Jack Walsh ID.

por **Jack Walsh** Lun Abr 17, 2017 1:56 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Utiliza el nombre falso de Jack Walsh,
aunque en realidad se llama Darren Knightley.

▲EDAD▲

24 años.

▲ESPECIE▲

Humano/Prostituto

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Alta.

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Bisexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Londres.

▲HABILIDADES/PODERES▲

-

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Alegre y soñador, Jack utiliza su cálida sonrisa como máscara bajo la que esconderle al mundo el dolor de su soledad. Alejado forzosamente de la poca familia que le queda, se siente desamparado, deseoso de formar parte de algo que le devuelva las ganas de seguir adelante por algo más que mera rutina. Sabe que, pese a que se ha desviado de la senda considerada correcta, está en sus manos salir del submundo en cualquier momento abandonando el prestigioso burdel en el que trabaja. Sin embargo, el dinero fácil y la seguridad que le brinda Arlette son algunos de los grilletes que le impiden olvidar sus miedos y rehacer su vida en otro lugar.

No cree en las recompensas, porque una y otra vez ha aprendido a base de golpes que el esfuerzo, en la vida real, no sirve para nada. Jack considera que es más sencillo (y mucho menos doloroso) dejarse arrastrar por los acontecimientos, en lugar de ir a contracorriente para acabar con los mismos resultados. Al fin y al cabo, nadie puede ir contra el destino.

Su carácter varía según con quién esté tratando. Frente a los desconocidos es alguien pícaro y vivaracho, una persona con la que es fácil hablar y cuya presencia resulta reconfortante. En cambio, cuando está solo y no siente la obligación de rellenar los silencios, Jack es bastante serio e introspectivo. Le cuesta considerar amigos a los demás, pero una vez traspasan la barrera de sus sentimientos, sería capaz de seguir a su lado hasta las últimas consecuencias. Pese a todo el daño que le han hecho, Jack es incapaz de pensar mal de las personas. Cree que, simplemente, son presas de la misma debilidad que le atenaza, y que por lo tanto se ven arrastradas por el mismo destino inexorable al que él culpa de todo.

Es muy discreto y perspicaz, y por ello, muy hábil con los juegos de lógica y estrategia, y también midiendo el carácter de quienes le rodean. Jamás se ha enamorado, ni tiene intención de hacerlo; los seres queridos son una debilidad, y ya tiene suficiente con cuidar de sí mismo.

HISTORIA

Hay amores que son de película, y sin duda los padres de Darren fueron uno de esos casos excepcionales en los que la fantasía se convierte en realidad. Jack Knightley, obrero londinense, caminaba despistado por la calle cuando chocó contra Katherine Rose. "Nada más mirarla a los ojos supe que era el amor de mi vida", solía decir él con la voz impregnada de cariño. Su romance tardó poco en convertirse en formalidad, y para el disgusto de los tradicionales padres de Rose, su única hija y heredera de la fortuna familiar contrajo matrimonio con el "muerto de hambre" -como solían llamarle- al medio año de haberle conocido. Tal vez, y de haber sucedido todo con más calma, las relaciones padres-hija hubiesen recuperado su cariz normal en el transcurso de unos meses. Sin embargo, el repentino embarazo de Katherine dio al traste con cualquier esperanza de reconciliación, y los señores Rose se apresuraron a repudiar a su hija antes de que el escándalo se extendiese. Aunque nada de esto le importaba a la feliz señora Knightley, que tenía todo lo que alguna vez se había atrevido a desear: un marido que la amaba, un hijo al que adoraba y un hogar al que regresar.

El destino quiso que la felicidad de Katherine fuese breve, y por desgracia para Darren, también la suya. Una fatídica mañana de junio, una explosión provocó un incendio que se extendió rápidamente por la urbe inglesa. Murieron decenas de personas, y entre las listas de fallecidos se encontraba el nombre de Jack Knightley. Enloquecida por el dolor y sola en el mundo, la madre de Darren no tuvo más remedio que volver a la ancestral casa de sus padres y suplicarles el perdón. Altivos al creerse con razón y despectivos por la ofensa, los señores Rose instaron a su primogénita a remediar el error tomando por esposo a un hombre más adecuado: su primo James, un pariente residente en Francia que, además de adinerado, ostentaba también el apellido Rose. Ni siquiera hoy en día, y conociendo cómo se desarrollarían los acontecimientos en un futuro, Jack culpa a su madre por su elección; simplemente, ella fue demasiado débil para vivir sola en éste mundo. Y para protegerle a él, puesto que el pequeño Darren de cinco años era incapaz de hacer frente solo al desprecio de su padrastro.

La situación empeoró para él cuando nacieron los mellizos, Dereck y Demelza. Una vez asegurado un heredero, James no quería a nadie que le disputase la fortuna familiar a sus hijos, y mucho menos a alguien como él, por cuyas venas corría sangre del pueblo llano. Sin que hubiese ninguna explicación para ello, Darren fue de pronto víctima de extraños accidentes que de no haber sido por su buena suerte, hubiesen acabado con él. El peor de todos ellos fue el incendio que arrasó el ala norte de la casa cuando tenía ocho años, y que por alguna especie de casualidad macabra, había empezado con una pequeña explosión en la sala de juegos. Darren se salvó saltando por el balcón, quedando milagrosamente ileso al caer sobre unos sacos de heno.

Ser admitido en la escuela monacal fue para él un alivio, una oportunidad para librarse al fin de la influencia impune de su padrastro. Aunque no era el más devoto servidor del Señor, encontró allí la amistad como no la había conocido jamás. Volvía a casa durante las vacaciones de verano, pero sobrevivía pensando en que cada día superado era uno más cercano a su retorno al monasterio. Y pese a que el acoso continuaba, parecía que al mantenerse el joven durante tantos meses alejado del hogar, el temperamento de su padrastro disminuía.

Katherine veía el sufrimiento de su hijo mayor y la presión a la que estaba sometido, pero fingía no darse cuenta para continuar con la ilusión de que las cosas funcionaban igual que durante su primer matrimonio.

La etapa escolar de Darren fue la mejor de su vida, y aun hoy en día reconoce que si le ofreciesen la oportunidad de volver, la aceptaría sin pensárselo dos veces. Pero en aquel entonces se encontró con una dificultad que no supo solventar, y de la que no había tenido conocimiento hasta el momento: su dislexia. Tenía muy buena memoria, pero cuando llegaba el momento de estudiar, él decía que las letras bailaban ante sus ojos. Fracasó en numerosas ocasiones sin ninguna explicación aparente, y al final se desanimó. La única persona que parecía encantada con el fracaso escolar de Darren era su padrastro, James; decía que el tiempo coloca a cada uno en su lugar, y que por lo visto la mala sangre del chico había acabado aflorando para proporcionarle un futuro apropiado.

Como es lógico, el mediocre expediente de Darren no le permitió aspirar a ningún puesto decente en el organigrama religioso; únicamente podía tomar los votos monacales, a cambio de una generosa donación a la Iglesia. Sin embargo, su padrastro le arrebató incluso esa posibilidad; se negó a ingresar suma alguna a cambio de su ordenación, y como gestor del patrimonio familiar, estaba en su derecho.

De modo que Darren decidió que había llegado el momento de huir. Encontró trabajo como camarero en uno de los muchos burdeles de la ciudad, y se dedicó a ahorrar hasta el último franco. La dueña del local, Arlette, se compadeció de él pese a ser sólo unos cuantos años mayor. En su defensa cabe decir que ella jamás le insistió para que prestase el máximo servicio que el local podía ofrecer, y que cuando llegó el temido momento en el que un cliente le propuso subir arriba, él aceptó movido por la posibilidad de marcharse de su hogar. Porque la situación se estaba volviendo insostenible, y es que James le había amenazado con abrir la caza del mestizo.

Como precaución antes de empezar su nueva vida en el burdel, Darren cambió su nombre y su apellido para ocultarse de su padrastro. Sabía que si quería encontrarle lo haría, y más teniendo conocidos en los ambientes más turbios de París. Sin embargo, confió en que sería suficiente con darle a entender que había renunciado a cualquier pretensión de ser quien había sido hasta entonces, dejándole vía libre a sus hijos y desapareciendo de su vida para siempre.

DATOS EXTRA

- Comparte su vida con un gato moteado llamado Lucifer.

- Gustos: el ejercicio físico, la seguridad de sentirse parte de algo, la música y el teatro, las mascotas, el alcohol.

- Disgustos: leer o estudiar.

- Tiene un cuervo tatuado en el omóplato, cuyos ojos brillantes reflejan las llamas de un incendio. Resulta invisible cuando tiene la ropa puesta.

- Es disléxico.

- En realidad se llama Darren Knightley, pero se cambió de nombre para ocultarse su padrastro. Escogió llamarse como su padre, Jack, y apellidarse como su abuela paterna de soltera, Walsh.

por **Nigel Quartermane** Mar Abr 18, 2017 1:18 am

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