· Skulð · | ID

por **Skulð** Sáb Ago 11, 2018 9:21 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Skulð ~~Jørgensen~~

▲EDAD▲

25 años

▲ESPECIE▲

Esclava de Sangre

▲RANGO▲

Cazadora

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Media

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Pansexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Noruega

▲HABILIDADES/PODERES▲

→ Sentidos aumentados: Sus sentidos se acentúan y agudizan gracias a la sangre de vampiro que beben, por eso son capaces de escuchar y olfatear a distancias más lejanas, de ver más nítidamente, incluso en la oscuridad, entre otras cosas.

→ Fortaleza: Resistencia y capacidad para soportar dolor físico. Por supuesto, como todos los humanos, los esclavos de sangre sufren y experimentan dolor, pero gracias a las propiedades de la sangre de vampiro que beben pueden resistir un poco más.

→ Longevidad: Cualidad que le permite al esclavo de sangre vivir más años.

→ Sanación más acelerada: Habilidad para sanar un poco más rápido las heridas y contusiones no tan graves. El tiempo de recuperación varía según el esclavo de sangre y la gravedad de la herida o lesión. Sufren enfermedades pero están menos expuestos a ellas gracias a que su sistema inmunológico se fortalece gracias a la sangre de vampiro que beben.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Dura, agresiva, directa y sumamente clara en sus decisiones. Puede pecar de ser demasiado borde, pero en lugar de disculparse por ello, se justificará diciendo que ella es así. Y no miente. Nunca miente. Lo odia, lo considera de débiles. Y ella puede ser muchas cosas, pero débil no es una de ellas. Confía en sí misma más que en cualquier otro. Si toma una decisión, no reculará bajo ningún concepto, ni aunque los demás, o su propia conciencia, le digan que está cometiendo un error. Quizá por eso se tome tanto tiempo en pensar las cosas, en planear y trazar planes de los que no tenga que arrepentirse después. Dado su modo de vida como cazadora, la planificación es necesaria: los monstruos a los que da caza no van a detenerse para que ella se detenga un momento para pensar en qué hacer. Improvisar puede significar la muerte.

Inteligente, analítica, sarcástica, solitaria y gran estratega. Siempre se mantiene alerta, lista para actuar. Ella se ha hecho a sí misma, se ha forjado en la adversidad, sin necesitar la ayuda de nadie, y sin pedirla nunca tampoco. Es consciente de que eso no tiene nada que ver con la auténtica fortaleza, pero su incapacidad para confiar en nadie limita bastante sus posibilidades. Para ella, las personas siempre están interesadas en conseguir algo de otros, siendo ésta la única razón por la que interactúan entre sí, o ponen buena cara cuando en realidad están buscando tus debilidades para luego usarlas contra ti.

A pesar de que se opone a las injusticias, de que odia la hipocresía y de que considera que los débiles deben ser protegidos, no se engaña a sí misma pretendiendo ser una heroína. No es tan altruista, ni mucho menos tan buena persona. No va a fingir que le importa la vida de otros, porque eso sería mentir. Sí, no le gusta saber que los ricos pisotean a los pobres, pero no por ello se ve inclinada a hacer algo al respecto. El mundo es injusto, y ella lo acepta. Vive para y por sí misma, sobreviviendo como puede, y luchando contra las criaturas a las que detesta. Esa es su única misión, y aunque con ello a veces contribuya a proteger a los que están en peligro, no es esa la razón por la que lo hace, sus motivaciones no son tan "bonitas". Caza por odio, por deseos de venganza, o por dinero.

Es muy independiente. No es que rechace la compañía de otros, joder, a veces necesita satisfacer sus deseos, como todo el mundo, pero no cree que eso signifique también conectar con ellos de un modo más "emocional". En cierta forma, es consciente de que los lazos que establezca con otros limitarán su capacidad para ponerse en peligro, o de actuar en situaciones peliagudas, así que prefiere mantenerse al margen tanto como le es posible. Cuando alguien, sin embargo, atraviesa esa barrera que tiene para protegerse a sí misma, podrá ver que tras la dureza inicial, tras la actitud pasivo-agresiva, se encuentra alguien bastante comprensivo, que se preocupa por los demás y que puede ser hasta divertida.

Se mueve bien en las situaciones sociales, no porque las disfrute, sino porque a veces es necesario. Aunque no sea algo que haga con frecuencia, sabe jugar a seducir cuando se da cuenta de que puede resultarle beneficioso. Su actitud ruda es bastante fácil de disimular con una sonrisa encantadora, y enseñando un poco más de piel de la cuenta. Y lo creas o no, a veces es más sencillo conseguir según que objetivos batiendo las pestañas y engatusando a algún capullo. Es fácil, y luego sólo necesita una buena noche entre las sábanas con alguien de su tipo para deshacerse del mal sabor de boca.

HISTORIA

Nacida en el seno de una familia con la misma cantidad de problemas que de miembros. Su madre, Svetlana, era una inmigrante de origen ruso que se casó con Ivar, su padre, de origen noruego, esperando no ser así perseguida por la autoridades que querían a toda costa expulsarla. Por aquella época, la inmigración, aparte de no estar muy bien vista, era percibida en aquel país, Noruega, tan cerrado de mente como el que más, como una carga que los verdaderos noruegos no tenían por qué soportar. No querían ensuciar su sangre "pura" con otra venida de tierras lejanas... Como si no estuviesen ya lo bastante mezclados. El caso es que, tras el matrimonio de conveniencia, por el que los padres de la joven pagaron una cuantiosa cantidad de dinero a la familia Jørgensen, y el posterior nacimiento de Skulð, las cosas no mejoraron demasiado, ni entre ambos ni respecto a los deseos de los nativos por expulsarla. Sí o sí querían echarla de país, junto con su nueva familia, por considerar que la niña había nacido de padres no iguales, y por lo tanto, tenía que irse también. Ivar podía quedarse con la condición de no volver a verlas jamás... Y por una extraña razón, no lo hizo, marchándose con ambas a un pueblo a las afueras, tras deshacerse de su apellido, donde vivieron los siguientes diez años.

Aquel extraño matrimonio, surgido en unas aún más extrañas circunstancias, pese a nunca dejar de ser turbulento, superaron con creces todas las dificultades que se les fueron presentando. Una vez lejos de la presión social de un país tan estricto como era el suyo, las cosas comenzaron a discurrir por otro cauce. La niña creció feliz, sana y fuerte, siempre acompañada por una figura paterna excesivamente estricta y firme, y una materna demasiado sumisa para dar órdenes. Ni aunque fueran tan simples como poner la mesa. No es de extrañar, por tanto, que la niña, lejos de quererse parecer a su madre, una antigua espía rusa que renunció a todo por ser ama de casa, decidió que su modelo a seguir sería su amado padre, un militar curtido en mil batallas -que muchas veces no sabía si eran imaginarias, o si realmente existieron-, y que pronto comenzó a instruir a la niña, pálida como ella sola y flacucha como nadie, en el noble arte de la lucha cuerpo a cuerpo.

Hay que decir, que jamás llegó a ser buena. Era realmente terrible intentar que alguien que apenas si llegaba al metro veinte a dar patadas voladoras que daban más cosquillas que el dolor que nunca provocaron. Aún así, la niña tenía grandes dotes de bailarina, y siempre fue una de las personas más flexibles que Hënrick había conocido... Así que se le ocurrió una idea, una simple idea que marcaría para siempre el futuro de la joven Skulð. En lugar de enseñarle cómo golpear de frente, intentaría que la niñita de sus ojos se hiciese toda una experta en realizar agarres, estrangular y ejecutar una elevadísima variedad de golpes rastreros que sólo alguien tan ágil y que lograse pasar desapercibido con total facilidad, podría llegar a ejecutar... No pudo ocurrírsele nada más brillante. La joven, con doce años de edad, era capaz de ejecutar llaves de estrangulamiento y barrido que muchos de los soldados a los que instruía jamás fueron capaces de llevar a cabo. La sorpresa fue tal, tanto para él como para compañeros de profesión y superiores, que a la edad de catorce años la reclutaron como aprendiz de soldado para una facción secreta de la inquisición en aquel país.

A la edad de de dieciséis, y habiendo superado con mucho margen las pruebas que le pusieron para ascender de cadete a soldado, se constituyó como la espía más joven existente en aquella región de Europa... Aquello supuso una alegría más para su padre, pero un enorme dolor de cabeza para su madre, que temía que su hija no llegara a casarse nunca y, algún día, tuviese el mismo problema que ella tuvo cuando quiso mudarse a otro país. Claro que en los planes de Skulð, no cabía el matrimonio. Ni en los de su padre, tampoco. Y menos teniendo en cuenta el prometedor futuro que preveía para su única hija, que estaba mentalizándose para algún día llegar a ser, tal vez, líder de escuadrón, o puede que incluso de facción... Con el tiempo, además, su condición física mejoró de forma más que considerable. En la última de su etapa de adolescencia creció hasta sobrepasar el metro setenta, y su cuerpo también se endureció hasta el punto de que sus golpes dejaron de ser insignificantes. Si a su nueva fortaleza física se le añadía la capacidad, pulida desde la infancia, de ser ágil y flexible, no hace falta decir lo útil que su presencia se convirtió entre la milicia.

Pero la suerte, azarosa, a veces no tiene los mismos planes para ti, y deshace todo tu mundo de un plumazo sin dar la menor explicación al respecto. Acababa de cumplir dieciocho años cuando ocurrió. Una noche, volviendo de sus clases de perfeccionamiento con armas de corto alcance (era una completa experta en el arte del asesinato silencioso, y ¿qué mejores armas había para eso?), encontró las luces de la casa en que vivía con su familia completamente apagadas. El cristal de la ventana que daba al salón estaba completamente destrozado. La puerta, abierta de par en par... Y sólo hubo de adentrarse unos cuantos pasos en la oscuridad del pasillo para tropezarse de lleno con el cadáver de su madre, parcialmente mutilada, desangrada, y con la mitad inferior del cuerpo completamente desnuda. Sus ojos escrutaron la oscuridad en silencio. Era totalmente consciente de sus emociones, de su alteración... Y ellos también. Por eso no podía cometer fallos. Y todo hubiera seguido según sus planes, si la quejumbrosa voz de su padre no la hubiese sacado completamente de situación. Corrió con lágrimas en los ojos, para encontrarse con la terrorífica escena: tres lycans estaban devorando al mismo tiempo del cuerpo de su moribundo padre, mientras el mismísimo jefe de su escuadrón, un vampiro, observaba no sin cierto regocijo cómo al ser más importante de su universo, le arrebataban la vida delante de sus propios ojos.

Por suerte o por desgracia, logró asesinar al chupasangres, quedando a solas con tres horribles seres que, aún hoy, le dan escalofríos. Corrió todo cuanto sus piernas le permitieron, dándole tiempo a encerrarse en el sótano, inaccesible una vez cerrado desde dentro. Los tres siguientes días permaneció en shock, intentando averiguar qué narices había sucedido. ¿Por qué la inquisición había permitido que asesinasen a un líder de facción aquellos seres a los que se supone que deberían estar persiguiendo ellos? Aquella fue una pregunta que nunca supo responder. Cuando finalmente salió de su escondite, la nieve había cubierto todo el paisaje circundante. Sólo el sepulcral silencio que imperaba en su hogar, era comparable en cuanto a magnitud al dolor que su corazón experimentó al regresar a la habitación donde había visto a su padre por última vez. El cuerpo no estaba. Y el frío trascendió sus extremidades, su cuerpo entero, congelando su alma en el proceso.

Vagó durante más de un mes, sin comida, sin ánimos, sin saber hacia dónde dirigirse o qué hacer. Hasta que su mente dijo basta. Y actuó. La noche que hacía un mes y dos días desde que encontrase a sus padres, incendió el cuartel en el que había aprendido todo cuanto sabía. Si había o no alguien dentro, es algo que nunca le ha importado lo más mínimo. Desde entonces se ha encargado de perseguir y dar caza a todos los engendros con que se iba encontrando. En el proceso, viajó a Alemania, Inglaterra, España, asentándose finalmente en París, Francia, tras años de recorrer el mundo haciendo el trabajo sucio para otros, recibiendo buenas remuneraciones por ello. En sus viajes su odio por los sobrenaturales y por la iglesia no hizo más que acentuarse, pero también descubrió que los vampiros podían hacer algo por ella: dotarla de la fortaleza necesaria para seguir cazando, sin descanso, a aquellos seres que no merecían seguir sobre la faz de la tierra. Su sangre, ese elixir maldito, le abrió las puertas a una nueva fortaleza, una que hasta entonces, no había conocido.

DATOS EXTRA

- Siempre que se dispone a cazar un vampiro, se asegura de atraparlos antes de llegar a matarlos. La razón es simple: los mantiene vivos el tiempo necesario para hacerse con su sangre, y así abastecer sus reservas de sangre de vampiro.

- Siente especial aprensión por los licántropos, ya que el recuerdo del brutal asesinato de su padre aún sigue claro en su memoria.

- Su francés es bastante bueno, así como el inglés y el noruego, pero por su aspecto y acento es bastante evidente que pertenece al norte de Europa. Sus facciones recuerdan mucho a las rusas de su madre, y su altura y constitución a la parte nórdica que le debe a su padre.

por **Administración** Dom Ago 12, 2018 1:31 am

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