Loreen Aes

PSICOLOGÍA

Loreen es una joven demasiado madura para su edad. Es responsable, educada, precavida, meticulosa y sumamente calculadora, a pesar de su apariencia inocente aunque seria.

Es una mujer inteligente y reservada, acostumbrada a tratar con todo tipo de gente debido a su oficio. Sonríe de manera afable casi por automatismo, pero su mirada rara vez acompaña el gesto de sus labios. Es concienzuda en todos sus actos y nunca actúa sin pensar primero, algo que ha aprendido de su padre.

Sin embargo, bajo la fachada de bondad y ternura que muestra con algunos pocos (pues tampoco se muestra cercana con la mayoría, sino sólo con niños y gente mayor, por norma general), se esconde una personalidad explosiva.


HISTORIA

La historia de Loreen es muy breve, al menos si tenemos en cuenta que ella acaba de despertar en una casa que desconoce, rodeada de silencio, de objetos extraños que atemorizarían a cualquier niño e incluso a muchos adultos. Se levanta del suelo, donde estaba sentada al abrir los ojos e inspecciona todo a su alrededor, intentando averiguar dónde se encuentra y, lo más importante: deseando saber quién es ella.

No tiene ningún recuerdo previo al despertar, como si su misma existencia acabara de empezar. ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué hace allí? ¿Quién la ha traído? Tal vez llegara por su propio pie, quizá incluso aquella casa sea la suya y todo lo que en su interior se guarda le pertenezca. Pero algo le dice que no es así. Que su presencia en esa cabaña tiene un propósito, pero que tan sólo es un lugar de paso, mejor dicho, de inicio.

Todo es nuevo para Loreen, nada le suena, no recuerda lo que es el habla y suerte aún que sabe caminar y no se mueve a gatas. La vista es el sentido al que primero recurre y cuando algo llama su atención, deja paso al tacto. Coge objetos, los acaricia, los examina, algunos incluso intenta abrirlos y entra en juego el olfato, puede que el gusto. De vez en cuando los sacude y oye sonidos. Está descubriendo el mundo por primera vez, o lo que parece serlo para ella. También se descubre a sí misma, porque antes de dedicarse a analizar lo que tiene a su alrededor, se ha pasado un buen rato mirándose las manos, los dedos. Se ha palmado la cara y, ¡oh!, cuando se ha visto reflejada por primera vez en un espejo, se ha asustado. Tras varios intentos se percata de que es ella misma y entonces se ríe, espera, ¿qué es eso? ¿Ha salido de su boca? ¿Ha subido desde su pecho por la garganta? ¿Qué clase de ruidos son esos? ¿Puede hacerlos cuando quiera?

Se oye algo fuera y como un roedor que ve asomarse la cola del gato al otro lado de la valla, corre a esconderse. No sabe abrir la puerta, se choca con ella, la empuja con el hombro hasta derribarla y caen las dos al otro lado. Los pasos se aproximan y de repente se da cuenta de que algo golpea en su pecho a toda velocidad, ¿es normal? ¿Es malo? El pánico, el sudor frío. Sensaciones que desconocía y el palpitar acelerado de su corazón.

Mira a todas partes buscando algo, ¿pero el qué? ¿Cómo es la salida? No importa, ya es demasiado tarde, una sombra se cierne sobre ella y sus ojos se abren desorbitadamente al ver una figura deformada por la mala iluminación de las velas.


OTROS DATOS

→ Se siente una extraña en su propio cuerpo.