Ruhaani Bai ID

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Historia

En la oscuridad de mi mente hay vagos recuerdos sobre una vida humana. Están lejanos, probablemente enterrados por mis antiguas emociones, pero lo suficientemente nitiditos como para poder contar retazos de la historia.  Soy una leyenda andante, soy la Salomé del pueblo indio, aquella que baila y embruja a toda pobre alma.  Lo que muchos no saben es que soy yo la que quede embrujada por algo tan magnifico y desconocido llamado “amor”. Me enamoré y esa causa, como la de cualquier mujer, fue mi perdición…

Nació bajo el nombre de Chhatrasal Mastani y fue el fruto del amor y la pasión entre el rey de Bundelkhand y una bailarina musulmana. Su romance, debido al carácter musulmán de la mujer, no fue muy bien visto por la sociedad india y mucho menos una descendencia, pero Mastani desde su nacimiento vivió en los muros de la ciudad real protegida de cualquier lengua viperina. Fue una niña amada, una niña cuidada, una niña inteligente. Se introdujo en el arte de la danza, así como el de la cultura, pero el que más la definió fue el arte de la guerra. Al carecer su padre de un descendiente varón el objetivo de sus enseñanzas fue Mastani. Demostró que la guerra estaba en su sangre, que se le daba mejor que cualquier otra cosa y que era perfectamente capaz de enfrentarse a cualquiera de los varones de su ciudad. Dividió su tiempo entre las armas, los libros y los bailes y así llego a ser conocida, pero su fama no se extendió fuera del pequeño reino hasta que sus caminos se cruzaron con los del general Bajirao I.

Cerca de la edad de 23 años, Mastani vio como la ciudad que tanto quería quedaba sitiada por sus avariciosos vecinos. Querían Bundelkhand para extenderse hacia el sur y el padre de Mastani, el Maharaja Chhatrasal, estaba ya muy mayor como para poder defender la ciudad por sí solo. Eso no habría sido del todo un problema si el ejército real no hubiese sido tan escaso. Muchos jóvenes mozos se habían marchado de la ciudad años antes para unirse a los ejércitos de la nueva revelación, al ejercito del gran general Bajirao I, por lo que Bundelkhand era una presa fácil para los vecinos enemigos. Resistieron al sitio durante un año hasta que el rey supo que no podrían seguir así, por lo que tomo una decisión. Vistieron a la joven Mastani de mozo y la mandaron a encontrar a Bajirao I y traerlo. La misión era la de convencerlo a ayudarles y a cambio conseguiría una recompensa, siendo esa recompensa la propia muchacha.

Mastani, fiel a su familia y al pueblo que dependía de ella, fue en busca de ese general y lo encontró cerca de un campo de batalla. Sus guardianes reusaron darle una audiencia con el general, por lo que se las ingenió para entrar a la fuerza en la carpa donde vivía.  Aquel día ella mató a tres de sus guardias y dentro de la carpa estuvo casi diez segundos apuntando al general con una espada con un daga hasta que esté la derivo de una patada. No fue hasta caer al suelo, soltándose así su casco y desperdigándose su melena caoba, que supo que ella no era un soldado corriente. Quien había matado a tres de sus hombres y le había apuntado con un daga había sido nada más y nada menos que una muchacha. Quedó cautivada por ella, y ella por él, pero Mastani no se podía permitir desviarse del camino marcado por su padre. Su pueblo y su familia dependían de ella por lo que se las ingenió para levantarse y robar la espada del general que yacía sobre su mesa de estrategia. Blandió la espada y se la colocó en el cuello para que no hiciese ningún movimiento brusco, y fue entonces cuando le habló del problema de Bundelkhand. Le contó que el ejército estaba envejecido, que solo él podía ayudarles y que a cambio su padre tenía un regalo para él. No le contó cual era el regalo, pues antes tenía que aceptar y el general no tardó en aceptar la oferta de esa mujer misteriosa.

Junto al ejército del general viajaron hasta Bundelkhand y defendieron aquel territorio que por derecho natural le pertenecía a Mastani. Ella lucho como un verdadero hombre y en la lucha capturó el corazón del general, pues fue la que le salvo de una muerte segura. A cambio ella resultó herida y tuvo que ser llevada inconsciente al muro del castillo paternal una vez acabada la batalla. Lucho por su vida y durante todo ese periodo el general permaneció entre los muros de la ciudad. Cuando ella despertó ahí estaba él y no tardó el hacer el ritual marital, sin ni siquiera saber que ella era su regalo por ayudarles. Le entregó su objeto más preciado, su daga familiar, y se marchó. Eso les unió de por vida, pero dado que él ya tenía otra esposa, Mastani solo podía ser su segunda.  Al recuperarse fue a por él a su palacio y se presentó como la segunda mujer. Fuera de los muros de la ciudad de su padre supo lo que era ser despreciada por su mitad musulmana. Aguantó mucho por parte de la madre de Bajirao, por parte de su hermano y de su primera mujer. Intentaron matarla varias veces, pero sobrevivió gracias a un amigo extranjero que se hecho y que tenía un extraño sentido que la protegía de todo. Ese amigo le hablo a su esposo de los intentos de sus parientes y  Bajirao se vio en la necesidad de crear un lugar simplemente para ella, para estar a salvo. Le construyó un pequeño palacio, donde pasó sus momentos más románticos con su marido y donde dio a luz a su hijo Krishna Rao llamado así por el dios Krishna. Vivió protegida de todo mal en aquel pequeño palacio y también consiguió más amigos, pero ninguno como aquel extranjero. El era como el hermano que nunca tuvo, el que la cuidaba cuando la noche salía y en el cual su esposo confiaba hasta su último aliento. Todo siguió igual de bien hasta la muerte de Bajirao por culpa de las fiebres en una de sus guerras de expansión. No hubo manera de ayudarle ya que estaba lejos de los suyos y lejos de cualquier médico. Cuando las noticias llegaron Mastani se deshizo en llantos, pero eso no fue nada comparado con lo que paso después.

Al día siguiente de la noticia, a plena luz, el hermano de Bajirao entró a plena luz del día en su hogar y la hirió de muerte. La dejo tendida en su propia sangre y se llevó a su hijo lejos. Durante horas se estuvo desangrando, pero no murió. Cuando la noche llegó ya estaba en sus últimas, pero aquel amigo en el cual su esposo confiaba la salvo de la manera menos esperada. La mordió y tras eso la hizo beber su sangre. Ella volvió rápidamente a la vida tras ese extraño ritual, pero ya no era la misma Mastani de antes. Era alguien peor, era la personificación del mal, pero estaba segura que Krishna la había salvado para cuidar de su hijo. Dos noches después cometió una masacre donde solo se salvaron los dos hijos de Bajirao y la segunda mujer. Ellos no tenían ninguna culpa de la mala mujer que era su madre o las malas personas que era la familia de su padre. Salvo a su hijo y se lo entregó a la familia materna y musulmana. Krishna Rao fue criado tras ese momento como un musulmán y Mastani supo que tenía que alejarse de él, por lo que se fue con su buen amigo lejos bajo el nombre de su madre, Ruhaani Bai. Los dos viajaron mucho tiempo, por varios países, pero se mantuvieron bajo la sombra del imperio otomano debido al color de la piel de Mastani. Al final, su camino y el de su creador se separaron, por lo que ella ahora se encuentra en Paris hastiada de tener que ocultarse entre los otomanos por miedo a su color de  piel. De todos modos es vampiro y tiene más dinero del que muchos podrían soñar, por lo que está bien amparada.

Otros datos
- Su leyenda y la de su amor con su marido aun sigue viva por India. Se la conoce como la bailarina que lo embrujo y que lo llevo hacía la ruina. También se la conoce como la viuda negra.
- Tiene un nieto y su hijo hace tiempo que murió. Se mantiene informada sobre su descendencia, pero no se atreve a intervenir en sus vidas.
- Todo el mundo cree que se suicidó con veneno tras la muerte de Bajirao y de hecho ella habría deseado morir, pero su hijo era mucho más importante.
- Siente mucho cariño por su creador, pero su relación era extraña ya que ella más que un creador lo consideraba un amigo/sirviente. Sus caminos se separaron y los dos esta mejor ahora.