Silencio sólo silencio(libre)

Por mucho que cambie el marco, por mucho que el contexto varíe, por mucho que la sociedad evolucione...todo sigue igual. Inmortales, mortales, seres mestizos...en todos mis años de vida he llegado a la conclusión de que al final lo único que queda es el silencio. Da igual cuanto ames o cuanto odies a alguien, su destino será el silencio, tampoco importa si su naturaleza ya lo era porque acabará siéndolo aún más, siempre es así. No debería ser así, no debería rodearme siempre el silencio porque, un ser cómo yo que ha segado innumerables vidas a lo largo de su existencia debería escuchar algo, ya sea una voz en su interior que le incite a hacerlo o los remordimientos del acto cometido, algo...La realidad es que no hay nada. A estas alturas ya no recuerdo si alguna vez lo hubo, tampoco me alcanza la memoria para saber si el corazón que físicamente aún me late espiritualmente lo sigue haciendo.¿Puedo sentir? ¿Puedo amar? ¿Puedo odiar? Se la respuesta, pero no quiero pronunciarla ya que si lo hago significará que he dejado de existir.

Soy un asesino, un guerrero que no duda en llevarse una vida si puede hacerlo. No tengo ninguna motivación en ello simplemente lo hago porque siempre lo he hecho. París es otro de esos sitios que verá mis actos en silencio, sin decir nada, porque eso es lo que soy, el medio utilizado por otros para invocar a la muerte. Nadie se atreve a buscarme, pocos pronuncian mi nombre en la oscuridad, me temen sin que yo quiera que lo hagan. Creo que yo también temería a alguien que puede matarme no sólo a mi sin que también a mis seres queridos, yo no padezco ese temor, puede que lo padeciera un día pero esa fecha queda muy lejana para ser recordada. Levanto la mirada y observo desde las sombras el caminar de aquellos seres que agotan su existencia aunque algunos de ellos se crean que es infinita. Yo no tengo nada que agotar ya que tan sólo soy el perfecto compañero del silencio y la soledad. Comienzo a caminar por los callejones analizando el cambio de la ciudad en los últimos años para desempeñar con éxito mis futuros trabajos, porque eso es lo único que tengo, el oficio de parca que, con un desafortunado ahínco, me he ganado.

-A que es una de las cosas mas grandes que has tenido entre las piernas no es asi?.- no puedo evitar reirme, lanzando una estruendosa carcajada que llena de incredulidad al marinero borracho al que estaba atendiendo, me tenia recargada contra una barda de madera, y se movia furiosamente, mientras yo ponia cara de aburrimiento que sin duda el debio de interpretar por otra cosa.

El hombre se salió molesto y se subió la bragueta, mientras me daba una fuerte bofetada que me tiró al piso -IMBECIL.-, le grite por respuesta, mientras el sujeto me decía -Me alegra no haber tenido que acabar con una cerda como tú...- arrojó al suelo varias monedas de cobre que calleron sobre los charcos, me arrastré a gatas para recoger las monedas que se habian enlodado, las limpie en mi vestido, y me talle el rostro, sentia la mejilla roja por el dolor, esto era una escena cotidiana en mi vida, la vida de una "desgraciada" como nos llamaba la gente acomodada para no decirnos rameras o palabras peores...pensé en lanzar una maldición sobre ese infeliz, pero no era necesario...lo vi cuando se dirigía en compañia de Lizette una de mis mejores amigas, y sonreí cuando comprendí que el destino ya se habia pagado.-Ten cuidado amigo...o don Sifilis te hará una visita esta noche despues de conocer a Lizette-murmuré cuando los observé marcharse y veía el rostro de preocupacion de mi compañera y amiga de trabajo.

Me levanté un poco adolorida todavia por el golpe y la caida, y comenzé a deambular en silencio por los callejones esperando toparme con algun otro cliente, esos asquerosos matones al servicio de aquel matón nos estaban empezando a molestar una vez mas, querían que les pagaramos por protegernos, no nos brindaban ninguna protección buscaban la forma de sacarnos dinero, una compañera se habia negado, y termino con la cara desfigurada por el corte de una daga, despues nos dijeron que la proxima vez no serian tan benevolos...casi todas las chicas estaban trabajando en esos momentos pero yo opté por alejarme de la zona.

Cuando me internaba a otro callejón una mano me azotó contra la pared, reprimi un gemido de dolor, que acaso hoy era la noche de " golpea a la prostituta?", me asusté...era uno de los matones, sacó de su bolsillo una navaja y la apunto contra mi cuello -Dark Jenny...Dark Jenny...no te habia visto en las calles...estabas enfermita?...-, le respondi en el mismo tono sarcastico en que me habia hablado.-Sabes que soy de las pocas que procuran cuidarse David...que estas haciendo aqui.- el hombre respondio.

-Te vi hace unos momentos...creo que tienes algo que me pertenece no.-mientras hablaba con la navaja comenzó a romper los botones de mi corsette, haciendo que parte de mi busto quedará visible, resople enojada.-no hagas eso...sabes lo caro que es comprar botones?- ante el comentario reacciono de forma violenta, un nuevo golpe en el rostro y sentí su mano tomandome por los cabellos.-No te hagas la graciosa conmigo...para que quiere una puta botones...dame el dinero y te dejaré en paz, o quieres un recuerdito en el rostro...eres muy hermosa Dark Jenny...seria una lastima desfigurarte.-intente buscar el dinero, pero no podia encontrarlo, en el bolsillo donde lo habia metido no estaba, quiza se habia caido...-No lo tengo...lo juro, debio caerse de mi bolsillo....-
respondió con perversión.-Entonces me temo que mi querida navaja te dejará un hermoso recuerdo en la cara.-levantó mi rostro en el momento exacto, en que un hombre misterioso pasaba por el callejón, el matón no se habia dado cuenta estaba de espaldas a el, pero mi boca dejo escapar un gemido suplicante de auxilio, y di una patada a unas cajas de carton tirandolas para que llamarán su atención..no deseaba involucrarlo...pero en realidad necesitaba ayuda.

Me detengo al escuchar, lo que parece, el forcejeo de un hombre con una mujer. Con una rápida ojeada observo que la dama ha recibido numerosos golpes en el rostro y que las intenciones de su atacante están cargadas de un banal intento de demostrar su supremacía. La mujer está en peligro, ¿debería ayudarla? No es mi deber ni mi obligación hacerlo, sin embargo hay situaciones en las que limpiar la basura no está fuera de lugar. Me deslizo hasta estar detrás del hombre y con un movimiento ineludible sitúo mis manos alrededor de su cabeza y con un movimiento seco fracturo su cuello. El agresor cae al suelo, sin vida, en silencio. Miro levemente a la mujer de vestimenta pobre y aspecto mancillado por los golpes y me dirijo hacía ella con seriedad.

-No debería moverse por estos lugares, estos individuos son del tipo de depredadores que no pestañean en alimentarse de damas como usted.

Me agacho y levanto el cadáver para arrastrarlo hasta una zona en la que no pueda ser percibido por las transeúntes. No había necesidad de llenar mi lista de cadáveres con otro nombre, sin embargo dudo que el silencio de este individuo sea llorado por alguno de sus conocidos. Miro levemente a la mujer, pero en lugar de quedarme embrujado por su belleza, desvío la mirada y continúo mi paseo nocturno.

Gracias a Dios el hombre se acercó sigilosamente, pero su acción fue todo lo contrario a lo que yo pensaba que iba a hacer, tomó la cabeza de David entre sus manos y haciendo un violento pero rapido movimiento le quebró el cuello dejandolo sin vida, me acomodé con manos temblorosas el corsette que se me bajaba a fuerza de que me habia tirado los botones con su navaja y observé a aquel hombre con cierto nerviosismo.
-Gracias...me...has salvado-le dije mirandolo boquiabierta un par de momentos, agaché la mirada cuando escuché sus palabras.
-Tiene razón señor...pero ya que otro remedio me queda...a esto es a lo que me he dedicado desde hace cinco años.-respondi con un tono de tranquilidad en la voz, no me arrepentia de mi pasado ni lo negaba, y mucho menos de mi actual vida, en especial por que a estas alturas del camino ya sería una boberia arrepentirse por eso.

Cuando observó que el hombre se va, algo en mi no puede refrenar un deseo...lo veo alejarse, y antes de que yo misma me pueda dar cuenta, ya estoy trotando detrás de el siguiendole, el sonido de mis tacones resuena por las oscuras calles hasta que la distancia se acorta y mi trote disminuye, volviendose una caminata ligera a sus espaldas.

-No se valla por favor...permitame agradecerselo...no...no con lo que a mi negocio se refiere...puedo invitarle un trago si lo desea, ademàs es peligroso andar solo por estas calles de noche, hay de todo tipo de alimañas desde delincuentes...hasta vampiros!, puede pensar que estoy loca pero yo misma los he visto- y era verdad, mucha gente no creia en la existencia de esos seres continue caminando detrás de aquel hombre en silencio aguardando su respuesta.