---- Nizhni ----

▪ 24 años apts / 480 real ▪ Vampiro ▪ Homosexual ▪ Clase alta

p s i c o l o g í a

En apariencia este vampiro puede parecer el clásico estereotipo de decadencia y tristeza, pero definirle solamente con esas palabras seria simplificar e infravalorar demasiado.

Este vampiro podría ser tildado fácilmente de traición a su propia raza ya que a pesar de disfrutar de los atributos vampíricos, se niega a abandonar la parte de humanidad que todavía ha logrado conservar a lo largo de su existencia. Por ello sufre grandes reparos a la hora de alimentarse de sangre humana (no caza ni realizar ningún acto violento para conseguir la sangre) y limita el uso de sus dones al mínimo posible; de echo envidia a las criaturas mortales por su efímera existencia.

Aunque siempre existirá algo capaz de hacerle contravenir la mayoría de sus preocupaciones éticas: la sumisión casi absoluta ante su maestro. A pesar de que considera que su sire es el responsable de todo lo que sufrió durante sus primeros años de nueva vida, también le considera la llave que le permitió salvarse de la peste y la hambruna. Por eso le estará siempre agradecido e intentara pagar la deuda que mantiene con él, donde quiera que esté, ya que hace decenas de años que sus caminos no se han cruzado..

En el plano mas llano de su personalidad cabria destacar la afición por la belleza estética, tanto propia como ajena. Siempre acaba siendo poseído por una vanidad evidente que le obliga a preocuparse por su apariencia física (su pelo, su piel, sus tatuajes, su forma de vestir…) para mantenerse dentro de sus cánones propios de belleza. Además esto no acaba ahí; no se encuentra a gusto si no se encuentra rodeado de armonía visual tanto en las personas como en los objetos que se encuentran próximas a {el, aunque encuentra grandes facilidades para esto último gracias a sus extensos estudios teóricos y prácticos sobre arte en la mayoría de sus manifestaciones.

H I S T O R I A

Engel Israel Lindemann (su verdader nombre) hijo primogénito de una conocida familia de banqueros judíos.

En el seno de esta acomodada familia tuvo una infancia feliz y tranquila; alejado de los sentimientos antisemitas y de odio racial que comenzaban a fraguarse en su país. Aprendió el arte de trabajar la madera y a través de la artesanía expandió sus horizontes hacia distintas formas de belleza artística tales como la música y la literatura… aunque ello le ocasionó algún que otro encuentro con la estricta autoridad de la época.

Engel destacaba en su faceta como estudiante y adoraba ir a la escuela incluso cuando otros niños le insultaban al grito de “scheiß jüdische Ratte” (rata judía de mierda); algo comenzaba a ir muy mal pero no sabía exactamente que era. La situación se fue saliendo de quicio poco a poco hasta todo acabó por obligar a los Lindemann y a otras familias a trasladarse permanentemente, su nuevo hogar se situaba en un pequeño pueblo muy cerca de Babaria.

Allí la familia disfrutó de un relativo periodo de calma donde incluso prosperó gracias al comercio de las artesanías que Engel fabricaba, incluso pudieron inscribir a Engel en la escuela de bellas artes de la ciudad. El muchacho comenzó a desarrollar todavía mas sus facetas artísticas a la par que ayudaba a su padre en el negocio de la artesanía realizando esculturas sencillas que después vendían juntos de mercado en mercado.

En uno de estos mercados conoció a un hombre que acudió a última hora del mercado cuando el sol ya había desaparecido, su nombre era Alexandro y entabló amistad con Engel rápidamente, ambos pasaron horas hablando sobre arte y otras muchas cuestiones sobre las que Engel nunca había podido debatir animadamente antes. Alexandro se mostró muy interesado por el arte del muchacho e incluso le pidió que le mostrara algunas obras suyas en otros campos que no fueran la artesanía. Quedó gratamente sorprendido por el talento del muchacho, tanto fue así que Alexandro incluso le invitó a su mansión la noche siguiente para discutir sobre un posible mecenazgo que protegiera y asegurase el futuro artístico del joven Lindemann… inocentemente Engel acepto sin pensárselo.

Aunque lo que encontró esa noche allí fue muy distinto a lo prometido anteriormente.

Tras una extraña noche de alcohol y bohemia, Engel despertó desorientado y asustado en el jardín de la mansión tras haber permanecido dormido durante todo el día. No quiso volver a entrar; tenía miedo y se sentía extrañamente “violado así que optó por huir de allí sin mirar atrás hasta volver a su casa. Engel podía notar como algo había cambiado por complete en su interior; apenas tenia hambre, no podía saciar su sed, sentía un instinto que le hacía apartarse de la luz ¿que demonios le había hecho Alexandro?

Pasaron meses hasta que pudo admitir su nueva naturaleza… finalmente la admitió, pero no la aceptó. No quería convertirse en un monstruo ni renunciar a su vida; durante un tiempo intento seguir con su rutina pero por fin se convenció definitivamente de que no podría enfrentarse a su condición.

Su familia fue un importantísimo punto de apoyo durante el inicio de su no vida: su padre seguía tratándole de igual manera y hasta le hacia nuevos encargos artesanales para el mercado, su hermana le acompañaba a dar largos paseos nocturnos y su madre (enfermera en un hospital de retaguardia para heridos de Guerra) le conseguía pequeñas cantidades de sangre pues Engel se negaba a cazar ya que lo consideraba el inicio del fin de su humanidad.

Durante algún tiempo pudo sobrevivir con este método en relativa calma y felicidad; sin embargo esta no era una buena época para las familias judías. Desgraciadamente la peste llego a su casa y se vio obligado a cometer actos de los que no quiere ni hablar.

Lo que mas temía en el mundo era perder a su familia y sobretodo de una forma tan horrible, solamente pensar en eso hacia que se desplomase en un mar de lágrimas mientras era almacenado noche. Solamente este hecho suponía una brutal tortura psicológica para los supervivientes. Un día los desaparecidos fueron los padres de Engel y él no pudo soportar la desesperación ni un momento mas, se derrumbó ante la idea de que la siguiente pudiera ser su hermana pequeña así que decidió confesar su naturaleza para poder salvarles antes la autoridad que ya queria quemarlos vivos.

A cambio de protección,  rápidamente se dieron cuenta del potencial que poseía la criatura que ante ellos se sometía y no dudaron en concederle asilo permanente en la ciudad, y ayudar a su hermana. Pero ella desapareció tiempo después  y entonces fue cuando "él" volvió a aparecer.

Engel nunca sabrá como le encontró, pero lo hizo y le trajo la salvación.

Alexandro volvió en el momento más oscuro de Engel y le ofreció la luz de una nueva oportunidad: una nueva vida para Engel en Paris. Alexandro explicó a Engel, le habló de las fuerzas que se conjuraban en esa ciudad y de la imperante necesidad de la inquisición por mantener un cierto control y conocimiento sobre lo que allí ocurría. Sirviendo a su sire como precio a cambio del rescate, una vez mas Engel no vio otra solución mas que aceptar el trato; sin embargo esta vez podía sentir una especie de impulso que le hacia estar de acuerdo y servir a la fuente de su no vida (quizás alguna especie de relación de sangre que le obligaba a la sumisión, no estaba seguro).

Actualmente vive en una acaudalada mansión, con su Sire, pero al que ve de vez en cuando pues suele desaparecer sin dar explicaciones.

x t r a s

-Adora la belleza.
-Siente una gran fascinación por el amor y la muerte (por separado o juntos).
-Intenta conservar los restos de su humanidad como su mayor tesoro.