Ademar de Narvona

-Nombre del Personaje: Ademar de Narvona
-Edad: 51 años {Aparenta unos 26}
-Especie: Licántropo
- Tipo y Nivel Social: Nivel alto
-Lugar de Origen: París, Francia
-Habilidad/Poder:
- Sanación acelerada
- Agilidad y reflejos sobrehumanos
- Memoria sobrehumana

-Descripcion Fisica:

Ademar es un hombre alto, de 190 cm de estatura. Su porte erguido y aire noble le hacen parecer aún más alto de lo que es realmente. Tiene un cuerpo atlético, poderoso, semejante al de una estatua griega. No obstante, pese a su porte erguido y procedencia noble su mirada canalla y sonrisa pícara delatan un alma libre y rebelde. Su actitud siempre jocosa y sus pelos descuidados se mezclan con miradas ocasionales de extrema inteligencia e intensidad. Ademar es, sin duda, un hombre extremadamente atractivo y de difícil catalogación a primera vista. Nunca sabrás hasta que lo conozcas si te has topado con el rígido dios Apolo o con el excéntrico Dionisos. Tal vez tenga algo de ambos, pero lo que sí está claro es que es la viva imagen de un dios griego en la tierra.

-Descripcion Psicologica:
Si hay dos rasgos de la personalidad que puedan definir a Ademar estos son la rebeldía y la provocación. Ya sea por su estricta educación o por simple diversión, Ademar, tiene una lucha constante contra las normas y contra aquel que las imponga. La libertad es su bien más preciado, obtenido tras una dura existencia vagando por Europa junto a gitanos y pícaros habiendo nacido rodeado de lujos. Si quiere algo no habrá nada ni nadie en este mundo que le impida obtenerlo. Intentar que no haga algo es como intentar parar a un toro en plena carrera. Sin embargo, es relativamente fácil conseguir que obre de cierta forma… sólo tienes que prohibírselo.
Por otro lado tiene un gusto casi obsceno por provocar a la gente. Se podría decir que casi de forma instintiva tiende a llevar la contraria allá donde vaya. Si está en una fiesta de la alta sociedad se comportará como el hombre peor educado del lugar, mientras por dentro ríe como un niño ante la atónita cara de escándalo de los más puritanos. Mientras que si está con los bajos fondos mostrará ademanes educados y elegantes, usando un vocabulario rebuscado mientras se ríe de lo soez de la clase baja.
Ante la inevitable cuestión de qué le hace actuar de este modo Ademar se encuentra con dos respuestas: No es más que un superficial egocéntrico que disfruta llamando la atención. Esta es la respuesta que daría la mayoría, e incluso el propio Ademar si le preguntan en público. Sin embargo hay otra respuesta un poco más profunda… Ademar es un ferviente amante de la filosofía. Bajo su fachada de hombre superficial entregado a los placeres de la carne se esconde una mente sensible y de profundas reflexiones. A escondidas devora libros de filosofía con avidez y disfruta de cualquier expresión artística hasta el punto del éxtasis. Es un entendido del arte, tanto pictórico como escultórico o arquitectónico y su educación letrada es como la de pocos. Su actitud provocadora y rebelde no es más que un método para demostrar a los demás los prejuicios en los que viven sumergidos e intentar que los superen ¿por qué el noble no puede expresar en público sus sentimientos? ¿por qué el gitano no puede mantener un debate profundo sobre el concepto de justicia? Prejuicios y más prejuicios…
Sin embargo son muy pocos los que conocen esta realidad de Ademar. La mayoría sólo ven la frivolidad de un joven malcriado que lo ha tenido todo desde que nació. Por supuesto nuestro personaje no hace nada por desmentir dichos pensamientos.
- Soy extremadamente inteligente, irresistiblemente guapo y sobradamente culto, si te molesta... es tu problema jajajaja

-Historia:
- ¿De veras quieres saber mi historia?
Ademar suspira con tedio
- Al menos invítame a una copa de vino mientras hablamos. Y, por favor, tráeme el vino que guardas en la bodega para visitas especiales. Tengo gustos refinados ¿sabes…?
Tras decir esto besa a la cortesana que tenía sentada en su regazo y comienza la narración.
- Nací en una familia noble, mis padres me transmitían mucho amor, nunca nos faltó lujo… bla, bla, bla… y entonces me hice adulto. Siempre había sido el más guapo, el más inteligente, el de mejor habilidades sociales… todos pensaban que iba a llevar a la familia a las altas esferas. Supongo que eso explica la sorpresa que se llevaron todos cuando en lugar de eso empecé a frecuentar burdeles, emborracharme todos los días y salir con gitanos, brujas y gente de la clase baja. Que ¿por qué lo hice?-.
Ademar sonrió para sí como si hubiese escuchado un chiste que sólo el entendía.
- Porque podía. Estaba harto de que todos los fracasados de mi familia intentasen hacer conmigo lo que ellos jamás pudieron conseguir. Años de educación, de mostrar a todos que era el mejor en todo lo que me proponía… ¿piano? En un año me convertía en el deleite de las amigas de mi madre; ¿esgrima? Con 15 años, tras duros entrenamientos en la finca de mi tío podía desarmar a jóvenes mayores que yo; ¿baile? Jajaja soy, he sido y seré el rey de todas las fiestas. Cuando empecé a tener uso de razón y vi todo lo que mis padres habían hecho conmigo no lo soporté. Nada de aquello lo había elegido yo, aquel ser que contemplaba en el espejo me era un completo desconocido. No era más que un sujeto creado por mis padres para satisfacer sus deseos no cumplidos. Me revelé, decidí encontrar lo que quería y era yo realmente… Por supuesto, mi familia siempre dijo que era porque no soporté la presión ante unas expectativas demasiado elevadas jajaja
Y entonces todo cambió. Las primeras veces ni siquiera le dí importancia. ¿Amanecer desnudo en un granero sin acordarme de lo que había hecho la noche anterior? Vamos… me las había cogido peores. Se lo achacaba al mal vino que me habían dado, al opio, la absenta o los mil brebajes que me daban mis amigas brujas. Sin embargo, despertar en la cocina de mi propia casa rodeado de los cadáveres de dos sirvientas de la familia era otro asunto… Mis padres ocultaron el crimen, por supuesto, nadie iba a acusar a mi familia por la muerte de dos criadas. Sin embargo aquello fue la gota que colmó el baso de la paciencia de mi padre. Harto de mis continuos escándalos y desaires organizó un viaje para el Nuevo Mundo donde debía aclarar mis ideas… ¿Qué si fui? Jajaja por supuesto que no. Cuando me enteré de su plan me escapé con todas las joyas que pude encontrar y me fui en la primera caravana de gitanos que salía de París.
Fueron ellos los que me dijeron en lo que me había convertido. Fueron ellos los que me aguantaron en las noches de luna llena metiéndome en jaulas para bestias. Fueron ellos los que me dieron la libertad para ser yo mismo que hasta entonces se me había negado.
Así he pasado cuatro décadas de mi vida. Viajando por el Viejo Continente junto a las caravanas de gitanos al principio y sólo después. Durante mis viajes la vida se abrió ante mi como una flor y aprendí a extraer su jugo como de una fruta madura. Mujeres, fiestas, peleas, continuas borracheras, comilonas rodeado de amigos, bañarme desnudo en un lago al amanecer… me entregué a la vida hasta las muelas. ¿Qué por qué he vuelto? Me temo que no he bebido el suficiente vino como para contártelo jajaja