Príncipe Cenizo

por **Mirko Vinográdov** Jue Feb 01, 2018 8:55 am

"AUNQUE TENÍA TODO LO QUE SU CORAZÓN PODÍA DESEAR, EL PRÍNCIPE ERA AMARGADO, EGOÍSTA Y ARROGANTE"

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Mirko Vinográdov

▲EDAD▲

42 real/32 aparentes/Mordido a los 22.

▲ESPECIE▲

Licántropo

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Rusia, Ekaterimburgo

▲HABILIDADES/PODERES▲

→ Transformación: Habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa. Cuando el licántropo está en su forma transformada aumenta un 50% su potencia física.

→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento; si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros licántropos cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida y su característico olor.

→ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.

→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.

→ Aullido: Habilidad para aturdir y dejar paralizado, por algunos instantes, a sus enemigos por medio de un aullido ensordecedor. En ese momento, el sonido golpea fuertemente el oído del enemigo y en ocasiones puede llegar a destrozarle los tímpanos o incluso causarle algunas lesiones cerebrales. El aullido también sirve para llamar otros de su misma raza.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Él siempre decía que eral el príncipe azul que toda dama deseaba, el atractivo muchacho de cuento que salvaría a su damisela en apuros. Sin embargo, no lo era. Mirko era caprichoso, un niño mimado y como resultado, arrogante y engreído. En ocasiones carecía de escrúpulos y sus palabras podían rayar la crueldad. Había olvidado que el príncipe del cuento era benevolente y amable, no machista y berrinchudo. Desde una temprana edad, comenzó a no aceptar un “No” por respuesta, lo que deseaba se le otorgaba, sino las cosas podían tornar realmente desagradables con él. Ese era Mirko, un principito falso y mimado.

Sin embargo, tras el incidente, sus arrebatos han ido mermando. La soledad ha hecho meya en él y la arrogancia de la que disponía, se ha replegado tímidamente en un rincón de su cabeza. Esto se ve reflejado incluso en su aspecto físico, si antes siempre le era agradable ir de punta en blanco, ahora recorre los pasillos de su mansión con una despeinada melena y una barba incipiente, culminada por dos manchas oscuras bajo sus ojos. El confinamiento en su mansión le ha obligado a comunicarse con sus empleados, a preguntarles sobre su vida y a verse empujado a empatizar con ellos, lo que ha provocado que una parte de él florezca, una parte humana y humilde, tan vulnerable que le resulta dolorosa. Casi preferiría continuar siendo el mismo tonto ignorante, feliz y condenador de la infelicidad ajena. Sin embargo, ya no hay nada que lo una a aquel principito, tan solo su carisma, que poco a poco también está pereciendo. Lo cierto es que siempre estuvo confundido, no era el príncipe al rescate de la doncella, sino el muchacho confinado en su mansión, a la espera de su princesa.

HISTORIA

De entre los tres hermanos, él siempre fue él más mimado simplemente porque a parte de ser el pequeño, era el único varón. Hijo de un importante terrateniente ruso, Mirko Vinográdov, nació en la alta sociedad de Ekaterimburgo. Su padre siempre estaba de viaje, de aquí para allá, se codeaba con la realeza rusa y negociaba con importantes empresas francesas. Mientras tanto, el pequeño atormentaba a sus hermanas mayores con sus llantos y envenenaba a las niñeras con sus mordiscos de malcriado. Aquello que se le antojaba, aquello que se le concedía. Su madre, nunca tenía objeción, si alguna criada se dignaba a llevarle la contraria a su niño, era ella misma quién le cruzaba el rostro de una bofetada. Por ello, Mirko era conocido como el demonio de la mansión Vinográdov, todos lo odiaban. Ninguna niñera deseaba hacerse cargo de él, hasta tal punto que el sueldo por cuidar de Mirko era desmesurado.

El pequeño creció con un destino bañado en oro, sería el heredero de la fortuna y negocios de su padre, de sus méritos y tierras tanto en Rusia como en Francia. Sin embargo, eso no bastaba, debía de ser un digno heredero y por tanto, se vio obligado a estudiar, algo que detestaba. Se dedicó a la psicología, con el único fin de manipular a todo aquel que le negara lo que era suyo. Sin embargo, odiaba perder el tiempo estudiando y por tanto, siempre sacaba matriculas a base de sobornos. Aprendió equitación bajo los deseos de su padre, así como las artes del ejército, la lengua francesa y a comunicarse con el carisma y la decencia de un noble. Pero en cuanto se dejaba caer por los barrios bajos, el monstruo salí a la luz. Mirko era de todo menos educado; mujeriego, machista y arrogante. A la edad de 22 años, su padre le propuso un matrimonio de conveniencia con la hija de un importante empresario francés con el que mantenía negocios. Mirko lo rechazó, pero aceptó casarse con la hermana menor, la más hermosa de las dos. Los preparativos de la boda no se hicieron esperar. El muchacho se traslado con su familia a la mansión de la que disponían en París para llevar el matrimonio acabo en aquel lugar. Por supuesto, la noche previa, tenía que gastarse una buena celebración e invitó a sus amigos a darse un festín en las calles parisinas. Fue esa noche, la culpable de su condena. Noche, la llamaba, una gitana de ojos esmeralda, boca provocativa y cabellos tan opacos como las profundidades del bosque. Mirko la quiso para él, la quiso tomar, pero ella se negó, se resistió. Mirko, siendo Mirko, encontraba dificultoso aceptar un “no” por respuesta, sin embargo, no era un violador, pero si una fiera vengativa. Tomando disposición de su poder, acusó al hermano menor de la gitana de haberle robado la cartera aquella noche. Las autoridades de la ley se lo llevaron, prometiendo un destino no muy bonito. Con aquel gesto, Mirko alcanzó su mayor acto de crueldad. Sus ojos se clavaron en la gitana, satisfechos y arrogantes ante las lágrimas que rodaban por sus mejillas. Le prometió que libraría a su ladronzuelo hermano de la ejecución si se acostaba con él. Sin embargo, la gitana le hizo una contraoferta, una maldición, un castigo que se adhirió a los poros de su piel.

“Confinado os veréis, más no hallareis la paz en el exterior sin un corazón al que améis”

Mirko levantó una ceja, carcajeándose del mal de ojo de la gitana. Era tan ridículo que las lágrimas se le saltaron. Así que marchó, culminando su noche de bodas con aquella cómica escena. La sonrisa todavía adornaba su rostro cuando alcanzó la puerta de su casa. Una sonrisa que fue sustituida rápidamente por la incertidumbre. Había algo acechándolo entre los árboles del bosque, una criatura que ni si quiera vislumbró cuando se abalanzó sobre él. Sus colmillos de acero se hundieron en su costado, salpicados en sangre mientras lo sacudía. Tal fue el dolor cegador, que Mirko se vio incapacitado si quiera de emitir sonido alguno. Torpemente, entró en el rellano de su casa, dejando a la bestia fuera, cerró la puerta tras de sí y se dejó caer sobre el suelo. Aquello era lo que sucedió la primera vez que se vio fuera de casa tras la maldición, un licántropo lo mordió, convirtiéndolo en la verdadera bestia que era. La boda no se pudo dar, no tan solo por la brusca dirección que tomaron los eventos de su vida, sino como resultado de la segunda vez que salió de casa. Esto, provocó que su prometida sufriera un repentino accidente doméstico que la mató. Su escepticismo comenzó a tambalearse y es que la tercera vez que emergió de su mansión parisina, lo hizo para buscar a la gitana no muy seguro de si para pedir explicaciones o para prometer que haría que soltasen a su hermano si lo liberaba de aquella condena. Pero qué irónica era la vida, que la mujerzuela murió ahogada en el pantano esa misma mañana, en cuanto él emergió de su hogar. ¡La tonta! Su propia maldición se había vuelto en su contra.

Mirko se confinó en su mansión. La tercera vez que emergió, fue resultado de un accidente. Llegó la luna llena y con ello, la bestia emergió. Su madre cayó gravemente enferma y él los despachó a todos a Rusia. Se quedaría solo en París, desterrado en aquella mansión hasta que de algún modo la maldición llegara a su fin. ¿Pero como podría llevarla a cabo si era incapaz de salir al exterior? Una idea vaga rondó su cabeza…Había llegado la hora de emplear sus mediocres habilidades de psicólogo. Citó a pacientes, mujeres todas ellas, escuchó sus ruinosas vidas sin sentir nada, día si día no, a la espera de que alguna de ellas creara algún tipo de efecto en su cascarón. Mientras tanto, en Rusia, su padre murió y todo su legado le fue traspasado, las riquezas, los negocios…Pero Mirko no podía hacer nada con todo aquello sin salir de casa. Le cedió a sus hermanas el derecho de negociar a su nombre y de cuidar de su madre, enfermada todavía, desde la tercera vez que había salido de casa. Temeroso de que con la siguiente luna llena volviera a emerger y la mujer muriera, habilitó un subterráneo conectado a la casa, con paredes de metal y el más pesado de los candados, confinándose todavía más cuando su piel canina emergía.

Han pasado años y todavía no ha encontrado aquello que la gitana le indicó. Mirko ya ha perdido la esperanza, pero no desea dejar de citar a pacientes, es el único vinculo que tiene con el exterior, la única forma de vivir a través de alguien. Sentado, vive esperando.

DATOS EXTRA

─Una gitana lo maldijo y vive enclaustrado en casa hasta que encuentre a su verdadero amor.

─Tiene un subterráneo habilitado para cada luna llena.

─Sus habilidades de psicólogo han ido mejorando notablemente, ahora al menos se las toma en serio.

─Ha perdido la esperanza de hallar alguien a quién poder amar.

─Vive a través de sus pacientes.

─La única cosa con la que siempre fue benevolente, fueron los caballos.

─Inspirado en el cuento de "La Bella y la Bestia".

por **Loreena Mckennitt** Jue Feb 01, 2018 10:21 pm

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