Dantherus I.D

por **Dantherus Clavenger** Mar Nov 22, 2016 10:50 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Dantherus Clavenger

▲EDAD▲

Real 26, aparente 19

▲ESPECIE▲

Vampiro

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Homosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Inglaterra-Londres

▲HABILIDADES/PODERES▲

-Habilidades:Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana. -Atributos: Colmillos afilados, uñas afiladas, piel y cuerpo resistentes e inmortalidad. -Sanación acelerada y percepción del aura. -Rastreo, persuasión y confusión.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Decir que la mente de Dantherus esta trastocada es quedarse corto, esta loco. Las cosas que vio siendo crío calaron profundamente en el, horrores innombrables se aparecieron consecutivamente en sus sueños. Todo esto lo volvió inestable y violento hacia el personal del hospital para lunáticos en el que lo internaron después del incidente que terminó con su familia y quien más le importaba, su hermano. Todo aquello lo condujo a un límite del que fue incapaz de salir hasta que se encontró con su maestro. Curiosamente fue la locura lo que le trajo algo de alivio a su atribulada mente, el abrazo para el fueron todo ventajas sin embargo tuvo sus efectos. Su locura se sosegó en cierto modo pero dio paso a lo que se califica como una doble personalidad. Una es más tranquila y sosegada, como lo era el antes de todo el incidente, algo arisca con los desconocidos y melancólico por lo general... su otra personalidad, inspirada en su joven hermano es más juguetona, animada y cordial... podría decirse que algo alocada incluso. La contra parte es que le gusta jugar y puede ser cruel si lo enfadas, un tanto sanguinario incluso. Hay que señalar que con ambas es bastante dependiente, aunque bastante más con la juguetona, con la que se comporta de manera más infantil.

HISTORIA

Nació en el seno de una familia acomodada y sus padres no tardaron mucho en darle un hermano menor para hacerle compañía. Desde que tuvo uso de razón fue el hermano mayor, crecieron juntos y casi a la vez pero siempre tuvo claro que como el mayor tenía que cuidar de su hermano. ¿De qué? Bueno, al principio era demasiado joven para entender lo que pasaba en su casa pero con el tiempo la verdad fue abriéndole los ojos. Su familia ofrecía la típica e idílica imagen de familia feliz y acomodada, vivían en una gran casa a las afueras de Londres, con algo de servicio por supuesto, una madre amorosa y un padre exitoso. Sin embargo la realidad era más compleja. Su madre era débil y asustadiza, una mujer sumisa sometida a la sombra de un marido cruel y poco atento, más centrado en sus investigaciones y sus libros que en su familia. Como casi toda la gente con dinero tenía aficiones raras, la suya era la alquimia. Empeñado en encontrar la piedra filosofal barajó diversas teorías hasta terminar cayendo presa de lo que posteriormente se denominaría como síndrome de Renfield. Empeñado en conseguir la vida eterna comenzó a experimentar con sangre de animales y seguidamente prostitutas. Al principio no tuvo mucha repercusión en la vida de la familia salvo por el hecho de que el sótano estaba permanentemente cerrado y les tenía prohibida la entrada bajo cualquier circunstancia. La autoridad de su padre era indiscutible así que al principio le hicieron bastante caso, al menos el primer par de años. Eventualmente la curiosidad de los hermanos se fue desarrollando a la vez que lo hacía su intimidad. Siempre iban juntos a todos lados, incluso se escapaban del cuarto para dormir juntos por las noches. Por eso no fue raro que ambos decidiesen colarse en el sótano a escondidas mientras su padre estaba fuera de casa. Lo que allí descubrieron los dejó asustados aunque confusos. Libros, instrumentos metálicos raros y afilados, alambiques sospechosos, manchas de sangre y un olor dulzón a hierro persistía en el ambiente. Al fondo entre las sombras de la habitación algo se ocultaba bajo una manta, llamando su atención. El menor de los hermanos se acercó lentamente hacia aquello, extendiendo la mano para descubrirlo. Dantherus no tenía muy claro que era lo que había allí debajo, pero sabía que no era bueno y no quería que su hermano lo viese. Tomó su mano y lo sacó rápidamente de allí antes de ver nada más y que los descubriese nadie.
Fue a partir de ese momento en el que el rubio comenzó a fijarse más en las idas y venidas de su padre, intrigado por lo que haría allí abajo y por que desaparecían las mujeres escotadas que traía por la noche. Un día incluso se atrevió a preguntarle a su madre, pero no sacó nada en claro aparte de un bofetón y la certeza de que la sola idea aterraba a la mujer que después de aquello abrazó a su hijo con fuerza conteniendo apenas el llanto y le hizo prometer que cuidaría a su hermano sobre todas las cosas. Y cuidarlo y protegerlo también significaba ocultarlo y evitar que descubriese lo que el estaba averiguando, lo excluyó de sus escapadas nocturnas a escuchar a hurtadillas que era lo que sucedía en el sótano. Los gritos le dieron la certeza absoluta de que era peligroso, sintió la tentación de intentar ayudar pero sabía que no conseguiría nada. Tan solo tenía 12 años y no quería arriesgarse a dejar a su hermano solo. Corrió a la habitación del menor y se metió con el en la cama asustado. Aquella noche no durmió, simplemente se abrazó a el haciendo planes sobre como deberían fugarse ambos de la casa y que harían y donde vivirían lejos de sus padres. Fue cuando los rayos de sol traspasaban las cortinas para acariciar los cabellos del más joven mientras el aún no había llegado a ninguna conclusión favorable cuando supo que pasase lo que pasase siempre estaría con su hermano sin importar que... Deslizó sus dedos por el suave rostro juvenil comenzando a comprender la profundidad de sus sentimientos hacia el. Lo quería, pero empezaba a intuir que no de la misma manera que un hermano quiere a otro... o sí... pero más. Posó sus labios sobre los del contrario y besó con suavidad, despertándolo sin querer. Evidentemente la confusión se reflejó en los ojos del más joven, pero no se asusto sino que le acarició el pelo consolándolo en silencio. Dantherus sonrió, consciente con aquel gesto de que debía parecer bastante asustado, pero quería confirmar algo. -Hermano, te quiero... ¿tu me quieres?-
La inocencia de aquella pregunta dio paso a una nueva forma de vivir su relación. Experimentando entre ellos a hurtadillas trajeron algo de vida a una casa en la que el servicio desaparecía de vez en cuando. Aquella felicidad sin embargo no enturbió de ninguna manera la responsabilidad de Dantherus como el protector de su hermano. Iba ahorrando, aprovisionándose de todo aquello que consideraba necesario, incluso se dedicó a buscar por la casa el mejor escondite en caso de peligro. Fue cuando tenían 14 y 13 respectivamente que su madre … se fue. Y decir se fue es una manera de hablar por que Dantherus sabía perfectamente que era lo que había pasado con ella. Le fue imposible seguir fingiendo, nunca se había caracterizado por ser particularmente fuerte, de hecho según su hermano menor, era un llorón... este ya no era tan joven e inocente como antes, sabía que algo pasaba y presionó hasta hacerle confesar todo lo que sabía. En parte fue una liberación pero sintió que había fallado en proteger la integridad de la inocencia de su hermano. Sin embargo así fue más fácil lidiar con todo, y un par de meses después estaban listos para fugarse. Tenían dinero para irse lejos. Trabajarían, se alistarían como marinos... no importaba realmente mientras estuviesen juntos.
Se prepararon para hacerlo una noche sin luna llena. No tenía por que ser difícil, después de todo padre no les prestaba ninguna atención, de su educación se encargaban tutores pagados que nos e preocupaban más que de instruirles y que además eran amigos de su padre. Jamás los creerían. Así que juntaron todo el dinero y pocas pertenencias en un hatillo y se prepararon para escapar. Cual fue su sorpresa al encontrar la puerta cerrada a cal y canto. Forcejearon momentáneamente hasta que unos pasos tras ellos, unos que conocían bien. La seriedad de su padre alumbrada con una vela los dejó congelados en el sitio. Tras un segundo de pavor y sorpresa Dantherus pensó rápido y se colocó entre ambos, asumiendo toda la culpa por el intento de escapada, haciendo uso de su labia consiguió convencerle de que aquello era simplemente un inofensivo intento de ir al burdel a ver mujeres y que no tenía que preocuparse de nada. Estaba seguro de que si se enteraba de que era un intento de fuga con todas las de la ley jamás saldrían del sótano de la casa. Por suerte para ellos coló el engaño y tras una azotaina al responsable los dejó volver a su habitación. Después de aquello imaginaron que la ventana sería mejor opción, por desgracia el piso estaba demasiado arriba como para descolgarse de manera segura así que intentaron conseguir algo con lo que descolgarse. Lo único que encontraron fueron un par de sabanas que no suplían del todo la altura así que Dantherus decidió probar el primero y ver si era seguro. No lo fue. Se rompió una pierna y pasó los siguientes meses intentando recuperarse contra reloj, incluso instó al pequeño a irse sin el, pues ahora estaba seguro de que sería una carga y de que su padre sospechaba por como los miraba cada vez que se cruzaban y juraría que tenían menos servicio que antes.
Después de aquello no dio tiempo de hacer más intentos de huida antes de que su pierna se recuperase del todo. Una noche, un chillido los despertó, seguido de unos golpes violentos que no dejaban lugar a dudas. Su padre había alcanzado el zenit de su locura. Debían ocultarse y esperar por el momento adecuado para poder escapar. Corrieron hasta su escondite predilecto y antes de que su hermano pudiese discutir lo empujó dentro y lo encerró. Aún era noche cerrada, tenía que conseguirle algo de tiempo, le hizo prometer que estaría callado y que no saldría de su escondite y esperó escondido, vigilando el escondite de su hermano para saltar sobre su padre si este aparecía. Y vaya que lo hizo, con un martillo goteante en su mano subió las escaleras, buscándolos y llamándolos con una voz que casi no parecía ser la suya. Dantherus nunca había sido un valiente, pero en ese momento reunió todo el coraje que pudo y cuando pasó cerca suyo saltó sobre el con toda la agilidad que le permitió su pierna apenas recuperada. Mordió, arañó y golpeó pero la fuerza de un crío de 15 años contra un hombre adulto con un martillo no era comparable. Golpeó la pierna herida haciéndolo aullar de dolor y aprovechó ese momento para estampar la cabeza de su propio hijo contra el suelo. La vista se le emborronó y perdió la fuerza. Notaba la sangre deslizarse caliente por su nuca al tiempo que sentía más que veía a su padre levantarse y dirigirse hacia el escondite de su hermano. Reptó como pudo y lo agarró del tobillo antes de recibir una patada y quedar inconsciente. Lo siguiente que recuerda después de aquello es debatirse entre la consciencia y las sombras de manera intermitente, escuchando gritos y golpes, viendo sangre y el rostro lloroso de su hermano.
Al despertar estaba en un hospital, vendado y dolorido. Apenas podía moverse pero a el solo le preocupaba una cosa. Su hermano. Se volvió histérico cuando descubrió que no estaba con el, y de golpe todas las imágenes de lo sucedido la noche anterior cayeron sobre el como una cascada. Pero se negaba a creer la evidencia hasta que una apenada enfermera le dijo que estaba muerto. El mundo de Dantherus se derrumbó ante sus ojos, se volvió loco. Total y completamente loco. Gritos, patadas arañazos, contra aquel que se le acercase y contra si mismo, cayó de la cama y comenzó a golpearse la cabeza contra el suelo inmerso en un ataque incontrolable. Lo siguiente que sintió fue un pinchazo y se durmió. Lo trasladaron al Hospital san Lucas en el Alto Moorfields,un sitio especializado en lunáticos... y allí pasó los siguientes años de su vida, encerrado entre cuatro paredes y consigo mismo, atado y drogado la mayor parte del tiempo dada su tendencia a auto lesionarse con las uñas si hacía falta. Igual la locura era cosa de familia. Nunca le dijeron que había pasado con su padre pero tenía la certeza de que había muerto, era el único consuelo que encontraba en aquellos largos días con sus noches. Con el paso de los años se fue encerrando en si mismo cada vez más, en su mundo dentro de la cabeza. Recordaba los momentos pasados con su hermano y cuando lo hubo recordado todo un número incontable de veces comenzó a cambiar cosas, eventos. ¿Qué habría sucedido si en vez de hacer esto hubiesen hecho aquello otro? ¿Y si...? Aquello le trajo algo de paz, el personal pensó en vano que se estaba calmando, que se le estaba pasando... ni mucho menos. En su cabeza a ratos su hermano no había muerto, vivían felices en tal o cual lugar. Y el sonreía ensimismado. Sin embargo cuando recobraba sus sentidos y recordaba toda la realidad volvían los ataques y los gritos. Quién sabe cuanto hubiese durado aquello de no ser por quien sería el maestro de Dantherus, Lamarquish, como le gustaba que le llamasen.
Fue una noche con la luna mordida, despertó al escuchar un alegre silbido y pasos por el pasillo. Pero era muy tarde. ¿Quién sería? Normalmente no sentía curiosidad sin embargo aquel día había algo extraño en el ambiente. Se intentó incorporar pero estaba atado, como era habitual. Así que habló al sentirlo pasar cerca. El sonido de su propia voz lo sorprendió ¿Hacía cuanto que no hablaba? No tenía ni idea. Sin tener muy claro como terminó filosofando sobre la existencia, la vida, la muerte y la realidad de las cosas con aquel extraño. ``¿Quieres vivir o quieres morir?´´ le preguntó Lamarquish tras un par de horas -¿No es lo mismo?- Fue su respuesta. Aparentemente aquello le resultó gracioso porque el mayor rió a carcajadas antes de abrir la puerta. ``Voy a sacarte de aquí´´.

He hizo lo prometido.
De aquella manera fue como se libró de aquella muerte en vida para después, morir... y renacer posteriormente como vampiro. Si, Lamarquish era un no muerto,uno que si bien le ofreció la posibilidad de unirse a su lado tampoco esperó realmente una respuesta. Su maestro era caprichoso y ya había decidido que aquel muchacho sería un buen vástago y compañía para sus noches. La nueva vida de Dantherus trajo consecuencias, su personalidad cambió un poco y su psique, también. Se bifurcó en dos personalidades, lo cual su maestro encontró de sobras entretenido, salieron de Inglaterra y llegaron a Francia, la tierra no natal pero desde luego la favorita del mayor. Allí le fue enseñando todo lo que conllevaba ser un vampiro, a cazar, a alimentarse, como ocultarse... Dantherus se fue tranquilizando aunque su pena no disminuyó ni un ápice, pero encontró que grandes cantidades de opio o algo de opio si era en la sangre de otro lograban calmarlo y llevarlo a un estado de ensoñación bastante llevadero. Se establecieron en una casa propiedad del maestro por supuesto, no les faltaba de nada. Y durante 5 años, el periodo de aprendizaje de su vástago, todo trascurrió bien. Sin embargo un asunto importante requirió finalmente la presencia de Lamarquish que tuvo que marcharse hacia el este y dejar al joven vampiro solo en París, a pesar de la insistencia en este en acompañarlo. Hay que señalar que era un maestro en general afectuoso y comprensivo, pero no convenía mucho insistir demasiado en una decisión que estaba tomada. Cosa que Dantherus hizo, tras tener que mostrarle los colmillos y hacer valer su autoridad el mayor se marchó dejándolo al cargo de sus posesiones y su casa. Encargado de todo aquello ahora Dantherus simplemente vagaba por las calles en busca de distracción hasta encontrarse con una antigua amiga de su maestro. La invitó a vivir con el ya que era evidente que no tenía muchos recursos ni sitio donde caerse muerta y a cambio ella, le haría compañía y conseguiría que no se viese todo muy sospechoso durante el día.

DATOS EXTRA

A pesar de los años y lo retorcido del asunto sigue amando con toda su alma a su hermano menor, a pesar de que sabe que esta muerto.
Esta un poco cojo, esto se debe a la ruptura de su pierna cuando aún era un crío. Si es porque nunca se curó bien o un tema psicosomático nadie lo sabe.

por Invitado Mar Nov 22, 2016 3:50 pm

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