De favores y vares(priv9

por **Nikolai E. Kozlov** Vie Ago 26, 2016 9:54 pm

¿Qué estás enferma? ¡No puede ser! - Grité al teléfono.- ¡Sabes qué éste día se llena! - agarré mi cabeza con frustración. - No te molestes en volver, gracias. Pasa por tu cheque la próxima semana. - colgué frotando mis ojos mientras pensaba en como arreglar éste problema. Ya había despedido a la otra mesera cuando la había descubierto desnuda en mi oficina, normalmente no era el jefe el que sufría acoso, pero cualquier cosa podía pasar. Ahora con dos bajas me vi en aprietos, no podía dejar cerrado el bar, los fines de semana siempre eran muy convenientes para el negocio, entonces necesitaré algo de ayuda. Tomé el teléfono móvil y llamé a una de mis primeras opciones, si de ayuda en el bar se trataba, la dulce y algo loca bruja Margot. - ¡Te necesito! - supliqué al telefono, incluso le mandé una foto con grandes ojos llorosos para que no se negara y la convencí.

Ahora la tenía en frente a mi, a si que me tomé el atrevimiento de mirarla de arriba a abajo y asentí satisfecho. - Estás perfecta, ya sabes que no me gusta cruzar el límite de lo sexy y de lo vulgar. - Me acerqué para tomarla del rostro y dejé un beso en ambas mejillas. - No se que haría sin ti, preciosa. - susurré con una sonrisa dulce. - Los empleados ya no los hacen como antes. - me encojo de hombros llevándome un cigarrillo a los labios. - Ya sabes, que haría cualquier cosa para pagar tus favores, bonita. - le guiño un ojo y luego echo a reír a carcajadas.

por **Nephthys** Vie Ago 26, 2016 9:56 pm

Margot metió las largas piernas en la minifalda de cuero negro, abotonó la blusa blanca formal, deslizó por sus brazos el chaleco negro abotonandolo por enfrente debajo de sus pechos realzando un poco estos últimos y por último acomodo el pequeño moño negro en su cuello. Se miro al espejo y a juego con la vestimenta se puso unas botas. A su viejo y colmilludo amigo lo conocía desde hace unos cincuenta años y siempre le había gustado que sus "chicas" lucieran sexys y llamativas, no importaba si eran los 60's, 80's o el 2016. Así bien se recogió el cabello y delineó sus ojos saliendo. Margot detestaba maquillarse pero un favor era un favor y aquel día de descanso no tenía mucho que hacer.

Escucho al vampiro llamarla a lo que ella abrió la puerta y plantándole cara –¿Así estoy bien o necesito pinta de más puta? – bromeó la bruja adoptando una ridícula pose sexy –Nada más porque te tengo en grandísima estima – chasqueo los dedos y atravesando la barra apuntó con la mano diciendo –Pero me debes una de las grandes – lo anterior solo había sido un juego. Habían faltado dos de las meseras y aunque era su día de descanso y la visita era más que nada por cortesía y amistad Margot había terminado enfundada en uno de los uniformes de mecera para ayudar; había trabajado con anterioridad en varias ocasiones para Angelo, así era como lo había conocido.

por **Nephthys** Vie Ago 26, 2016 9:57 pm

Margot metió las largas piernas en la minifalda de cuero negro, abotonó la blusa blanca formal, deslizó por sus brazos el chaleco negro abotonandolo por enfrente debajo de sus pechos realzando un poco estos últimos y por último acomodo el pequeño moño negro en su cuello. Se miro al espejo y a juego con la vestimenta se puso unas botas. A su viejo y colmilludo amigo lo conocía desde hace unos cincuenta años y siempre le había gustado que sus "chicas" lucieran sexys y llamativas, no importaba si eran los 60's, 80's o el 2016. Así bien se recogió el cabello y delineó sus ojos saliendo. Margot detestaba maquillarse pero un favor era un favor y aquel día de descanso no tenía mucho que hacer.

Escucho al vampiro llamarla a lo que ella abrió la puerta y plantándole cara –¿Así estoy bien o necesito pinta de más puta? – bromeó la bruja adoptando una ridícula pose sexy –Nada más porque te tengo en grandísima estima – chasqueo los dedos y atravesando la barra apuntó con la mano diciendo –Pero me debes una de las grandes – lo anterior solo había sido un juego. Habían faltado dos de las meseras y aunque era su día de descanso y la visita era más que nada por cortesía y amistad Margot había terminado enfundada en uno de los uniformes de mecera para ayudar; había trabajado con anterioridad en varias ocasiones para Angelo, así era como lo había conocido.

por **Rónán Rothesay** Vie Ago 26, 2016 9:59 pm

Me agradaba el ambiente bohemio, es por eso que había elegido el Dantesque como mi próxima adquisición, me permitía mantener el contacto con las criaturas de una forma más amena y tranquila. Pero cuando era la hora de administrar no dejaba de tener problemas, es ahí cuando me ponía furioso y estresado. Afortunadamente estaba Margot para ayudarme a solucionar los problemas que podía tener, no era un mal jefe, disfrutaba de tener buena relación con los trabajadores pero siempre pasaba que algunos querían sacar provecho de ello. - Cariño, tu lo menos que tienes es simple. - de partida, era una mujer y no había nada simple en ellas, al menos las que valían la pena. - Espero que vuelvan por ti, entonces tendré que convencerte para que trabajes permanentemente para mi. ¿No extrañas tenerme de jefe? - sonrío burlón guiñando un ojo y ponemos manos a la obra.

Temprano el lugar comenzó a llenarse, tomé mi lugar en la barra, cobrando el dinero, ayudando a la preparación de los tragos, sólo los mas simples, los que no requerían mayor trabajo que poner el licor en un vaso. Alguien que no había tomado más que vino y hace mas de 500 años no podía ser un buen barman.

Después de algunas horas me acerco a Margot cuando descansa en la barra. - Gran trabajo, preciosa. - le ofrezco una cerveza cuando veo que bebe agua. Desvío la mirada de ella cuando veo a un hombre acercarse hacia ella con la mirada algo perdida, éste le agarra el trasero con descaro. En ese momento sentí un arrebato de ira poseerme, salté hacia el otro lado de la barra, de una manera demasiado ágil para ser normal, pero no me importó en ese momento. - ¿Qué te pasa imbécil? - grité dandole un empujón al pobre mortal que se atrevió a increparme, dando algunos insultos que en ese momento, cegado por la ira, ignoré en totalidad. Con furia arrojé al pobre humano a un lado, éste voló por el aire hasta estrellarse contra una pared. Estuve a punto de arrojarme sobre el hasta que fui consciente que estaba llamando demasiado la atención. - ¿Estás bien? - me volví hacia Margot comenzando a volver en mi.

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