Ygritte | ID

Descendiente de un antiguo y poderoso aquelarre, Ygritte portaba el legado de una estirpe de brujos que extraían y canalizaban su poder a través de los elementos de la naturaleza, una antigua práctica perdida entre el tiempo y la esencia mundana.

Este grupo de hechiceros conservaba la firme creencia de que, cuando los bendecidos por la magia aprendieron a controlar su poder mediante conjuros, pociones y las variables del sentir humano, perdieron su conexión espiritual con la energía infinita que les proveía el cosmos y la naturaleza; por ende, todos los sucesores de aquella línea, realizaban un sacrificio de fe y anulaban parte de su praxis sensorial mediante un elixir místico cuya función era inhibir cualquier emoción profunda que pudiera amenazar el vínculo entre ellos y su fuente de poder.

A pesar de que los Balcanes se consideraban capaces de interactuar con todas las fuerzas naturales, ellos suponían que cada brujo poseía una afinidad especial hacia uno de los elementos, según su día de nacimiento y la alineación de las estrellas, fuera agua, aire, fuego o tierra; sin embargo, solo unos pocos nacidos bajo determinado signo eran ungidos por el quinto elemento sagrado: la electricidad.

La hechicera dio su primer respiro una mañana de invierno en el poblado de Trebinje, ubicado al sur del entonces Eyalato de Bosnia (actual Bosnia y Herzegovina); no obstante, a pesar de ser consciente de sus raíces, nunca tuvo la oportunidad de conocer la tierra que la vio nacer. Era tan solo un bebé de brazos cuando sus padres migraron hacia la capital francesa, desplazados por la guerra contra el imperio otomano y las constantes reformas militares que azotaban su nación.

Francia no era su patria y París no era su ciudad, pero ese terreno que acogió a su familia en tiempos de necesidad pronto se convirtió en su hogar. A pesar de que la situación económica para una familia de brujos inmigrantes en un país como aquel no figuraba como la mejor, gracias a su trabajo duro, los padres de Ygritte, lograron brindarle a ella y a su hermano mayor, una vida medianamente decente entre lo bello y lo atroz de aquella metrópoli.  

Su infancia fue relativamente buena, como todo en la vida tuvo sus altos y bajos pero nada de lo que realmente se pudiera quejar. Sus padres trabajaron arduamente para colocar un techo sobre su cabeza y llevar comida a su mesa y su hermano mayor Mitch, quien era una década mayor que ella, se encargó de instruirla en la magia y las costumbres y creencias de su familia.

Con el paso del tiempo la niña se convirtió en mujer y la aprendiz superó al maestro. Para sus veinte años Ygritte ya era una gran hechicera, diestra en el manejo del poder que calaba en su esencia y los métodos de su gente. No obstante, si bien el tiempo la dotó de habilidad y conocimiento también fue portador de mala fortuna. Los años pesaban ya en los cuerpos de sus padres y la crisis económica atrajo una larga época de escases, por ende, al no lo suficiente como para mantener a la familia con su trabajo mundano, la joven hechicera optó por lucrar su magia.

El pequeño negocio de la bruja tuvo éxito durante determinado lapso, la frugalidad se convirtió en abundancia y para entonces el dinero incluso llegó a sobrar; no obstante, el camino de la magia ofrecida por Ygritte se tornó cada vez mas peligroso y como consecuente, el trabajo incorrecto para las personas equivocadas se convirtió en su perdición, cuando uno de sus encargos cobró la vida de un hombre de alto mando dentro de la inquisición.

Pronto la hechicera se encontró a sí misma en el ojo del huracán y aunque mezclarse entre el bajo mundo le fue efectivo para evadir a la sagrada organización durante un par de meses, una vez los inquisidores capturaron su rastro solo fue cuestión de horas antes de que le encontraran y todos sus esfuerzos para evitarlo se tornaron vanos.

El resultado fue fatídico, sus padres fueron asesinados y su hermano mayor capturado por la organización. Ygritte corrió hacia las profundidades del bosque que circundaba las afueras de la ciudad como último recurso de supervivencia, pero justo cuando lo creía todo perdido, fue que Vashni Indih, el alfa de una manada que permanecía oculta entre la espesura, intercedió por su vida y la acogió en su hogar como si fuera parte de la misma.

Desde entonces, la mansión Indih se convirtió en su hogar, Vashni en su familia y su magia en la mejor defensa con la que cuenta la manada de un mal superior: Los Argent.

→ Atmokinesis: Habilidad para controlar ocasional y relativamente el clima y los sucesos meteorológicos (Rayos, tempestades...).

→ Barrera: Capacidad de generar campos de fuerza defensivos. Estos campos sólo duran temporalmente y pueden ser rotos si su oponente es también fuerte.

→ Reminiscencia: Poder para bucear en los recuerdos humanos de los mortales e inmortales.

DATOS EXTRA

• No puede tener hijos

• El elixir que inhibe sus emociones evitó que sintiera el peso de la muerte de sus padres.

• Nunca se molestó en buscar a su hermano pues lo cree muerto.