AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El amor no se disuelve en la muerte... se hace mas fuerte - Elene Tzaravas ID
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El amor no se disuelve en la muerte... se hace mas fuerte - Elene Tzaravas ID
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
ELENE TZARAVAS▲EDAD▲
22 años aparentes / 34 años reales▲ESPECIE▲
FANTASMA▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲
NINGUNA▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
CLASE MEDIA O LA DE MI MARIDO▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
HETEROSEXUAL▲LUGAR DE ORIGEN▲
GRECIA▲HABILIDADES/PODERES▲
→ Aparición/Invisibilidad: Habilidad para aparecer y desaparecer las veces que deseen y a cualquier hora del día, además de que ellos poseen la capacidad de mostrarse solo ante las personas que ellos elijan y ocultarse a ojos de los que no desean que los vean.→ Ilusión: Capacidad de crear ilusiones ópticas a los vivos, mostrar recuerdos a través del tacto o similares.
→ Teletransportación: Habilidad para moverse de un lugar a otro sin ocupar espacio o masa en el trayecto. Traspasar superficies sólidas que un humano común no podría, como paredes, etc.
→ Telequinesis: Habilidad para mover objetos, tocar a los seres humanos que están vivos, animales, etc. En pocas palabras pueden hacerse pasar perfectamente por una persona viva y realizar las mismas actividades que un vivo haría si es que lo desean. Los objetos pueden moverlos no sólo con tocarlos, también haciendo uso solamente de su mente.
→ Permanencia: Capacidad de quedarse en el mundo de los vivos el tiempo que deseen, pero mientras lo hagan su alma no estará en paz y no descansarán como el resto de los difuntos.
→ Corporeidad: Característica de lo que tiene cuerpo o consistencia. Los Fantasmas tienen la capacidad de tener un cuerpo físico, de tocar, sentir y hacer sentir y ser tocados por otros (vivos) si lo desean; significa que pueden gozar de las mismas sensaciones de las que goza un mortal (aunque nunca será igual a como las siente un vivo) pero esto sólo será logrado si se concentra lo suficiente y solamente si desea que asi sea.
→ Posesión: Posibilidad de entrar en el cuerpo de un vivo, pero esto sólo pueden lograrlo con la ayuda de una persona que tenga conocimientos en el tema (como los hechiceros o mediums), además de que la posesión solo será momentánea (máximo un par de horas), nunca permanente.
Es un fantasma dulce, cariñoso y respetuoso con los que tratan bien a su familia, en especial a su hijo. No puede dejar de ser una madre, a pesar de haber muerto ya hace varios años, siempre estará atenta para acudir en auxilio de su hijo si éste la necesitara.
No puede negar que es bastante posesiva, jamás dejará que otra intente tomar su lugar, su hijo la tiene a ella para lo que sea necesario, y aunque ha deseado en muchas ocasiones presentarse delante de su pequeño, siempre ha logrado contenerse. A lo sumo utiliza los sueños para poder hablar con él y darle consejos o decirle que siempre lo amará, haga lo que haga.
El amor que siente por su esposo, - a pesar de que no puede demostrárselo como antaño - sigue existiendo en su interior y es ese sentimiento el que hace que muchas veces le reproche que se encuentre solo. En muchas ocasiones le ha pedido que sea feliz, que no sufra por ella, pero por otra parte, no existe ni una mujer que le parezca lo suficientemente buena para su Owen, ella espera encontrar una mujer que logre ser el complemento ideal para aquel hombre que le dio tanto amor. Aunque tema que de ser así él se olvide para siempre de ella.
No puede negar que es bastante posesiva, jamás dejará que otra intente tomar su lugar, su hijo la tiene a ella para lo que sea necesario, y aunque ha deseado en muchas ocasiones presentarse delante de su pequeño, siempre ha logrado contenerse. A lo sumo utiliza los sueños para poder hablar con él y darle consejos o decirle que siempre lo amará, haga lo que haga.
El amor que siente por su esposo, - a pesar de que no puede demostrárselo como antaño - sigue existiendo en su interior y es ese sentimiento el que hace que muchas veces le reproche que se encuentre solo. En muchas ocasiones le ha pedido que sea feliz, que no sufra por ella, pero por otra parte, no existe ni una mujer que le parezca lo suficientemente buena para su Owen, ella espera encontrar una mujer que logre ser el complemento ideal para aquel hombre que le dio tanto amor. Aunque tema que de ser así él se olvide para siempre de ella.
Atenas siempre había sido para Elene, el mejor lugar del mundo, su refugio, en el que podía estar segura, mas ansiaba emprender el vuelo, como las aves que emigraban a tierras distantes, cada año. Deseaba poder viajar, conocer los lugares que relataban aquellos libros que atesoraba escondidos en el altillo de la casa de sus padres. Pero su madre no le permitía que ni siquiera soñara con algo semejante, - no, como una señorita de tu clase, emprendería un viaje sola y a lugares tan poco civilizados – solía decir su madre. Cuando cumplió los dieciséis años, Elene descubrió que no era una joven como todas sus amigas, ella poseía habilidades que jamás había experimentado. Su madre le hizo jurar que jamás las usaría, Elene al ver a su madre tan alterada, le prometió que no lo haría, aunque en realidad, solo cumpliría con no hacer uso de ellos en público, pero en la soledad, no se privaría de experimentarlos.
Por más de diecinueve años, Elene cumplió con todo lo que su madre le había hecho prometer, jamás usaba sus poderes de una forma que pudiera llegar a llamar la atención de alguien. Por eso encerrada en su altillo, solía crear ilusiones, y así podía ver y sentir aquellos paisajes que describían las páginas de los libros. A su entorno, se manifestaban las más intrincadas escenas de la literatura, la historia y aún de la filosofía. Pero nada le agradaba más como caminar por las ruinas atenienses, y si no había nadie a su alrededor, lograr crear la ilusión de un Partenon recién erigido, con su imponente escultura de la diosa Atenea.
A veces, en noches en que sus padres por alguna razón tenían que asistir a cenas, galas de la alta sociedad o nobleza, Elene se las ingeniaba para recorrer lugares que estarían vedados para una jovencita como ella. Utilizando su poder de modificar la apariencia, cruzaba medio Atenas, convertida en una pordiosera, una mujer, una niña, un hombre, o un muchachito, para así descubrir historias y verdades, que de otra manera, jamás hubiera sido imposible.
En ocasiones, se presentaba en el museo, como si fuera un aprendiz, para dialogar y hasta discutir con viejos catedráticos, que habían dedicado su vida a la historia de su ciudad, esa parte de la historia que no se revelaba al público en general, esa que se refería a hechiceros y sociedades secretas. En una ocasión uno de aquellos hombres, le había advertido, que no era sensato buscar más indicios, porque de existir, ellos se encargarían de dar con ella y dejarle claro que más le valía mantener la mente apartada de conocimientos primigenios.
Pero Elene era una joven curiosa y no había quien pudiera quitarle una idea, cuando se le metía en el cuerpo. Entonces usaba su poder más oscuro, aquel que podría descubrirla, no ante los simples mortales, sino, ante el ser que la observaba desde las sombras, como un juez y verdugo, dispuesto a caer sobre ella, en el momento exacto. Fue por medio de éste don que consiguió las respuestas a tantas preguntas. El origen de su maldición, se debía a que era hija de un hechicero, y aunque éste la amaba, de alguna forma, jamás dejaría que sus poderes cayeran en manos de aquella sociedad antigua que deseaba usarla para dominar no solo Grecia, sino gran parte de Europa. Aquel hombre, estaba dispuesto a sacrificar su propia estirpe, apagar de un soplo la última llama de su legado, con tal de que ésta no sucumbiera a las malas artes de los hijos de Atenea, como se hacía llamar aquella logia.
Pasó un año desde que había obtenido todo esa información sobre su propia historia, con la ayuda de su poder de dominación, había logrado que su madre confesara aquel amorío con el hechicero. En cierta forma, su carácter tendría que haberse modificado, pero no fue así, continuó siendo una dulce muchacha, amorosa con sus padres y con todos los que la rodeaban. Enamorada de su ciudad, que ahora comprendía mejor. Así, en una de sus excursiones por la ciudad, conoció a un hombre, no mucho mayor que ella. Desde que sus miradas se cruzaron, supo que Owen sería aquel ser que podría entenderla completamente. Pero entonces, un dilema surgió en su alma, si ella le contaba sobre sus poderes, lo que verdaderamente era, solo lograría que él se asustara. Aquel hombre del que se había enamorado, era un humano, sin poderes, nada podría afectarlo mientras lograra mantenerlo alejado de su esencia, de su secreto.
Su madre se opuso a la relación, ella era la única que podía descubrir su secreto ante Owen, ya que su padre adoptivo, - el hombre que por más de dieciséis años, Elene creyera que era su verdadero padre- también ignoraba su condición de hechicera. La joven no tuvo otro remedio que usar nuevamente sus poderes sobre su madre, para que ésta jamás le contara nada a su esposo. Así fue como Elene y Owen se casaron, nadie hubiera creído que aquella dulce jovencita ocultaba una verdad tan rotunda y peligrosa.
Owen solía tener que viajar por su trabajo y ella siempre lo apoyaba en todas sus investigaciones y sueños. Cuando supo que estaba embarazada, se sintió la mujer más feliz del mundo. Primero intentó mantenerlo en secreto, aun para su madre. Pero hubo una persona a la que no fue necesario avisar, porque la misma noche en que escribiera la carta que le llevaría la noticia del embarazo a su amado Owen, un hombre se presentó en el hogar, no fue necesario que él dijera quien era, los orbes que la contemplaron, eran del mismo color que los suyos y aunque debían estar cargados de rabia y odio, solo le devolvían tristeza y decepción, - hubiera deseado que éste momento jamás llegara… - le dijo acariciando la mejilla de la joven. Elene no tuvo miedo, sabía perfectamente que todo lo que le pasara valdría la pena si su amado y su hijo estaban a salvo, por eso luego de sentarse y hablar durante largas horas, ella le pidió un favor, - sé que jamás dejaras de cumplir con tus promesas, por eso he de pedirte un favor… ten misericordia de mi hijo… no te pido que me libres de mi destino, solo que tu maldición… muera conmigo… padre – aquellas palabras hicieron que el poderoso hechicero se conmoviera, pues al fin de cuentas, esa joven, era su hija y el pequeño bebé que crecía en su interior, su nieto.
Luego de aquella visita, la vida transcurrió casi sin problemas, fue después de dar a luz, cuando Elene observó como la maldición de su progenitor iba cumpliéndose, primero fue perdiendo sus dones, sus poderes, pues su vida iba envenenándose lentamente, como un cáncer que mataba su existencia, - te prometo hija mía… que en ti, morirá mi linaje… tus poderes… ni los míos… pasarán a mi nieto… el será un niño común… sin nadie que lo persiga ni que desee su muerte o sus poderes… - , allí, sentada amamantando a su hijo, sonrió acariciándole, sabía que su padre cumpliría la promesa y que ella podría descansar en paz, sabiendo que nada malo le pasaría.
Luchó con todas sus fuerzas para resistir su duro destino, pero cuando su pequeño cumplió los cuatro años, su cuerpo ya no pudo resistir. Fue su padre quien la ayudó en ese trance, en el último mes, mientras su esposo viajaba, el hechicero se presentó en su casa y compartió con ella sus últimas semanas de vida. Cuando ya no pudo dejar el lecho, fue él quien usando el poder de cambiar de apariencia, se presentaba en su hogar, como médico, permaneciendo a su lado todo el tiempo. Fueron los rostros de su hijo y de su padre los últimos en ver, antes de morir.
La llegara al hogar de Owen y verle destrozado por su muerte, hizo que Elene no dejara el plano terrestre, convirtiéndose en un fantasma. Además, cuando su alma dejó su cuerpo, aquel duro hechicero, dejó que el amor de padres se hiciera presente, por eso lloró tomando su mano, pidiendo perdón por lo que había tenido que hacer, devastado porque comprendía que no existía otra salida. Su niño, la contemplaba, sin entender por qué su dulce mamita no abría los ojos y le sonreía. Fue por ellos, su familia, por su hijo, por Owen que no pudo seguir el camino que todas las almas deben andar para llegar al mundo espiritual, y así ella se quedó, para seguir siendo parte de su pequeña familia, aunque desde las sombras.
Por más de diecinueve años, Elene cumplió con todo lo que su madre le había hecho prometer, jamás usaba sus poderes de una forma que pudiera llegar a llamar la atención de alguien. Por eso encerrada en su altillo, solía crear ilusiones, y así podía ver y sentir aquellos paisajes que describían las páginas de los libros. A su entorno, se manifestaban las más intrincadas escenas de la literatura, la historia y aún de la filosofía. Pero nada le agradaba más como caminar por las ruinas atenienses, y si no había nadie a su alrededor, lograr crear la ilusión de un Partenon recién erigido, con su imponente escultura de la diosa Atenea.
A veces, en noches en que sus padres por alguna razón tenían que asistir a cenas, galas de la alta sociedad o nobleza, Elene se las ingeniaba para recorrer lugares que estarían vedados para una jovencita como ella. Utilizando su poder de modificar la apariencia, cruzaba medio Atenas, convertida en una pordiosera, una mujer, una niña, un hombre, o un muchachito, para así descubrir historias y verdades, que de otra manera, jamás hubiera sido imposible.
En ocasiones, se presentaba en el museo, como si fuera un aprendiz, para dialogar y hasta discutir con viejos catedráticos, que habían dedicado su vida a la historia de su ciudad, esa parte de la historia que no se revelaba al público en general, esa que se refería a hechiceros y sociedades secretas. En una ocasión uno de aquellos hombres, le había advertido, que no era sensato buscar más indicios, porque de existir, ellos se encargarían de dar con ella y dejarle claro que más le valía mantener la mente apartada de conocimientos primigenios.
Pero Elene era una joven curiosa y no había quien pudiera quitarle una idea, cuando se le metía en el cuerpo. Entonces usaba su poder más oscuro, aquel que podría descubrirla, no ante los simples mortales, sino, ante el ser que la observaba desde las sombras, como un juez y verdugo, dispuesto a caer sobre ella, en el momento exacto. Fue por medio de éste don que consiguió las respuestas a tantas preguntas. El origen de su maldición, se debía a que era hija de un hechicero, y aunque éste la amaba, de alguna forma, jamás dejaría que sus poderes cayeran en manos de aquella sociedad antigua que deseaba usarla para dominar no solo Grecia, sino gran parte de Europa. Aquel hombre, estaba dispuesto a sacrificar su propia estirpe, apagar de un soplo la última llama de su legado, con tal de que ésta no sucumbiera a las malas artes de los hijos de Atenea, como se hacía llamar aquella logia.
Pasó un año desde que había obtenido todo esa información sobre su propia historia, con la ayuda de su poder de dominación, había logrado que su madre confesara aquel amorío con el hechicero. En cierta forma, su carácter tendría que haberse modificado, pero no fue así, continuó siendo una dulce muchacha, amorosa con sus padres y con todos los que la rodeaban. Enamorada de su ciudad, que ahora comprendía mejor. Así, en una de sus excursiones por la ciudad, conoció a un hombre, no mucho mayor que ella. Desde que sus miradas se cruzaron, supo que Owen sería aquel ser que podría entenderla completamente. Pero entonces, un dilema surgió en su alma, si ella le contaba sobre sus poderes, lo que verdaderamente era, solo lograría que él se asustara. Aquel hombre del que se había enamorado, era un humano, sin poderes, nada podría afectarlo mientras lograra mantenerlo alejado de su esencia, de su secreto.
Su madre se opuso a la relación, ella era la única que podía descubrir su secreto ante Owen, ya que su padre adoptivo, - el hombre que por más de dieciséis años, Elene creyera que era su verdadero padre- también ignoraba su condición de hechicera. La joven no tuvo otro remedio que usar nuevamente sus poderes sobre su madre, para que ésta jamás le contara nada a su esposo. Así fue como Elene y Owen se casaron, nadie hubiera creído que aquella dulce jovencita ocultaba una verdad tan rotunda y peligrosa.
Owen solía tener que viajar por su trabajo y ella siempre lo apoyaba en todas sus investigaciones y sueños. Cuando supo que estaba embarazada, se sintió la mujer más feliz del mundo. Primero intentó mantenerlo en secreto, aun para su madre. Pero hubo una persona a la que no fue necesario avisar, porque la misma noche en que escribiera la carta que le llevaría la noticia del embarazo a su amado Owen, un hombre se presentó en el hogar, no fue necesario que él dijera quien era, los orbes que la contemplaron, eran del mismo color que los suyos y aunque debían estar cargados de rabia y odio, solo le devolvían tristeza y decepción, - hubiera deseado que éste momento jamás llegara… - le dijo acariciando la mejilla de la joven. Elene no tuvo miedo, sabía perfectamente que todo lo que le pasara valdría la pena si su amado y su hijo estaban a salvo, por eso luego de sentarse y hablar durante largas horas, ella le pidió un favor, - sé que jamás dejaras de cumplir con tus promesas, por eso he de pedirte un favor… ten misericordia de mi hijo… no te pido que me libres de mi destino, solo que tu maldición… muera conmigo… padre – aquellas palabras hicieron que el poderoso hechicero se conmoviera, pues al fin de cuentas, esa joven, era su hija y el pequeño bebé que crecía en su interior, su nieto.
Luego de aquella visita, la vida transcurrió casi sin problemas, fue después de dar a luz, cuando Elene observó como la maldición de su progenitor iba cumpliéndose, primero fue perdiendo sus dones, sus poderes, pues su vida iba envenenándose lentamente, como un cáncer que mataba su existencia, - te prometo hija mía… que en ti, morirá mi linaje… tus poderes… ni los míos… pasarán a mi nieto… el será un niño común… sin nadie que lo persiga ni que desee su muerte o sus poderes… - , allí, sentada amamantando a su hijo, sonrió acariciándole, sabía que su padre cumpliría la promesa y que ella podría descansar en paz, sabiendo que nada malo le pasaría.
Luchó con todas sus fuerzas para resistir su duro destino, pero cuando su pequeño cumplió los cuatro años, su cuerpo ya no pudo resistir. Fue su padre quien la ayudó en ese trance, en el último mes, mientras su esposo viajaba, el hechicero se presentó en su casa y compartió con ella sus últimas semanas de vida. Cuando ya no pudo dejar el lecho, fue él quien usando el poder de cambiar de apariencia, se presentaba en su hogar, como médico, permaneciendo a su lado todo el tiempo. Fueron los rostros de su hijo y de su padre los últimos en ver, antes de morir.
La llegara al hogar de Owen y verle destrozado por su muerte, hizo que Elene no dejara el plano terrestre, convirtiéndose en un fantasma. Además, cuando su alma dejó su cuerpo, aquel duro hechicero, dejó que el amor de padres se hiciera presente, por eso lloró tomando su mano, pidiendo perdón por lo que había tenido que hacer, devastado porque comprendía que no existía otra salida. Su niño, la contemplaba, sin entender por qué su dulce mamita no abría los ojos y le sonreía. Fue por ellos, su familia, por su hijo, por Owen que no pudo seguir el camino que todas las almas deben andar para llegar al mundo espiritual, y así ella se quedó, para seguir siendo parte de su pequeña familia, aunque desde las sombras.
La maldición que la llevó a morir luego de ser madre, fue una que su propio padre le impusiera, aun estando en el vientre materno.
Su padre es un hechicero que lucha contra una antigua logia llamada Los hijos de Atenea y que desean tomar el poder de los más importantes reinos.
Su hijo y su esposo, son la única razón que la mantiene en éste plano.
Ha vuelto a encontrarse con su padre, solo para recordarle que debe cuidar a su familia, a toda costa y cueste lo que cueste, es el precio que le ha impuesto a su progenitor y asesino, para perdonarle.
Su padre es un hechicero que lucha contra una antigua logia llamada Los hijos de Atenea y que desean tomar el poder de los más importantes reinos.
Su hijo y su esposo, son la única razón que la mantiene en éste plano.
Ha vuelto a encontrarse con su padre, solo para recordarle que debe cuidar a su familia, a toda costa y cueste lo que cueste, es el precio que le ha impuesto a su progenitor y asesino, para perdonarle.
Última edición por Elene Tzaravas el Lun Mayo 30, 2016 6:04 pm, editado 3 veces
Elene Tzaravas- Fantasma
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 26/08/2015
Re: El amor no se disuelve en la muerte... se hace mas fuerte - Elene Tzaravas ID
FICHA EN PROCESO
incompleta
TU FICHA ESTÁ INCOMPLETA. CUANDO HAYAS TERMINADO, POR FAVOR POSTEA A CONTINUACIÓN EN ESTE MISMO TEMA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN.
NO OLVIDES QUE PARA PODER ACEPTARLA ES NECESARIO QUE PRIMERO HAYAS REALIZADO LOS REGISTROS OBLIGATORIOS EN ESTE APARTADO Y QUE CUMPLAS CON LO QUE PEDIMOS EN EL ESQUELETO DE LA FICHA, INFORMACIÓN QUE PUEDES VER AQUÍ.
GRACIAS.
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Doreen Jussieu- Hechicero Clase Alta
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Elene Tzaravas- Fantasma
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Re: El amor no se disuelve en la muerte... se hace mas fuerte - Elene Tzaravas ID
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.
ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA, TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE CÓMO MANEJAMOS TODO EN ESTE SITIO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES; ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
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