Roderick P. Barnum

Un hombre que desde niño ha tenido como referencia la disciplina y el saber estar, obligado a llevar una vida de orden y rectitud extremas. Estricto, carácter fuerte y determinante, un perfeccionista nato. Todo un caballero, deslumbra elegancia y saber estar, muy reservado, sólo hace saber lo justo y necesario. Leal a sus principios, no se deja sorprender por cualquiera, es bastante escéptico. En esa fachada ruda y considerada, la vulnerabilidad de Roderick tiene nombre de mujer, no suele hablar de ella ni siquiera su esposa sabe de dicho secreto. El rencor forma parte de su forma de pensar, es impulsivo por naturaleza, en el ámbito social es más comedido e intenta pensar antes de hablar y actuar.
No puede controlarse sólo ante una persona, su mayor y única debilidad... Astarte

Roderick Phineas Barnum, o mejor dicho en su antiguo nombre, Roderick Phineas Foix-Graily. El primer hijo varón y heredero de la familia, su llegada fue más que esperada, con el tiempo la unión de su hermana completaron el hogar familiar de esta familia acomodada. Desde el primer instante en el que Roderick vio por primera vez a su hermana pequeña, se encandiló de ella, no se separó ni un segundo de la hermosa rubia de ojos claros. Con el paso del tiempo se convirtieron en amigos, cómplices de travesuras, niños que compartían su tiempo y recuerdos, momentos y anécdotas. Él al ser más mayor, lo veía todo de diferente forma, la inocencia de ella le resultaba arrebatadora, para él nadie en el mundo se asemejaba al amor que sentía por su hermana. Los doce años de diferencia, hicieron ver al mayor de los Foix-Graily que tal cómo miraba a su hermana, no era lo normal ni lo más habitual, a medida que se fue convirtiendo en adolescente (él en un hombre), la sola idea de imaginarla con otro que no fuese él le llevaba por el camino de los celos y la perdición.
Los celos lo volvían locos, en un ataque de rabia e ira, fue sincero, mostrando sus verdaderos sentimientos, la quería…la amaba como la mujer que era, no podía ser un capricho y tampoco sentimiento de sangre. Era ella y nadie más. En completo y absoluto secreto, se profesaban ese amor prohibido del que nadie debía conocer pero fue inevitable ser descubiertos por miembros de su propia familia. Las cartas o cualquier forma de comunicación fueron anuladas por sus padres, esa relación debía olvidarse bautizándola como “locura” o “juegos de niños, no saben lo que hacían”.
A Roderick lo obligaron a integrarse en el ejército, logrando su puesto de militar, apartándose de toda su vida y de ella. Se casó poco después de ingresar, por puro despecho, no quería ni querría jamás a su esposa, un matrimonio adornado para aparentar y que ante los ojos de los demás parezca perfecto. No tuvo otra opción, fue imposible regresar y sobre todo, quería lo mejor para ella, no arrastrarle a una vida desdichada aunque lo fuese si no estuviesen juntos.
El regreso a París después de mucho tiempo, los rumores llegaron a sus oídos, por los propios labios de su esposa, la codiciada Foix-Graily iba a casarse ¿cómo era posible? Si él no lo veía con sus ojos, si ella no se lo decía frente a frente no se lo creería.
El atormentado pasado vuelve revolviéndolo todo, cuando parecían rehacer sus vidas por separado. Pero es que él , no la ha olvidado...por eso sus ataques de ira, enfadado consigo mismo por intentar pero no lograr avanzar.



-Buen jinete.
-Aficionado a las carreras de caballos.
-Excelente jugador de cartas y ajedrez.