella dándole todo lo que la pequeña quisiese, sino que todos aquellos que venían a verla o llegaban para ver a su madre, inmediatamente quedaban prendados de su vivaz mirada como de su inocente y pura esencia.

La pequeña nunca conoció a su padre, pero su madre siempre le habló de él por las noches y llegó a hacerla sentir que él siempre estaría con ella, vigilandola desde la oscuridad para que nadie le hiciera daño. Así, con las dulces palabras de su madre, perdió su miedo a la oscuridad y en sus sueños más de una vez creyó soñar con él, con su figura acercándose a ella. Pero no siempre soñaba con él, también lo hacía con los otros miembros de su familia e incluso una vez logró vaticinar la visita de Gerarld al castillo, antes incluso de que él se anunciase o entrara por las ventanas, sorprendiendola como solía ocurrir algunas veces. Él parecía siempre buscar sorprenderla y ella que no se negaba a aquel juego, cada vez debía mostrarse más atenta para anticipar sus movimientos.

A medida que fue creciendo adquirió un gusto por las novelas y la lectura. También por la esgrima, ya que de pequeña solía quedarse viendo de escondidas a su madre entrenarse en esa disciplina. Empezó a leer de muy pequeña como de hablar sorprendiendo a todos con su inteligencia.También encontró en la naturaleza un patio de juegos imposible de resistir cuando no estaba por sus lecciones. Perdiéndose por los jardines con ojos curiosos, observaba toda la vida que allí se desarrollaba. Igual a su madre poco tardó en amar aquellos paisajes de Escocia y la tierra que le había dado la vida.

La pequeña creció segura y protegida por todos que habitaban en su círculo más cercano, y creciendo con ese nivel de seguridad, su carácter intrépido se potenció; ayudando a crear una copia exacta de su madre. En toda Escocia no pudo haber dos copias más similares que las de hija y madre portaban. Los miedos contra los que su madre combatía, se hicieron realidad en Ishbel y aquel fuego indómito que de joven había padecido -llevándola a la gran mayoría de oscuros sucesos y peligros- ahora relucieron en su hija de mil formas aún más fuertes que en su progenitora. Ishbel de Dianceht no era solo la hija de una duquesa licantropa, también era hechicera. Poseía su propio poder y con aquel poder creció fuerte y estable. Ayudada siempre desde los doce años por quien era  su maestro en la hechiceria; cuando controló el alcance de sus poderes, las puertas del mundo se le abrieron y como una jovial joven sintió que el mundo podía ser enteramente suyo para recorrerlo.

Sin embargo, no fue hasta que su madre renunció al cargo de “duquesa”, cuando la pequeña Ishbel no entendió lo que era la libertad. Dejando en un segundo plano todo lo relacionado con la aristocracia; para Ishbel la renuncia de su madre solo le supuso menos reuniones y cortes que visitar. Por ende, más tiempo para sí. Más tiempo para usar sus dones para el bienestar de los suyos. Como una Dianceht, poseía una rebeldía innata contra todo tipo de injusticias y siguiendo a su madre en secreto por sus incursiones, ella también acabó aprendiendo a dejarse llevar por el corazón. Corazón que la ha llevado a ausentarse por una temporada de Escocia y acudir a Francia, en busca de alianzas, apoyos y hacer torcer la balanza hacia el lado de los inocentes.

Otros datos

»De los juegos de la niña con Gerarld, es que se empezó a indagar sobre las líneas genealógicas de la familia buscando alguna explicación de sus habilidades. No se tardó mucho en hallar la respuesta. Excepto Danna, todas las mujeres de la familia habían sido hechiceras. Incluyendo en ellas, a Ishbel.
»Conoce a su padre biológico y en algunas circunstancias lo ha visitado en sus viajes a la capital francesa.
»Solo hace unos años que su madre renunció a su cargo de duquesa para poder estar con su hija y centrarse en su particular lucha contra la inquisición.
» Tiene un lobo como mascota, si así puede llamarse. Es protector y esquivo. Únicamente la pequeña o su madre se le pueden acercar sin que huya o estén en peligro a causa de la desconfianza del animal.
»En la actualidad Ishbel se dedica (siempre que puede) a liberar a los inocentes de las garras de la inquisición. Esto ha conllevado a ponerse en peligro, más veces de las que está dispuesta a admitir.