Zarek Skia Lycos

-Nombre del Personaje:
Zarek Skia Lycos

-Edad:
25

-Especie:
Licántropo.

- Tipo y Nivel Social:
Clase Baja.

-Lugar de Origen:
Nació en Grecia, pero vivío muchísimo tiempo en Alaska.

-Descripción Física:
Alto (1,90m), de cabello negro liso, que suele llevar corto. Tiene unos ojos esmeralda con visos azules penetrantes, siempre con un brillo de ira en ellos. Tiene cuerpo de quien hace mucho ejercicio, y facciones varoniles, con barba de 3 días.

Spoiler:

-Descripción Psicológica:
Es sarcástico, borde y antisocial, sin ser frío, simplemente lanza miradas de esas que parece que te están sacando todo lo que llevas dentro y vacila de una manera exagerada. Suele estar siempre enfadado, y es el ser más desconfiado del mundo. No se fía ni de su sombra. Es también altivo, cabezota y orgulloso como el que más, y trata de ser egoísta, aunque no siempre le sale bien. Quiere enterrar su corazón bajo la ira, y normalmente lo consigue, pero no siempre. Antes de todo, solía ser cariñoso, altruista y bueno, pero la vida le ha enseñado a ser un verdadero hijo de la gran puta. En realidad, está deseando que alguien le tienda la mano... pero, conociéndole, le mordería unas cuantas veces antes de confiar en él.

-Historia:
Los padres de Zarek murieron cuando él era muy, muy pequeño, dejándoles solos a él y a su hermano, 7 años mayor que él. Su hermano siempre le cuidaba y se preocupaba por él más que por su vida, de ahí el hecho de que Zarek le admirase desde que tenía memoria, y le viese más como su padre. Trabajaron los dos muy duro por seguir adelante, y esque eran muy pobres. Zarek, que se crió en ese ambiente, desarrolló desde muy pequeño un instinto de protección increíble, era generoso y muy bueno, deseaba que los demás tuvieran una vida rica, no como la suya. Y quería ese destino sobretodo para su hermano. Había nacido con un don para la música y la representación, tenía una voz clara y hermosa, entonces se pasaba los días en la calle, cantando y actuando obras sencillas por las pocas monedas que le daban los caminantes. Hasta que, un día, alguien se interesó por su hermosa voz y facultad para el teatro. Aquel día, Zarek practicó en un teatro una obra, con más niños. Estaba que no cabía en sí de gozo. Fue cada día a practicar, y se volvió el mejor de los actores del teatro, ganando poco a poco, fama y fortuna. Con esa fortuna, su hermano y él vivieron cada vez mejor, dejando atrás esa pobreza. Zarek estaba demasiado ciego en su inocencia como para ver que su hermano lo miraba con desprecio y envidia, cada vez más grandes. Cuando ya todo el mundo conocía a Zarek (él tendría unos 17 años), se enamoró de una bella muchacha tan pobre como él había sido, y ella "también" se enamoró de él. El caso es que la chiquilla solo buscaba aprovecharse del inocente de Zarek, y él estaba encantado con la idea de "ayudarla". Así no pasaría más frío en la calle. Mientras él vivía feliz en su ignorancia, haciendo falsos amigos a los que le daba su dinero con toda la mejor intención y luego ellos le apuñalaban si que él se diese cuenta, la chica y su hermano ya habían hecho planes para destrozar su carrera, quedarse con su dinero y, prácticamente, joderle la vida. Y eso hicieron. Fueron profanando mentiras espantosas del pobre Zarek, y lo peor de todo esque la gente, ciega de envidia, los creyeron. Y así fue como terminó la carrera de actor de Zarek, quedándose sin mujer, sin familia, sin amigos... Si ellos supieran que él, encantado, les hubiera prestado el dinero que les pedía... Algo explotó en él. Un sentimiento llamado ira. Simplemente se transformó y dejó de ser el Zarek bueno e imbécil del que todos se aprovechaban. Su personalidad se volvió hosca, desconfiada. No volvería a confiar en nadie jamás. Así que abrazó a su furia y se fue de allí.

Pasaron los años, y Zarek se asentó en una cabaña cerca de un bosque en Italia. Se pasaba los días metido en su cabaña, tallando figuritas en madera, hasta las narices de este mundo podrido. También solía salir por el bosque a pasear por las noches, y ese fue su peor error. Una noche de luna llena, en la que él salió en otro de sus paseos, un gran lobo, demasiado grande para ser uno normal, le atacó antes de que él se diese ni cuenta. Le mordió el brazo con saña y apunto estuvo de matarlo, pero Zarek consiguió dejarlo sin conocimiento, justo el tiempo que necesitó para escapar. Y del resto de la noche, Zarek no se acuerda. Supo que se había convertido en un monstruo peor que la gente que despreciaba. Irónico, ¿no creeis? Al final fue él el monstruo. Huyó, lejos de la civilización. Lo poco que quedaba de su corazón se negaba a hacer daño a inocentes. Llegó hasta Alaska, y allí quedó, aislado, durante años y años. Hasta que, un día, se despertó dios sabe por qué a las afueras de París. Fue imposible que el Lobo lo hubiera llevado hasta allí en una sola noche... de ninguna manera podría haber llegado allí. Hecho una furia, decidió quedarse en la ciudad y averiguar que coño le había pasado.

-Datos Extras:
- Tiene una tiendecita donde vende sus figurines tallados. Por alguna razón, llevaba unos cuantos encima cuando se despertó.
- Ladra más que habla.
- Es un vago de cuidado.
- Es un autentico ligón. No hay nada que le guste más que las mujeres.

Ficha aceptada, bienvenido