confesiuni

Despertar
Mihăiță - Viola

“Un dolor así no se quita con remedios, ni hospitalizaciones, ni mucho menos con grandes atenciones, un dolor así solo se quita con amor… lamentablemente la única persona que podía ayudar a sanar era la misma que lo  ha provocado – decía la voz en mi interior. Mis cabellos eran peinados con un cepillo especial desenredando lentamente mientras se disponía hablar nuevamente  - no podemos escapar del mal amor, porque es lamentablemente el único amor que nos mantiene vivo… las opciones las conoces… las conocemos y sabemos que siempre lo elegirás a el… porque odiarlo es innecesario… alejarlo no podríamos vivir sin el… amarlo… si amarlo es lo único que nos da el júbilo… pero sin errores, sin mentiras… tenemos que saber escuchar… tenemos que aprender… nuestro cuerpo puede soportar lo que nuestra alma a veces no… sin errores… sin errores Viola…”

Partes de mi cuerpo dolían con el roce de las sabanas, aun así el sueño se había conciliado, en mis boca podía sentir el sabor metálico de sangre que aun había ahí… mis piernas intentaban buscar un espacio frio en la cama y mis brazos simplemente no quería moverse…

Mis pestañas comenzaron a moverse y posteriormente abrí mis ojos, tome aire profundamente sintiendo un dolor en las costillas pase saliva y  comencé a enfocar el techo de mi habitación comenzaba a recibir las primeras luces de la mañana, en silencio comencé a buscarlo intente moverme pero desistí al sentir un pequeño ardor en la espalda baja, moví solo mi cuello y lo vi ahí en la mecedora…- Dime que me amas – saque el brazo que cubierto con las sabanas estaba y lo estire, quería sentirlo, quería tocarlo… - Necesito escucharlo – era cierto necesitaba escuchar esas palabras, necesitaba saber cómo reaccionaría mi alma… como reaccionaria mi cuerpo…

-Tengo sed – suspire mientras con lentitud quitaba mi vista de él, buscando un vaso de agua o algún líquido que pudiera acabar con la sed que poco a poco resecaba mi garganta, pestañee con dificultad, sentía un poco de dolor de cabeza y acomodándome entre las almohadas deje mi vista clavada en el cielo de la pieza intentando callar mis demonios que gritaban y no me dejaban concentrarme – Mihăiță – dije casi en un susurro… quería tantas cosas que sabía no podría lograr…

Dudas
Mihăiță - Viola

El creo una necesidad en mí, había introducido esas ganas de contemplar la vida de unos ojos más críticos, con dolor, dejando en claro que no todo es color de rosas, que por los pecados cometidos uno tenía que pagar; ¿A qué precio? Esa era la cuestión el precio que cada uno pagaba por sus pecados era tan solo lo que uno podía soportar. Yo había soportado la humillación de la peor manera y él lo sabía, ya que él fue el verdugo de mis pecados… ¿Qué lo  detuvo? Nada, yo no logre hacer absolutamente nada para detenerlo el había tomado mi cuerpo como un pedazo de carne que está colgada para ser ultrajada y violada. No solo había violado mi cuerpo, mi alma estaba herida y mi cabeza… mi cabeza parecía que enloquecería en cualquier momento.

Bebí del líquido que el con tanta amabilidad me daba, mi  cuerpo inutilizado a penas se podía mover, las heridas aún estaban frescas, no podía sentir los aromas con la misma intensidad que usualmente los sentía, todo tenía un aroma a sangre un olor metálico que no permitía a mi sentido más agudo trabajar, la mezcla no era agradable pero ya sanaría. El líquido paso por mi garganta logro apaciguar la sed, más no el dolor.

Me trataba como una escultura de cristal no hacia presión y casi ni me tocaba, solo eran roces que proporcionaba, mis ojos lo seguían en silencio, con curiosidad, su respiración parecía alterada y no paso mucho tiempo para que el ambiente se tornara diferente, ¿Me amaba? Claro que si… Sus palabras parecían estudiadas, explico ya ni siquiera me acordaba de aquella verdad… de aquella historia ¿Verdad o mentira? La singular molestia me descolocaba le había dado el beneficio de la duda y él se encargaba de recitar la verdad, que al parecer era lo único que me interesaba. Una lagrima cayo por mi mejilla era un dolor diferente el que sentía – No… - respire con profundidad – No es primera vez que violas a una mujer – intente sonar lo más clara posible, era una información que no necesitaba, levante mi mano y corrí la lagrima… una hija… una esposa… - ¿Dónde están ellas? ¿Reconociste a esa hija?... ¿Qué pasaría si producto de tu actuar yo quedara embarazada igual creerías que no es tuyo? – Baje la cabeza y moví de lado a lado me arriesgaba hablando, pensaba que sería reprimida por hablar – Quien me conto solo quería verte sufrir a ti… ¿La razón? La desconozco… pero aquí estas contándome la verdad… comenzaste tu verdad diciendo “antes de que esto continúe, o que llegue a su fin” sinceramente no quiero un fin… pero si me gustaría saber dónde quedo yo… entre tu esposa y tu hija… que sentimientos tienes hacia ellas… y créeme que no estoy dando a elegir… al parecer soy más fuerte de lo que realmente me vez… desde mi punto de vista soy la amante… si tu esposa aun esta con vida… - tenía que barajar las posibilidades, preguntaba sin siquiera estar segura de conocer las respuestas – quiero que continué… y quiero conocerte… tu vida en un laberinto… la mía solo es un libro abierto….lleno de desilusiones y de soledad - agregué. Tome el jarro con mis manos y bebí un poco de líquido, mis brazos temblaban un poco, no sabía si era por el dolor físico o por el nerviosismo que sentía. – Mihăiță hace falta mucho más para espantarme… o será que estoy ciega, pero he tomado una decisión… y quiero que estés en mi vida el tiempo que me permitas.  

Demonios
Mihăiță - Viola

A medida que hablaba me aseguraba más de su amor, me aseguraba más de lo mucho que yo le amaba, y ahora creía fervientemente que existían diferentes formas de amar, diferentes niveles… me permití sentir celos y rabia a la vez con sus palabras, de tal forma que apreté el jarro al igual que mi quijada, no quería imaginar absolutamente nada, le había dado el beneficio de la duda, que él no había tenido conmigo, eso nos separaba porque me dolían sus palabras de cierta manera, por mi cabeza  pasaba el suplicio en el que vivía su esposa y su hija, era prácticamente macabro y no entendía… y no quería entender tampoco… pero las preguntas me abordaban en la cabeza, aguarde silencio tanto como pude, note como su estado de ánimo cambio mientras hablaba, vi la fuerza de sus ideales y la forma con que me regocijaba… ¿podía caer el cielo y el infierno en una persona? - ¿La amaste alguna vez?   – Abrí mis ojos ante la sorpresa de mi propia pregunta – No… no quiero saber la respuesta-    cerré los ojos  y apreté mi cabeza contra su pecho – No quiero que nunca más vuelvas a tocar a ninguna mujer que no sea yo   – era una exigencia, mezclada con miedo… tal vez era protección hacia quienes ya habían pagado  por algún acto impuro.

Suspire mientras levantaba el rostro y me tomaba la libertad de darle una caricia a su mejilla – quien me dijo es Nadie… nadie para mí y quiero que entiendas… que solo tengo amor para ti desde el día que te vi en la laguna… me has sorprendido de varias formas, algunas buenas y otras no tanto… pero hay una constante en todo… que me amas y si bien no defiendo  la aberración que hiciste, tengo la capacidad de disculparte aun cuando sé que la ira te gobernó y no pides mi perdón… no me importa; porque lo que es realmente importante para mí es poder tener claridad de lo que siento   – inspire profundamente – eres un hombre singular y eres el hombre con quien quiero vivir todo lo que se me esté permitido…   - pase saliva – pero no sé si puedo aguantar que tengas a tu esposa e hija encerradas… no me corresponde…   - negué no quería ir mas allá, donde no conocía, pero algo me apretaba el pecho… me atormentaba ser cómplice de lo que el había hecho, ¿Podría vivir con ellos? Esperaba que sí, esperaba ser tan fuerte como para soportar todo lo que vendría de ahora en adelante, quizás me llamaran adultera, era la otra ante los ojos del mundo… pero no ante los míos… soy única… soy única repetí en mi mente.

Me quede en silencio por unos momentos mientras me acomodaba, en su pecho escuchando sus latidos – Soy pecado… soy tu condena Mihăiță y estas condenado a estar conmigo… el tiempo se encargara de sanar mis heridas… el tiempo me ayudara a entender todo… el tiempo para nosotros es un todo… formas parte de mí y quiero todo contigo   -  me aleje y mire directo a esos ojos feroces – Gracias… por compartir tus secretos conmigo… espero algún día ser reconocida como tu mujer ante el mundo, por ahora me basta que tú me consideres tuya como yo te considero mío-    moví mi cabeza hasta dejarla apoyada en su barbilla, sintiendo el picor que me provocaba su barba cerré los ojos sin pensar en nada – Te amo   – susurre sonriendo y con eso sellaba mi pasado donde la soledad me envolvía, donde solo en sueños, en lugares oscuros, en mis recuerdos quedaba, ahora podía ser de nuevo yo, Viola de Lesseps, una mujer llena de vida, radiante de amor… -Algún día terminare de conocerte y estoy segura que aun conociendo por completo tu vida tu ser… seguiré a tu lado… porque si no amo a tus demonios nadie lo hará… y créeme cuando te digo que los amo…   

Sanando
Mihăiță - Viola

Una misma persona no podía ser una maldita bestia y una mansita a la vez, verdad era que él me mostraba dos caras de una moneda completamente diferente, cara y cruz ¿Con cuál me quedaría? Era evidente que con la que me presentaba en esos momento una cara amigable, confiable, un rostro que inspiraba sentimientos y emociones de tranquilidad aun cuando la verdad dolía y mucho podía vivir con aquello, podía vivir sabiendo que detrás de la cara había una cruz, una que no quería volver a ver, ni vivir, ni siquiera imaginar, Mihăiță representaba todos los demonios a los que les temía, él vivía un infierno diferente al mío, él era el cielo en el infierno, las dos caras de una moneda…

No había respondido a mi petición, pero había sido sincero confiaba que lo que me decía era la verdad, era lo que él me prometía aun cuando no lo hacía, no quería imaginar la situación de mi bestia tocando a otra mujer, de ninguna forma, ya sea por amor, por rabia, por sexo, por cariño, no quería vivir atormentada, aun cuando él era mi propio tormento, abrazada a su cuerpo escuchando sus palabras me tranquilizaba, me relajaba. El dolor físico estaba pero más importante era conocerlo, saber quién en realidad era – Esta bien… es tu castigo… no quiero saber  - me quede callada, en realidad quería conocer todo, quería que me permitiera saber que había detrás ¿Cuál era su historia? Quizás el tiempo me la daría… esperaba que así fuera. Ambos teníamos preguntas, quizás las de él no deseaba responderlas, pero era necesario no quería que ocurriera alguna atrocidad - Jaecar Babenberg ese es su nombre y se sus intenciones pero no… no siento amor por el… es un amigo o mejor dicho fue un amigo – moví la cabeza - porque ya no lo es.

Sentir su calidez me gustaba, aun cuando me ponía ansiosa a ratos, optaba por cerrar los ojos y sentir, nada más que sentir.  Ahora que todo estaba un poco más claro podía darme el tiempo de conocerlo de verdad, de dejar atrás esos muros imaginarios que habían entre Mihăiță y yo, en cuanto a su historia, sus palabras solo demostraban que tenía algo que lo atormentaba algo más allá de su esposa y de su hija, algo me decía que había un poco más que no me contaba, pero por el momento podía vivir con su verdad o mejor dicho con su revelación.

Sanare, mi heridas sanaran – acaricie su rostro con mis dedos, mientras me acomodaba y quedaba mirando esos ojos llenos de fuego, - Tu eres el único que ha sabido como tocarme, y serás el único que tiene ese derecho, nadie más que tú. ¿Recibir ayuda? No soy de buscarla, pero mi familia…   ellos entenderán – Arlett y Antoine tendrían que entender mis decisiones, sabía que muy en el fondo a Arlett le dolería más, Antoine… el solo quiere verme feliz… - Creo que aun te quedan cosas por contarme, pero no quiero saber todo de golpe, habrá tiempo si quieres que no entenderé… pero  si no tuviéramos historias no seriamos nada.

No había pensado en mí “prospecto” de familia, solo esperaba que no vinieran en estos días, no quería dar explicaciones de mis heridas y moretones – Me duele el cuerpo, pero mi alma está más tranquila… duele estar a tu lado, es verdad pero espero a medida que pase el  tiempo deje de doler, soy muy frágil y necesito que me cuiden… necesito de tus cuidados y no quiero más preguntas y más secretos… salvo que quieras tu preguntarme algo o hacerme alguna otra revelación… quiero disfrutar de tu compañía, porque hoy no dueles.

Revelaciones
Mihăiță - Viola

¿En qué momento de mi vida rodo cobro sentido? ¿En qué momento todo se derrumbó? ¿En qué momento me enamore de este hombre? ¿En qué momento deje la oscuridad que me atormentaba y comencé a vivir? Existían tantas he infinitas preguntas de las cuales no quería sus respuestas, habían unas que sí y otras que no. Ahora las interrogantes se tornaban en él, en aquel hombre que con su bestialidad me había cautivado, esos muros que presentaba ahora poco a poco sentía que los iba derribando, a un costo elevadísimo, pero a final de cuentas sabía que había logrado algo, había dejado una pequeña huella en el… una que quizás nos unió mas como pareja. Me dedique a mirarlo con ternura, con amor, sintiendo lentamente que todo se aclaraba que no era la bestia que había conocido hacia un tiempo, sino más bien, era un hombre con una historia detrás de todo lo que le daba a conocer… Mihăiță.

-Si, por que se aprovechó… se aprovechó de mis debilidades mortales – baje la cabeza, toda mi historia detrás estaba ligada a vampiros… y aunque no todos eran iguales si causaban esa admiración por mi parte, ¿real o no? Eso nunca lo sabría… pero algo tenía muy claro, mi relación con Mihăiță era real. Tome aire profundamente mientras sus labios fogosos se posaban en los míos, mientras correspondía aquella sincera caricia.  

El tema que no me gustaba tocar era el de mi familia disfuncional, hice una mueca y le mire – Mi familia… primero mi padre falleció hace siete años, que es el tiempo que llevo en Paris, junto a mis chofer August y su esposa y ama de llaves de mi mansión Darla, ellos son si familia política. Por otra parte mi madre falleció dándome a luz… y mi otra familia es… - aguarde silencio en realidad las ironías de la vida eran aquellas que no tenían sentido – Mi familia de sangre se compone de Arlett de Lesseps… la primera mujer con ese apellido en la familia que data hace varios centenares de años atrás… ella su historia es difícil – arrugue la nariz, porque era un verdadero lio la vida de ella – Ella es como mi cuidadora desde el momento que nací, solo que la conocí hace seis años cuando mi vida era un caos… y luego esta Antoine de Leseas que es… también de la familia su historia… el tubo una melliza que se llamó también Viola… que es parte de la tradición de mi familia que casi siempre nacen mellizos un hombre y una mujer que son llamados Viola y Antoine… bueno el ayudo a su hermana a suicidarse y cuando el intento hacerlo Arlett lo detuvo y el llego a mi vida hace un mes… bueno… son inmortales… vampiros los dos y Arlett sabe de nuestra relación… Antoine no… creo que para él es más difícil, porque al parecer mi semejanza con su difunta hermana es algo confuso – termine de expulsar el aire que quedaba en mis pulmones, a decir verdad necesitaba desahogarme y no había tenido tiempo con nadie de contar al menos la última parte de mi historia familiar.  – a final de cuentas ellos son mi familia de sangre y la única consanguínea que va quedando. Esperaba que entendiera, aun cuando sabía que podían existir preguntas, podía responder todo, no tenía nada que ocultar, pero si mucho que contar.

-¿Sabes por qué nunca pregunte? Porque pensé que sería difícil para ti darme una repuesta y mientras aquello no dañar la imagen que tengo de ti, no necesite saber más de lo que me permitiste saber en su momento – respondí con claridad acariciando su mejilla con mi mano, sintiendo su barba que tanto me gustaba - ¿Miedo? Si me causas aquello, pero solo tienen que pasar unos instantes a tu lado para que la seguridad vuelva a mí, creo que es momento de saber aquello, ambos estamos preparados… ahora es el momento – pase saliva – El día que te vi en el lago venias encadenado, con un bozal… te veías imponente me causaste miedo, pero más que eso intriga… ¿Quién era capaz de dejar a un hombre así? Eso fue lo primero que pensé, pero luego aparecieron más interrogantes ¿Qué habías hecho tú para estar así? ¿Un criminal? ¿Un asesino? ¿Una bestia?... siempre te di tu espacio para que fueras tú  mismo – claramente las marcas y moretones en mi cuerpo eran la viva respuesta a esa libertad – Eres un Licántropo… un ser que cambia con la luna llena… alguien que pierde el control con aquel fenómeno natural… siempre quise saber cómo ocurrió, pero tenía miedo de que eso te trajera recuerdos no gratos… ¿quiero conocer esa historia? Claro que sí, pero solo si estás dispuesto a contármela…. – correspondí su beso siguiendo el movimiento que había impuesto saboreando sus labios, olfateando su aroma…. Me separe solo un milímetro de el - Siempre tendré preguntas que hacerte… solo quiero que tú siempre tengas respuestas que darme. – mordí su labio inferior y continué con el beso, lento, suave, apasionado, enamorado.

Revelaciones
Mihăiță - Viola

Todo en ese momento era realmente confuso, su delicadeza, mezclada con la bestialidad que lo envolvía me fascinaba, no podía entender como en un  solo hombre podía caer tanto odio, tanta maldad junta y a su vez, aquel amor que demostraba en ese momento, esa delicadeza con la que me trataba era una contradicción, tal vez él era la tormenta de un invierno y yo simplemente un arcoíris que traía color, torcí el labio… mi ideología era una imagen que nunca se vería en la realidad, sentía que en algún momento caería a sus pies ¿o acaso ya estaba así? ¿Qué era el amor? ¿Qué eran esos sentimientos de amor, de pasión, de celos, de protección, de miedo que sentía hacia él?

Baje la cabeza cuando, no quería guerras que no podía luchar, ni mucho menos de las cuales no podía sobrevivir, pero de algo estaba segura, y tal vez era la carta bajo la manga que tenía, le mire el tiempo suficiente como para comprender que no me separaría de él, y si tenía que luchar o apoyarlo lo haría siempre que el me lo permitiera.

Esas revelaciones sinceras me estremecían el alma, una mezcla de miedo y adrenalina se conjugaban en mi interior. Él era una máquina para matar y yo ¿Qué era? ¿Qué Soy? – Dos familias… una política otra de sangre, mi padre solo tuvo una mujer mi madre… sé que mi historia puede ser difícil de entender, y no creo que mi familia preste resistencia ya que hay reglas… las cuales fueron hechas para cumplirlas… Nadie de la familia puede tocar mi sangre… no puede beberla ni mucho menos transformarme, un juramento que hizo Arlett con mi padre, a ella lo único que le interesa es que yo sea fértil y pueda procrear… Además ella… su pasado está ligado a los Licántropos… luego de la muerte del primer De Lesseps, el que la convirtió, ella solo ha tenido parejas licántropos y estoy segura…. Que mi linaje es de la luna… - Suspire era un cuento extenso que tenía que contarlo era necesario, lo sabía – Andrew de Lessesps, que era vampiro se casó con Arlett que era humana… él no podía procrear… así que contrató a un extraño que hiciera el trabajo… es precisamente ese extraño el que fue en vida un Licántropo… que procreo a la primera generación de mellizos Viola y Antoine… de ahí… Andrew se obsesionó con que quería mellizos y que se siguiera la tradición con los nombre ya sean dos hijos o solo uno…. Si lo pienso bien Arlett fue transformada a Vampiro por su esposo… pero siempre estuvo alguna relación con alguien de tu especie… incluso por años ha amado a un Lican… del cual se ha vuelto a encontrar… ella no puede prohibirme nada… solo es un familiar… lejano – dije con determinación – quiero que entiendas que no quiero guerras pero si las hay luchare a tu lado aun si tengo que ser una sombra… o la otra para el mundo, hemos sellado nuestro amor, algún día tal vez… seré reconocida ante el mundo como tu mujer, ahora acepto que tú lo tengas claro como yo lo tengo.

Príncipe desterrado usted está frente a una mujer que lo único que tiene que ofrecer es amor, un buen negocio de perfumes, una cama acogedora y un hogar, la especie de mi familia no tiene que ser un problema… ya que yo le pertenezco a usted mi Mihăiță, mi príncipe desterrado… - Me acomode sobre el con cuidado ya que aún mi cuerpo estaba maltratado – Te amo… y estaré a tu lado no importa lo difícil que sea… aguantare… - pase mis brazos por su cuello y lo apreté con fuerzas, aun cuando sentía dolor lo apreté.

Aun tenia una inquietud que sabia me comería el alma si no la hacia era el momento - Hay muchas cosas que deseo saber... por el momento ¿Alguna vez conoceré a tu hija? - me atreví a preguntar, arriesgándome a su respuesta, no podía tratarla de bastarda ni de ninguna otra forma, si para el lo era yo no podía hacer nada...

Parte de mi
Mihaita- Viola

¿Qué sería de mi vida si todo fuese normal? Realmente no podía imaginar que las personas comúnmente ordinarias tuvieran vidas sin aquello que todo el mundo conocía como el drama, desde tiempos remotos, desde que era tan solo una niña mi vida giro en torno a drama, a secretos que muchas veces omití y que al parecer fueron la mejor opción, ahora hecha toda una mujer y desde hace varios años atrás mi vida ha girado en torno al drama, a amores y desamores, muertes, sueños, vivencias surreales, inmortalidad, y ahora ligada a la licantropía, y primera vez en mucho tiempo, alguien conocía mis secretos, pequeños secretos familiares, pequeñas tradiciones que han surgido durante décadas, inflé mi pecho al sentir su abrazo, acogedor, libere mi mente, mis pensamientos, mi todo.

-Acepto que no quieras conocerlos, acepto y aprecio que desees que aún tengo mi ideal de familia, aun cuando creo que no existe - bese su mejilla y me acurruque un poco mientras lentamente me acomodaba en la cama, no podía dejar de mirarlo, sus caricias en mis cabellos me relajaban y podía estar eternamente así – Créeme que ya estoy envuelta en tu venganza, y no lo tomes a mal… que me hayas contado tu historia lo aprecio y quiero que sepas que aquí estaré para ti todos los días, y llámame ingenua pero quiero enterarme de tus pasos, quizás no con precisión pero quiero que en mi puedas desahogarte… quiero que puedas expresar lo que sientes, como va tu venganza… quiero saber que te han hecho y que harás… tal vez estoy loca… tal vez nunca entenderé la magnitud de todo lo que estas envuelto… pero te amo… y como tu mujer quiero estar enterada de todo. Sé que no me involucraras más de lo necesario, y que tampoco me expondrás a que me ocurra algo y es por eso mismo que deseo conocer tus avances, tus victorias y tus derrotas – dije con suavidad, ahora que éramos uno para el otro quería involucrarme en su vida.

Me tomaba por sorpresa y vaya que sorpresa más agradable aquella de tener hijos, sonreí ampliamente sintiendo un leve tirón en el cuello, un cosquilleo que debía ser acusado por los maltratos, cuando pronuncio su nombre completo sentí un regocijo inexplicable y le tome la mano entrelazando sus dedos con los míos, besando sus nudillos suavemente – Tendremos hijos y se llamaran así… -   dije casi con una felicidad inexplicable – Nadie bebe de mi… ni beberá – moví mi cabeza – soy tuya y eres el único que puede si quiera oler mi esencia…

Sabía que mi requerimiento lo había puesto incomodo, tal vez un poco molesto pero lo aceptaba. Cuando mis sirvientes ingresaron a mi habitación , me observaron de reojo, sabían que algo había pasado, no conocían detalles y tampoco les incumbía, les hice una seña con la mano cuando Mihaita pidió que nos dejaran solos, ellos eran fieles y solo seguir mis órdenes, aquello tendría que cambiar… a él le debían respeto y obediencia. Note la torpedad de sus actos y me sentí halagada – ¿Nunca habías sido el hombre para una mujer, cierto? –  esperaba que entendiera que me refería a ser un “hombre de Hogar” que apoyaba a su mujer, y no al sexo. Me acomode en la silla junto a la mesa mientras lo miraba con cierta ternura, mi cuerpo estaba letargoso, débil y poco reaccionaba cuando lo requería, incline mi cabeza sobre el plato humeante una sopa de verduras que olía tan bien, lleve la cuchara a mis labios y sentí como el calor me envolvía, sus palabras eran ciertas, no tenía nada que objetarle, salvo que deseaba aunque sea conocerla de lejos- Es probable que me encariñe, sea tu hija o no… pero no quiero vivir con la intriga de cómo es ella… quizás fantaseo, pero aunque sea alguna vez verla de lejos… quiero saber si se parece a ti – cerré los ojos  y volví a beber de la sopa disfrutando los sabores o más bien intentando de aclarar mi mente… trece años… - Quiero apoyarte en todo porque te amo – estire mi mano para alcanzar la suya – Prométeme que… llegado el fin de tu venganza y sean cuales seas las consecuencias seguirás siendo mío… - temía muy en el fondo que aquella mujer madre de su hija quisiera tomar el lugar que al parecer le pertenecía… ¿estaban casados?... realmente por cómo era Mihaita, era un hombre fiel a sus creencias… no podía pedirle nada más que ser solo nosotros…

Curiosidad
Mihaita- Viola

No me importa que no hayas sido educado en los quehaceres de una casa, eso no te corresponde, es claro que tu crianza fue hecha para ser un grande – me detuve ahí, pensando en aquellas palabras, en la crianza que yo había tenido; me crio mi padre junto a mis servidumbre, nunca se me permitió meterme en la cocina u ordenar mi pieza, mi educación fue para ser la Señora de la casa, pero aún mas allá fue para que me hiciera cargo de la perfumería, mi padre me dio las alas para aquello y yo simplemente había volado, y esperaba que donde estuviera se sintiera orgulloso de la mujer que me había convertido, primero tenía mi propia perfumería que me daba más de lo necesario, luego tenía mi mansión que se encontraba en una gran hectárea donde podía cultivar mis recursos y claro su límite con el bosque era un extra en todo. Yo no sabía cocinar, pero si sabía crear perfumes y esperaba que no fuera muy diferente, aun cuando no esperaba estar en una cocina… algún día cuando tenga mis hijos me gustaría prepararles postres o pasteles, salí de mis pensamientos cuando el había cedido a mi petición ampliamente mi sonrisa se ensancho y aguarde silencio, continúe comiendo de la sopa con cuidado, tome un trozo de pan y lo lleve a la boca, me di el tiempo y cuando ya todo paso por mi garganta, era mi momento.

Cuando mis heridas sanen quiero verla ¿Dónde? En el único lugar donde me siento completamente yo, en mi Perfumería, a qué hora por las mañanas no va mucha clientela y puedo cerrar solo para conocerla, no me hare ilusiones pero si necesito saber las reglas, eres un hombre que maneja todo a su alrededor y no creo que la lleves y así sin más la dejes que la vea o conozca… quiero saber qué puedo hacer o decir delante de ella – era un gran paso que cediera así que me atendería a sus reglas, no podía pedir más.- Sé que te gusta planear y tener todo bajo control así que prometo hacer lo que me pidas – era un arma de doble filo aquello pero mi curiosidad era más grande que las ganas  de quedarme sin conocer a la niña que supuestamente era su hija. ¿Qué esperaba del encuentro? En realidad no sabía, pero una cierta adrenalina cruzaba por mi cuerpo y me entusiasmaba aquella idea.

Termine de comer lo que me habían traído mis sirvientes mire con ternura a Mihăiță, - ¿Te quedaras conmigo todo el día? Necesito que te quedes conmigo, necesito sentirte cerca a demás- me acerque a él que permanecía sentado aun,  tomándole el rostro lo bese suavemente, un beso de agradecimiento, lleno de ternura de amor, un beso de sanación…- A demás hay otra cosa que me gustaría saber… - aguarde silencio mientras avanzaba en la habitación camino a la cama viendo mi reflejo en el espejo un reflejo diferente… maltrecho  cerré los ojos y me di la espalda - ¿Según sé cada Luna llena te transformaras en un hombre lobo, donde estarás, cuanto tiempo dura… como o mejor dicho que tengo que hacer? Me siento una desentendida en aquello, es primera vez que según creo yo conozco a uno de tu especie – me senté en la cama y le hice un gesto para que viniera conmigo – Tengo sed – susurre buscando mi jarro con agua- Hay muchas cosas que no entiendo de tu – no sabía cómo decirlo – De tu forma de ser… y me gustaría entender… se hereda… te muerden… - hice una mueca – Lamento ser tan… tan curiosa, lamento hacer tantas preguntas que quizás no quieras responder – suspire y termine por acostarme .

Tranquilidad
Mihaita- Viola

Estaba ya pactado conocería a la niña, tenía la fe que al verla podría con mi instinto femenino saber si ella era de él, si se parecía, había  pensado grandes cosas para ese día, pero una especie de miedo me invadió por unos instantes, tenía que grabarme en la cabeza que no podía encariñarme con aquella niña, que no podía ser su amiga, tan solo debía que ser menos yo de lo que normalmente soy, ¿eso era posible? No lo sabría hasta que llegara el día; por lo que conocía de aquel hombre tendría todo en perfecto control ye so me daba una sensación de seguridad que casi podía dar miedo.

Realmente lograba tranquilizarme, ¿así funcionaba la confianza? El realmente confiaba en mí, y que hay de mi ¿confiaba en él? Un escalofríos recorrió mi cuerpo mientras me acomodaba en la cama, sí, confió en el, yo había faltado a lo nuestro él solo había demostrado el amor y el odio que sentía, calle mis pensamientos mientras lo miraba a él, parecía que no era la primera vez que contaba como sucedía aquello que él llamaba maldición, era difícil escuchar aquello, solo el hecho de imaginar lo que tenía que pasar mes a mes me daba miedo, miedo por él, ya que  perdía los estribos  era una amenaza para los vivos, le tome la mano con fuerzas, o al menos con la fuerza que podía tener.

Quiero que siempre que necesites mi ayuda en lo que sea – hice énfasis en lo último – acudas a mí, si bien no puedo ayudarte en muchas cosas puedo escucharte y aunque sé que no sueles hablar de lo que sientes… yo puedo ser todo oídos para ti, digamos que es una forma de involucrarme más – involucrarme más con él, mas con lo nuestro – Yo demuestro lo que siento con varias acciones y con palabras igual… no pido que me escuches siempre pero si quiero poder escucharte, con altura de miras… no te juzgare… ahora conozco más de ti y eso me llena de preguntas, cuestionamientos, pero tenemos toda una vida para seguir conociéndonos… - cerré los ojos por un segundo, me sentía casada, agotada, adolorida pero llena de tranquilidad. –Días como hoy no se olvidan – susurre mientras le daba un tirón para que se acostara junto a mí, tome su brazo y lo pase por encima de mi cuerpo, necesitaba su cercanía – No quiero despertar ningún día sin que tu estés aquí para mirarte – era una mujer romántica, no podía ser de una forma diferente, no sabía si eso le incomodaba o no, aun cuando no me había dicho nada al respecto de mi forma de ser, seguiría siendo yo así sincera, romántica y preguntona con él. Tiempo había…

Tal vez exijo muchas cosas y no sé qué deseas tu a cambio, quizás soy muy tonta – moví mi cabeza y me acurruque a su lado, cerrando los ojos suavemente, escuchando su respiración, sintiendo la cercanía de su cuerpo, el aroma que emanaba de él, dejándome llevar por la tranquilidad, mezclada tal vez con los remedios que me había tomado, mi cuerpo parecía comenzar a flotar, pero mi mente aún está ahí con él. Con mi Mihăiță.

Tranquilidad
Mihaita- Viola

Después de la tempestad viene la calma, así me habían enseñado y creía fervientemente en aquello, y eso me traía recuerdos de mi pasado tormentoso y del cual nunca creí salir, mi vida pasada era un enredo de amor y sufrimiento, de sueños y anhelos ahora podía por fin proyectarme, podía sentir al fin que le interesaba tanto a alguien que podíamos planear un futuro, nunca, nunca me había sentido así y en realidad quería que pronto que mis heridas sanasen, quería pronto comenzar a pensar en ese futuro que se veía lejano, quería tener mi familia quería que el fuera el hombre de mi vida, y lo era… lo es.

Acomode mi cabeza en la almohada y cerré mis ojos, me sentía segura, amada, y tranquila en estos momentos no podía pedir nada más, aquel hombre que una vez pensé que era una bestia me mostraba la otra cara de su vida, me confesaba secretos oscuros de los cuales no les temía, había dejado de tenerle miedo cuando su corazón había abierto hacia mí, una simple y frágil mujer que intentaba ser comprensiva. Su beso en mi frente fue un detonante de amor, sus palabras me incluían en lo que el deseaba que sucediera y eso me llenaba de gozo. – En algún momento sucederá todo aquello que anhelas, y la prosperidad nos inundara y podrás gobernar tu tierra y demostrar  lo que eres capaz, sé que el momento llegara y tienes que estar preparado, ser fuerte y luchar por lo que deseas, yo estaré aquí por ahora detrás de ti apoyándote y amando para que cuando sea el momento este a tu lado–  

Me acerque a su cuerpo que emanaba un calor sinigual, me arropaba y necesitaba eso, sentirlo cerca, sentirme segura – Te amo ––  dije muy suevamente mientras mis ojos se cerraban completamente, mi respiración se volvía más lenta y prontamente caería en sueño, mientras tanto me inundaba de su aroma, del latir de su corazón que escuchaba.