Aissaguer Diary

por **Melodie Aissaguer** Mar Abr 18, 2023 6:26 pm

La vida de Melide, daba tantas vueltas, que si no comenzaba a escribirlo, ni ella misma podría creerlo, al correr de los años. No podía registrar su vida antes de llamarse Melodie, pues era la única manera de estar segura,, que los peligros de su pasado, no llegarían a tocarla, ni a ella, ni al joven que hoy se había convertido en su hermano. Olivier, era ese ser que sin darse cuenta, había logrado devolverle la esperanza, las ganas de vivir y el significado de lo que realmente era una familia. Melodie se sentía en deuda con él, y haría hasta lo imposible para que todos los sueños y metas que Olivier se plantearan llegaran a buen destino.

Era verdad que al comienzo, pensó que solo sería un empleado, alguien que recibiría su paga y que tal vez con el tiempo se iría de su vida, como casi todos lo habían hecho, pero él, se mantuvo a su lado y por sobre todo, dentro de su corazón. Escucharle tocar el piano, o verle pintar, le daba una gran paz, ademas de la alegría de llegar al hogar y saber que no estaría sola. por esa razón, decidió vender la mansión que había sido de su ex esposo y que posteriormente, con ayuda de un albacea la había comprado, pues para la justicia, para sus padres y todo aquel que alguna vez la conociera como esposa del duque de Cornwall, ella se había suicidad tras el asesinato de su amado. Mas, al lograr comprar la mansión, como si de una maldición se tratase, la joven Ciara Conti, había sido secuestrada, de la puerta de esa mansión y nuevamente Melodie, había tenido que dejar su pasado atras, para renacer como Madmoiselle Melodie Aissaguer. Solo que ésta última vez, no se quedaría en una mansión tan maldita. Sin dudarlo, tras encontrar a Olivier, se dirigió a su abogado y vendió la mansión. Ahora, tras un corto periodo, había comprado una nueva residencia, un piso muy céntrico, pero cercano al Café de París y a la residencia y atelier de Olivier, - Juntos pero sin perder nuestra intimidad - había pensado, tanto él como ella, aún no estaban del todo listos para abrir sus corazones y mostrar sus mas infectas heridas.