Edora Dahan-ID

por **Edora Dahan** Jue Nov 03, 2016 6:24 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Edora Dahan

▲EDAD▲

40

▲ESPECIE▲

Humana Hechicera

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Baja.

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Albi, Francia.

▲HABILIDADES/PODERES▲

-Hechicería y percepción del aura.-Titiritero. -Vigoris. -Creación de ilusiones.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Algunos dirían que es una mujer malvada, pero la verdad es que no siempre fue así... ni siquiera es una arpía la mitad del tiempo. Simplemente es según ella al menos, un espíritu libre. De joven era una mujer casi cándida incluso, pero cierto evento destrozó aquella manera suya de ser y le hizo forjar una nueva personalidad, una más dura y fría, rencorosa y dura. Por supuesto esto no quiere decir que carezca completamente de sentimientos, simplemente se los guarda para si y no se molesta en demostrarlo. Tampoco es que sirvan para mucho. Tiene cierto sentido de la responsabilidad, sobretodo con los de su clase, si el aquelarre requiere algo de ella no dudara en dejarlo todo para ayudar y por muy fea que se ponga la cosa no es de las que se rinde con facilidad.

HISTORIA

La vida prometía ser cómoda para ella cuando Edora llegó al mundo. Nacida en una familia relativamente acomodada e influyente dentro del círculo de hechiceros circundante, la pequeña estaba predispuesta a grandes cosas. En efecto, sus dos padres eran hechiceros así que ambos se esmeraron en que su hija aprendiese todo lo que pudiesen enseñarle. Para una cría de su edad muchas veces era duro, pues se sentía más inclinada a jugar en el jardín con las flores a pasar el día entre libros aprendiendo complicadas formulas pero la voluntad de sus padres era absoluta, por lo tanto no le quedaba mas que obedecer.
Todo fue transcurriendo normalmente, al llegar a la juventud comenzaron a tratar el tema de casarla y pareciéndole bien esa opción se dejó cortejar de buena gana. Parecía que las cartas estaban echadas, sin embargo se equivocaba del todo.
En una de sus salidas al bosque se encontró con quien cambiaría su vida, y no para bien. Un hombre desagradable, sucio y asqueroso, que más tarde descubrió que además era un maldito pirata. Aquel salvaje la forzó como el animal que era, destrozándola mientras ella gritaba hasta quedar afónica. No pudo defenderse, no tuvo ni una oportunidad. A pesar de conocer tantas fórmulas y recetas no había dominado aún sus propias artes innatas, no había sabido percibir en el desconocido aquel salvajismo. Era una incauta ante la naturaleza humana.
Después de aquel asalto que duró horas volvió como pudo a casa y avergonzada intentó mantener en secreto lo que había sucedido, pero solo lo consiguió unos días. Tal y como pensó sus padres se lo tomaron muy mal, ahora no podría casarse con el hombre a quien la habían prometido. Para ella aquello también era bastante descorazonador sin embargo la punzada final estaba por llegar. Pasó un més y comenzó a notar los síntomas del embarazo, no sabía que hacer... no quería tener hijos, no aún, no de aquella forma, no de aquel animal. Un montón de ideas pasaron por su mente, abortar...pues sabía como hacer la poción, suicidarse...porque odiaba recordar todos los días lo que había pasado... Pero al final no tomó ninguna de aquellas decisiones. El dolor fue templando su carácter, como si de un martillo se tratase. La muchacha dulce se fue perdiendo en la forja de la vida y la Edora que surgió tenía una idea en mente, una idea que la hizo luchar para seguir adelante contra todo pronóstico. Se vengaría de aquel hombre de la manera que a este le produjese mayor dolor.
Le comunicó a sus padres las ``buenas´´ nuevas, el embarazo...serían abuelos que ilusión ¿Verdad? Por supuesto que no, nadie quiere ser el abuelo del hijo bastardo de un pirata violador.La intentaron convencer para que abortase, pero no lo consiguieron. Ella ya lo había pensado antes y había desestimado la idea, el fruto de aquel encuentro también era suyo...quizás era el instinto maternal aflorando pero lo único que deseaba aparte de destrozar la vida y esperanzas de ese cerdo era demostrarle al mundo que podía valerse por si misma y criar a su hijo, de una manera que no cometiese los mismos errores que ella. No criaría un débil. Eso nunca.
Fue desheredada por supuesto, y se marchó de la villa donde todos la miraban y la juzgaban al pasar. No necesitaba gente alrededor, eran mezquinos y desagradables. Se instaló en el bosque y allí paso el embarazo. Contactó con una amiga del círculo para que la ayudase a dar a luz y tuvo una pequeña y preciosa hija. Rápidamente notó cierto apego hacia el bebe...aunque no tanto como había esperado. Sin embargo no dejaba de repetirse que era normal, teniendo en cuenta quien era el padre. Pasó en aquella pequeña y ruinosa choza los primeros años de la vida de la pequeña, la llamo Elora porque... bueno, era parecido al suyo y al de su abuela, una gran mujer a la que había respetado mucho y cuando Elora tuvo edad suficiente para viajar, se fueron de Albi. Fue triste porque era su hogar, el de ambas, pero tenía la esperanza de encontrar algo mejor.
Muchas veces pensó que había sido una mala idea, la vida en el camino era difícil y tuvo que aprender a la vez que enseñaba a su hija a como sobrevivir y mantenerse alejada de los problemas, y hay muchos tipos de problemas para una mujer joven y sola. Pasaron 9 años y se enteró de que su padre había fallecido, por supuesto tuvo que volver a su ciudad para comprobarlo por si misma. Fue en este viaje cuando una buena noticia se cruzó con ella. Habían atrapado al bastardo hijo de perra que la violó..y a otros condenados más. Los ahorcarían, un castigo demasiado clemente a su parecer. Aquella nueva información le llevó a efectuar unos cambios en su plan. Dejó un par de días a la niña con aquella compañera del aquelarre y preparó su venganza. Fue un golpe de suerte y pensaba darle donde más le dolería. Lo único que amaban los piratas por encima de todo era el mar...se había estado informando, eran todos igual. Un asqueroso tópico tras otro y bueno, con la información de que había un hombre lobo por esas tierras ató cavos rápidamente. No podría embarcarse nunca más si se transformaba cada noche de luna llena en un lobo. Tendría que decirle adiós a su vida igual que se lo había tenido que decir ella...además claro del plus de dolor que sufriría cuando el lobo le mordiese. No tardó demasiado en dar con el lobo, y menos aún en convencerlo para que transmitiese su ``don´´ a otro, acordó un lugar y se apresuró a preparar lo siguiente. Para condenarlo tendría que salvarlo primero ¿Qué ironía, no? Con una fórmula explosiva bastante densa logró lo que necesitaba. Sacó al pirata de su encierro y mató al resto...que seguro eran tan culpables como el mismo de otras atrocidades a otras mujeres. A saber a cuantas habría hecho sufrir lo mismo que a ella... Pero esa noche se vengaría. La luna se alzaba llena mientras guiaba sutilmente con sus dotes hacia el lugar de la emboscada, una vez allí tuvo la decencia de mostrarse ante el y advertirle lo que sucedería a continuación... juraría que no se creyó que iba en serio hasta que el enorme hombre lobo le cayó encima. Con una sonrisa en los labios se sentó a mirar como el peludo ``animal´´ destrozaba la carne del pirata, deleitándose con los gritos que de su boca salían. Ahora la deuda comenzaba a pagarse. Lo dejó allí después de asegurarse de que no moría ni mucho menos, su tormento solo acababa de empezar, no podía permitir que se fuese tan pronto. A aquel maldito solo lo mataría ella.
Después de aquello siguió con su vida como si nada hubiese pasado, aunque con una sensación de satisfacción mucho más acentuada. En las noches frías en las que no tenían donde dormir, en los largos días en los que no tenían nada para comer...el simple pensamiento de que aquel tipejo estaría pasándolo aún peor si cave era suficiente para evitar que se rindiese.

En cuanto a su hija, bueno...lo hizo lo mejor que pudo. Sabía que no era la mejor madre del mundo pero siempre tuvo un objetivo claro. Ayudaría a la niña a que alcanzase su máximo potencial, aunque siempre intentó mantenerla apartada de los líos que podían surgir con los aquelarres. No quería meterla antes de tiempo en problemas,era su manera de protegerla, la enseñó a valerse por si misma y aunque no lo dijese casi nunca, estaba muy orgullosa de ella. Finalmente se instalaron en una buhardilla de París y confiaron en que su suerte mejoraría. Las cosas se mantuvieron a flote un tiempo, con las pociones no se daban la gran vida ni mucho menos, pero tenían un techo sobre la cabeza y comida en la mesa... Sin embargo le llegaron noticias de su antiguo aquelarre. Tenían problemas y eran serios, si requerían de su ayuda estaba obligada a ayudar. Así que se fue, no pensó que fuese a tardar demasiado y no avisó a Elora. Por un par de días no solía hacerlo, no hacía falta, no era una niña ya sino una joven independiente. No se iba a morir por que su madre desapareciese unos días. Sin embargo al llegar al aquelarre los problemas eran más graves de lo que había pensado. Los días pasaron a ser semanas y antes de darse cuenta estaba metida de lleno en una guerra entre aquelarres...por llamarlo de algún modo. Los secretos que los otros querían no estaban dispuestos a difundirlos y encima tenían que preocuparse de no llamar demasiado la atención de la gente o atenerse entonces a tener que preocuparse también de una posible caza de brujas.La cosa se estaba poniendo bastante fea así que decidió mirar en el libro que estaban protegiendo, el libro que había protegido aquel aquelarre durante siglos. Y fue precisamente entre sus páginas donde encontró la solución a los problemas. Una solución desesperada que se vio obligada a tomar la propia Edora. Mientras mantenía el libro en custodia atraparon y torturaron a uno de sus compañeros hasta que reveló su ubicación, con prisas, a la hechicera no le quedó más remedio que preparar rápidamente el ritual que la desvanecería durante unos días de aquel plano. Sería como desaparecer para todos, y como dormir para ella. El problema era que si fallaba corría el riesgo de desaparecer para siempre... o como en realidad sucedió, durante demasiado tiempo. Las prisas nunca son buenas consejeras cuando se trata de magia y una simple runa garabateada demasiado deprisa bastó para que las semanas que pensaba desaparecer, suficientes para que el problema se solucionase por si solo se convirtiesen en años.

Hace apenas un par de semanas volvió al mundo, por así decir...y en seguida supo que había metido la pata. El calendario había seguido avanzando sin ella, así como la vida. ¿Qué habría sido de su hija? Lo bueno era que el problema por el que tuvo que desaparecerse en efecto se había solucionado... por desgracia ahora, sentía algo muy parecido a la culpabilidad por haber faltado tanto tiempo. En cuanto estuvo lo bastante fuerte para volver a París así lo hizo, esperando que las cosas le hubiesen ido bien a su hija. Aunque así debía ser, pues la había criado para valerse por si misma.

DATOS EXTRA

Escribe aquí los datos extra de tu personaje, todo lo que no hayas mencionado anteriormente.

por **Nigel Quartermane** Jue Nov 03, 2016 9:44 pm

FICHA APROBADA

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