Olivia Van Aldin [ID]

Datos

Nombre: Olivia Van Aldin.
Edad: Aparente: 28 años | Real: 55 años.
Especie: Licántropo.
Tipo de clase social o cargo: Clase Alta.
Orientación sexual: Demisexual.
Lugar de Origen: Holanda (Países Bajos).

Habilidades

► HABILIDADES Y ATRIBUTOS INNATOS:

→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.
→ Atributos: Garras afiladas, dentadura afiliada, rasgos lobunos (en su forma transformada) y longevidad.

► PODERES INNATOS:

→ Transformación: Habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa. Cuando el licántropo está en su forma transformada aumenta un 50% su potencia física.
→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento; si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros licántropos cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida y su característico olor.

► DESARROLLADOS:

→ Mimetismo: La capacidad de confundirse con el entorno para protegerse o disimular su presencia.
→ Visión compartida y visión remota: Habilidad de poder ver a través de los ojos de los demás o en otros casos, hacer que los demás puedan ver lo que estamos viendo en ese momento. Esta habilidad funciona únicamente cuando se toca a la persona.
→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.

Personalidad

Si algo ha caracterizado a Olivia, desde que era una niña, ha sido su carácter fuerte, como el de su familia. Es una mujer exigente, independiente, segura de sí misma, y por supuesto, autoritaria. Las cosas siempre se tienen que hacer a su manera, ¡Y que no se dejen engañar por su apariencia! Puede ser tan hermosa y encantadora, como terrible y complicada. Olivia no es una mansa palomita, y no es precisamente porque sea lycan y a éstos se les asocia con el mal humor, en realidad, este genio ha sido, y será, parte de sus genes. Olivia, sin su mal carácter y empeño por tener todo bajo control, no es ella. Pero, aunque algunos piensen que sí, no siempre es así. Ella es del tipo de personas que suelen ocultar sus emociones y sentimientos; es de esos que se crean una muralla alrededor para evitar que los dañen. Quizá esto tenga sus raíces en la venganza que persiguió a sus padres hasta la muerte, o simplemente, quiera ser de ese modo, porque así se siente bien consigo misma.

Olivia siempre ha sido un misterio para quienes la rodean, por más que confíen en ella por su nobleza, su mente práctica y la fuerte iniciativa que tiene para tomar decisiones, no siempre dan con sus acciones, lo que la hace cero predecible. Y prefiere que sea así, ya que, es muy cerrada, prefiere guardarse sus deducciones y sólo mencionar lo justo y necesario. Este detalle la convierte en una mujer reservada, observadora y desconfiada. Olivia no se abre abiertamente a nadie; ni siquiera lo ha hecho con su tío. Otros pueden depositar su entera confianza en ella, pero que no esperen lo mismo de su parte.

Es inteligente, suspicaz y, sin duda, un as en los negocios. No es tarea sencilla llevarle la contraria, y, aunque no sea alguien que alce la voz para defender su punto de vista, hará uso de sus mejores facultades para obtener lo que desea, de una manera justa y sin demasiado escándalo. Porque, a pesar de querer ser siempre quien lleve la batuta en todo, se muestra serena, evadiendo cualquier provocación que la incite a actuar de manera inapropiada, por más que se esté consumiendo por la rabia. Le gusta hacer uso de las palabras y no de la fuerza física; no es algo que le convenza demasiado. Prefiere la organización y la estrategia, que las cosas se hagan bien pensadas y no por impulso.

Resumiéndolo de mejor manera, y añadiendo otros detalles más, Olivia es una mujer de pensamiento firme, que puede equipararse a su nobleza y entusiasmo por hacer las cosas bien, y a su vez, querer que los demás sigan sus pasos, aunque, no obliga a nadie, si le gusta valerse de su persuasión y poder de convencimiento, gracias a su indudable inteligencia. Suele mostrarse inquebrantable ante todos, sin embargo, sólo es una manera de protegerse, de no querer que nadie se atreva a lastimarla. Pero eso es tan sólo una idea que sea creado; desde la muerte de sus padres, Olivia jamás se ha expuesto a una situación extrema, siempre estuvo bajo la protección de su tío Auguste, quien prácticamente la forjó a su semejanza. A ella le falta conocer el mundo que la rodea, de exponerse a los verdaderos peligros y liberarse de las ataduras de una responsabilidad que no desea, aunque le cueste admitirlo abiertamente. No es perfecta, por más que se haga esa idea. Y tarde temprano tendrá que descubrirlo, sea de la manera que sea.

Historia

Cedieron sus vidas a las balas de plata que habían perforado su piel. La luna se ocultaba tras un manto oscuro, no pudiendo presenciar la muerte de uno de sus hijos hechizados; la menor de aquella familia, la pequeña hija del matrimonio, logró huir y salvar su existencia, pues habían llegado los aliados justo a tiempo. Nunca fue demasiado tarde…

Olivia perdió a sus padres en una noche de otoño. Los vio morir y sacrificarse por ella; tuvo que dejar sus cuerpos extintos a un lado y luego huir al bosque a refugiarse, pues la ciudad estaba bastante retirada de donde se encontraba viviendo con su familia. La propiedad Van Aldin había sido asaltada por cazadores contratados por los antiguos enemigos; fue por esta misma razón que el hermano de Eugene, enterado del desplazamiento de estos hombres hacia la zona, llegó justo a tiempo para evitar que Olivia fuera asesinada.

Era muy niña en ese entonces, pero su mente jamás olvidaría la imagen de sus padres muertos y la de aquel demonio humano apuntándola con un arma. El olor a pólvora y a carne quemada nunca se ha disipado, sigue ahí, en sus memorias. Las palabras que la acusaban de ser un monstruo aún duelen, y aunque en ese entonces era tan sólo una humana más, las cosas han cambiado muchísimo. Pero el odio de los cazadores nunca se extinguió.

Luego de aquel incidente se fue con su tío a Austria, uniéndose, inevitablemente, al linaje Van Aldin, del cual se había alejado su padre hacía bastante tiempo. Olivia, teniendo apenas diez años, no comprendía del todo cuál era el fin de aquella estirpe antigua; fue más adelante, y con el pasar del tiempo, que descubriría toda la verdad. Fue a partir de ese momento que toda falsa creencia, con respecto a la no existencia de los sobrenaturales, quedó olvidada. Ella era parte de una manada organizada; la familia Van Aldin era conformada por licántropos, que a determinada edad, se dejaban convertir para sellar un pacto que se había hecho con los primeros líderes. Olivia no era la excepción, su padre tampoco lo fue. Tendría que decidir su conversión tarde o temprano y asumir las responsabilidades que esto significaba.

Al ser criada por su tío Auguste, Olivia forjó un carácter fuerte y asumió la actitud de un buen líder, pues, luego de su tío, ella sería quien estaría postulada a representarlo en el liderazgo de su clan, ya que, por desgracia, los herederos de éste decidieron huir antes de convertirse en lycans. Una completa vergüenza para Auguste. Pero eso fue poco antes de que Olivia llegara a unírsele y pudiera dedicarse a su crianza con mucho esmero, siendo retribuido de buena manera por parte de la joven.

Los años transcurrieron con normalidad hasta que se cumplió la fecha en la que Olivia debía concretar la alianza con los lobos. Debía dejar a un lado a la humana y formar parte por completo de los Van Aldin. Algo que quebró su integridad, pero nunca lo demostró; recordaba que su padre había decidido alejarse de la familia por una razón: estaba harto de tener que enfrentarse constantemente con vampiros. Aquella guerra debía tener un fin; sus enemigos ya no tenían la fuerza de antes y el linaje Van Aldin ya había dejado de ser lo que era en antaño; además, los tiempos eran nuevos y muy diferentes. Esa era la opinión de su progenitor. Aunque nunca se le consideró traidor, si fue expulsado, y ahora, su hija, estaría a punto de acabar con la voluntad que él había querido que se cumpliera.

Olivia siempre tuvo muy en claro sus responsabilidades, sin embargo, al ser convertida en lycan, algo cambió. Las disputas con los que los demás miembros consideraban enemigos, nunca fueron de su agrado; por eso, solía mantenerse de esos líos y sólo se dedicaba a los negocios comerciales de la familia Van Aldin. La economía se había convertido en su fuerte. Mientras esto ocurría y ella se mantenía centrada en viajar para contactar con diferentes socios, el odio de la manada lobuna hacia sus contrarios crecía, a tal punto, que acabaron casi con todos sus herederos. Olivia terminó enterándose tiempo después, justo cuando su tío fue ascendido al cargo de líder de la estirpe, lo que hizo que debiera mantenerse como su mano derecha durante muchos años.

Ya ha transcurrido bastante tiempo desde su conversión; las cosas no parecen muy diferentes, pero a estas alturas, la idea que había tenido su padre ahora la persigue. ¿Sería quien debía poner fin a aquella riña estúpida o debía seguir con las prácticas antiguas, como si de una tradición se tratara? Quizás sí, o quizás no. El destino es quien le mostrará toda la verdad que aún le es oculta.

Datos Extras

—Fue convertida a la edad de veinte años; desde ese entonces han transcurrido treinta y cinco años exactos.
—Tiene pesadillas recurrentes en donde ve a sus padres muertos y luego ella es asesinada por los mismos cazadores que atacaron a su familia.
—Siente repulsión hacia los cazadores e inquisidores de igual manera.
—No suele sonreír mucho.
—Le cuesta asumir el liderazgo del clan Van Aldin. Pero prefiere ocultarlo por consideración a su tío.
—Tiene un lobo blanco como compañero, al que cariñosamente llama “Odín”; también a un purasangre negro llamado Sirius y una border Collie de nombre Lana.
—Su madre era descendiente de nativos americanos y heredó su misma conexión y respeto hacia los animales.
—Sus padres se conocieron en Norteamérica. A partir de entonces fue cuando él decidió alejarse de los Van Aldin, dejando a cargo de todo a su hermano Auguste. Se cree que las enseñanzas de los nativos que conoció en el viaje influenciaron en sus ideas.