De nouvelles opportunités || Shayla

por **Paramitsha** Jue Feb 16, 2017 3:26 pm

Aquella mañana Paramitsha había despertando con una idea en mente que la estaba acosando desde la noche anterior, se convenció de que lo pensaría mejor tras una buena noche de sueño, pero ya era un nuevo día y la idea seguía dando vueltas en su cabeza, por lo que sin querer darle más vueltas se levantó y se arregló para enfrentar un nuevo desafío que si acababa funcionando bien podía darle una nueva oportunidad para mostrar su arte y para ganar unas cuantas monedas más.

Ella ya contaba con un trabajo esporádico en el circo gitano, pero ahí la asistencia no era tan grande como el circo común, por lo que ¿por qué no intentar conseguir un espacio allí? Quizá el que fuera una gitana no afectaría en nada, y su habilidad con los malabares hablaría por ella para que decidieran darle un lugar y un par de francos, y si es que habían otros malabaristas ya, probablemente podría practicar con ellos y mejorar aún más... de cualquier forma acabaría ganando.

Guardó sus pinos, sus aros y sus pelotas y emprendió el rumbo al circo, aún era temprano por lo que no habría gente recorriendo el sector, por lo que tendría tiempo para convencer a quien sea que esté a cargo, incluso podía conocer a alguien que la ayudara a completar el plan que tenía en mente, a veces tener a alguien dentro podía ser de mayor ayuda aún.

Cuando estaba llegando sacó cuatro pelotas y empezó a jugar con ellas mientras recorría el lugar, estaba tan acostumbrada a hacer malabares con estos útiles que realmente no le suponía ninguna dificultad recorrer el sector sin perder el ritmo para no dejar caer ninguna. Se preguntaba en dónde podría encontrar a quien la ayudara...

— Podría ofrecer una jornada de trabajo gratis si es necesario, para que vean que realmente soy buena... al fin y al cabo solo quiero hacer lo que me gusta -pensaba la joven gitana mientras las pelotas seguían dando vueltas y viajaban desde sus manos a los aires para aterrizar nuevamente en sus manos y así volver a iniciar el recorrido.

No podía indentificar a ninguna persona por los alrededores, se preguntó si acaso había realizado su visita demasiado temprano, si tenía que esperar pues así sería, estaba dispuesta a luchar por esta nueva oportunidad hasta el final.

por **Shayla Kraemer** Vie Feb 24, 2017 10:34 pm

Shayla pertenecía al circo gitano. Sabía que allí no ganaba lo suficiente, incluso había días en los que realmente se lamentaba por no tener la valentía de buscar un empleo mejor en el centro de la ciudad, como mesera o cantinera tal vez, pero no se iría de ahí. En el circo gitano era feliz al fin.

Tenía un amigo en el circo, un colega acróbata, que solía regalarle algunos de los elementos que ya no utilizaba. Ellos solían renovar el material varias veces al año y todo lo que a Zekio le sobraba iba a parar a manos de Shayla.

Para hacer aquel trayecto largo -desde el circo gitano hasta el área del circo normal- madrugó esa mañana, y eso que adoraba dormir hasta tarde. Como todos en el circo gitano, Shay acostumbraba a acostarse entrada ya la madrugada, por eso seguía de largo la mayoría de las veces y se levantaba cerca del mediodía.

Partió esa mañana en busca de Zekio, su colega. Pero cuando llegó al circo no lo encontró. Se acercó a una de las mujeres –que, obviamente, la miró con desconfianza por ser gitana- y le preguntó por él.

-¿Eres Shayla? –le dijo la rubia, mirándola de arriba hacia abajo.

-Sí –respondió.

-Zek ha tenido que viajar, su madre ha enfermado y pedía por él, pero me dejó un paquete para ti. Espera aquí.

Tras unos minutos, la mujer volvió a salir de la carroza pequeña y le entregó un paquete forrado con tela verde. Shayla agradeció y se apuró a salir de allí pues no le gustaba como la miraba la rubia engreída. Ya se fijaría qué había en el interior durante el camino.

Salía con paso presto cuando la vio. La muchacha hacía volar las pelotas coloridas de una mano a la otra. ¡Cuánto talento! ¡Qué rapidez! La reconoció, la joven trabajaba de forma esporádica en el circo gitano. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Buscando empleo nuevo, tal vez? De ser así con gusto le presentaría a Zekio, su amigo, en otra oportunidad, cuando él volviese de su viaje.
Nunca había hablado con ella, pero creía que si se acercaba la joven la reconocería. Después de todo ambas eran iguales allí, dos mujeres a las que todos volteaban a ver.

-Hola –la saludó con una sonrisa-. Soy Shayla, nos hemos visto algunas veces en el circo. En nuestro circo –puntualizó sin dejar de sonreír.

por **Paramitsha** Lun Abr 03, 2017 10:34 pm

Mitchie de pronto comenzó a ver siluetas comenzando a rondar por el lugar, pero si bien algunas personas se embelesaban con su talento con las pelotas, sus miradas pronto abandonaban sus utensilios para ir a parar a sus ropajes, momento en que las miradas de admiración se volvían miradas de superioridad.

— Como si ustedes pudieran hacer esto solo por no ser gitanos -pensó con leve hastío la joven malabarista. Pero qué le iba a hacer, no es como si no estuviera acostumbrada a ese tipo de miradas, después de todo así había sido toda su vida y aquello no iba a cambiar. Así eran las cosas por aquí.

De todos modos no es como que aquello le afectara o le impidiera realizar de modo correcto lo que llevaba tanto tiempo practicando por lo que continuó con su juego, incluso cuando una chica de rostro familiar se le acercó. La había visto antes... recordaba esa mirada, solo le basto darle una mirada más general y la reconoció, sus ropajes eran similares, esa chica trabajaba en el circo gitano con ella, y así se lo aclaro al dirigirle la palabra.

— Si, hola, te recuerdo -saludó feliz la joven-. Nuestro circo -rió ante aquella expresión-, aquella frase da la sensación de poder, aunque la realidad sea lo más alejado posible a ello. Perdona que no te salude adecuadamente, como verás tengo las manos ocupadas y son demasiadas para manejarlas con una sola mano, un momento.

Dicho aquello Mitchie lanzó con mayor fuerza dos de las pelotas mientras comenzó a agarrar las dos que ya iban cayendo sin volver a elevarlas, entonces la tercera que había inicialmente lanzado con mayor fuera cayó en su mano libre para que mitchie luego diera una vuelta y atrapara la última. ¿Qué podía decir? Le gustaba dedicarse a aquello, aunque no tuviera público que la aplaudiera por sus hazañas.

Ahora si... estaba lista para saludar.

— Perdona, no recuerdo tu nombre -se disculpó, pero realmente no conocía el nombre de muchos en el circo gitano, después de todo ella normalmente iba de paso.

por **Shayla Kraemer** Vie Abr 21, 2017 2:24 pm

-Tú eres Paramitsha, ¿no? Nunca olvido un nombre –sonrió, orgullosa de esa; una de sus habilidades. Aunque nunca habían hablado ni compartido tiempo, tenían algunos amigos en común, todos miembros del circo gitano, y de ahí que Shayla supiera como se llamaba la muchacha-. Soy Shayla –le repitió al ver que la joven no la había oído.

Podía ser que estuviese hablando demasiado bajo y que por eso la otra joven no la hubiera oído. Era culpa del lugar que ciertamente la incomodaba… se sentía observada y no de la forma en la que a los artistas les gustaba ser observados precisamente; las miradas de todos allí eran reprobatorias, había juicio en sus ojos y eso la hacía sentir mal. ¿Qué diferencia había entre ellas dos y los artistas de aquel lugar? ¡Que trajeran a cualquier acróbata del circo a competir con ella a ver si se movía mejor en la altura! ¡Que pusieran a cualquiera de sus malabaristas a la par de Paramitsha a ver quien controlaba mejor las bolas multicolores! La incomodidad que le hacían sentir estaba dando paso al enojo lentamente. Cuanto antes saliera del circo mejor, total ya tenía en su poder lo que había ido a buscar y no tenía más nada que hacer allí entre ellos.

-Este lugar me pone algo nerviosa –le confió acercándose más a ella y apretó contra su pecho el paquete que su buen amigo Zekio le había dejado-, ¿qué te ha traído hasta aquí? –le preguntó realmente interesada.

Minutos después, cuando las dos se hallaban hablando cómodamente, un hombre se les acercó y de modo grosero les pidió que se retirasen, asegurando que estaban molestado a los artistas que debían prepararse para la función. ¡Pero si no estaban haciendo nada! ¡Solo eran dos jóvenes hablando animadamente en un rincón!

-¿Prepararse para la función? ¡Si es recién la mañana y el circo no abre sus puertas hasta la tarde! –se indignó ella. Les estaba mintiendo y era evidente, pues de seguro la mayoría de los cirqueros estaban todavía durmiendo.

El hombre no le respondió, pero con cara de pocos amigos se acercó a ellas de manera amenazante.

-Creo que deberíamos salir de aquí, Paramitsha –le dijo y entrelazó su brazo con el de ella como si fuesen amigas de toda la vida.

por **Paramitsha** Lun Mayo 22, 2017 8:49 pm

— Shayla, ¡si, claro! Perdón, memoria frágil -se disculpa intentando grabar el rostro de la acróbata que había visto tantas veces en las funciones del circo gitano.

La joven intentó concentrarse para no volver a jugar con las pelotas y elevarla por los aires y mantener una conversación normal con su compañera de trabajo, pero le estaba costando trabajo, cuando tenía sus útiles en sus manos le costaba simplemente ignorarlos y no hacer nada con ellos, pero pudo notar como la actitud de la muchacha cambiaba ante las miradas nada simpáticas que estaban recibiendo de parte de las personas que habían comenzado a rondar por el lugar.

— Entiendo a lo que te refieres -respondió tras mirar a su alrededor y ver las expresiones faciales que acompañaban las miradas que les estaban dirigiendo- A lo que vine ya no importa, no lo quiero ya -respondió convencida. Un par de francos extras no valían este trato, sonaba mil veces mejor el quedarse en casa a bucar marido junto a su madre—. Realmente me molesta ver cómo ellos se creen superiores a nosotras solo porque han crecido en otra cultura, al fin y al cabo somos todos artistas circenses, sin importar si el circo es gitano o no

Se encontraba a gusto conversando con la chica cuando de pronto pudo ver de reojo como alguien se les acercaba, quiso no pensar mal de la situación, pero en cuanto el hombre abrió la boca para hablar se decepciono, hay grupos de personas que no tenían remedio.— ¿Alguna vez has oído sobre las maldiciones gitanas? -preguntó la joven sin pensarlo demasiado, solamente estaba enojada- Per brejeló, Ondola unajai opelar opre ocona gal -le gritó en romané, no era una verdadera maldición, pero si lo dejaría algo asustado.

—Tienes razón Shayla, vámonos de este lugar -dijo dándole la espalda a aquel hombre que tras sus palabras había perdido algo de color en la cara, aquello le causó gracia, podía tener carácter de vez en cuando.

por **Shayla Kraemer** Vie Jun 16, 2017 12:45 am

Había crecido acostumbrada a interiorizar y naturalizar aquel marginamiento. Esa no era la primera vez que le ocurría algo así, que alguien empleaba con ella palabras tan crueles, y tampoco sería la última. ¿Sucios gitanos? Ella se aseaba cada noche antes de dormir. ¿Ladrones? Shayla nunca había tomado lo que no le pertenecía. ¿Embaucadores? Podía ser que buena parte de los gitanos lo fueran… No negaría lo evidente. Aún así le dolía ser considerada tan poca cosa, aunque lo tuviera asimilado no dejaba de dolerle las diferencias y los juicios que las personas hacían.

-¿Qué maldición le has echado? –le preguntó, curiosa y sin poder contener las risas-. Nunca la había oído…

Caminaba apresurada y miraba hacia atrás cada algunos segundos para constatar que el hombretón no las siguiera.

Tomaron el largo y desolado camino que las conduciría hacia el área de gitanos. Shayla tenía lo que había ido a buscar –de hecho apretaba contra su pecho el paquete con un brazo mientras con el otro se mantenía prendida al de su compañera-, pero lamentaba que Paramitsha no hubiera tenido la misma suerte.

-¿Conoces a alguien del circo? –le preguntó, pues seguía interesada en conocer qué la había traído hasta allí-. ¿Has venido para ver a alguien?

Por el peso del paquete, Shayla Kraemer podía interpretar que su amigo había sido más que generoso con ella, apartándole lo que ya no se usaba allí para que ella pudiese adaptarlo a sus números de acrobacia aérea. Tal vez hubiera algo allí que pudiese compartir con Paramitsha, aunque prefería enterarse luego, cuando estuvieran lejos del circo y a salvo.

-Tengo un amigo aquí –le contó y apuró el paso, cuanto más rápido caminaran antes podría abrir el paquete y enterarse qué le había apartado Zekio-, hoy no estaba pero él me deja las cosas que ya no usa en su número para que las use. ¿Venías a buscar material para tus malabares? Tal vez en la caja haya algo que te pueda servir…

No le molestaba compartir, al contrario, estaba acostumbrada. En el circo gitano todo era usado por todos. Comían todos juntos, se ayudaban unos a otros y se prestaban los materiales. Al principio –cuando solo era una recién llegada, poco más que una refugiada temerosa que no sabía dónde se estaba metiendo- le había costado adaptarse a aquello, pero ya le salía de forma natural.

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