Suleima de la Vallière

Suleima de la Vallière


19 años


Humana


Cortesana - Clase baja


Bisexual


París, Francia


No solo su cuerpo, sino también su forma de ser es algo que suele atraer a todo el mundo irremediablemente. Y es que las chicas malas... siempre llaman la atención




Suleima es una chica que siempre suele llamar bastante la atención, si ya no por su físico, también por su carácter y dentro de poco se descubrirá el por qué de esto. De primeras, tiene un aspecto dulce, como si no hubiese roto un plato en toda su vida y es muy hermosa, pero... la realidad es otra totalmente contraria, puesto que su carácter no tiene nada que ver con su aspecto físico. Quizás esto sea lo más extraño que se puede apreciar en la cortesana.

Su piel es un tanto oscura, casi morena, pero eso le da un aire que a ella particularmente le encanta. Hasta hace poco, no se la cuidaba demasiado pero cuando entró en el burdel no le quedó otra más que empezar a cuidarse un poco más. Debido a su baja clase, antes no había sido capaz de hacer nada en condiciones y en sí, necesita el dinero para vivir, así que se metió en el burdel donde comenzaron a darle todo tipo de cuidados para que fuese del agrado de los clientes que se acercan.

Sobre su cuerpo, es bastante alta, mide 1'68 y eso hace que siempre llame un poquito más la atención. Tiene un cuerpo bien formado, con las curvas justas y necesarias y muy atlético.

El cabello de Suleima es largo, llegándole casi hasta el final de la espalda y ondulado de una forma realmente adorable. Siempre lo lleva de ese modo y es que es como más le gusta. Tiene un pelo simplemente perfecto, muy sano para su clase social. En cuanto al color, es castaño con algunos reflejos rubios, algo realmente extraño.

Los ojos de la chica son de color miel, aunque a veces a la luz parecen ser de color verdoso. Son grandes y muy expresivos, de forma que se podría decir, que es fácil saber lo que está pensando solo con echarle una mirada a sus ojos.




A pesar de que nada más verla, cualquier persona suele pensar que es una chica de lo más dulce y fácil, esto no es así en absoluto. Suleima será una cortesana, pero no por eso hay que poner las cosas fáciles y no todos los clientes quieren que esto sea así. Ella es, por excedencia, la cortesana difícil. Durante mucho tiempo, los hombres han pagado por intentar mantener alguna relación con ella y hay que admitir que muy pocos lo han conseguido. Ofrece mucho, pero todo eso, también cuesta.

No suele ser una persona en absoluto fácil de tratar. Su carácter es complicado de entender y se podría afirmar que nadie es capaz de entenderla. Ni siquiera ella se entiende a sí misma. Actúa por impulsos, ni siquiera piensa a veces lo que hace y eso puede suponer un gran problema para la chica de cabellos castaños y para el loco o loca que se atreva a acompañarla en sus planes.

Es orgullosa como ella sola. Ser una cortesana no significa que pueda ser pisoteada por los de clase superior ni mucho menos y eso es algo que demuestra siempre que puede. No le gusta que le traten como un juguete, aunque ha tenido que renunciar a ese principio para ganar algo de dinero. Aún así, si alguien se pasa de la ralla con ella, descubrirá que además, Suleima tiene un mal genio que no es capaz de soportar nadie sobre la tierra.

No suele tener respeto por nada y eso muchas veces le trae problemas también. Contestará del mismo modo a alguien de su nivel que de clase alta. No le importa hacerlo, ni lo más mínimo. Y tampoco le importan las consecuencias. Muchas veces ha pensado en que morir no sería tan mala solución como suele pensar la gente. Mientras otros le tienen miedo al esqueleto con guadaña, ella no le tiene miedo en absoluto.




Desde bien pequeña, Suleima siempre se ha criado en el barrio más pobre de París. Sus padres, dos simples comerciantes que no pudieron sacar adelante su trabajo ni su casa, se pasaban día y noche trabajando para intentar llevarse algo a la boca al final del día. Ella siempre ha vivido en la más pura pobreza, por lo que tiende a valorar mucho las cosas, más aún que cualquier ser humano o inmortal que pueda existir.

En cuanto cumplió los 6 años, se vio obligada a comenzar a trabajar también, ayudando a diferentes mujeres en sus labores de la casa e incluso recogiendo verduras desde que el sol salía hasta que se ponía, todo ello para conseguir comer al menos una vez al día. Sin embargo, la suerte jamás había sonreido a la familia Vallière, que era el apellido que tenían antes. Más tarde, serían los dueños del burdel quienes añadirían el "de la" al apellido de la chica para que sonase muchísimo mejor.

A muy temprana edad, sus dos padres enfermaron de algo simplemente demasiado extraño. Tanto que aún no se había encontrado la cura a aquella enfermedad. La chica tuvo que hacer malabarismos para comprar alguna que otra medicina, dejando incluso de comer por un tiempo, pero de nada sirvio todo aquello, puesto que sus padres acabaron muriendo unos meses después.

Pensando que jamás podría hacer nada en la vida, se dejó llevar por un hombre que la encontró trabajando. Éste, con promesas de una vida mejor, se la llevó hasta un burdel que se encontraba en una zona poco destacada de la ciudad parisina. Poco a poco se fue labrando una fama y una reputación, tanto que uno de los clientes que solían ir por el lugar, obsesionado con la chica, intentó secuestrarla y llevársela de allí, amenazando incluso con matarla si no se marchaba con él.

Debido a esta serie de problemas, lo más fácil fue huir y eso fue lo que hizo: marcharse de aquel burdel, a una zona muy alejada de la ciudad y encontrando pronto un nuevo lugar donde poder trabajar. Era otro burdel, pero ella había cambiado mucho de cuando entró en el anterior: ahora era mucho más hermosa gracias a los cuidados, tenía mejor ropa y de inmediato la aceptaron. Desde ese entonces, trabaja en aquel lugar, esperando no tener más problemas...






► Le gusta demasiado el dinero, así que hace todo lo posible para conseguirlo.
► Aunque le guste el dinero, es una roñosa que jamás se gasta un duro en algo que no sea total y estrictamente necesario