"In three parts of the human soul is divided : in mind, in wisdom and anger".

La historia empieza en sus comienzos desde la Dinastía Merovingia, y sus fieles guardianes, un grupo selecto que generación tras generación juraban proteger el monasterio. Cazadores era el escudo para esta sociedad. Pero dicho linaje se perpetuó en las sombras hasta nuestros días.

Empezando desde que el linaje McQuoid sorprendió con sus informaciones secretas, relativas a tesoros y pergaminos que daban a conocer que descendían directamente de los templarios, de una dinastía que se creía extinguida por años. Y ahí fue que comenzó todo.

Ludovic, el perdido, no lo estaba para todo el mundo, ya que hacía mucho tiempo se reclutó en la inquisición, era el segundo en la familia, la tradición era que aquellos jóvenes debían apuntar a las listas inquisitoriales. Y su hermano, Sigmund fue el primero, y después él, haciendo lo imposible porque el menor no acudiera a este. Pues entre esos secretos yacía una profecía en Klaus, el hijo menor de los McQuoid. Pero comenzaba a ser complicado, muchas sectas iban detrás de sus secretos. Y su abuelo les había confiado el pasado que los marcaba de por vida. Y que debían defenderse, por lo que representaban. Salvaguardar el patrimonio.

Y tras enterarse de la muerte del mayor, el reclutamiento de su hermano menor Klaus y, el respeto que resultaba guardar la inquisición, y no eran ignorados por Ludovic, pues no se trataba de asunto de religión, sino de historia. No materia de fe, sino de cultura. No cuestión de opiniones, sino de hechos. Pues Ludovic, veía como la inquisición obligaba al católico a no ser traidor a su religión, ¡La traición a la religión! No oprimía a los judíos, sino el judío debe ser fiel a su religión judía, eran respetados, y tenían la libertad para transmitirla a los hijos. Eran horribles los tormentos inquisitoriales. Lo notable de la Inquisición no era la crueldad, sino la relativa templanza de sus procedimientos. Contra el prejuicio común, decir “tormentos inquisitoriales” no es ponderación, sino reducción; no es aumentativo, sino diminutivo.

Siendo el inquisidor, decretaba o presenciaba la tortura, no era un alma de hielo y de tiniebla, sino un funcionario que cumplía un penoso deber; como actualmente el oficial que dirige una legítima ejecución y los soldados que disparan, pueden y suelen ser honrados padres de familia que llevan caramelos a sus críos. Tanto, que en su vida secreta, dentro del monasterio en el que había permanecido, se encontraba una hermosa mujer, la cual le dio hospedaje al hallarla malherida, con ella se dedicaba cuerpo y alma, para salvaguardarla del mismo peligro.

Más el pueblo comenzó a serle una mala fama, y en la inquisición subía de rango. Y no debía seguir, si en los altos títulos se hallaba, su realidad será descubierta y pondría en peligro las almas que quedaban de su linaje. Y sobre todo, la familia que formó con aquella mujer que amaba, y que de un hijo se hizo.

Comenzaron a llegar las amenazas, pues aquellos herejes que castigaba, sus familiares iban tras él, pero eso no era todo, Los superiores, entre ellos existía competitividad, luchaban por los altos rangos y Ludovic lo tenían a la mira, siendo investigado, buscando un simple error que lo pudieran usar en su contra. Y antes de que eso sucediera, dejó su cargo en la inquisición, llevándose a todos como enemigos.

Y tras su juramento de proteger su linaje, se unió a los guardianes, convirtiéndose en un cazador...