AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Últimos temas
Dika Lupei
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Dika Lupei
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Dika Lupei▲EDAD▲
36 años pero aparenta de 18▲ESPECIE▲
Cambiantes.▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲
-▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase alta.▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Heterosexual▲LUGAR DE ORIGEN▲
Europa Occidental, Moldavia▲HABILIDADES/PODERES▲
→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.→ Atributos: Longevidad.
Dika se puede transformar en la familia de los MÚSTELIDOS. Su forma es el del Hurón.
pequeño y escurridizo, que le sirve para ocultarse en lugares pequeños y de esa forma escucha muchos secretos. Es amistosa, pero también le gusta morder a las personas que no le caen bien.
► PODERES INNATOS
→ Transformación: Habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa
→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros cambiantes o licántropos cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida y su característico olor.
► PODERES
→ Visión compartida y visión remota: Habilidad de poder ver a través de los ojos de los demás o en otros casos, hacer que los demás puedan ver lo que estamos viendo en ese momento. Esta habilidad funciona únicamente cuando se toca a la persona.
→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa
→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.
A pesar de que lleva consigo una maldición, para ella la vida no es todo negro. Dika cree que existen los tonos grises y con ellos hay que tratar de convivir, de llevarlo lo mejor que se pueda. Ve las adversidades como formas que se le presentan a las personas para poder mejorar y convertirse en lo que uno aspire, si se puede soñar, se puede lograr, aunque no importe el costo. Porque todo en está vida también se paga.
Extrovertida, siempre y cuando no se toquen temas y cuestiones que no le sientan bien, en ese caso cambiará el tema o fingirá una leve y fugaz sordera. No le gustan los conflictos, los evita con toda su fuerza, si entra en una discusión acalorada con su interlocutor, evitará salirse por la tangente o simplemente brindarle la razón, aunque no la tenga, siente que muchas no se encuentran en el mismo nivel y que nunca podrá dar una respuesta elocuente, cosa que sucede siempre que se encuentra sola, las contestaciones al altercado, surge cuando su cabeza se encuentra en calma.
Sagaz, aunque muchas veces es mejor hacer creer que es un poco despistada, hasta incluso algo inocente para creer ciertas cosas o considerar que palabras sean ciertas, pues no, si mientes lo sabrá en un abrir y cerrar de ojos, pero no lo hará notar, ya que esperará a que la otra persona se confunda y atraparlo en su propia mentira, gozará del error.
No le gusta la mentira, pero sabe que existe, que el ser humano vive de ella y que la usa siempre que puede, ella también miente, si se esmera, puede lograr una farsa convincente.
El ser humano, no puede tolerarlo, sin embargo, convive con ellos a diario, en su hogar, en las calles e incluso en los teatros, lo cual ama con profundidad, piensa de ellos que son seres irracionales, con deseos de poder y ambición, ideales de destrucción y corrupción. Ninguna alma esta exenta de padecer de esas pretensiones. A los seres que más odia son los hechiceros.
Para ella el teatro es una manera de distracción, de concretar sueños que quizá son imposibles en la vida que le toco vivir. Un creador de ilusiones que le hacen feliz.
Extravagante, su gusto en cuanto al estilo que usa es bastante llamativo, no necesita ponerse escote hasta los tobillos, con el mero hecho de colocar un color por aquí, otro color por allí, logra que muchas veces su atuendo sea como un universo de mucho color y estilos que no combinan entre sí. Según su estado de animo es el color que elija. Le suele gustar mucho lo que a los demás no. Para ella las rarezas son las que no abundan en el mundo, es así que encontrará en la fealdad algo que pueda admirar.
Le gusta el misterio, lo que no se dice con palabras, pero que se encuentra ahí, esperando a que alguien pueda sacarlo a la luz. Develar misterios, descubrir secretos es uno de sus mayores pasatiempos, sentarse en un sitio transitado y observar con ojo crítico a los transeúntes, donde nadie la note, que sea una más del decorado, imaginando como sería la persona que ha llamado su atención, cual sería su mayor secreto y el motivo por el cual lo está ocultando. Que hace para que sus labios se sellen al mundo entero.
Miedo, es una de las palabras que más la aterra, porque para Dika, el secreto de que es un cambiaformas, no puede ser revelado. La amenaza constante de ser desterrada, hasta incluso la muerte, hace que se le hiele el corazón, su boca debe permanecer cerrada.
No sonríe con frecuencia, es bastante reservada y se le nota a simple vista cuando se siente incomoda o a gusto en algún sitio, te lo hará saber sin miramientos. No vino a la tierra a agradar, simplemente a vivir una vida que han decido por ella, sin embargo, no se deja abatir y encontrará algo positivo de todo aquello.
Extrovertida, siempre y cuando no se toquen temas y cuestiones que no le sientan bien, en ese caso cambiará el tema o fingirá una leve y fugaz sordera. No le gustan los conflictos, los evita con toda su fuerza, si entra en una discusión acalorada con su interlocutor, evitará salirse por la tangente o simplemente brindarle la razón, aunque no la tenga, siente que muchas no se encuentran en el mismo nivel y que nunca podrá dar una respuesta elocuente, cosa que sucede siempre que se encuentra sola, las contestaciones al altercado, surge cuando su cabeza se encuentra en calma.
Sagaz, aunque muchas veces es mejor hacer creer que es un poco despistada, hasta incluso algo inocente para creer ciertas cosas o considerar que palabras sean ciertas, pues no, si mientes lo sabrá en un abrir y cerrar de ojos, pero no lo hará notar, ya que esperará a que la otra persona se confunda y atraparlo en su propia mentira, gozará del error.
No le gusta la mentira, pero sabe que existe, que el ser humano vive de ella y que la usa siempre que puede, ella también miente, si se esmera, puede lograr una farsa convincente.
El ser humano, no puede tolerarlo, sin embargo, convive con ellos a diario, en su hogar, en las calles e incluso en los teatros, lo cual ama con profundidad, piensa de ellos que son seres irracionales, con deseos de poder y ambición, ideales de destrucción y corrupción. Ninguna alma esta exenta de padecer de esas pretensiones. A los seres que más odia son los hechiceros.
Para ella el teatro es una manera de distracción, de concretar sueños que quizá son imposibles en la vida que le toco vivir. Un creador de ilusiones que le hacen feliz.
Extravagante, su gusto en cuanto al estilo que usa es bastante llamativo, no necesita ponerse escote hasta los tobillos, con el mero hecho de colocar un color por aquí, otro color por allí, logra que muchas veces su atuendo sea como un universo de mucho color y estilos que no combinan entre sí. Según su estado de animo es el color que elija. Le suele gustar mucho lo que a los demás no. Para ella las rarezas son las que no abundan en el mundo, es así que encontrará en la fealdad algo que pueda admirar.
Le gusta el misterio, lo que no se dice con palabras, pero que se encuentra ahí, esperando a que alguien pueda sacarlo a la luz. Develar misterios, descubrir secretos es uno de sus mayores pasatiempos, sentarse en un sitio transitado y observar con ojo crítico a los transeúntes, donde nadie la note, que sea una más del decorado, imaginando como sería la persona que ha llamado su atención, cual sería su mayor secreto y el motivo por el cual lo está ocultando. Que hace para que sus labios se sellen al mundo entero.
Miedo, es una de las palabras que más la aterra, porque para Dika, el secreto de que es un cambiaformas, no puede ser revelado. La amenaza constante de ser desterrada, hasta incluso la muerte, hace que se le hiele el corazón, su boca debe permanecer cerrada.
No sonríe con frecuencia, es bastante reservada y se le nota a simple vista cuando se siente incomoda o a gusto en algún sitio, te lo hará saber sin miramientos. No vino a la tierra a agradar, simplemente a vivir una vida que han decido por ella, sin embargo, no se deja abatir y encontrará algo positivo de todo aquello.
Ekaterina y Ionut se unieron en sagrado matrimonio, en Moldavia, uniendo así dos familias con poder y dinero, logrando una alianza para derrocar a los Otomanos que estaban conquistando todo a su paso. Uniendo fuerzas con Rusia podrían liberarse de los turcos.
Ekaterina odiaba con toda su pobre alma, al marido que habían elegido para ella. Con el corazón tan frio como los ojos oscuros que la miraban con odio, lo notaban a él tampoco le gustaba la mujer que yacía todas las noches en su cama. Las pocas palabras que se emitan eran tan escuetas como las misivas que llegaban a su casa. No existía la armonía, ni el amor y mucho menos la pasión.
Al cabo de un año, y después de varias pérdidas de bebés no nacidos, Ekaterina, logra quedar encinta. Nueve meses después llegaría a la vida de la familia Lupei un niño de nombre Mircea, tan hermoso como su madre, con cabellos bien oscuros como su padre y ojos color almendras como su madre. Ekaterina estaba emocionada y lo mismo, aunque demostrándolo de una manera bastante distante, lo estaba Ionut, quién consideraba que el apellido continuaría, un heredero que sería el rey del mundo si así lo quisiese.
Mircea cumplió los tres años y Ekaterina esperaba un bebé nuevo. Mientras tanto en Moldavia, las cosas no se veían para nada bien, los Otomanos estaban ganando Valaquia y próximamente irían por ese país. Es así que el señor Lupei tendría que dejar su hogar y sus hijos al cuidado de Ekaterina, puesto que este tendría que pelear en la guerra. Ella tenía los sentimientos contrariados, por un lado, quería que su marido pereciera en la guerra, de esa manera no tendría que dormir nunca más con la persona que la miraba de aquella forma, pero, por otro lado, era el padre de su hijo y del bebé que estaba por nacer, no podía ser tan egoísta y dejarlos sin un padre que apenas miraba a Mircea.
Siete meses después, la señora Lupei da a luz a una pequeña niña, a la cual la llamaron Dika, una pintura exacta de su madre. Ekaterina la amo desde la primera vez que la sostuvo en brazo, pero conociendo el destino de esa niña. Mientras su hermano, al ser el varón de la familia, lo tendría todo, ella tendría que ser una paria, porque la venderían al mejor postor, para afianzar alianzas con otros hombres con poder y riquezas, nunca llegaría a ser del todo feliz y no tendría libertad para pensar ni expresarse, deseaba otra vida para su pequeña.
Cuando Ionut regresó de la guerra, recibió a sus dos hijos, con una apenas unas cuentas y escuetas frases, pero adoraba a sus dos hijos, Dika era la luz de sus ojos, mientras que Mircea era su mayor orgullo, ponía toda su fe en aquel pequeño que era realmente inteligente y muy locuaz. Sin embargo, para su madre aquella no era del todo humano, algo muy dentro de ella le decía que Dika nunca formaría parte del mundo, siempre sería la diferente.
Con el pasar de los años, comenzó a llamar la atención, con 20 años tenía la apariencia de una niña de 10, pero no sólo su aspecto era una rareza, sino las habilidades que había descubierto, podía convertirse en un animal. Un secreto que compartía con su madre. Su hermano empezó a dudar de su hermana y una noche, las siguió hasta uno de los aposentos que no se solían usar en su casa, descubriendo así el secreto que guardaba. Asustado y aturdido, enfrentó a las dos mujeres, una siendo un hurón y la otra una humana. Ekaterina le explicó la situación a Mircea, si Ionut se enteraba de la condición de su hija acabaría muerta. Él amaba a su hermana, la querría, aunque tuviera una cola.
Ya con el deber realizado, Ionut disfrutaba de otras mujeres, durmiendo otras noches en diferentes camas, lejos de una mujer a la cual lo habían obligado a procrear y enlazar sus vidas para siempre. Es así que, en una de esas noches, enroscado de una lujuria, pasión y sudor, se enamoró perdidamente de una hechicera, que estaba de paso. Ella lo enloquecía, considerando dejarlo todo y escaparse con aquella mujer que no tenía nada para ofrecer más que unas sábanas bañadas por el sudor de una noche inmensa de pasión.
La hechicera envenenó su corazón, con palabras de amor y de odio, logrando que Ionut aceptara la propuesta. Matar a Ekaterina, enviar lejos a sus dos hijos y vivir libremente, sin esconderse de los demás. Le proporciono un veneno poderoso, que debería colocarlo con cuatro gotitas en la copa, de esa manera moriría lentamente, por todo el rechazo que le causaba. Sin un arrebato de arrepentimiento, hizo lo que se le ordenó, todas las noches ponía las gotas en el vaso de su esposa.
Dika observaba como su madre con el paso del tiempo, se deterioraba, ya sus ojos no expresaban jubilo, sino cansancio y la sensación de que algo no estaba bien. Una noche, mientras Ekaterina yacía em cama, mando a llamar a su hija.
-Amor mío- empezó la mujer, con los labios resecos, los ojos inyectados en sangre y la piel tan pálida que se veían como las venas azules cubrían aquel que había sido tan hermoso en tiempos, que ahora parecían tan lejanos -Me voy a morir- Dika comenzó a llorar, mientras meneaba la cabeza en forma de negativa, nunca se le había ocurrido pensar que su madre sería la primera en morir, dejándola en aquel hogar lleno de oscuridad, su padre ya no era el mismo, aunque su afecto no era todo color de rosas, ella sabía que él la amaba a su manera y no le pedía más que eso.
-Escúchame bien- La tomó fuerte por los brazos, haciéndole algo de daño -Escápate con Mircea está noche, en mi mesilla de luz tendrás la dirección donde los albergaran con cariño y respeto- Dika se deshizo de los dedos opresores de su madre y abrió el cajón, como está decía, bien doblado encontró un papel, en el la dirección de un sitio en París. Se quedó asombrada, preguntándose en como lograrían llegar hasta allí, llevaría muchos días y tiempo de preparación. Acepto el reto, o al menos eso le dio a entender a su madre, para dejarla tranquila hasta que se recompusiera.
La muchacha le explico la situación a su hermano, quién estaba tan asombrado como lo había estado ella, no creyendo ni una palabra. Mircea rechazó las palabras de ella y le pidió que dejará de fabular, que dejará descansar a su madre. Con el correr de los días Ekaterina fallece, dejando un profundo vació y dolor en el corazón de sus hijos. Sin embargo, Ionut estaba en su esplendor, sin su mujer, él podía volverse a casarse. Sin pensarlo dos veces, con el duelo en puerta, llevo a vivir a la hechicera con ellos. Era la madrasta más vil que se había conocido, odiaba a esos dos hijos de una mujer que ya no existía. Dika sospechaba que algo se estaba tramando, sin decirle nada a su hermano, se transformo en el hurón y se metió a los aposentos de la hechicera, descubrió que su objetivo era matar a Mircea, era el primero en morir y luego lo sería ella. Corriendo como una desaforada por los pasillos, convertida en animal, llegó a la habitación de su hermano y le contó cuales eran los objetivos de la Hechicera.
Su hermano mayor desecho la sola idea, que su madrastra pudiera cometer tales actos tan atroces, su padre no se lo permitiría bajo ningún punto. En cambio, Dika realmente lo creía, estaba convencida de que la hechicería había matado a su propia madre, con el objetivo de quedarse con todo y para eso, ellos debían desaparecer también.
Con sus temores, se acercó a su fiel sirvienta, era ella quién le guardaba sus más preciados secretos, era como su segunda madre. Sin miramientos Minerva, le dijo que era el momento de que se marchara, al lugar donde Ekaterina había programado para que sus dos hijos tuvieran una vida lejos de toda esa oscuridad. Dika estaba dispuesta a marcharse, pero ponía en dudas si su hermano se iría con ella.
Ionut debió partir hacia la guerra y con él se llevaba a su hijo mayor, quedarían en la mansión solo Dika y la hechicera, aquella decisión no le agrado en lo absoluto, le imploró a Mircea que no se marchará, que no la dejará con aquella mujer que deseaba la muerte de todos. Sin embargo, su hermano mayor, trato de calmarla con palabras acogedoras, prometiéndole que regresaría en cuanto terminará la campaña.
Pasaron los meses y la situación se tornó mucho más oscura, su madrastra la maltrataba tanto verbal como física, sabiendo también el gran secreto de Dika, obligándola a transformarse para que escuchará los rumores que se corrían de ella en la mansión para luego torturarlos. Mircea no regresaba y la ansiedad de la chica con el paso del tiempo se volvía mucho más grande, necesitaba irse, una voz en su interior le gritaba con urgencia que debía marcharse.
Una noche, mientras correteaba como hurón por el pasillo, escucho por error, como la hechicera planeaba la muerte prematura de Dika, sin pensarlo dos veces, recogió sus más preciadas pertenencias, dejo una nota para su hermano y se marchó de su hogar. Sin saber que, de camino, se encontraría con secuaces de la hechicera que tratarían de terminar el trabajo de su ama. Dika tuvo suerte, sin su extraño poder no habría podido escapar de la muerte, llegando a destino.
París, su nuevo hogar, donde la recibieron con los brazos abiertos, con la esperanza de que su hermano se encuentre con vida y la rescate, para regresar juntos a su país natal.
Ekaterina odiaba con toda su pobre alma, al marido que habían elegido para ella. Con el corazón tan frio como los ojos oscuros que la miraban con odio, lo notaban a él tampoco le gustaba la mujer que yacía todas las noches en su cama. Las pocas palabras que se emitan eran tan escuetas como las misivas que llegaban a su casa. No existía la armonía, ni el amor y mucho menos la pasión.
Al cabo de un año, y después de varias pérdidas de bebés no nacidos, Ekaterina, logra quedar encinta. Nueve meses después llegaría a la vida de la familia Lupei un niño de nombre Mircea, tan hermoso como su madre, con cabellos bien oscuros como su padre y ojos color almendras como su madre. Ekaterina estaba emocionada y lo mismo, aunque demostrándolo de una manera bastante distante, lo estaba Ionut, quién consideraba que el apellido continuaría, un heredero que sería el rey del mundo si así lo quisiese.
Mircea cumplió los tres años y Ekaterina esperaba un bebé nuevo. Mientras tanto en Moldavia, las cosas no se veían para nada bien, los Otomanos estaban ganando Valaquia y próximamente irían por ese país. Es así que el señor Lupei tendría que dejar su hogar y sus hijos al cuidado de Ekaterina, puesto que este tendría que pelear en la guerra. Ella tenía los sentimientos contrariados, por un lado, quería que su marido pereciera en la guerra, de esa manera no tendría que dormir nunca más con la persona que la miraba de aquella forma, pero, por otro lado, era el padre de su hijo y del bebé que estaba por nacer, no podía ser tan egoísta y dejarlos sin un padre que apenas miraba a Mircea.
Siete meses después, la señora Lupei da a luz a una pequeña niña, a la cual la llamaron Dika, una pintura exacta de su madre. Ekaterina la amo desde la primera vez que la sostuvo en brazo, pero conociendo el destino de esa niña. Mientras su hermano, al ser el varón de la familia, lo tendría todo, ella tendría que ser una paria, porque la venderían al mejor postor, para afianzar alianzas con otros hombres con poder y riquezas, nunca llegaría a ser del todo feliz y no tendría libertad para pensar ni expresarse, deseaba otra vida para su pequeña.
Cuando Ionut regresó de la guerra, recibió a sus dos hijos, con una apenas unas cuentas y escuetas frases, pero adoraba a sus dos hijos, Dika era la luz de sus ojos, mientras que Mircea era su mayor orgullo, ponía toda su fe en aquel pequeño que era realmente inteligente y muy locuaz. Sin embargo, para su madre aquella no era del todo humano, algo muy dentro de ella le decía que Dika nunca formaría parte del mundo, siempre sería la diferente.
Con el pasar de los años, comenzó a llamar la atención, con 20 años tenía la apariencia de una niña de 10, pero no sólo su aspecto era una rareza, sino las habilidades que había descubierto, podía convertirse en un animal. Un secreto que compartía con su madre. Su hermano empezó a dudar de su hermana y una noche, las siguió hasta uno de los aposentos que no se solían usar en su casa, descubriendo así el secreto que guardaba. Asustado y aturdido, enfrentó a las dos mujeres, una siendo un hurón y la otra una humana. Ekaterina le explicó la situación a Mircea, si Ionut se enteraba de la condición de su hija acabaría muerta. Él amaba a su hermana, la querría, aunque tuviera una cola.
Ya con el deber realizado, Ionut disfrutaba de otras mujeres, durmiendo otras noches en diferentes camas, lejos de una mujer a la cual lo habían obligado a procrear y enlazar sus vidas para siempre. Es así que, en una de esas noches, enroscado de una lujuria, pasión y sudor, se enamoró perdidamente de una hechicera, que estaba de paso. Ella lo enloquecía, considerando dejarlo todo y escaparse con aquella mujer que no tenía nada para ofrecer más que unas sábanas bañadas por el sudor de una noche inmensa de pasión.
La hechicera envenenó su corazón, con palabras de amor y de odio, logrando que Ionut aceptara la propuesta. Matar a Ekaterina, enviar lejos a sus dos hijos y vivir libremente, sin esconderse de los demás. Le proporciono un veneno poderoso, que debería colocarlo con cuatro gotitas en la copa, de esa manera moriría lentamente, por todo el rechazo que le causaba. Sin un arrebato de arrepentimiento, hizo lo que se le ordenó, todas las noches ponía las gotas en el vaso de su esposa.
Dika observaba como su madre con el paso del tiempo, se deterioraba, ya sus ojos no expresaban jubilo, sino cansancio y la sensación de que algo no estaba bien. Una noche, mientras Ekaterina yacía em cama, mando a llamar a su hija.
-Amor mío- empezó la mujer, con los labios resecos, los ojos inyectados en sangre y la piel tan pálida que se veían como las venas azules cubrían aquel que había sido tan hermoso en tiempos, que ahora parecían tan lejanos -Me voy a morir- Dika comenzó a llorar, mientras meneaba la cabeza en forma de negativa, nunca se le había ocurrido pensar que su madre sería la primera en morir, dejándola en aquel hogar lleno de oscuridad, su padre ya no era el mismo, aunque su afecto no era todo color de rosas, ella sabía que él la amaba a su manera y no le pedía más que eso.
-Escúchame bien- La tomó fuerte por los brazos, haciéndole algo de daño -Escápate con Mircea está noche, en mi mesilla de luz tendrás la dirección donde los albergaran con cariño y respeto- Dika se deshizo de los dedos opresores de su madre y abrió el cajón, como está decía, bien doblado encontró un papel, en el la dirección de un sitio en París. Se quedó asombrada, preguntándose en como lograrían llegar hasta allí, llevaría muchos días y tiempo de preparación. Acepto el reto, o al menos eso le dio a entender a su madre, para dejarla tranquila hasta que se recompusiera.
La muchacha le explico la situación a su hermano, quién estaba tan asombrado como lo había estado ella, no creyendo ni una palabra. Mircea rechazó las palabras de ella y le pidió que dejará de fabular, que dejará descansar a su madre. Con el correr de los días Ekaterina fallece, dejando un profundo vació y dolor en el corazón de sus hijos. Sin embargo, Ionut estaba en su esplendor, sin su mujer, él podía volverse a casarse. Sin pensarlo dos veces, con el duelo en puerta, llevo a vivir a la hechicera con ellos. Era la madrasta más vil que se había conocido, odiaba a esos dos hijos de una mujer que ya no existía. Dika sospechaba que algo se estaba tramando, sin decirle nada a su hermano, se transformo en el hurón y se metió a los aposentos de la hechicera, descubrió que su objetivo era matar a Mircea, era el primero en morir y luego lo sería ella. Corriendo como una desaforada por los pasillos, convertida en animal, llegó a la habitación de su hermano y le contó cuales eran los objetivos de la Hechicera.
Su hermano mayor desecho la sola idea, que su madrastra pudiera cometer tales actos tan atroces, su padre no se lo permitiría bajo ningún punto. En cambio, Dika realmente lo creía, estaba convencida de que la hechicería había matado a su propia madre, con el objetivo de quedarse con todo y para eso, ellos debían desaparecer también.
Con sus temores, se acercó a su fiel sirvienta, era ella quién le guardaba sus más preciados secretos, era como su segunda madre. Sin miramientos Minerva, le dijo que era el momento de que se marchara, al lugar donde Ekaterina había programado para que sus dos hijos tuvieran una vida lejos de toda esa oscuridad. Dika estaba dispuesta a marcharse, pero ponía en dudas si su hermano se iría con ella.
Ionut debió partir hacia la guerra y con él se llevaba a su hijo mayor, quedarían en la mansión solo Dika y la hechicera, aquella decisión no le agrado en lo absoluto, le imploró a Mircea que no se marchará, que no la dejará con aquella mujer que deseaba la muerte de todos. Sin embargo, su hermano mayor, trato de calmarla con palabras acogedoras, prometiéndole que regresaría en cuanto terminará la campaña.
Pasaron los meses y la situación se tornó mucho más oscura, su madrastra la maltrataba tanto verbal como física, sabiendo también el gran secreto de Dika, obligándola a transformarse para que escuchará los rumores que se corrían de ella en la mansión para luego torturarlos. Mircea no regresaba y la ansiedad de la chica con el paso del tiempo se volvía mucho más grande, necesitaba irse, una voz en su interior le gritaba con urgencia que debía marcharse.
Una noche, mientras correteaba como hurón por el pasillo, escucho por error, como la hechicera planeaba la muerte prematura de Dika, sin pensarlo dos veces, recogió sus más preciadas pertenencias, dejo una nota para su hermano y se marchó de su hogar. Sin saber que, de camino, se encontraría con secuaces de la hechicera que tratarían de terminar el trabajo de su ama. Dika tuvo suerte, sin su extraño poder no habría podido escapar de la muerte, llegando a destino.
París, su nuevo hogar, donde la recibieron con los brazos abiertos, con la esperanza de que su hermano se encuentre con vida y la rescate, para regresar juntos a su país natal.
-Para que no la molesten, suele mencionar o que está casada o comprometida, de esa forma ahorra tener que dar muchas explicaciones de su soltería.
-Suele transformarse en un hurón negro y blanco.
-No sabe tocar ningún instrumento, es bastante inútil en el campo de la música, aunque le gusta mucho.
-Le gusta comer y sobre todo dulce.
-Suele transformarse en un hurón negro y blanco.
-No sabe tocar ningún instrumento, es bastante inútil en el campo de la música, aunque le gusta mucho.
-Le gusta comer y sobre todo dulce.
- Spoiler:
Última edición por Dika Lupei el Dom Mar 10, 2019 1:58 pm, editado 1 vez
Dika Lupei- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 09/03/2019
Re: Dika Lupei
OBSERVACIONES
favor de corregir
LOS CAMBIANTES NACEN CON LA CONDICIÓN, PERO SIENDO NIÑOS PEQUEÑOS, INCLUSO BEBÉS, NO PUEDEN MANTENERSE EN SU FORMA ANIMAL PORQUE NO TIENEN EL DOMINIO SUFICIENTE. POR FAVOR, ADAPTÁ ESA PARTE DE TU HISTORIA PARA QUE QUEDE ACORDE.
ADEMÁS OLVIDASTE COLOCAR LAS IMÁGENES (O LINKS) DE LOS HURONES EN LOS QUE PUEDE TRANSFORMARSE TU PERSONAJE.
CUANTO TODO ESTÉ LISTO, POSTEÁ A CONTINUACIÓN PARA DARTE COLOR.
GRACIAS.
ADEMÁS OLVIDASTE COLOCAR LAS IMÁGENES (O LINKS) DE LOS HURONES EN LOS QUE PUEDE TRANSFORMARSE TU PERSONAJE.
CUANTO TODO ESTÉ LISTO, POSTEÁ A CONTINUACIÓN PARA DARTE COLOR.
GRACIAS.
CODE BY NIGEL QUARTERMANE
Ladislav Pekkus- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 786
Fecha de inscripción : 09/08/2016
Localización : París
Re: Dika Lupei
Hola! Perdón por tantas molestias!
Ya hice las correcciones y agregue las fotos.
Mil gracias!
Ya hice las correcciones y agregue las fotos.
Mil gracias!
Dika Lupei- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 09/03/2019
Re: Dika Lupei
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.
RECUERDA QUE A LA HORA DE ROLEAR HAY QUE RESPETAR LO ESPECIFICADO EN TU FICHA, PORQUE ÉSTA YA HA SIDO REVISADA Y APROBADA. NO PUEDES ALTERAR LA INFORMACIÓN Y AÑADIR A TU PERSONAJE COSAS DIFERENTES COMO PODERES O HABILIDADES DISTINTAS A LO QUE AQUÍ HAS SEÑALADO. DE OCURRIR ASÍ, LA ADMINISTRACIÓN TENDRÁ TODO EL DERECHO DE LLAMARTE LA ATENCIÓN Y/O PEDIRTE QUE HAGAS MODIFICACIONES, ALGO QUE NO QUEREMOS QUE OCURRA.
TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES. ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
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Ladislav Pekkus- Hechicero Clase Media
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