Dieter ID ||

-Nombre del Personaje: Dieterich Wölfgwang
-Edad: 35/70
-Especie: Licántropo / Baja
-Orientación Sexual: Heterosexual
-Lugar de Origen:

Dieterich Wölfgwang, A.k.a Dieter, un joven nacido en el último linaje de una familia de nobleza sajona, pero fue capturado de niño y adoptado por un grupo casi extinto de los vikingos. Hijo de un noble sajón cuyo padre muere en batalla a manos de los vikingos. Debido a esto el niño es secuestrado por el jefe danés que admirado por su valentía y nobleza lo cría como su heredero. El chico crece como un vikingo más, pero sus lealtades son puestas a prueba al momento de elegir entre el país de su nacimiento y el pueblo que en el que se crio. Más cuando su padre adoptivo también es asesinado y él se embarca junto con Solveig, la mujer con la que forma pareja, en una lucha por recuperar sus tierras y títulos ancestrales a pesar en la época que se movían actualmente con nuevos reinos, leyes y guerras de por medio.

Dieter vivía con su esposa en uno de los pocos poblados que existían al sur de Noruega, los únicos de vikingos que existían y que apenas resistían. Se embauco en escasas aventuras con su amada esposa haciendo tratados con otros pueblos que necesitaran una fuerte alianza, pero algunas veces había victorias y otras veces había malas caras y cuando aquello pasaba, Dieter y sus hombres enviaban alguna que otra manera de persuadir aquel que rechazo su oferta de alianza.

Algún que otra disputa entraba en peleas que desencadenaban guerras que duraban muchos meses sin estar al lado de su esposa, solamente una vez que volvió de una guerra fría en las montañas, se dio cuenta de que su mujer había dado a luz a lo que era su heredero. Tan orgulloso estaba de su esposa que se mantuvo lejos de las peleas por una temporada hasta que su hijo tuvo la edad suficiente de empuñar una espada de madera, más no obstante el pequeño deseaba estar más cerca de un libro que de una espada. Su padre le animaba, un libro puede ser igual de letal que una espada si se usa la inteligencia de la manera correcta, pero prefería que usara una espada debido a que la espada puedes clavársela en el interior de una persona al contrario que un libro.

Eran entonces tiempos difíciles. Dieter, para poder mantener a su pueblo, tenía el secreto de que él era un miembro clave de un clan de licántropos que no se daba mucho a conocer. Se trataba de gente ermitaña, oculta, solitaria y muy recelosos de sus pertenencias. Dieter entró en dicho clan por haberse casado con la única hija del líder y por su porte de guerrero indómito y feroz ante el enemigo. El líder de dicho clan lo veía como un digno oponente en el futuro, pero por el momento lo trataba como un igual. Una mañana que Dieter estaba planeando el próximo ataque contra el poderoso ejército de un rey narcisista, fueron atacados por sorpresa sin más dilación, incendiando el poblado, atacando a los inocentes del pueblo, derramando sangre por doquier, a lo lejos del campamento se podían escuchar los gritos desgarradores del pueblo de Dieter, pero por suerte, una tormenta se originó causando una lluvia que ayudaron a los incendios a disiparse con rapidez, el barro ralentizaba los movimientos del enemigo, trayendo así ventaja para el pueblo de Dieter que una vez más, estos salieron victoriosos. Inmediatamente, Dieter fue en busca de su esposa y su hijo, pero para cuando llegó descubrió que su esposa e hijo habían sido secuestrados por el general del narcisista rey, posiblemente como una recompensa.


En el transcurso de dicha búsqueda, Dieter fue en una búsqueda incesante a través de meses ausente en el clan, de meses carteándose con su mano derecha y amigo Brömir que ahora estaba al mando del poblado mientras él, Dieter iba en busca de su esposa e hijo. En un pueblo escocés que paró para buscar alguna pista y que el caballo descansara de un largo viaje, encontró la gratitud sin dar su verdadero nombre, pudiendo así preguntar sobre el paradero de su mujer y su hijo. Nadie le dio ninguna información, pero cuando salían de la posada unos hombres enfundados en negro le golpearon dejándole inconsciente. Cuando consiguió volver en sí, se encontró al líder de dicho clan del cual formaba parte, preguntando por su hija y su nieto y su paradero. Dieter, al no poder darle una respuesta segura, irritaba al líder rápidamente, pero conforme más golpe recibía y respondía lo mismo, dicho líder perdió la paciencia que lo exilio del clan además de un aliciente del que ahora Dieter estaría maldito hasta que la muerte le abrazara con sus gélidos brazos.

El líder, al no tener dicha información de su hija hizo que Dieter saliera ileso del barco en el que fue interrogado, pero cuando tocaron tierras francoalemanas, Dieter pudo remontar la búsqueda, pero en cuanto cuatro miembros se bajaron del barco con Dieter, estos, con ayuda de la luna llena puesta en lo alto del cielo oscuro de la noche, se convirtieron en bestias peludas de las que Dieter enseguida saco su espada para enfrentarse a dichas bestias. Eran cuatro bestias de casi cuatro metros contra un mortal de 1’80 de altura, Dieter veía que todo estaba perdido, pero el recuerdo de su esposa e hijo le hizo envalentonarse para así enfrentarse.

Casi perdió la vida en aquel enfrentamiento.

A los cuatro miembros se les ordenó dejar lo más débil posible a Dieter con tal de que abandonara la búsqueda de su esposa e hijo, pero uno de los cuatro oponentes había dejado un buen mordisco en el costado de Dieter del cual no estaría seguro si podría sobrevivir. En cambio, después de esa fatal noche, Dieter se despertó en el interior de unos establos, vendado y con el cuerpo dolorido. No sabía siquiera donde estaba o que estaba haciendo ahí con medio cuerpo vestido. Se encontró a un hombre solitario, recordándole muchísimo a su padre que lo crió como suyo aun habiendo sido secuestrado de pequeño. El hombre le contó que le encontró en muy mal estado y que ha pasado una semana desde que le encontró inconsciente. Dieter estaba en tierras francesas al parecer, una tierra desconocida completamente para él, pero la devoción que tenía por encontrar a su esposa e hijo eran mayores que su propio miedo al estar en una tierra desconocida.


Al cabo de los años, Dieter consigue hacerse un hueco en tierras francesas gracias a la enseñanza del hombre que le encontró. Le enseño el idioma y algunas costumbres religiosas como culturales. Le enseño a vestir con la camisa y un pantalón de franela, se sentía ridículo y con suerte teniendo un poco más de recursos para buscar a su familia, su corazón latió apresuradamente pensando que los encontraría aún más rápido y así estaba. Con la ayuda de su nuevo amigo, creyó encontrarla, pero se había movido hacia otro lugar. Una cosa estaba segura, que estaba muy cerca de encontrar a su familia y la encontraría cueste lo que cueste.