AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Edme Grier ID
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Edme Grier ID
por Edme Grier Sáb Sep 26, 2015 11:47 am
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
EDME GRIER▲EDAD▲
20 AÑOS/34 REALES▲ESPECIE▲
LICANTROPO▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲
......▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
CLASE ALTA▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
HETEROSEXUAL▲LUGAR DE ORIGEN▲
IRLANDA▲HABILIDADES/PODERES▲
→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.→ Atributos: Garras afiladas, dentadura afiliada, rasgos lobunos (en su forma transformada) y longevidad.
→ Transformación: Habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa. Cuando el licántropo está en su forma transformada aumenta un 50% su potencia física.
→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento; si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros licántropos cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida y su característico olor.
→ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.
→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.
→ Aullido: Habilidad para aturdir y dejar paralizado, por algunos instantes, a sus enemigos por medio de un aullido ensordecedor. En ese momento, el sonido golpea fuertemente el oído del enemigo y en ocasiones puede llegar a destrozarle los tímpanos o incluso causarle algunas lesiones cerebrales. El aullido también sirve para llamar otros de su misma raza.
Una de las características de su personalidad es la amabilidad que posee, no importa de quien se trate, si es un ser sobrenatural, un lobo, un cambiante o un vampiro, jamás los juzga, aunque desearía que volvieran su mirada a Dios, ese del que ha sido una fiel devota, desde antes de convertirse en lobo.
Tal vez por lo que ha vivido, por la profunda transformación que conllevó acostumbrarse a su nueva vida, es que siente comprensión por su prójimo, aún por los inquisidores, quienes fueron los responsables de la muerte de sus hermanos en Cristo y de su maldición.
Como buena cristiana, a perdonado a su agresor, jamás lo ha enfrentado, pero sabe quien es y que se encuentra en la ciudad. Comprende que de la misma manera que ella cree que su forma de venerar a Dios es la correcta. En la manera despiadada en que acabaron con sus compañeros, se encuentra el fervor religioso de los inquisidores. Por eso no reprocha al inquisidor, aunque si, su forma de abandonarla a su suerte, si hubiera recibido las lecciones necesarias, no hubiera matado a tantos campesinos como ocurrió la primera noche de luna.
No puede dejar de pensar en todos los licántropos o aún vampiros, que siendo abandonados por sus creadores, los que les traspasaron la maldición. Sufrieron consecuencias atroces, matando a personas inocentes y cargando en sus conciencias por las acciones realizadas en esos momentos en que el alma abandona el cuerpo y toma posesión aquella alma animal, dispuesta a masacrar a quien se coloque adelante. Por eso siempre es solidaria con los sobrenaturales, abriendo su hogar como refugio y contención para los desvalidos.
Es lógico que en ciertas noches del mes, prefiera estar recluida, o en sus aposentos, o deambulando por el bosque, buscando a otros licantropos que puedan llegar a poner en riesgo a otros seres, así, suele entrar en riñas y terminar peleando con sus congéneres. De cada batalla posee un recuerdo. Su cuerpos está cubierto de cicatrices, las que no ha mostrado a hombre alguno. Desde el momento en que se convirtió, juró tomar votos de castidad, aún se conserva pura, en señal de respeto a Dios, no desea pasar la maldición por equivocación, ni a sus hijos, además – ¿quién podría amarla, al ver su cuerpo cubierto con aquellas señales? -.
Tal vez por lo que ha vivido, por la profunda transformación que conllevó acostumbrarse a su nueva vida, es que siente comprensión por su prójimo, aún por los inquisidores, quienes fueron los responsables de la muerte de sus hermanos en Cristo y de su maldición.
Como buena cristiana, a perdonado a su agresor, jamás lo ha enfrentado, pero sabe quien es y que se encuentra en la ciudad. Comprende que de la misma manera que ella cree que su forma de venerar a Dios es la correcta. En la manera despiadada en que acabaron con sus compañeros, se encuentra el fervor religioso de los inquisidores. Por eso no reprocha al inquisidor, aunque si, su forma de abandonarla a su suerte, si hubiera recibido las lecciones necesarias, no hubiera matado a tantos campesinos como ocurrió la primera noche de luna.
No puede dejar de pensar en todos los licántropos o aún vampiros, que siendo abandonados por sus creadores, los que les traspasaron la maldición. Sufrieron consecuencias atroces, matando a personas inocentes y cargando en sus conciencias por las acciones realizadas en esos momentos en que el alma abandona el cuerpo y toma posesión aquella alma animal, dispuesta a masacrar a quien se coloque adelante. Por eso siempre es solidaria con los sobrenaturales, abriendo su hogar como refugio y contención para los desvalidos.
Es lógico que en ciertas noches del mes, prefiera estar recluida, o en sus aposentos, o deambulando por el bosque, buscando a otros licantropos que puedan llegar a poner en riesgo a otros seres, así, suele entrar en riñas y terminar peleando con sus congéneres. De cada batalla posee un recuerdo. Su cuerpos está cubierto de cicatrices, las que no ha mostrado a hombre alguno. Desde el momento en que se convirtió, juró tomar votos de castidad, aún se conserva pura, en señal de respeto a Dios, no desea pasar la maldición por equivocación, ni a sus hijos, además – ¿quién podría amarla, al ver su cuerpo cubierto con aquellas señales? -.
Edme, llegó a Paris 10 años atrás, en su tierra natal, Escocia, había dejado todo aquello, que le recordaba quien fuera, antes de la terrible maldición que pesaba sobre ella. A la edad de veinte años, había decidido unirse a la religión anglicana. Algo totalmente imperdonable para una respetable familia de clase alta. Más el amor de la joven por su nueva fé la llevaba a enfrentarse a todos, aun a su propia familia.
Fue así que una mañana de mediados de otoño, Edme, se dispuso a caminar las millas que la separaban de aquella reunión en honor a Cristo. Al principio su madre le suplicó, llorando y con sus manos unidas en gesto de clemencia, más la joven no medró con su decidida intención de seguir su destino de entregar su alma al dios clemente y vivo de los protestantes. Fue entonces que de las suplicas, llegaron las advertencias, ésta vez de parte de su padre, el hombre que antaño se comportaba de forma amorosa con su hija, al ver que no habría poder humano para sojuzgar aquella tenaz decisión, creyó que no tendría otra opción de usar la fuerza, por primera vez en la vida, con su adorada Edme. A si pues, decidida a ser parte de aquella congregación la joven se dirigió a la puerta, posó su mano en el pasador, cuando escuchó a su padre que airado, intentaba hacerla entrar en razón, por última vez, - pero hija, ¿no te das cuenta que Dios Nuestro Señor, no perdonará la falta de respeto que harías al asistir a esas reuniones? – la joven se detuvo, giró su cabeza hasta contemplar el rosto airado de su padre, - padre, no soy yo quien falta el respeto a Dios, son los sacerdotes y la iglesia, quienes se empeñan en engañarnos y mostrarnos una fe errada, ellos, prefieren mantenernos en la oscuridad, mientras cometen atrocidades en nombre de Cristo -. El señor Grier, pareció a punto de caer fulminado por un ataque de apoplejía, en cuanto pudo respirar, recorrió la distancia que lo separaban de su hija y le cruzó el rostro con dos sonoras bofetadas, lo que provocó que su hija tambalear, apenas repuesta de tal sorpresa, fue arrastrada por los cabellos, encerrándola en su cuarto, - lo lamento hija, pero parece que el demonio se ha metido en tus entrañas, no saldrás de allí, hasta que el inquisidor llegue a nuestro hogar y logre arrancarte a ese demonio que carcome tu alma -.
Allí se quedó toda la tarde, llorando, suplicando, golpeando con sus manos cerradas en puño, la pesada puerta de madera que la aislaba de su antiguo mundo. Cansada de tanto suplicar en vano, la joven se quedó dormida, cuando despertó, el cuarto se encontraba en total oscuridad. Fue así que a tientas, llegó hasta la pequeña ventana, la que pudo abrir, no sin mucho esfuerzo y perseverancia, intentando no hacer tanto ruido que alertara a sus padres, bien sabía que si la inquisición lograba dar con ella, nada buen podría depararle. Tras lograr abrir los postigos, logró escapar, había hecho un pequeño atado con una muda de ropa y los pocos ahorros que juntara con el fin de comprarse una biblia. Mientras recorría el camino que la separaba del lugar donde se daría la reunión, suplicó al cielo que sus nuevos hermanos en Cristo *como ellos se hacían llamar* la recibieran en sus hogares, pues ya no tendría familia a donde regresar, sus padres harían de cuenta que había muerto y la desconocerían. De ser así se convertiría en una paria para cualquiera de su sociedad, esa que la viera nacer.
Así caminó durante varias horas, arrebujada en su capa de lana color gris, tropezando de cansancio. En uno de esos tropiezos, se aferró al tronco de un árbol, levantó la vista y contempló la construcción, un simple granero, que era usado como iglesia. Sonrió agradecida a Dios, no se percató del silencio que todo lo envolvía, hasta que al llegar al lugar, se dio cuenta que las lámparas de aceite estaban encendidas, pero que aquel lugar parecía vacío. Reflexionó que sería porque la reunión acaba de terminar, pero de seguro el reverendo se encontraría acomodando el lugar. Se propuso explicarle al caballero, su precaria situación. Más al cruzar el umbral, la piel se le erizó. Aún conservaba su mano en el pomo de la puerta, cuando su pie se afirmó en una superficie pegajosa, bajó su mirada y el terror se quedó clavado en sus pupilas, en el suelo los feligreses se encontraban asesinados y su sangre lo cubría todo. Un grito surgió de lo profundo de su garganta la hizo reaccionar, fuera lo que los había matado, podía estar cerca de allí y Edme debía huir lo antes posible.
Corrió desesperada, cruzó camino por mitad de los campos, entrando a bosques y mojando su cuerpo, cuando caía en los pequeños arroyos que encontraba a su paso. Cuando creyó que podía estar a salvo, se detuvo para cobrar aliento. Agotada, decidió refugiarse en el tronco hueco de un añoso árbol, Pronto cayó rendida. En el sueño creyó que la estaban acariciando, cuando abrió los ojos, se sorprendió al contemplar los iris más amarillos que había visto jamás, aquella bestia no le permitió hablar, la jaló hiriendo con sus poderosas garras su costado derecho, la tomó de los cabellos y cuando estuvo a punto de ser devorada por la bestia, perdió la conciencia.
Cuando volvió a despertar, estaba en una habitación, cuidada por una mujer que en todo momento se mantuvo en silencio, la mirada atenta a lo que ella hiciera. Unos días después, cuando apenas estaba restablecida, le pidió amablemente que se fuera y que jamás regresara, - váyase de Escocia, aquí solo encontrará la perdición, usted está maldita y el ser que la convirtió, la dejó a mi cuidado, pero no deseo que ese demonio vuelva a cumplir sus amenazas, si usted no deja éstas tierras, él volverá a cazarla… por favor, váyase, no pague el sacrificio que hizo mi familia cuidándola, trayendo la destrucción - aquellas palabras, simplemente la dejaron atónita, - y entonces que haré, adonde iré… ¿en qué me ha convertido? -.
Cada una de esas preguntas las fue respondiendo una a una, durante los años que la han separado del presente, hoy, vive medianamente tranquila en Paris. Ya no debe ocultarse como antes, no pone en peligro la vida de los demás, aunque sigue prefiriendo la soledad en su mansión ubicada en las profundidades del bosque.
Fue así que una mañana de mediados de otoño, Edme, se dispuso a caminar las millas que la separaban de aquella reunión en honor a Cristo. Al principio su madre le suplicó, llorando y con sus manos unidas en gesto de clemencia, más la joven no medró con su decidida intención de seguir su destino de entregar su alma al dios clemente y vivo de los protestantes. Fue entonces que de las suplicas, llegaron las advertencias, ésta vez de parte de su padre, el hombre que antaño se comportaba de forma amorosa con su hija, al ver que no habría poder humano para sojuzgar aquella tenaz decisión, creyó que no tendría otra opción de usar la fuerza, por primera vez en la vida, con su adorada Edme. A si pues, decidida a ser parte de aquella congregación la joven se dirigió a la puerta, posó su mano en el pasador, cuando escuchó a su padre que airado, intentaba hacerla entrar en razón, por última vez, - pero hija, ¿no te das cuenta que Dios Nuestro Señor, no perdonará la falta de respeto que harías al asistir a esas reuniones? – la joven se detuvo, giró su cabeza hasta contemplar el rosto airado de su padre, - padre, no soy yo quien falta el respeto a Dios, son los sacerdotes y la iglesia, quienes se empeñan en engañarnos y mostrarnos una fe errada, ellos, prefieren mantenernos en la oscuridad, mientras cometen atrocidades en nombre de Cristo -. El señor Grier, pareció a punto de caer fulminado por un ataque de apoplejía, en cuanto pudo respirar, recorrió la distancia que lo separaban de su hija y le cruzó el rostro con dos sonoras bofetadas, lo que provocó que su hija tambalear, apenas repuesta de tal sorpresa, fue arrastrada por los cabellos, encerrándola en su cuarto, - lo lamento hija, pero parece que el demonio se ha metido en tus entrañas, no saldrás de allí, hasta que el inquisidor llegue a nuestro hogar y logre arrancarte a ese demonio que carcome tu alma -.
Allí se quedó toda la tarde, llorando, suplicando, golpeando con sus manos cerradas en puño, la pesada puerta de madera que la aislaba de su antiguo mundo. Cansada de tanto suplicar en vano, la joven se quedó dormida, cuando despertó, el cuarto se encontraba en total oscuridad. Fue así que a tientas, llegó hasta la pequeña ventana, la que pudo abrir, no sin mucho esfuerzo y perseverancia, intentando no hacer tanto ruido que alertara a sus padres, bien sabía que si la inquisición lograba dar con ella, nada buen podría depararle. Tras lograr abrir los postigos, logró escapar, había hecho un pequeño atado con una muda de ropa y los pocos ahorros que juntara con el fin de comprarse una biblia. Mientras recorría el camino que la separaba del lugar donde se daría la reunión, suplicó al cielo que sus nuevos hermanos en Cristo *como ellos se hacían llamar* la recibieran en sus hogares, pues ya no tendría familia a donde regresar, sus padres harían de cuenta que había muerto y la desconocerían. De ser así se convertiría en una paria para cualquiera de su sociedad, esa que la viera nacer.
Así caminó durante varias horas, arrebujada en su capa de lana color gris, tropezando de cansancio. En uno de esos tropiezos, se aferró al tronco de un árbol, levantó la vista y contempló la construcción, un simple granero, que era usado como iglesia. Sonrió agradecida a Dios, no se percató del silencio que todo lo envolvía, hasta que al llegar al lugar, se dio cuenta que las lámparas de aceite estaban encendidas, pero que aquel lugar parecía vacío. Reflexionó que sería porque la reunión acaba de terminar, pero de seguro el reverendo se encontraría acomodando el lugar. Se propuso explicarle al caballero, su precaria situación. Más al cruzar el umbral, la piel se le erizó. Aún conservaba su mano en el pomo de la puerta, cuando su pie se afirmó en una superficie pegajosa, bajó su mirada y el terror se quedó clavado en sus pupilas, en el suelo los feligreses se encontraban asesinados y su sangre lo cubría todo. Un grito surgió de lo profundo de su garganta la hizo reaccionar, fuera lo que los había matado, podía estar cerca de allí y Edme debía huir lo antes posible.
Corrió desesperada, cruzó camino por mitad de los campos, entrando a bosques y mojando su cuerpo, cuando caía en los pequeños arroyos que encontraba a su paso. Cuando creyó que podía estar a salvo, se detuvo para cobrar aliento. Agotada, decidió refugiarse en el tronco hueco de un añoso árbol, Pronto cayó rendida. En el sueño creyó que la estaban acariciando, cuando abrió los ojos, se sorprendió al contemplar los iris más amarillos que había visto jamás, aquella bestia no le permitió hablar, la jaló hiriendo con sus poderosas garras su costado derecho, la tomó de los cabellos y cuando estuvo a punto de ser devorada por la bestia, perdió la conciencia.
Cuando volvió a despertar, estaba en una habitación, cuidada por una mujer que en todo momento se mantuvo en silencio, la mirada atenta a lo que ella hiciera. Unos días después, cuando apenas estaba restablecida, le pidió amablemente que se fuera y que jamás regresara, - váyase de Escocia, aquí solo encontrará la perdición, usted está maldita y el ser que la convirtió, la dejó a mi cuidado, pero no deseo que ese demonio vuelva a cumplir sus amenazas, si usted no deja éstas tierras, él volverá a cazarla… por favor, váyase, no pague el sacrificio que hizo mi familia cuidándola, trayendo la destrucción - aquellas palabras, simplemente la dejaron atónita, - y entonces que haré, adonde iré… ¿en qué me ha convertido? -.
Cada una de esas preguntas las fue respondiendo una a una, durante los años que la han separado del presente, hoy, vive medianamente tranquila en Paris. Ya no debe ocultarse como antes, no pone en peligro la vida de los demás, aunque sigue prefiriendo la soledad en su mansión ubicada en las profundidades del bosque.
- Acoge a los licántropos heridos, en muchos de los casos, los mismos lobos que luchando contra ella, han quedado mal heridos.
- Es virgen porque juró mantener votos de castidad, teme pasar su maldición a quien la ame, o a su descendencia.
- Conoce al inquisidor que la transformó, pero no se ha atrevido a enfrentarle.
- No es alguien que se quede quieta, y suele viajar constantemente.
Última edición por Cáit Coileáin el Dom Dic 06, 2015 7:49 am, editado 2 veces
Edme Grier- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2015
Re: Edme Grier ID
por Tarik Pattakie Dom Sep 27, 2015 12:25 am
FICHA EN PROCESO
incompleta
TU FICHA ESTÁ INCOMPLETA. CUANDO HAYAS TERMINADO, POR FAVOR POSTEA A CONTINUACIÓN EN ESTE MISMO TEMA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN.
NO OLVIDES QUE PARA PODER ACEPTARLA ES NECESARIO QUE PRIMERO HAYAS REALIZADO LOS REGISTROS OBLIGATORIOS EN ESTE APARTADO Y QUE CUMPLAS CON LO QUE PEDIMOS EN EL ESQUELETO DE LA FICHA, INFORMACIÓN QUE PUEDES VER AQUÍ.
GRACIAS.
CODE BY NIGEL QUARTERMANE
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Edme Grier- Licántropo Clase Alta
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Re: Edme Grier ID
por Nigel Quartermane Miér Oct 07, 2015 12:42 am
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.
ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA, TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE CÓMO MANEJAMOS TODO EN ESTE SITIO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES; ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
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Nigel Quartermane- Vampiro/Realeza [Admin]
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