Búsqueda Inconclusa

por **Valken Loech** Mar Mar 01, 2011 10:18 pm

{Privado}

No había otro lugar donde encontrarse con una mujer de su calibre, no podía ser en cualquier sitio, y aunque le había dicho donde fuera más cómodo para él, no se sentía a gusto llevándola a lugares de mala muerte, por más que tuvieran que discutir sobre su pequeño 'acuerdo'. Generalmente los lugares más seguros para conversar de asuntos privados era a plena vista. La gente que solía ir a ese café estaba tan sumida en sus propias vidas llenas de lujos, y tan adormilados por estos, que ni cuenta se daban de quien pasaba a su lado. No como él, que recordaba cada rostro que pasaba junto a él, por más inútil que le fuera.

Se vistió con sus mejores ropas, pareciendo de la clase alta sin problema. Se peino su cabello de acuerdo a la situación y salió antes para que la dama no fuera a esperar. Camino al café se preguntó el por que estaría ahora viviendo en París, cuando siempre había esatdo en Viena. Aunque siendo una mujer de clase alta, no habían muchas opciones, probablemente tenía que ver con el matrimonio. Y lo sabía muy bien, por que él mismo había sido la razón de el cambio en muchas chicas, estafa o no incluida.

Para su agrado, llegó antes y se sentó a esperar a la mujer. No quería tener que admitirle que su búsqueda había sido infructuosa, pero al menos tenía una pista, aunque pequeña, era importante. Y notó cuando entró inmediatamente por su aroma, no por el perfume, si no por el suyo propio, que era bastante atractivo. Y cuando se giró a verlo, sonrió.

por **Anya S. Srêcko** Miér Mar 02, 2011 12:12 am

Su misterioso prometido aun no daba la cara, parecía disfrutar manteniendose en las sombras, lo cual no le causaba ni la más mínima gracia, quizás a aquel hombre le gustaba tener el control de la situación y pensar que ella estaría a su merced, peroseguramente no sabía que no era esa clase de mujeres, no señor, no era de esas mujeres sumisas que se sometían a los designios de cualquiera. Al menos se podía sentir a gusto en aquel lugar, ya que le daba algo que en Viena carecía, libertad. Libertad, por ejemplo de ir a reunirse libremente con él...

Se vestió de manera delicada y perfecta para salir del hotel, no le fue díficil perderse de la vista de sus sirvientes, desde pequeña había tenido un don para ello. Unas cuantas notas habían sido suficientes, y una reunión acordada en un café de esa enorme ciudad desconocida, necesitaría pedir algo de ayuda para lograr llegar, un par de indicaciones fueron suficientes para llegar al lugar, luego el olfato hizo lo suyo, hubiese podido llegar hasta él con los ojos cerrados. Entró al lugar con pasos firmes y con la mirada en alto, fingiendo buscarlo entre la gente, pero ambos sabían perfectamente donde estaba el otro, por lo que le dedicó una mirada cómplice y una sonrisa.

Se acercó hasta la mesa de aquel viejo conocido y le hizo una reverencia -Buenas tardes Valken- le saludó con cierta familiaridad, antes que uno de los mozos se acercase a correr la silla para que tomase asiento. Se sentó frente a él, sin apartar dejar de mirarle a los ojos con expresión algo impaciente -¿Cómo le ha ido en sus viajes?- preguntó alzando una ceja, sin dejar de fingir y comportarse como toda dama de sociedad, miró alrededor esperado percatarse de que alguien los estuviese observando, pero nada, todos los que que se encontraban a su alrededor estaban metidos en sus propios asuntos. Era hora de hablar de negocios.

por **Valken Loech** Miér Mar 02, 2011 4:17 pm

Y la vió entrar tan elegante y atractiva como siempre. Eso era algo que debía de admirar de las mujeres de su calibre, siempre te hacían quedar perplejo por un par de segundos ante su magníficas entradas. Nunca había queja para la vista. A penas se acercó lo suficiente se puso de pie como el caballero que era e hizo una educada reverencia ante la mujer. Siempre había que ponerse de pie cuando una bella dama llegaba a la mesa para alumbrarlos con su compañía.

-Bonjour Mademoiselle- el responde al tiempo en que la mujer se sienta cómodamente en la silla, sentándose él luego. Podía notar los nervios de la mujer, y claro que debía de estarlo. Probablemente si él no supiera de quien había sido su creador viviría al borde de esa impaciencia toda su vida. Pero para su suerte, o mala suerte, lo sabía, y no había podido encontrar rastro de él desde hacia demasiados años. Era todo un arte rastrear a ese hombre, y creía que realmente solo uno podía hacerlo, él mismo. Lo que le dejaba menos que nada de oportunidades.

-No debe preocuparse, nadie esta poniendo atención. Como de costumbre- le menciona ante su especial mirada hacia los costados. Sabía muy bien que la gente no prestaba atención a otros que no fueran ellos, a menos que hubiera un jugoso rumor en medio.

Suspiro desviando su vista a un lado y luego a la mujer, estirandole un sobre por la mesa que había sido retirado sutilmente de su bolsillo. -Lamento decirle que no lo he encontrado aún, pero como podrá ver...- le señalo el sobre con su mirada. -Tengo una muy buena idea de que esta aquí, en París- concluyó descansando su espalda en el respaldo de la silla mientras el mozo traía un café para cada uno, el cual se había tomado la molestia de pedir antemano. Sabía como le gustaba, así que no habría problema.

Tomó un sorbo, y esperó, a sus palabras, o a que revisara el sobre y la información que detalladamente había escrito. Lo encontraría, tarde temprano, de eso podía estar segura.

por **Anya S. Srêcko** Sáb Abr 09, 2011 11:01 pm

Respiró profundo, aunque intentase disimularlo estaba ansiosa, demasiado ansiosa para su gusto, la idea de encontrar a aquel que la había condenado a los designios de la luna llena le impacientaba. ¿Qué haría cuando lo supiera? ¿Buscaría venganza? ¿Buscaría comprender la maldita situación? No tenía ni la más mínima idea, pero algo se le ocurría, por ahora solo quería saber, salir de la ignorancia en la que se encontraba aun, al menos tenía la oportunidad de llegar a cambiar aquello, eso le gustaba, la llenaba de vida. Quizás no fuese una bruja como su hermana Ivanka, pero ciertamente podía ser peor que una.

Asintió a sus palabras, ella misma ya sabía que la gente ahí presente estaba demasiado ocupada en sus asuntos como para llegar prestar atención en lo que hablaban, a pesar de su marcado acento extranjero. Pero nunca estaba de más asegurarse de ello -Cada cual vive es su mundo. Muy hábil de su parte escoger un lugar como este para reunirse, como siempre- le dijo a modo de elogio, sonriendo un poco, aunque seguía estando alerta solo por si acaso. Eran encantadora, una dama educada, aburrida y muy lejos de ser la chispeante mujer que era en realidad, la que aquel hombre sentado frente a ella ya conocía.

Lo miró expectante, a la espera de que le diese aquel informe que había esperado tanto, e hizo una mueca de fastidio cuando le dijo que aun no había rastro de aquel ser. Tomó el sobre y lo acercó hacia ella -Oooh, yo esperaba...- dejó la frase inconclusa, me sentía algo decepcionada, llevaba tanto tiempo esperando, la agonía se volvía cada vez más larga, quería que acabase, para romper al fin con las cadenas de la duda que la oprimían y ser al fin libre. Le dio un pequeño trago al café recién servido, mientras extraía el contenido del sobre -¿En París? ¿Está seguro?- le preguntó, aunque era una pregunta retorica, estaba segura que el no le diría nada si no estuviese seguro de antemano.

Revisó en informe en silencio, leyendo entrelineas cada hoja a fin de saber que era lo que Loech había descubierto de aquel que la había convertido en lo que era -Esto es muy interesante. Está muy cerca- dijo con expresión algo mas satisfecha. Le dio una mirada intensa -¿Y ahora que? ¿Cuál será el siguiente paso?- le preguntó con sumo interes, poco a poco se iba olvidando de aquellos que los rodeaban, de pronto todo su interés estaba puesto en el hombre que tenía sentado al frente.

Off: Lamento la demora, la uni me atrapo x.x

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